IX. Treatises

Al estudiar historia de la arquitectura, es muy importante considerar los libros que se han publicado a lo largo del tiempo sobre arquitectura.

Suelen denominarse tratados. Pero este término es confuso: pues parece indicar que el material publicado ofrece informaciones sistemáticas sobre arquitectura, como los tratados de otras materias. Y no es así. Como "tratados" en arquitectura entendemos publicaciones de tres géneros, según su propósito y sus contenidos.

El primer género es el formal: dedicado a la difusión de ideas arquitectónicas, algo que solo puede hacerse a través de ilustraciones: y su importancia varía según el número, precisión y calidad de las ilustraciones. En ese sentido, los libros más importantes son muy ilustrados; algunos de ellos, como el "tratado" de Vignola no incluye apenas texto.

El segundo género es el técnico, dedicado dedicado al oficio, a la parte técnica: pretende recoger y transmitir experiencia práctica, con orientaciones, fórmulas, medidas, proporciones, para acertar tanto con el diseño como con la construcción.

El tercer género es el teórico: los libros sobre teoría de la arquitectura; lo que en otras materias se entendería propiamente por tratados, pero en arquitectura son los menos importantes, pues en el diseño las formas tienen más fuerza que cualquier consideración teórica.

catálogos de bibliotecas antiguas:

Algunos catálogos de bibliotecas antiguas de arquitectura fueron especialmente elaborados y luego publicados: describen detalladamente los libros y son muy útiles para hacerse idea de los que circulaban más y cómo. Los libreros suelen citarlos como referencia. Recojo los principales. Estos catálogos suelen estar en las bibliotecas especializadas. Además, casi todas esas bibliotecas poseen conexion online y puede verse la información ficha a ficha.

• Avery:
  Avery Architectural Library. A Memorial Library of Architecture, Archaelogy, and Decorative Art, New York: Columbia College, 1895 (hay edición reciente). Avery Architectural and Fine Arts Library.
• Berlin Catalog:
  Katalog der Ornamentstich-Sammlung der Staatlichen Kunstbibliothek, 2 vols., Berlin: Verlag für Kunstwissenschaft, 1939 (varias ediciones recientes: Martino Maurizio Publisher, etc.).
• Cicognara:
  Catalogo ragionato dei libri d'arte e d'antichità posseduti dal Conte Cicognara, Pisa: Presso Niccolò Capurro, 1821, 2 vols. (facsímiles recientes: Arnaldo Forni Editore). Este es el más antiguo y tradicional. El Conde vendió su biblioteca al Vaticano: fue incorporada a la Biblioteca Apostólica Vaticana (editada en microfichas).
• Fowler Collection:
  The Fowler Architectural Collection "of The John Hopkins University" : catalogue, San Francisco: Alan Wofsy Fine Arts, 1991. John Hopkins University Library (editada en microfichas).
• Millard Architectural Collection:
  The Mark J. Millard Architectural Collection, 5 vols., Cambridge, Mass.: MIT Press y New York: George Braziller, 1990-2000.
• RIBA Library:
  Early Printed Books 1478-1840: Catalogue of the British Architectural Library’s Early Imprints Collection, 5 vols., London: Bowker-Saur, 1994-2003. El catálogo está mencionado arriba: RIBA British Architectural Library Catalogue Online (editada en pequeña parte en microfichas).

bibliografía general sobre clásicos

• Bury, John y Breman, Paul, Writings on architecture civil and military, c. 1460 to 1640, MS 't Goy-Houten: Hes & De Graaf, 2000.
• Kruft, Hanno Walter, A history of architectural theory. From Vitruvius to the present (1985), New York: Princeton Architectural Press, 1994.

bibliografía de la bibliografía

• Besterman, Theodore, Periodical publications; a bibliography of bibliographies (The Besterman world bibliographies)
• Breslauer, Bernard H. y Folter, Roland, Bibliography: Its History and Development, New York: Grolier Club, 1984.

De la antigüedad clásica sólo sobrevivió un tratado de arquitectura, propiamente dicho, el escrito por Marco Pollio Vitruvio; de él además se conservaron dos recensiones largas. No es completamente casual que sea el suyo el sobreviviente : debió ser el más completo; aunque según declara el autor, se sirvió de muchos textos, principalmente griegos, de los cuales sólo ha quedado su mención.

Por ser el único superviviente adquirió una autoridad mayúscula. En realidad, el ingeniero romano Vitruvio intentó componer un muy amplio resumen, con un fin más bien utilitario. Por ello, el fondo teórico es tan interesante como escaso, y son muchas las cuestiones prácticas. El texto conservado fue publicado por uno de los primeros eruditos del Renacimiento, en su idioma latino; y el tratado se convirtió en una culta curiosidad, al alcance de personas de letras. Las traducción al italiano lo hizo más asequible, siempre en círculos cultivados; y logró mayor difusión cuando se le añadieron las ilustraciones (inventadas) que sustituirían a las que había perdido.

