De: [UNAV-GEP] 143 (JUNIO 2009) / Noticias del GEP


Estimados colegas,

En este boletín damos noticia de algunas novedades en el proyecto de la correspondencia europea de C. S. Peirce, de la defensa de la tesis doctoral de Ignacio Redondo y del próximo envío de un interesante informe del Peirce Edition Project.

Un cordial saludo,

Izaskun Martínez
(webmastergep@unav.es)


1. NOVEDADES EN LA CORRESPONDENCIA EUROPEA DE C. S. PEIRCE: Peirce en Roma y en España en octubre-noviembre de 1870

En las últimas semanas hemos trabajado sobre la primera estancia de Charles S. Peirce en Roma a su regreso de la exploración preliminar en Sicilia y en la publicación en la web de algunos documentos relativos a su viaje a España.

Desde Roma, Peirce escribe dos cartas descriptivas de sus primeras impresiones. El 14 de octubre a su madre y el 16 de octubre a su tía Lizzie. Los textos de las cartas, ilustrados con enlaces a los lugares que va visitando y describiendo, expresan bien la admiración del joven Peirce hacia el arte que va descubriendo y al mismo tiempo reflejan a veces su hostilidad -típica de la Nueva Inglaterra de su tiempo- hacia el Papado. En particular, Peirce está irritado porque los museos vaticanos estaban cerrados a causa de la confrontación entre el Papa y el naciente Estado Italiano.

El lunes 28 de octubre saldrá desde Florencia -donde se le expide un salvoconducto- para su "correría española". La carta a su madre del 16 de noviembre, ya desde Saboya, es la fuente de información principal acerca de la estancia de Peirce en España. (Para una información exhaustiva sobre este viaje puede consultarse el libro de Jaime Nubiola y Fernando Zalamea, Peirce y el mundo hispánico. Lo que C. S. Peirce dijo sobre España y lo que el mundo hispánico ha dicho sobre Peirce, Eunsa, Pamplona, 2006).

En estos días hemos instalado en la web la firma de Charles S. Peirce en el libro de visitantes de la Alhambra el 7 de noviembre, el salvoconducto expedido el 12 de noviembre por la Legación de los Estados Unidos en Madrid, el telegrama de Benjamin Peirce desde Múnich en el que da noticia de la propuesta de Marbella que le ha hecho su hijo y otros documentos más. Finalmente, Benjamin Peirce decidirá que un equipo de observadores se sitúe en Jerez de la Frontera, bajo la dirección de Joseph Winlock, y otro grupo más numeroso, bajo su dirección, se situará en Sicilia.

Todo hace pensar que Peirce iba a encontrarse en Viena con su padre Benjamin y el resto de la expedición a finales de noviembre, para regresar con ellos de nuevo a Italia y descender hasta la estación en Catania, Sicilia, para la observación del eclipse. De hecho, no hemos encontrado por ahora más datos de esas cinco semanas en las que se pierde el rastro de sus movimientos entre mediados de noviembre y el 22 de diciembre de 1870.

El pasado 21 de mayo el equipo investigador del proyecto tuvimos la última sesión del curso. En ella aprobamos la publicación de estas tres cartas y definimos los trabajos pendientes para estos próximos meses. El proyecto sobre este primer viaje habrá de quedar sustancialmente terminado para el 31 de agosto del 2009. Todas las correcciones, ilustraciones y sugerencias sobre estas páginas o sobre el proyecto serán muy bienvenidas. Pueden enviarse a jnubiola@unav.es

 


2. TESIS DOCTORAL SOBRE C. S PEIRCE Y LA TEORIA DE LA COMUNICACIÓN: Ignacio Redondo, El signo como medio de comunicación: Claves del pensamiento de Charles S. Peirce para una teoría constitutiva de la comunicación (2009)

El pasado viernes, 5 de junio, Ignacio Redondo (nredondo82@gmail.com) defendió su tesis doctoral El signo como medio de comunicación: Claves del pensamiento de Charles S. Peirce para una teoría constitutiva de la comunicación que está disponible en la dirección http://www.unav.es/gep/TesisDoctorales/TesisIgnacioRedondo.pdf  Formaron parte del tribunal los profesores John D. Peters (Iowa), Wenceslao Castañares (Madrid), Daniel Cabrera (Zaragoza) y los profesores Esteban López-Escobar y Manuel Martín Algarra, ambos de la Universidad de Navarra. Transcribimos un resumen de la tesis doctoral que nos pasa el autor:

