De: [UNAV-GEP] 233 (DICIEMBRE 2013) / Noticias del GEP


Estimados colegas,

En este boletín damos noticia de dos novedades en el proyecto de correspondencia europea de C. S. Peirce.

Un cordial saludo,

Izaskun Martínez
(webmastergep@unav.es)


1. NOVEDADES EN EL PROYECTO DE LA CORRESPONDENCIA EUROPEA DE C. S. PEIRCE:

En las últimas semanas hemos instalado una nueva página dentro del marco del Proyecto de Investigación "Charles S. Peirce en Europa (1875-76): comunidad científica y correspondencia" que se centra en el segundo viaje de Charles S. Peirce a Europa que tuvo lugar entre abril de 1875 y agosto de 1876.

Se trata de una carta de fechada el 17 de noviembre de 1875 escrita por Charles S. Peirce a su madre Sarah Mills, desde París, contándoles sus actividades en París y en Ginebra. La carta está disponible en la dirección http://www.unav.es/gep/Paris6.11.1875.html

Desde el 7 de agosto, Charles S. Peirce no escribía a su madre, pero, en esta ocasión, le confiesa que le escribe "no porque pueda hacerlo de forma agradable sino porque estoy tan ansioso de tener noticias que estoy escribiendo a todo el mundo con la esperanza de obtener respuesta". En efecto, C. S. Peirce estaba de muy bajo ánimo, y este es el tema central de la carta. Y Peirce no estaba bien,  en primer lugar, porque París no le gustaba y se sentía a disgusto en esa ciudad de detestable: "París es un lugar detestable. De todas las ciudades en las que he estado me parece la más repugnante. (…) No entiendo cómo a la gente le puede gustar París, a menos que les baste con ver el esplendor, el arte y los teatros sin hacer ninguna reflexión y considerar a los franceses como consideran a los actores en un escenario y no realmente como compañeros de especie. Nada puede superar mi aborrecimiento por los franceses, a no ser que sea mi desprecio por ellos". Esta impresión primera cambiará mucho con el paso de las semanas y la compañía de Henry James.

En segundo lugar, Peirce estaba disgustado con el superintendente del U. S. Coast Survey por cuestiones de dinero, y le cuenta a su madre que "Patterson me ha dejado sin ningún medio de organizar mis cuentas porque no me dice si hay que hacerlas para que las paguen en oro o en efectivo". Pero Patterson no da una respuesta a Peirce que le dice a su madre que "el resultado es que he estado esperando continuamente recibir muy pronto esta información, y he estado retrasando el poner en orden mis cuentas hasta que la recibiera, y todo está en una condición espantosa y me estoy volviendo loco". Peirce incluso llega a arrepentirse de trabajar para el U. S. Coast Survey: "Naturalmente estoy tan disgustado con mi viaje, y de hecho con la vida, como es posible estar. Vine a cumplir con mis obligaciones, pero Patterson ha fallado tanto en su deber hacia mí que me resulta indiferente cumplir con mi deber hacia él. A pesar de todo lo haré, pero lamento haber tenido alguna vez relación con el Coast Survey".


2. NOVEDADES EN EL PROYECTO DE LA CORRESPONDENCIA EUROPEA DE C. S. PEIRCE: Wilhelm Julius Foerster

Recientemente hemos instalado una de las páginas de los "Corresponsales europeos" dedicada a Annibale Ferrero (1840-1902), elaborada por Marinés Bayas. La página está disponible en la dirección http://www.unav.es/gep/AnnibaleFerrero.html

Annibale Ferrero nació en Turín el día 8 de diciembre de 1840 y murió el 7 de agosto de 1902 en Roma. Fue teniente general del ejército italiano, diplomático y director de las labores geodésicas en Italia, además de un excelente matemático. Después de estudiar en la Facultad de Matemáticas de Turín, entró en la Academia militar en 1857. Su carrera como matemático y geodesta empieza en el Instituto Topográfico Militar de Florencia que después se llamará Instituto Geográfico Militar. En él fue jefe de los geodestas y de 1872 a 1885 y de 1885 a 1893 ejerció como director. Al mismo tiempo, durante el período de 1873-1883 fue secretario de la Comisión Geodésica Italiana y de 1883 hasta s muerte su presidente. Resulta especialmente relevante su participación como miembro de la Comisión Permanente de la Asociación Geodésica Internacional durante el período de 1883 a 1891 y su vicepresidencia dentro de dicha comisión (1891-1897).

Además hemos instalado una página titulada "Relación con C. S. Peirce" en la que se estudia la relación que existió entre los dos científicos que era una relación de amistad y respeto intelectual. Se sabe que Ferrero había ayudado a Peirce a practicar su italiano y existen varios documentos que atestiguan su relación intelectual y de afecto.

En primer lugar, una carta que Peirce escribe al profesor Pickering de Harvard, donde le pide que envíe sus Investigaciones Fotométricas a ciertos científicos europeos, incluido Ferrero.

En segundo lugar, Peirce escribió una recensión sobre el conocido trabajo de Ferrero Esposizione del metodo dei minimi quadrati que Peirce realizó en 1878 para el primer número de la revista de matemáticas, American Journal of Mathematics.

En tercer lugar, el "Syllabus of Sixty Lectures on Logic" de 1883, donde Peirce dejó anotados los temas de sus clases dictadas en el otoño de 1882 y la primavera de 1883 en la Johns Hopkins University. Puede leerse allí:

"Clase XXXI. La ley del error.

Clases naturales. Los métodos de Galton. 

Los principios de los mínimos cuadrados. La teoría de Ferrero".

En cuarto lugar, existe una carta de noviembre de 1889 donde Ferrero contesta a Peirce acerca de una petición suya. El contexto en el que Peirce escribió a Ferrero en primer lugar, apunta la confianza que tenía en él. Estas eran épocas en las que Peirce estaba sufriendo de manera especial, tanto por la lejanía de Juliette, su segunda esposa, como por las iniciales penurias económicas que habrían de aquejar a los Peirce y que cada vez se volverían más agudas. El problema central era el dinero, pues esto también había empezado a afectar la relación con Juliette.

Entre las cosas que hizo para intentar salvar su situación estuvieron los intentos de conectar con gente que pudiera pagarle por recensiones y otros trabajos escritos y también la carta a Ferrero. En esta le consulta si no habría alguna posibilidad de trabajo para él en Europa. Ferrero le contesta muy amablemente, dándole fuerza y también mostrándole alguna esperanza. Sin embargo, también le anima a no apurar las cosas y a esperar el momento oportuno. Se sabe que después de esto Ferrero realizó gestiones para encontrar algún trabajo para Peirce como daba a entender que haría en su carta, pero parece que sus esfuerzos no tuvieron ningún fruto.

 




"No llamo ciencia a los estudios solitarios de un hombre aislado. Sólo cuando un grupo de hombres, más o menos en intercomunicación, se ayudan y estimulan unos a otros al comprender un conjunto particular de estudios como ningún extraño podría comprenderlos, [sólo entonces] llamo a su vida ciencia". C. S. Peirce, "The Nature of Science", MS 1334, Adirondack Summer School Lectures, 1905.

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