Carta de Charles S. Peirce a su esposa Melusina Fay
(Constantinopla, 02.09.1870)



Esta carta, fechada el 2 de septiembre de 1870, fue escrita por C. S. Peirce desde Constantinopla. Aunque carece de encabezamiento, todo hace pensar que se trata de una continuación de la carta que había escrito unos días antes a su esposa Melusina Fay. Peirce recoge sus impresiones sobre la ciudad de Constantinopla, donde el fenómeno del regateo y la multiplicidad de nacionalidades y razas habían llamado poderosamente su atención.

El original se conserva entre las cartas dirigidas a su madre en los Charles S. Peirce Papers en la Houghton Library (MS Am 1632, L 341) de la Universidad de Harvard. La reproducción digital de la carta ha sido hecha a partir de la fotocopia disponible en el Peirce Edition Project.
Letter transcription
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Constantinopla, 2 de septiembre 1870

Este es un lugar de aspecto muy extraño. Por todas partes hay ante mis ojos una marea tal de completa novedad que no tengo tiempo para acostumbrarme a ella, ni siquiera el suficiente como para describirla. ¿Por dónde empezaré? Los habitantes son principalmente turcos, griegos, armenios, judíos y francos1. Los periódicos se publican en turco, griego, francés, inglés, hebreo y armenio. Cinco alfabetos diferentes. Hay también muchos negros, persas, árabes, etc. Y he visto aquí gente de la India y de Birmania. Los trajes son por tanto muy variados y, como muchas de las calles están tan completamente atestadas de paseantes como las aceras de cualquier calle de Nueva York, el efecto es muy chocante. Los rusos también tienen aquí su traje particular y por supuesto hay toda clase de sacerdotes con trajes distintos a los del resto de sus propias nacionalidades, y hay muchos uniformes turcos diferentes.

 

La gente que vive aquí distingue siempre las fisonomías de turcos, griegos, armenios, persas, árabes, etc., pero yo no lo hago con certeza. El vestido de las mujeres turcas por la calle es muy decoroso y modesto. Los velos de las señoras son siempre muy finos y uno puede ver sus rasgos prestando un poco de atención. Unas pocas mujeres son extremadamente guapas, pero en general no me lo parecen. Algunas de ellas también parecen inteligentes, pero esto resulta sorprendente. Algunas de las mujeres del campo cubren sus rostros con un velo grueso. La condición psicológica de las mujeres debe ser interesante, especialmente en tanto que parecen tener poco que ver con la religión. Sospecho que están bastante cercanas a los animales2. El bazar es muy entretenido. Es un lugar grande que tiene muchas calles, una ciudad perfecta de pequeñas tiendas –todas bajo un mismo techo. Cuando deseas comprar algo, apartas todo lo que quieres, generalmente después de haber mirado todo el contenido de la tienda, y preguntas el precio. Cuando preguntas, te invitan a sentarte si todavía no lo has hecho y te traen una taza de café y un cigarrillo. Expresas el mayor asombro ante el precio que el hombre

 



anuncia, no de forma ofensiva sino como si ¡ay! encontraras que está mucho más allá de tus posibilidades. Después de esto una larga discusión de la calidad de los bienes y finalmente ofreces quizás un tercio de lo que había pedido. Esto es por supuesto rechazado y te marchas. Mientras te vas, él ofrece probablemente una suma menor pero la rechazas y te marchas. Después de una hora o así envías a un mensajero con una pequeña mejora de tu precio original. Probablemente eso también sea rechazado. Entonces esperas hasta el día siguiente, cuando vuelves otra vez y tienes una larga charla, quizá de un par de horas o así. Dicen que nada que cueste más de un napoleón de oro debería comprarse en menos de tres días. Por dar un ejemplo, ayer fui a ver la mezquita de Suleimán, una de las más bellas. Después de quitarme los zapatos pregunté cuánta propina quería el hombre. Quería 22 piastras o 1.10 dólares. Inmediatamente me puse mis zapatos y me alejé y dije que era una gran sorpresa para mí (sé que mucha gente paga eso en cada mezquita). Después de un rato volví a otra puerta y encontré al mismo empleado observándome, y entonces sugerí que estaría dispuesto a dar 11 piastras, y él aceptó. Justo la mitad. Puedes

 

conseguir cualquier cosa por entre 1/5 y 2/3 de lo que la gente pide. Imagino que la gente que entiende bien la cuestión da de promedio alrededor de 1/3. Me resultó muy difícil conseguir un buen baño turco. Suponen que un europeo no sabe nada de eso y le despachan con la mitad de él. Hoy, al tercer intento, conseguí uno bueno. Muy placentero. Los turcos son gente agradable, honesta, limpia, decente y digna, pero sus vicios son tan diferentes de los nuestros que nos despreciamos mutuamente como tipos repugnantes y viciosos. Conocí en el hotel a dos ingleses que habían viajado a Siria y que sabían árabe3. Uno de ellos, en efecto, comprendía la mayor parte de las cosas dichas en turco, sabía también muy bien persa y bastante hindi. Hablaba el árabe tan bien como el inglés y mucho mejor que nadie aquí y ¡hablaba inglés con acento árabe! Ahora bien, como el árabe no suena como nada humano es un acento peculiar. Me hice muy amigo de esos caballeros y andando con ellos de un sitio para otro durante dos días pude ver muy bien algunas cosas. Por supuesto conocían a fondo todo sobre las mezquitas, etc. Me animaron mucho a ir a Inglaterra en mi camino de vuelta y a visitar a uno de ellos en Cambridge. Dijo "ahora quiero decir

