3. 4. The Ionic capital

the angle troubles

Desde la antigüedad clásica se planteó el problema de los ángulos en las ordenaciones jónicas. En las columnatas con un capitel jónico tradicional de volutas paralelas, de carretes, no es posible hacer ángulos : el capitel tiene una cara y unos laterales. El problema se resuelve en templos clásicos como el de Athenea Nike diseñando un capitel jónico de esquina, con una voluta a 45º. Y dejando el encuentro de las caras de los carretes en el ángulo interior, menos visible.

El encuentro es tan llamativamente feo que los primeros "descubridores" de la arquitectura griega, Stuart y Revett, publicaron esta solución del llamado entonces templo del Illysos, dándole un especial énfasis, por lo chocante que resultaba a su sensibilidad.

Ya en la antigüedad clásica, de esta solución se pasó a un capitel con volutas en los cuatro ángulos, que resulta particularmente afortunado. En Roma sobrevive algún ejemplar, pero es en tiempos recientes, gracias a los numerosos estudios arqueológicos de las ciudades romanas de Asia, cuando se ha podido comprobar lo muy extendida que estaba semejante solución.

El ejemplo más llamativo de Roma, y quizás el más feo, es el de la columnata del templo de Saturno en el Foro Romano. Hasta el siglo XIX, se creía que ese templo era el de la Concordia. Pero luego se supo con certeza que este templo estuvo dedicado a Saturno, progenitor de los dioses, y en él custodiaba el tesoro del estado romano; el templo de la Concordia es otro, mucho peor conservado. La importancia de las ruinas del templo de Saturno se debe a su peristilo, uno de los pocos que sobrevivían en la antigua capital del imperio, y fue muy conocido y publicado (por ejemplo, por Palladio, y todavía más cuidadosamente por Desgodetz). El conjunto estaba diseñado con formas mucho más burdas que otras muestras. Los restos databan de la reconstrucción a que fue sometido tras un incendio, en el siglo IV de nuestra era. En ese momento se incorporaron estos feos capiteles, que ejemplifican varias ideas : la decoración del abultado friso que presenta el capitel, las cuatro volutas angulares que nacen del equino del capitel, y la molduración con profundas excavaciones. Miguelanchelo aprendió algo de ellos, como de casi todo lo estrafalario que encontró. Las volutas nacen del ábaco, como si fueran proyecciones de esa banda.

MADERNO's version

Si a este capitel se le añade un collar bajo, y se decora la franja resultante -el friso del capitel- con coronas de hojas de acanto, resulta el que se llama capitel compuesto, por entender que une particularidades del jónico y del corintio.

Su éxito sería fruto de la acogida de las variantes sobre los extravagantes diseños de capitel con volutas (con dos caras) y guirnaldas de Michelangelo para el Capitolio de Roma; y de ahí los mucho más regulares, con cuatro caras y guirnaldas en los frentes, que diseñó Maderno para el orden del atrio de San Pietro (el "aula"), y que asoman en la parte baja de la fachada.

Había modelos antiguos de capitel con cuatro volutas en las esquinas, astrágalo bajo, y el collarino sin decorar. Este modelo es muy bello, y posee una vigor arquitectónico superior al delicado jónico, e incluso al rico corintio; efectúa una estupenda transición entre el redondo fuste de la columna y el alargado entablamento, y permite hacer ángulos en las columnatas.

Roman monumental Ionic

Este capitel tenía precedentes antiguos; y quizá al pricnipio parecería un poco arqueológico. Lo empleó, por ejemplo, Rafael en la Villa Madama, en una versión muy bella, algo aplastada, con un encuentro perfecto de las volutas, gracias a capullos de acanto. El capitel sin nombre se convertirá paulatinamente en el principal capitel de la arquitectura renacentista y barroca romana, apareciendo en casi todas las fachadas que requieren columnas grandes, desde la segunda mitad del siglo XVI.

Aparece también en las mejores obras de arquitectos contemporáeos en otras ciudades italianas, como Milán, Génova, Venecia, Nápoles, etc. Deberíamos llamarlo jónico monumental romano. Y, a pesar de la frecuencia con la que aparece en la arquitectura construida (y de la mano de los grandes maestros) es ignorado por la mayor parte de los autores que publican cartillas de órdenes clásicos o tratados de arquitectura, desde el siglo XVI.

