3. 4. Students' drawings

Para un alumno de 2º de carrera estos dibujos le resultan más cercanos, y por tanto más útiles que otros que serían quizá más profesionales, y por tanto de mejor calidad.

selección fortuita

La selección de dibujos de alumnos que presento aquí es bastante casual: aunque suelo pedir fotocopias de algunas hojas de su cuaderno a algunos alumnos que me parece que destacan, no lo hago siempre, no me las entregan siempre, no las guardo siempre, y no están reporducidas necesariamente aquí por diversas razones (tienen una grapa imposible de quitar, no reconozco el nombre, aparecen además otros dibujos peores, comentarios desafortunados, etc.). El comentario que sigue tiene casi 10 años; no he vuelto a redactar nada parecido; y hoy no lo escribiría así.

IMÁGENES COMENTADAS

El dibujo rápido de edificios se considera una destreza indispensable en esta asignatura, que trata de adentrar decididamente en los secretos de la composición arquitectónica de las arquitecturas históricas. Pero ese dibujo especial, de definición, es un dibujo instrumental, que no exige una gran maestría gráfica, sino un oficio suficientemente practicado: necesita más técnica y entrenamiento que dotes particulares.

Precisamente, el cometido de estas hojas es presentar modelos accesibles (ejecutados por compañeros) de factura rápida. Debo entender que, en su mayor parte, los dibujos de estas páginas, son dibujos a primera intención, ejecutados en clase, con poco tiempo. No pretendo dictaminar que sean los mejores del curso. Se trata de una selección apresurada, de la que soy el único responsable; he preferido siempre la propiedad a la belleza; y me consta que en esta selección faltan muchos dibujos, que podrían sustituir a algunos de los se presentan.

Como sucede con frecuencia en esta asignatura, para realizar estas hojas he contado con muchas ayudas de alumnas y alumnos del curso, que han sido imprescindibles.

Lámina 1

Empezaré con dos advertencias. El dibujo 1A tiene las tramas perspectivas muy deformadas. Con frecuencia me salen a mí del mismo modo, y la autora de este dibujo obtuvo una excelente nota en la asignatura. Pero merece la pena corregirlo: he elegido este dibujo precisamente para advertir que las perspectivas no deben forzarse demasiado; es preferible que parezcan naturales; y en la mayor parte de los casos, no se debe acudir a puntos de fuga cercanos, sino acostumbrarse a melodías de líneas que confluyen lejos.

Cualquier técnica es buena. Pero el dibujo debe parecer nítido, y alcanzar un cierto grado de definición, puesto que tratamos de describir (y aprender) elementos o fórmulas arquitectónicas, y no simplemente captar impresiones. Se debe dibujar con un trazador, un instrumento capaz dejar líneas delgadas (no pincel, lápiz grueso, etc.): porque en las arquitecturas occidentales, la intención del diseño, lo querido y perseguido por el diseñador, ha sido pensado y ejecutado más con líneas que con piedras. Es bueno que no permita arrepentimientos, y que los trazos resultantes se reproduzcan con facilidad por fotocopia.

Hay toda una tradición de dibujo arquitectónico a pluma, y resultaría muy recomendable conocerla e inscribirse en ella. La pluma es rápida, pero puede sustituirse por rotuladores de fibra, más lentos, pero más capaces para algunos efectos. La intensidad y grosor de las líneas se regulan con facilidad, con una leve presión; además aprovechan el gramaje del papel, adquiriendo un sugerente vibrato. El calibre del rotulador dependerá del tamaño que se espera del dibujo: el cuaderno pequeño, destinado a dibujos muy rápidos, y a gran escala, necesita resolución rápida, el grande, que recogerá dibujos construidos con mayor detenimiento, requiere más precisión.

Aunque aconseje esas técnicas, no son obligatorias. Los dibujos 1d, 1E, 1F y 1G están realizados a lápiz. La planta 1f parece suficiente. Se ve en el dibujo 1d que bastan pocos trazos para definir el edificio de forma que resulte reconocible. El dibujo 1c también es ilustrativo: unas pocas líneas verticales indican los elementos definitorios del alzado gótico de la catedral de Ulm. En cambio, el dibujo 1e sería excesivamente elaborado. El dibujo 1d no siendo (ni mucho menos), de una calidad envidiable, sabe aprovechar el recurso de las sombras. Representa una manera de dibujar que resulta fácil de ejecutar y muy arquitectónica; y recomendaría seguir ese modo para dar perspectiva y profundidad.

