Estimados colegas,
En este boletín damos noticia de una novedad en el proyecto de la correspondencia europea de C. S. Peirce: la carta de C. S. Peirce del 2 de enero de 1876 desde París a su padre, Benjamin Peirce y del último seminario celebrado en Navarra.
Un cordial saludo,
Izaskun Martínez
(webmastergep@unav.es)
1. NOVEDADES EN EL PROYECTO DE LA CORRESPONDENCIA EUROPEA DE C. S. PEIRCE
En las últimas semanas hemos instalado una nueva página dentro del marco del Proyecto de Investigación "Charles S. Peirce en Europa (1875-76): comunidad científica y correspondencia" que se centra en el segundo viaje de Charles S. Peirce a Europa que tuvo lugar entre abril de 1875 y agosto de 1876. Se trata de una carta fechada el 2 de enero de 1876 escrita por Charles S. Peirce a su padre Benjamin Peirce, felicitándole el nuevo año y dando noticia de su vida en las semanas anteriores en París. La carta está disponible en la dirección http://www.unav.es/gep/Paris2.01.1876.html
Esta es una carta con un tono familiar que Charles S. Peirce comienza deseando un feliz año nuevo a toda su familia: "Feliz año nuevo para todos los de casa: Madre, Tía Lizzie, Jem, Bertie, Helen Mill Ellis y sus siete hijos". En esta carta que es del año 1876, Charles S. Peirce se refiere a "siete hijos" de Helen y su marido William R. Ellis. En la carta de Helen del 20 de julio de 1891, en la que da la lista de fecha de nacimiento de sus hijos, solo viven dos de estos siete (Benjamin Peirce Ellis, nacido el 24 de noviembre de 1870, y Sarah Mills Ellis, nacida el 17 de agosto de 1872). Los otros cuatro hijos vivos en 1891 habían nacido en 1881 (Francis), 1883 (Gertrude), 1885 (Dick) y en 1889 (Betsy). Impresiona a nuestra mentalidad actual el alto grado de mortalidad infantil que era común entonces, también en familias de posición acomodada como los Peirce.
Charles S. Peirce continúa contándole a su padre cómo se celebra el fin de año en París contándole con todo detalle, cómo se festeja en la calle, y llama la atención cómo Peirce se había acostumbrado a la vida parisina y a la ciudad que en anteriores cartas hacía ver que le disgustaba: "En París se da mucha importancia al Año Nuevo. Más o menos un día antes de Navidad se alinean los puestos en las aceras del bulevar hacia la calle, donde se venden toda clase de cosas baratas para regalar, generalmente una única clase de cosa en cada puesto. En uno, por ejemplo, no hay nada más que rompecabezas, en otro solo monederos, etc. Este año predominan los étrennes utiles [regalos útiles]. Por supuesto el bulevar ha tenido un aire muy distinto a su habitual alegría apacible. Ha estado abarrotado como yo suponía que solo Tremont Row sabía estar abarrotado, casi desde la Madeleine hasta la Puerta de San Martín, e incluso más allá. Los puestos llegan hasta la Bastilla. Es maravilloso ver una multitud tan inmensa. También se desborda y llena todos los passages. Por mi parte, confieso sin embargo que me gusta más el aspecto normal que tiene el bulevar todos los días".
De nuevo, Charles cuenta sus dificultades e inquietudes económicas que venía arrastrando durante todo su viaje, y le pide a su padre que arregle la renovación de su "carta de crédito" con el banquero Samuel Ward porque si no dispone de ese crédito, Peirce le confiesa a su padre que "a menos que lo hagas de inmediato, me encontraré en efecto en una posición muy incómoda", porque, según él, "París es terriblemente cara. La estaba comparando con Berlín y allí solía pagar 5 francos por la mejor cena posible sin vino. Aquí una cena por 5 francos con vino no es suficiente ni para que un hombre se mantenga. Allí el teatro costaba un tálero. Aquí cuesta toda la variedad entre 5 y 15 francos y uno también tiene que pagar impuestos, y además va con más frecuencia. De hecho durante bastante tiempo estuve yendo todas las noches". En efecto, Peirce no pasaba penuarias económicas, sino que esa "situación incómoda" a la que él se refiere significaba que no tendría dinero para seguir con el estilo de vida que acostumbraba en París, comiendo en toda clase de restaurantes y acudiendo con una frecuencia casi diaria al teatro.
Aunque Charles S. Peirce ya no se quejaba tan amargamente de lo poco que le gustaba París, sigue insistiendo en que es una ciudad que le disgusta, incluso le disgustan los franceses a los que tacha de vanidosos, y admite que no le gustaría establecer ninguna relación entre los Estados Unidos y Francia: "Últimamente he encontrado la vida aquí mucho más tolerable, y es una gran cosa tener aquí a Harry James. Pero no pienso de los franceses de forma muy diferente a como pensaba antes de estar entre ellos. Confieso que su cualidad intelectual me sorprende. Todo el mundo, de clase alta o baja, es muy inteligente. Pero en conjunto la base de su carácter es la vanidad. Los franceses desprecian completamente a los americanos. Nadie piensa tan mal de nosotros. Por mi parte, he tratado de averiguar cuál es nuestro defecto. Me parece que veo cuál es su idea, y hay alguna justicia en ella, pero en cuanto a alguna unión entre Francia y América, yo no quiero ninguna".
Tenemos pendiente todavía la anotación e ilustración de esta carta. Cualquier ayuda en este sentido nos vendrá muy bien, y puede hacerse llegar a Jaime Nubiola (jnubiola@unav.es).
2. NOTICIAS DESDE NAVARRA
El pasado día 20 de marzo, Jorge Lavandero (Bilbao) impartió un seminario del Grupo de Estudios Peirceanos, bajo el título "El Club de los Metafísicos. Historia de las Ideas en América". En su seminario, Jorge Lavandero hizo un análisis de las ideas principales que se encuentran en el libro El Club de los metafísicos de Louis Menand (Destino, Barcelona, 2002), haciendo especial hincapié en el pragmatismo y en Charles S. Peirce, William James y, sobre todo, Oliver Wendell Holmes, a quienes aúna su común actitud hacia las ideas.
Este libro, como puede leerse en su contraportada, "nos ayuda a entender hoy el pensamiento y los comportamientos de la nación que marca la pauta del mundo occidental y capitalista. Desde la guerra de secesión americana hasta la segunda guerra mundial se forman, en el país más poderoso del mundo, ciertos conceptos ideológicos, morales y políticos y hasta de la vida cotidiana que se arrastran hasta nuestros días. Esta interesante biografía de las ideas tiene como núcleo un grupo de pensadores, el club de los metafísicos, que si bien tuvo como tal una existencia de apenas unos meses, fue el embrión de un modo de pensar que revolucionó la cultura, las leyes, la educación y la política de Estados Unidos. La libertad de expresión, el pluralismo cultural y el pragmatismo –única corriente filosófica de peso nacida en América-, son solo algunos ejemplos de la herencia de estos pensadores".
La lista de distribución [UNAV-GEP] es un servicio del Grupo de Estudios Peirceanos, Universidad de Navarra, Pamplona, Spain: http://www.unav.es/gep/ Los números anteriores están almacenados en http://www.unav.es/gep/BoletinGEP.html Si desea cancelar la suscripción envie un mensaje webmastergep@unav.es con el texto "Cancelar suscripción".