De: [UNAV-GEP] 201 (ABRIL 2012) / Noticias del GEP


Estimados colegas,

En este boletín damos noticia de la instalación de una nueva traducción en la web del GEP y de la instalación de algunos manuscritos de cartas de Charles S. Peirce en la web de la Houghton Library de la Universidad de Harvard.

Un cordial saludo,

Izaskun Martínez
(webmastergep@unav.es)


1. NUEVA TRADUCCIÓN EN LA WEB: "La moralidad y el credo de la Iglesia" (1891)

Recientemente hemos instalado en la página "Peirce en español", una nueva traducción castellana de Charles S. Peirce. Se trata de "La moralidad y el credo de la Iglesia" de 1891. La traducción ha sido llevada a cabo por Hedy Boero (hboero@gmail.com) y está disponible en la dirección http://www.unav.es/gep/MoralidadCredo.html

Este texto ha sido traducido a partir de la transcripción que puede encontarse en W 8.240-241. Es la respuesta que Peirce escribió a un editorial sin firma titulado "Una cuestión moral clara", publicado en The Nation, vol 53, n. 1358, p. 23-24, el 9 de julio de 1891. La tesis defendida por el editorial es que un ministro no puede permanecer con honor en el servicio de la Iglesia, mientras repudie los artículos principales de su credo. Peirce se manifiesta en franco desacuerdo con este postulado, porque defiende una posición falibilista. La carta de Peirce no fue publicada y es muy probable que no llegara a ser enviada.

A continuación transcribimos el texto íntegro de la carta, de la que omitimos las notas que son prolijas e igualmente interesantes:

"Para el editor de The Nation

Señor:

Permítame decir algo a modo de respuesta a su editorial titulado: "Una cuestión moral clara". Este título que acompaña a una discusión de un punto de la conducta en el que hombres serios difieren es, no necesito decirlo, sumamente ofensivo. Tiene razón en insultar así a los que han llegado a una conclusión contraria a la suya, siempre y cuando pueda sostener su posición de que todo sentido moral sólido está en contra de aquellas personas; de lo contrario, usted está haciendo una apelación malintencionada al odium theologicum.

Su propuesta es que "un ministro no puede permanecer con honor en el servicio de una iglesia, mientras repudie los artículos principales de su credo". Pero creo que, por lo general, debe. Yo personalmente soy un laico que he roto mi conexión visible con la Iglesia, y puesto, así, mi alma en peligro, porque no puedo creer un determinado artículo de fe en el sentido en que se entiende comúnmente.

Teniendo en cuenta mis circunstancias especiales, llegué a la conclusión de que era mi deber. Pero en la mayoría de las circunstancias y especialmente para un ordenado en el ministerio, tengo claro que el camino opuesto sería el de la lealtad a Dios y Su Iglesia.

Confiesa: "todas nuestras simpatías están con los hombres de las diversas confesiones que tienen la suficiente mente abierta para ver cómo el vino nuevo de la investigación moderna está rompiendo completamente los viejos odres eclesiásticos". Y, sin embargo, intenta obstaculizar a los que están tratando de conferir a esos cueros la elasticidad que les hace falta. Que el vino es la sangre de Cristo, de la que depende la redención del mundo. Dice que la investigación moderna está destinada a hacer pedazos el credo, y con el credo, la Iglesia. Pero cuando la Iglesia trata de corregir sus errores de la única forma posible, a saber, por aquellos de su clero de los que son conocidos, diciendo que son errores mientras permanecen en sus puestos, entonces usted les dirá que un camino tal sería deshonroso. Este es claramente el consejo de un enemigo de la Iglesia. Siendo, por lo tanto, hostil, naturalmente deriva las nociones de lo correcto e incorrecto de una fuente diferente de la de ella.