Lámina 2

Los dibujos de la lámina 2 no son accesibles a cualquiera: evidencian una gracia al dibujar que es difícil alcanzar solamente con la práctica. No obstante, enseñan que lo importante en un dibujo es la intención y no el trazo. El trazo puede ser inseguro, pero la intención ha de ser resuelta: es necesario saber qué hacer. Con todo, el trazo ligero y suelto es un componente decisivo en la apariencia elegante del resultado.

Lámina 3

Los dibujos de la lámina 3 exponen una perspectiva, de las clases de modelos, esquemas y motivos: una basílica paleocristiana. Unos pocos trazos definen su interior. Es fundamental aprender a resumir, a economizar tiempo, sugiriendo el suelo o las arcadas de las naves sin llegar a definirlas por entero. Curiosamente, definirlas sería contraproducente, el dibujo parecería infantil: siempre quedarán muchas cosas por definir; y el buen dibujo permitirá imaginarlas: darlas por descontado; por eso nunca debe parecer "terminado", acabadamente definido: en este tipo de dibujo, lo demasiado definido va en contra de la exactitud: en la definición de un edificio rico de efectos, es más exacto lo impreciso, si sugiere lo que no puede determinar. El dibujo 3b muestra una visión con una técnica parecida al 1b, pero dibujada más deprisa, lo que aumenta su atractivo.

Lámina 4

Los dibujos del lámina 4 están ejecutados también con una indudable gracia. Son perfectamente reconocibles y se aprende mucho en ellos: con muy poco, se define una planta, como la 4b o incluso un conjunto más complejo, en el dibujo 4e. Merece la pena recordar que se dibuja siempre con la cabeza (dibuja la inteligencia, no la mano). No basta la habilidad gráfica: no se podría dibujar un 4f (muy bonito) sin conocer el edificio.

Lámina 5

Lo mismo diré de los dibujos de la lámina 5. No hay en ellos ninguna preocupación por definir los volúmenes o construirlos: no hay tiempo. Y sin embargo, el despliegue volumétrico se observa perfectamente en el dibujo 5d y se presume el de los demás dibujos. El 5e me parece especialmente logrado. Basta definir las líneas verticales, tal como se ha hecho en el dibujo 5c, y dar algún puntada para sugerir la serie reiterativa de remates verticales o las flechas que componen los puntos fuertes. Lo mismo podría decirse del 5f, que resulta un dibujo muy afortunado.

Lámina 6

En la lámina 6 se aprecian dibujos bien construidos, aunque en comparación con la anterior, con un exceso de trabajo. En general, como sucede con el dibujo 6b, resulta contraproducente detenerse demasiado en un edificio: al no sugerirse su complejidad, la arquitectura parece simplificada. Por eso resulta más adecuado el dibujo 6b, donde unos pocos trazos persiguen las líneas fundamentales del ábside de la catedral de Milán, y nos dejan la oportunidad de imaginar el resto.

Lámina 7

En la lámina 7 destaca un dibujo interesante, el 7A, que muestra cuánto importa dibujar con líneas, describir cómo son los elementos principales del edificio, sin que se precise mayor intención (ni demasada habilidad). Un interior tan complejo como la capilla de Enrique VII en Westminster queda perfectamente reflejado cuando se da cuenta de las grandes bóvedas de abanico colgadas anotando la tracería que las tapiza enteramente: basta indicar sus líneas principales. Tanto la planta 7c como el dibujo 7b resultan afortunados. A la planta bastan pocos trazos, y la definición de las bóvedas y la vista de la catedral de Pisa necesita breves sombras para recoger unos relieves pronunciados provocados por las pequeñas arquerías que luce la fachada principal, (pero no las laterales, como se indica equivocadamente).

