Relación de C. S. Peirce con Annibale Ferrero

Entre Ferrero y Peirce existió una relación de amistad y respeto intelectual. Se sabe que Ferrero había ayudado a Peirce a practicar su italiano1 y existen varios documentos que atestiguan su relación intelectual y de afecto.

Charles S. Peirce conoció al entonces coronel Annibale Ferrero en la reunión de la Comisión Permanente de la Asociación Geodésica Internacional reunida en París en septiembre de 1875. Se encontraron de nuevo en el congreso de Stuttgart de septiembre de 1877. Debieron de congeniar muy bien pues escribirá a su madre al terminar este congreso, en la carta del 2 de noviembre de 1877 desde El Havre, lo siguiente:

"El coronel Ferrero es un diputado italiano y un hombre muy listo. Es matemático y acaba de publicar un trabajo muy interesante sobre los mínimos cuadrados. Es joven y guapo y lleva un impresionante uniforme. Se puso en contra de Baeyer en un pequeño punto sobre el cálculo de la triangulación, e incluso llegó tan lejos en su terquedad como para decir que las diferentes investigaciones son responsables de la opinión del mundo científico y que no necesitan someterse a la voluntad de ningún individuo. No hace falta decir que fue completamente barrido por las fuerzas de Baeyer. Está profundamente enamorado de una dama cuyo linaje pertenece al Inferno de Dante, y recibía diariamente una carta suya y generalmente también un telegrama. Solía venir a leérmelos y a hablar sobre ellos conmigo. Es muy afable y también extremadamente listo. Le gusta mucho hablar y no evita ninguna cuestión por personal que le resulte. Llama la atención sobre la brillantez de sus demostraciones, etc.".

En la segunda sesión del congreso de Stuttgart se distribuyó a todos los asistentes, junto a otros documentos, un ejemplar de la Esposizione del metodo dei minimi quadrati (Firenze, 1876). Peirce escribirá en 1878 una recensión2 sobre este trabajo de Ferrero para el primer número de la revista de matemáticas, American Journal of Mathematics, que bajo la dirección de J. J. Sylvester fue auspiciada por la Johns Hopkins University. Puede verse la noticia del lanzamiento de esta revista en el New York Times (2 de agosto de 1878). Se conservan las dos páginas del borrador de esta recensión (MS 1366a) que se reproducen aquí:

 

 

De hecho, en la carta del 15 de mayo de 1878 que Peirce escribe al profesor Pickering de Harvard, donde le pide que envíe sus Photometric Researches a ciertos científicos europeos, incluido el teniente coronel Ferrero, Via Sapienza 6, Instituto Topográfico Militar de Florencia.

Por otra parte, "Syllabus of Sixty Lectures on Logic" de 18833, donde Peirce dejó anotados los temas de sus clases dictadas en el otoño de 1882 y la primavera de 1883 en la Johns Hopkins University4. Puede leerse allí:

Clase XXXI. La ley del error.

Clases naturales. Los métodos de Galton. 

Los principios de los mínimos cuadrados. La teoría de Ferrero5.

Además existe una carta de noviembre de 1889 donde Ferrero contesta a Peirce acerca de una petición suya. El contexto en el que Peirce escribió a Ferrero en primer lugar, apunta la confianza que tenía en él6. Estas eran épocas en las que Peirce estaba sufriendo de manera especial, tanto por la lejanía de Juliette, su segunda esposa, como por las iniciales penurias económicas que habrían de aquejar a los Peirce y que cada vez se volverían más agudas. La lejanía de su esposa se debía a que había sido diagnosticada de tuberculosis y se les había recomendado que Juliette pasara los inviernos en lugares cálidos. Este es el momento en el que Juliette convalece por segunda vez lejos de Quicktown, la casa con terrenos que habían adquirido en Pennsylvannia y que Peirce renombró después Arisbe. Peirce echaba de menos a Juliette y estaba inmensamente preocupado por su salud. Le atormentaba además la poca información que recibía de ella en sus escasas y cada vez más frías cartas.

El problema central era el dinero, pues esto también había empezado a afectar la relación con Juliette. Los Peirce habían gastado lo que tenían en comprar más terrenos en Quicktown y habían arriesgado todo pensando que sería una buena inversión sembrar y cosechar allí. Por otro lado, Peirce ya conocía en esta época que su puesto en la Coast Survey peligraba. Desde el nombramiento de Mendenhall como superintendente, había tenido algunos problemas. Mendenhall y Peirce no estaban de acuerdo en ciertas cosas y Mendenhall claramente no estaba a favor de que Peirce se quedara en la Coast Survey. Peirce sabía que sin ese ingreso –el único estable en ese momento– las cosas serían muy duras. Además, había querido enviar a Juliette a Nápoles y a El Cairo en ese segundo año de convalecencia y no calculó el gasto que eso implicaría, pues amaba a Juliette con todo su corazón y quería que estuviera mejor de salud y que disfrutara de algunas distracciones en aquellos lugares. Pero financiar la estancia europea de Juliette se le hizo cada vez más arduo y a veces tardaba en enviarle el dinero. Estaba desesperado en algunos momentos.

Entre las cosas que hizo para intentar salvar su situación estuvieron los intentos de conectar con gente que pudiera pagarle por recensiones y otros trabajos escritos y también la carta a Ferrero. En esta le consulta si no habría alguna posibilidad de trabajo para él en Europa. Ferrero le contesta muy amablemente, dándole fuerza y también mostrándole alguna esperanza. Sin embargo, también le anima a no apurar las cosas y a esperar el momento oportuno. Se sabe que luego de esto Ferrero realizó gestiones para encontrar algún trabajo para Peirce como daba a entender que haría en su carta, pero también se conoce que sus esfuerzos no tuvieron ningún fruto.

No hemos podido averiguar por ahora si se conservan en algún lugar el archivo de la correspondencia de Annibale Ferrero que resultaría muy interesante recuperar.



Notas

1. M. H. Fisch, "Peirce as a Scientist, Mathematician, Historian, Logician, and Philosopher", Members of the Johns Hopkins University, Studies in Logic [1883], Philadelphia, John Benjamin’s Publishing Company, 1983, xi.

2. La versión original fue publicada en American Journal of Mathematics I (1878), 59-63 y se encuentra ahora reproducida en W3.375-381.

3. C. S. Peirce, "Syllabus of Sixty Lectures on Logic" (1883), W3.476-489.

4. N. Houser, "Introduction", W4.liii.

5. C. S. Peirce, "Syllabus of Sixty Lectures on Logic" (1883]), W3.488.

6. Esta breve contextualización del momento en el que Peirce escribe a Ferrero está íntegramente basada en N. Houser, "Introduction", W6.lxiv-lxxix.

    


Autora de la página: Marinés Bayas (2013)

Proyecto de investigación "Charles S. Peirce en Europa (1875-76): comunidad científica y correspondencia" (MCI: FFI2011-24340)

Fecha del documento: 4 de marzo 2013
Última actualización: 13 de abril 2022
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