Si es cierto incluso de un partido político que cuando un hombre ha entrado una vez en él, no tiene derecho a tratar de modificar la plataforma, le dejo que me informe. Pero ciertamente la Iglesia no está constituida como un partido o un club político con el credo como su plataforma. Esto puede ser cierto, lo admito, de algunas "confesiones"; pero no lo es, por ejemplo, de la Iglesia Episcopal Protestante, que acepta la condición de ser simplemente una provincia o una rama nacional de la Santa Iglesia Católica, el cuerpo entero de los bautizados. Se supone que tienen una vida orgánica propia, como la novia mística de Cristo. El objeto principal del credo es que la gente tenga en mente los artículos de la fe; y demasiado se ha hecho de su función segregativa. Después de todo, no hay más que un artículo esencial, que Cristo es el Dios vivo, y a esto se le debe dar el sentido más elevado que podemos alcanzar. Cuando los ojos están abiertos a esta luz, el creyente no puede ser separado de la Iglesia, ni por su propia voluntad ni por la de otros. Entendiéndose así el vínculo vital entre el hombre y la Iglesia, no puedo entender cómo alguien puede dudar de que si un sacerdote descubre que la creencia general en cualquier punto de la fe se ha equivocado, está obligado a arreglarlo; y si no lo hace es un traidor.

Pocos episcopalianos, imagino yo, podrían pensar que un clérigo que albergase dudas sobre el filioque esté obligado en todo caso a guardar silencio. Ahora, no se traza ninguna línea entre los artículos esenciales y no esenciales del credo.

Los hombres ilustrados no pueden sino esperar cambios considerables, quizás grandes, en las creencias religiosas en el curso del próximo siglo. Desear que estos cambios puedan hacer pedazos a las iglesias sería frívolo. Sin embargo, ese debe ser el efecto sobre toda confesión que sujete su existencia a un credo inflexible, en la forma en que usted dice que la moralidad lo exige".


2. MANUSCRITOS ON-LINE DE CHARLES S. PEIRCE

 Tal como dimos noticia en nuestro boletín de junio de 2011, la Houghton Library de Harvard -donde se conserva la mayor parte de los manuscritos de Peirce- ha comenzado a instalar, con una presentación de excepcional calidad visual, imágenes a todo color de algunos de los valiosos documentos que allí se conservan. Todo el conjunto resulta fácilmente navegable y admirable desde todos los puntos de vista y las imágenes pueden ser descargadas e impresas sin dificultad.

Destacamos en aquel boletín la instalación del manuscrito 339 "Logic Notebook" con 677 imágenes y la correspondencia de Juliette Peirce (L 485 - L 578). En estos días hemos podido comprobar que se ha publicado el L 337, correspondiente a las cartas de Charles S. Peirce con su primera esposa Zina Fay Peirce. Concretamente se incluyen imágenes de calidad de las cartas de Charles S. Peirce en su primer viaje por Europa desde Constantinopla (28 de agosto de 1870), desde el Helesponto (4 de septiembre de 1870), navegando por el mar Egeo (4 de septiembre de 1870), en ruta hacia Mesina (15 de septiembre de 1870) y desde Siracusa, Sicilia (22 de septiembre de 1870).

Además se incluye la carta de C. S. Peirce a Zina del 23 de junio de 1876, correspondiente al segundo viaje de Peirce por Europa, sobre el que estamos trabajando en la actualidad, que estudiaremos y publicaremos en su momento.

Aunque la instalación tiene gran calidad técnica se echa de menos un trabajo científico y académico riguroso que lo respalde. Además de otros detalles, por ejemplo, en esta carpeta L 337 se incluye una carta sin fecha que no parece destinada a Zina (como pensó Joseph Brent en su biografía de Peirce), sino que muy probablemente fue escrita años después a mediados de los 80 -se advierte el cambio de letra- a su segunda esposa Juliette. Agradecemos al prof. André de Tienne esta aclaración.

En todo caso la documentación publicada es muy valiosa. En los casos en que coinciden con cartas que hemos publicado en nuestra web, incluimos bajo la expresión "Houghton quality image" un enlace a la página correspondiente en cada caso.




"No llamo ciencia a los estudios solitarios de un hombre aislado. Sólo cuando un grupo de hombres, más o menos en intercomunicación, se ayudan y estimulan unos a otros al comprender un conjunto particular de estudios como ningún extraño podría comprenderlos, [sólo entonces] llamo a su vida ciencia". C. S. Peirce, "The Nature of Science", MS 1334, Adirondack Summer School Lectures, 1905.

La lista de distribución [UNAV-GEP] es un servicio del Grupo de Estudios Peirceanos, Universidad de Navarra, Pamplona, Spain: http://www.unav.es/gep/ Los números anteriores están almacenados en http://www.unav.es/gep/BoletinGEP.html Si desea cancelar la suscripción envie un mensaje webmastergep@unav.es con el texto "Cancelar suscripción".




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