SCAMOZZI's Ionic

El capitel de cuatro caras encontró una sorprendente acogida en el tratado de Vicenzo Scamozzi de.Scamozzi es un autor sumamente cuidadoso, y su tratado es un libro más vasto y profundo, mejor escrito, documentado e ilustrado, que cualquier otro de sus precedentes. Pero, por eso mismo mucho más caro, y menos difundido (a veces por versiones muy resumidas, como la traducción francesa).

Sus versiones de los órdenes son más ricas que las habituales. Y quizá se deja llevar del tono de la arquitectura veneciana de su momento. En cualqier caso, Scamozzi se creyó con autoridad suficiente para exhibir este modelo de jónico de cuatro caras : un capitel, según dice "en parte imitado de la antigüedad, en parte tomado de Vitruvio, y en lo demás inventado, y usado por mí".

The "jonique moderne"

Los tratadistas franceses llamaron jónico moderno a una variante de ese capitel de cuatro volutas. De los ángulos de las volutas se deja caer sobre el collarino cuatro festones verticales (y a veces ocho -dos de cada voluta-). A diferencia del anterior capitel, este capitel frecuentemente no lleva astrágalo, y por tanto no lleva friso. Y el capitel con sus volutas se asienta directamente sobre el sumoscapo, o parte superior del fuste, que puede estar acanalado. Los festones colocados en los ángulos dulcifican la transición y el encuentro entre los ángulos de las volutas y el fuste circular. Es una espléndida solución, y recibió la acogida que cabía esperar.

No hay precedentes antiguos directos para estos festones verticales, cayendo de las volutas. El precedente próximo es el estupendo capitel que diseñó el padre jesuita Orazio Grassi para el interior de San Ignazio en Roma. El capitel de San Ignazio lleva una gruesa guirnalda al frente, colgando entre las dos volutas; pero de las volutas pende un poquito el extremo de estas guirnaldas. El capitel se inspira en general en los de Maderno de San Pietro, que no tienen este rasgo; y el detalle apenas es visible (y menos, en la penumbra de la iglesia).

Estos capiteles los conoció Lemercier en su viaje a Roma, y aprovechó la lección, pues preparó unos semejantes para el vestíbulo del Louvre. Sea como fuere, por algún conducto llegaron a François Mansart, que los empleó repetidamente en sus obras, comenzando por la fachada -hoy destruida- de los Feuillants, de 1623.

Los capiteles de cuatro volutas con festones verticales carecen de la exuberante plasticidad y energía del jónico monumental romano, pero en cambio los festones añaden una nota de cortesía festiva. Le Vau colocó estos capiteles en la fachada del jardín del Chateaux de Versailles a partir de 1668, y los principales arquitectos franceses contemporáneos hicieron amplio uso de ellos. Y en la escala -menor a la romana- en que los emplean los realza estupendamente.

Como sucedió con el jónico romano, el capitel tardó en pasar a los tratados. Se hizo notar entre los autores franceses en el último cuarto del siglo XVII, en que se cita frecuentemente como jonique moderne, quizá recordando la mención que hizo D'Aviler en su Cours. El caso de Bullet es curioso, porque en su práctico compendio Architecture Pratique del mismo año de 1691, lo presenta como única versión del jónico. El capitel prosperó hasta alcanzar por así decir el máximo reconocimiento social en la Encyclopedie de Diderot, donde se ofrece como opción al jónico tradicional.

La forma y el nombre se aceptarían poco después en Europa, donde este capitel fue común en obras y láminas en el siglo XVIII. Curiosamente, los autores que primero lo publicaron no vieron en él nada especialmente francés, a pesar de que era privativo de la arquitectura francesa. Quizá merezca la pena mencionar la versión de Bernardo Vittone, en su Architettura Civile de 1766, que ostenta festones muy largos (y creo que fueron imitados por Tolsá : Palacio de Minería en México).

Giovanni Battista Sachetti a partir de 1738 diseñó una versión especial para las fachadas del Palacio Real de Madrid, mezclando el jonique moderne con el jónico monumental romano : el resultado, a pesar de sus aciertos, le causó bastantes críticas (era un capitel interesantes, por varias razones). El jonique moderne se utilizó en España y México, ya avanzado el siglo XVIII.

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

III. Classic Orders

3. Parts of the Order

3. 1. Minimal order. Pedestals
3. 2. Entablatures
3. 3. The capital: introduction
3. 4. The Ionic capital
3. 5. Corinthian capital
3. 6. A Study of Orders
  1. Sturgis: esquina de templo jónico
  2. Sturgis: esquina de templo jónico
  3. Palacio Real de Madrid
 
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