Lámina 8

En la lámina 8 aparecen dibujos interesantes, muy rápidos. Suficiente el 8h para dar idea del volumen. suficiente el 8g para describir la silueta. Dibujando simplemente con sombras, como en el 8b, se puede dar idea de un gran edificio como el Panteón, aunque la línea no esté cuidada. Lo fundamental es este caso son las sombras arrojadas. El dibujo 8e falla en captar la curvatura y función de los arcos; de todas maneras, ofrece indicaciones válidas sobre el interior.

Lámina 9

Lo mismo sucedería con los dibujos de la lámina 9. El 9d es suficiente para expresar las transparencias de los arcos calados e, incluso el 9f -aunque falto de definición- recuerda las complejidadades del patio de yeso de la Aljafería (no Alcafeiría). El 9c es un dibujo interesante porque indica una manera muy rápida de dibujar las columnas. Un edificio columnario se reduce a un conjunto de luces verticales alternadas por sombras. Algo semejante cabe decir del dibujo 9A: al definir los elementos surgen las formas, y el edificio adquiere sus texturas jerarquizadas.

Lámina 10

El 10c es un dibujo valiente pero un poco malogrado por mezclar dos trazos muy diferentes, uno relativamente fino y poco firme, con huecos en negro, que podrían ser afortunados si estuvieran un poquito más cuidados, si mostraran más intención. La planta 10d, en cambio, lo mismo que la 10e resulta apta para describir un gran edificio con relativa rapidez.

Lámina 11

Los dibujos 11c, 11E y 11F parecen logrados. El dibujo 11c representa un interior complicado, dominado por las sombras, cuyo rasgo más sobresaliente es la fuga acelerada, ritmada con la sucesión de arcos. El dibujo 11e, a pesar de estar desproporcionado, capta lo fundamental de la masiva cúpula de Florencia y el dibujo 11f reproduce bien el bello efecto de perspectiva del original, donde el órgano se destaca enérgicamente sobre las arquerías que corren hacia el fondo.

Lámina 12

El dibujo 12A se sirve acertadamente de sombras cerradas para representar un interior muy complejo, como es Annaberg, mientras que el 12c muestra cómo con un trazo tembloroso añade la gracia que le faltaría de otro modo a un dibujo. En los dibujos 12b y 12d unos pocos elementos bastan para definir una fachada.

Lámina 13

La lámina 13 presenta aspectos interesantes, quizá demasiado trabajados; pero que apuntan a una pronta mejoría. La afición mejora todas las destrezas. Tanto el 13c como el 13d describen bien edificios góticos con fuertes marcas verticales, especialmente el 13c que resulta estimable. El 13d es algo desproporcionado, pero transmite el formidable aplomo de la torre de la catedral de Toledo. Aquí parece oportuno mezclar manchas enérgicas de trazo grueso y otras más débiles.

Lámina 14

Los dibujos de la lámina 14 son muy variados. El de la catedral de Reims resulta correcto al dejar intuir los volúmenes un tanto complejos de la fachada y de la basílica. Lo mismo sucede con el esquemita 14b, suficiente para describir el alzado del Coloseo o el dibujo 14d, con la definición mínima de los volúmenes del Palacio de Spalato. Me parece un dibujo adecuado el dibujo 14g y, especialmente, el 14i: un dibujo rápido con algunos rayados. El rayado es muy arquitectónico, pues permite introducir rápidamente efectos de relieve, e indicar texturas.

Lámina 15

Los dibujos de la lámina 15 muestran cómo utilizar un rotulador medio con cierta fortuna, especialmente el dibujo 15c. Prefiero, de todos modos, dibujos con un rotulador más fino, como 15e, 15G y 15H, donde se determinan con exactitud los volúmenes complejos, de la catedral de Toledo, o composiciones elaboradas como la catedral de Notre Dame, lo mismo que su interior, en el dibujo 15h. Quizá sea demasiado detenido, y sería ideal lograr este grado de definición con más soltura. De todos modos, el dibujo de arquitectura histórica pretende ayudar a captar y comprender los elementos arquitectónicos, no simplemente las sugerencias de masa o espacio. Por tanto, debe ser un dibujo de definición, una técnica instrumental antes que un dibujo de gran calidad gráfica.