 

exactamente lo que digo, y no es una cuestión meramente formal cuando digo que mi casa es suya. Puedo darle habitación y comida mientras esté allí". Este caballero tiene la perspectiva de ser profesor de árabe en Cambridge y tuve una conversación muy interesante con él acerca del sufismo y de la adoración del Sol, etc. sobre la que pienso que debo escribir a Perry4. Me resultó un hombre muy interesante y prometió enviarme un libro que había escrito5 y todo lo que escriba de aquí en adelante. Estos caballeros tenían un gran respeto por el mahometanismo y uno de ellos se acaloró bastante cuando alguien habló mal de las danzas derviches. El que acabo de mencionar (Mr. Palmer) siempre solía orientarse hacia la Meca en las mezquitas y decir una oración en árabe. Cuando estaban en Siria viajaban con el traje nativo, y lo que no soportarían y a lo que no estaban acostumbrados sería a ser considerados como "perros infieles", como los cristianos lo son en Constantinopla. Fui con ellos a la mezquita de Santa Sofía6 [] y cuando estábamos caminando en calcetines a través del vestíbulo el hombre pidió ver nuestro permiso o pase para entrar, lo que era otra manera de decir que quería su propina.

 

Ahora bien, estos caballeros no darían una propina hasta que salieran, así que nos echaron a todos. Entonces soltaron una retahíla tal de maldiciones en árabe como nunca se ha oído; y el árabe es un lenguaje bien sonoro para ese propósito. Continuaron juntos con eso durante aproximadamente 5 minutos, después de lo cual escupieron en el suelo y se marcharon. No sé si la gente tenía miedo de que alguna de esas maldiciones cayera realmente sobre sus cabezas o no, pero el resultado fue que vinieron detrás de nosotros y nos dijeron que podíamos entrar sin ninguna propina. En la mezquita las lápidas con escritura árabe en ellas provocaron la admiración particular de mis amigos, y afirmaron que la quirografía árabe está al mismo nivel que la pintura, y que aquellas cosas debían compararse con los cuadros de Rafael. Había una lápida que parecía algo similar a esto


sólo que más regular, que yo habría supuesto que era un mero adorno, pero que ellos leyeron. Sin embargo, no era este tipo sino otro el que ellos admiraban tanto7.

Constantinopla es desde todo punto posible el lugar más bello

 

y fascinante en el que he estado hasta ahora8. Mañana salgo para Volos, no Salónica, y llego a Volos el siguiente viernes, 6 días para llegar allí. Una vez allí comienzan mis dificultades. No puedo imaginar qué voy a hacer o cómo me las voy a arreglar. Tengo treinta millas más para llegar a Larisa9. No puedo hablar ninguna lengua que haya alguna posibilidad de escuchar, no sé cabalgar y es la única manera de ir, el clima no es todavía demasiado saludable allí, de modo que puedo sufrir una fiebre, y puede que no salga de Volos durante una quincena después de llegar allí. No hay agente consular ni nadie en Volos para ayudarme. Temo que esa quincena será bastante desagradable. Tendré que comprar una silla, cinchas y un par de revólveres Colt, y tomar quinina todo el camino. Sin embargo, considerando cuánto placer he tenido, debería estar dispuesto a aguantar una quincena penosa. El tiempo en Constantinopla ha sido lo que llamo fresco, aunque creo que no ha sido considerado así, y algunos días demasiado frescos para tener las ventanas abiertas. Aquí he cogido frío en la cabeza. Es posible que en Volos escuche noticias tales de Larisa

 

o del viaje que abandone, pero pienso que es extremadamente improbable. El barco parará en Volos durante ocho horas de modo que tendré tiempo para algún reconocimiento. Lamento inmensamente no saber francés, pues puedo encontrar gente allí que lo hable. Aquí en el hotel hay algunos caballeros birmanos que he conocido. Son budistas y la pasada noche tuve una conversación con uno de ellos acerca de religión, del nirvana, etc. Constantinopla es un terrible agujero de estafadores.

Lo francés está en un estado de decadencia que se debería considerar y se hundirá en la insignificancia y París saldrá de sus manos en 50 años.

No tengo tiempo para terminar esto. Dile a tía Lizzie que he estado queriendo escribirle pero que estoy en tal torbellino todo el tiempo que no consigo de ninguna manera poner mis pensamientos en orden. Dale mi cariño particularmente a la abuela Mills y en general a todos.