Los consejos de Vitruvio para el diseño de órdenes son bastante confusos, y difíciles de memorizar; además no coincidían con los monumentos romanos mejor conservados y más imponentes (todos ellos posteriores a Vitruvio); y dejó de emplearse en el trazado de órdenes; ocasionalmente, servía de apoyo para algunas técnicas constructivas; pero sobre todo, antes de que las Escuelas Superiores proporcionaran un rango académico, el texto de Vitruvio un convertido en un puñado de lugares comunes permitía a sus lectores arquitectos pasarse por letrados. Después, al tiempo que disminuía la utilidad de este texto para las cuestiones prácticas del oficio, creció su valor como referencia histórica de los tiempos de Augusto.

Los libros de Serlio constituyen un fenómeno editorial como pocos en Europa. Comenzó a publicarlos hacia 1537, y los terminó poco antes de morir, con un esfuerzo gigantesco. Su éxito fue abrumador; y aparecen indefectiblemente en los inventarios de bibliotecas de arquitectos hasta el siglo XIX. Por desgracia, tanto trabajo no reportó a su autor bienes materiales, y murió olvidado y pobre, en Lyon.

Su éxito se debió a la multitud de ilustraciones (grabados en madera) que ofrecían, que fueron copiadas de todas las maneras posibles por arquitectos que admiraban la arquitectura italiana antigua y nueva, y no sabían nada de ella.

Serlio fue el publicista de la arquitectura romana antigua, facilitando muchas imágenes completas, ordenadas y comentadas antes de que se publicaran ediciones de Vitruvio con ilustraciones fiables, o se añadieran las que nunca tuvo a la De Re Aedificatoria de Leon Battista Alberti (por Cosimo Bartoli en 1550).

Y Serlio fue la fuente más asequible (calidad/precio) y abundante de imágenes de edificios, de propuestas arquitectónicas actuales, de consejos sobre los órdenes, la composición, construcción, historia, etc. que tuvieron muchos arquitectos europeos y americanos; situación más evidente en los siglos XVII y XVIII, cuando las publicaciones francesas, más exactas y con mejores grabados, resultaban muy caras. Los libros de Serlio se convirtieron entonces en un pariente pobre, aunque bien informado.

Como era de esperar, aparecieron enseguida los recetarios : como las recetas de cocina, procedimientos muy sencillos para obtener órdenes clásicos, bellos y sin problemas. El más importante fue el cuaderno de Vignola. Los demás son, en cierto modo, adaptaciones.

El "tratado" de Vignola es en realidad lo que se llamaba una cartilla : se compone sólo de láminas de fácil interpretación.

Ños después se intentó las opciones que presentaban los distintos tratadistas, que se apoyaban en Vitruvio y en la autoridad de los monumentos antiguos.

El conjunto más importante fue El Parallele de Roland Freart de Chambray de 1691. Solo sirvió para poner más de manifiesto las diferencias insalvables en los detalles. El empeño era más erudito que práctico. Como además tenía fallos de medidas, que pronto quedaron de manifiesto, estas láminas, y menos todavía el texto de Freart de Chambray, apenas ejercieron influencia teórica, pero podían servir de recetario.

Más prácticos fueron los que adaptaron las fórmulas de Vignola; o las ampliaron. Con el Cours de 1691, D'Aviler intento sistematizar la práctica de la arquitectura, desde la racionalización de los órdenes de Vignola a otros aspectos. Fue un libro muy importante para el ejercicio de la arquitectura en el continente europeo.

En el mundo anglosajón, las disposiciones y medidas se rigieron por adaptaciones cada vez más gramaticales y pedagógicas de Palladio y Vignola; convirtiendo la arquitectura clásica en un formulario, algo así como las piezas de una arquitectura infantil. Aunque Chambers recoge un importante estudio, en realidad la belleza y precisión de sus láminas terminó por convertirlo en una simple gramática, donde asegurar las medidas y proporciones. Perduró hasta que fue sustituido por las gramáticas clásicas del siglo XX, especialmente la de William Ware, American Vignola, que reemplea parte del material de Chambers, sin apenas texto, y se mantuvo sin interrupción en numerosas y baratas ediciones desde 1902 hasta nuestros días.

La figura y obra de Andrea Palladio, por su extraordinaria importancia, se estudia en varios capítulos. Su tratado es sencillo y completo. Muy bellamente ilustrado, uno de los mejores ejemplos de grabado en madera.

El tratado de Scamozzi es un monumento de erudición, al mismo tiempo que un cúmulo de experiencia práctica. Es mucho más que una gramática de órdenes o una exhibición de proyectos arquitectónicos. es el más completo de los tratados hasta que se editen los grandes cursos franceses de arquitectura.