3. 5. Francisco Iñiguez's drawings

La Universidad de Navarra, en su Escuela Técnica Superior de Arquitectura, custodia con especial cariño una colección de dibujos del que fue, durante los diecisiete últimos años de su vida, su Profesor Ordinario de Historia del Arte y de la Arquitectura.

Fueron estos años de fecunda enseñanza la culminación de una brillante trayectoria profesional que comenzó mucho ha, cuando obtuvo su título de Arquitecto en 1925. Quizá su más intensa dedicación, junto con la docencia (catedrático por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid desde 1943 y Director de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma de 1950 a 1958), fue la restauración de monumentos arquitectónicos, que desempeñó activamente desde el Servicio de Conservación de Monumentos y la Comisaría de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional.

Ligada a sus restauraciones, que se extienden por toda la geografía nacional, está su profunda labor de investigación en archivos y bibliotecas, y el estudio arqueológico y arquitectónico sobre el terreno, así como su labor de documentación gráfica, que queda plasmada en infinidad de dibujos, de los que son una pequeña parte los que se mencionan y se muestran aquí. Dibujos de testimonio, dibujos de estudio arquitectónico escrupulosamente medidos y detallados, dibujos de restitución o -yendo más allá de toda función práctica- dibujos hechos sin otro interés que el vocacional o artístico.

Gran parte de esta actividad -incluyendo frecuentemente sus dibujos- ha sido mostrada y recogida en exposiciones, libros y numerosas publicaciones, entre las que destacan Casas reales y jardines de Felipe II (1952), Geografía de la Arquitectura Española (1957), Las trazas del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (1965) y Arte Medieval Navarro (1971).

Pero su actividad en nuestra tierra no fue exclusiva del último periodo en que fijó aquí su residencia familiar, con restauraciones como el Hórreo de Iracheta o la Iglesia de San Miguel in Excelsis en la Sierra de Aralar, sino que remontándose a su periodo de Jefe de la 2ª Zona del Tesoro Artístico Nacional (1932-39) incluye obras como las realizadas en la Iglesia de Santa María la Real de Olite, el Monasterio de Leyre, la Colegiata de Tudela o el Monasterio de Iranzu.

Más amplia es sin embargo la temática de los dibujos que presentamos aquí, algunos de los cuales fueron ya publicados en 1983, en la memoria del Acto Académico póstumo que la Universidad de Navarra dedicó a su autor, y en 1989, prologados por Luis Moya Blanco y seleccionados e introducidos por Carlos Montes Serrano como Apuntes de Arquitectura que resumen una exposición realizada en Valladolid.

Aunque la colección completa incluye grabados y acuarelas, la inmensa mayoría de estos dibujos están realizados con el simple instrumento del lápiz, que en sus manos puede alcanzar la categoría de sublime. Los temas son a veces tan complejos como el interior de una catedral, con "endiabladas" disposiciones constructivas y decorativas -tal como las calificaba frecuentemente nuestro profesor- y a veces tan simples -y no por ello menos difíciles- como un paisaje que solamente deja ver ligeros vestigios de vegetación entre sus rocas peladas.

Cómo es posible sugerir con tal verismo impresiones tan fugaces como la de un rayo de luz o un reflejo, o diferenciar texturas como las de los diversos materiales constructivos (ladrillo, piedra, cal) y superponer a éstos los distintos verdes de la vegetación sin caer en confusión de grises y trazos, solamente puede explicarse en la pausada contemplación de los propios dibujos. Ante ellos callamos, para no interrumpir la magia con la que el Profesor Íñiguez continúa transmitiéndonos su amor por la arquitectura, por la naturaleza, y en general por la obra del hombre en su confluencia con la obra divina.

María Antonia Frías Sagardoy

Directora del Departamento de Teoría e Historia, Escuela Técnica Superior de Arquitectura