Notas

1. Era frecuente a finales del siglo XIX denominar "francos" a los europeos occidentales en el Mediterráneo oriental, independientemente de su país de origen. [Fuente: Wikipedia].

2. Este comentario tan peyorativo hacia las mujeres turcas pretende ilustrar su situación de ignorancia y sometimiento: escrito a su esposa, feminista militante, es quizás una manera de apoyar su actuación pública. Aquellas mujeres turcas, aunque llevaban símbolos religiosos en su vestuario, ni siquiera parecían ser conscientes de su significado religioso. Sobre la situación de las mujeres en el Imperio Turco puede ser muy útil la lectura del capítulo 17 "The Invention of Ottoman Women" de Reinhold Schiffer, Oriental Panorama: British Travellers in 19th Century Turkey, Rodopi, 1999, pp. 274-307.

3. Se trata de Charles F. Tyrwhitt Drake (1846-1874) y de Edward H. Palmer (1840-1882) [Fuente: Max Fisch]. Palmer fue un conocido autor sobre misticismo oriental. En 1871 sería nombrado Lord Almoner's Professor de árabe en Cambridge. Fue asesinado en una emboscada de beduinos en Wady Sudr, Sinaí, el 11 de agosto de 1882 [Fuente: Encyclopedia Britannica 1911]. El acompañante de Palmer era Charles Drake, experto en naturaleza, arqueología y exploraciones en el mundo árabe, que fue autor, con Sir Richard F. Burton, de Unexplored Syria (1872).

4. Se refiere probablemente a Thomas Sergeant Perry (1845-1928), crítico literario y editor de la North American Review, amigo de la infancia de Henry y William James y también de Benjie y Jem M. Peirce con quienes convivió en París en 1867. [Cf. W. Harlow, Thomas Sergeant Perry: A Biography, Duke University Press, Durham, N.C., 1950, P. 26]. Su esposa fue Lilla Cabot que pintó un retrato suyo.

5. Se trata muy probablemente de Oriental Mysticism. A Treatise on the Sufistic and Unitarian Theosophy of the Persians, Compiled from Native Sources, by E. H. Palmer, Cambridge, Deighton, Bell, 1867.

6. Cuando Peirce visitó Santa Sofía era una mezquita. Fue utilizada como iglesia católica durante 916 años, desde su construcción en el 537 hasta la conquista de Bizancio en 1453. Desde esa fecha hasta 1934, durante 481 años, se utilizó como mezquita. Después de una restauración completa, en febrero de 1935, fue inaugurada como museo. Sobre las visitas de europeos en aquella época a Santa Sofía puede consultarse la sección 10.2 de Reinhold Schiffer, Oriental Panorama: British Travellers in 19th Century Turkey, Rodopi, 1999, pp. 177-178

7. Probablemente se trataba de una lápida como esta.

8. Sorprende gratamente advertir la coincidencia de la descripción de la visita a Constantinopla que hace Peirce a su esposa con la que anota Charles Drake en su diario el día 31 de agosto de 1870. Todavía no hemos podido consultar el diario de Edward H. Palmer que se conserva en el Fitzwilliam Museum de la Universidad de Cambridge.

9. Larisa era probablemente el primer lugar dentro del recorrido de totalidad del eclipse que Benjamin Peirce debió de indicar a su hijo Charles que visitara. De hecho, las últimas líneas del informe oficial de Benjamin Peirce acerca de la observación del eclipse solar del 22 de diciembre de 1870, estarán dedicadas a Larisa y Volos: "Aprovecho esta oportunidad para mencionar la amabilidad de Henry Suter, esq., vice-cónsul de Su Británica Majestad en Larisa y Volos, quien, cuando se consideraba enviar una partida a Larisa, otorgó todas las facilidades para la prosecución de las investigaciones, y estaba dispuesto a ayudar todavía más si se hubiera decidido establecer una estación [de observación] cerca de aquella ciudad". [Fuente: "Appendix No. 16ª. Report on the Eclipse of the Sun on the 22d of December, 1870, by Benjamin Peirce, LL.D., Superintendent United States Coast Survey", Report of the Superintendent of the United States Coast Survey Showing the Progress during the Year 1870, Washington, Government Printing Office, 1873, p. 232.]


Traducción de Sara Barrena (2008)
Una de las ventajas de los textos en formato electrónico respecto de los textos impresos es que pueden corregirse con gran facilidad mediante la colaboración activa de los lectores que adviertan erratas, errores o simplemente mejores traducciones. En este sentido agradeceríamos que se enviaran todas las sugerencias y correcciones a sbarrena@unav.es
Proyecto de investigación "La correspondencia europea de C. S. Peirce: creatividad y cooperación científica (Universidad de Navarra 2007-09)

Fecha del documento: 27 de mayo 2008
Última actualización: 1 de junio 2022
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