Lámina 16

Los dibujos de las láminas que terminan esta pequeña selección corresponden al curso 96/97. Varios alumnos de ese curso, buenos dibujantes, me han facilitado sus dibujos; pero como faltan muchos significativos, me he limitado a mostrar los dibujos de los cuadernos que obtuvieron matrícula de honor por su calidad.

Los cuadernos, muy atractivos, exhiben pequeños dibujos resueltos con unas definiciones muy ligeras, como el 16e; o más elaboradas, como el 16A: unas líneas ligeras definen las fugas perspectivas; y proliferan los rayados rápidos de variada intensidad para indicar huecos y sombras. Es bonito el 16A; pero se aprende más en el 16e, donde la fachada de la catedral de Wells se reduce a unas pocas sombras verticales y una sutil indicación de textura, tan diferente entre los cuerpos bajos y altos.

Lámina 17

La lámina 17 contiene muchos dibujos ilustrativos aunque algunos elementos no se dibujen con demasiada proporción, como ocurre con las columnas achaparradas del dibujo 17d. Se trataba de definir los esquemas y elementos de modo suficiente para distinguir los efectos tan diferentes que se observan en el retablo de El Escorial (dibujo 17A) o en cualquiera de escuela madrileña del siglo XVII (dibujos 17h, 17e): y para ello hay que apuntar los criterios de composición y los motivos que dan textura y movimiento; no se puede prescindir de las claves arquitectónicas del diseño.

Lámina 18

Los dibujos de la lámina 18 son también afortunados. Un dibujo con la definición mínima del interior de San Sernín parece muy bueno. Basta para definir el exterior el dibujo 18b. A su derecha, las plantas del Palacio Real, diseño de Juvara, y el diseño definitivo, se expresan con los trazos indispensables para manifestar el orden y complejidad del proyecto. En cambio, son bastante sosos los 18f y 18g, a los que faltan huecos, texturas o siluetas.

Lámina 19

Los dibujos de la lámina 19 recogen tratamientos adecuados para definir siluetas exteriores significativas, como el dibujo 19h (perdonando el imperdonable pórtico con columnas impares) o efectos interiores, igualmente peculiares como los del dibujo 19f, donde unos arcos testimonian los solemnes ritmos espaciales, con el impasse de la enorme cúpula. También se muestran efectivos tratamientos de sombras para indicar las composiciones parietales de edificios de gran desarrollo, como la Plaza de la Concordia: unas pocas sombras figuran su imponente columnata; en cambio, para representar la Abadía de Melk en el dibujo 19e se requiere aludir a relieves, perfiles y siluetas.

Lámina 20

Los dibujos de la lámina 20 insisten en los rayados, que sirven lo mismo para determinar conjuntos masivos como en el dibujo 20g, como efectos sutiles de transparencias enriquecidos por texturas de detalles en el dibujo 20e; en los dibujos 20a, 20b y 20c se representan edificios con una definición muy somera, capaz para identificarlos. Los elementos primordiales, las grandes cúpulas, el frontón de la fachada, los campanarios están definidos -no siempre con demasiada proporción- y los huecos se señalan, simplemente recortándolos, como en los dibujos 20b y 20d, o dándoles un punto de sombra, como en el dibujo 20a.

Lámina 21

Los dibujos de la lámina 21 resultan también atractivos. Son bonitos y expresivos los dibujos 21g, 21h, inclusive el dibujo 21c de San Sernín (olvidando el mal arranque de los arcos fajones). Están definidos los volúmenes, e indicados los esquemas de fachada representando huecos según la dirección de la luz; con breves y eficaces alusiones a tejados o decoraciones. Muy capaces los dibujos 21e y 21f, para representar las termas de Caracalla. Y muy afortunado el 21d, mientras  que en el 21b unas pocas indicaciones sugieren las finuras y complejidades del diseño tardogótico.

ALGUNOS MODELOS MÁS

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

Watch and Draw

3. Learning through drawing

3. 1. The sketchbook
3. 2. Drawing and enjoy
3. 3. How to draw buildings
3. 4. Students' drawings
3. 5. Francisco Iñiguez's drawings
 
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