"La definición comunicativa del signo es el producto decantado de toda un vida dedicada a la ciencia, de cuyo estudio intenso y denodado aprendió Peirce a valorar la índole comunicativa, abierta, sacrificada y pasional de nuestro común esfuerzo por ir a buscar la verdad. Una verdad que es independiente de nuestro modo de pensarla, pero que puede ser paulatinamente interpretable siempre que se vaya a buscar unos con otros, en comunidad. Como se ha visto a lo largo de esta investigación, para Peirce la ciencia misma tiene la forma de un signo que da expresión a un objeto que se muestra, a través del signo, a una mente que lo interpreta como signo de ese objeto. Que el signo es el medio a través del cual la realidad se expresa a sí misma en las prácticas comunicativas de diálogo e investigación de hombres y mujeres reales que intentan dar sentido a su experiencia vital viene a decir, por tanto, que la comunicación es el punto de partida, el medio y el fin al que tiende toda empresa cognoscitiva digna y meritoria, pues nada es más comunicable que la Verdad con mayúsculas. Como decía Peirce en una crítica al eminente científico positivista, Karl Pearson:

'El hombre de ciencia ha recibido una profunda impresión de la majestad de la verdad, como aquello ante lo que, tarde o temprano, toda rodilla debe doblarse. Más aún, ha encontrado que su propia mente es suficientemente semejante a esa verdad para hacerle capaz, con la condición de una observación sumisa, de interpretarla en cierta medida. En la medida en que gradualmente se familiariza cada vez mejor con el carácter de la verdad cósmica, y aprende que su cuestión es la razón humana y que puede avanzarse paso a paso de acuerdo con ella, él concibe una pasión por su revelación más completa. Es profundamente consciente de su propia ignorancia y sabe que personalmente sólo puede dar pequeños pasos en el descubrimiento. Sin embargo, pequeños como son, él los considera preciosos; y espera que siguiendo concienzudamente los métodos de la ciencia pueda erigir una base sobre la que sus sucesores puedan escalar más alto. Esto, para él, es lo que hace que la vida merezca vivirse y lo que hace que la raza humana sea digna de perpetuarse. El mismo ser de la ley, la verdad general, la razón, -llámenlo como quieran-, consiste en el expresarse a sí mismo en un cosmos y en intelectos que lo reflejen, y en hacer esto progresivamente; y aquello que hace que la creación progresiva merezca la pena, 'como el investigador llega a sentir', es precisamente la razón, la ley, la verdad general por cuya causa tiene lugar' (EP 2:58, 1901).

Debe quedar claro que la hipótesis del signo como un medio de comunicación vertebra de punta a cabo la filosofía peirceana en su conjunto. No se trata, entonces, de una lectura sui generis para poder encuadrar la semiótica de Peirce en los marcos de interpretación de la teoría de la comunicación contemporánea.

Por otro lado, si a la luz del pragmaticismo se extraen las consecuencias prácticas de semejante hipótesis, la teoría de los signos se constituye como una auténtica ética de la comunicación, en la que el carácter responsable y comprometido de la actividad científica -es decir, las prácticas de representación y mediación- depende considerablemente del papel que desempeñemos como intérpretes en un mundo que necesita parcialmente de la expresión articulada de nuestras transacciones simbólicas para su interno desenvolvimiento. Ser un “medio de comunicación” leal a la verdad implica asumir como una misión personal e intransferible contribuir en la medida de lo posible al desarrollo de la Razonabilidad concreta a lo largo de nuestro paso por el mundo. Desde este punto de vista, el problema de la representación no es únicamente una cuestión lógica consistente en dibujar o mostrar sin más la realidad, sino que entraña, en última instancia, consecuencias éticas y políticas. En efecto, los actos de representación en que interviene la mediación son algo más que espejos para reflejar fielmente la realidad. Son prácticas normativas sujetas a la crítica de su propio carácter constitutivo y, por tanto, responsables ante los fines y propósitos que pretenden llevar a cabo. Esta es una cuestión indudablemente ética que apunta a la pregunta por cómo un 'yo' -en la medida en que es un medio (entre sus propias representaciones y el mundo; entre sí mismo y la comunidad de la que forma parte)- se involucra en prácticas de representación más justas, solidarias, hospitalarias e inclusivas para los 'otros'. Se puede concluir, por tanto, que la hipótesis del signo como medio de comunicación conecta con las principales preocupaciones epistemológicas y normativas de las actuales teorías constitutivas de la comunicación".

¡Enhorabuena, Nacho!


3. NOTICIAS DEL PEIRCE EDITION PROJECT (Indianapolis, USA)

Dentro de unos días, los suscriptores de nuestro boletín quincenal "Noticias del GEP" recibirán directamente desde el Peirce Edition Project un interesantísimo informe preparado por su nuevo director Prof. André De Tienne.

En ese informe (un PDF de diez páginas en inglés) se da cuenta con detalle de la situación actual del proyecto editorial, del relevo de personas, las plazas vacantes que a medio plazo desean cubrir y los objetivos inmediatos del proyecto. Resultan particularmente emocionantes las sentidas palabras del Prof. De Tienne hacia Nathan Houser y a quienes le han precedido en estas tareas.

Agradecemos al Prof. De Tienne que se haya ofrecido a enviar esa información a nuestros suscriptores.




"No llamo ciencia a los estudios solitarios de un hombre aislado. Sólo cuando un grupo de hombres, más o menos en intercomunicación, se ayudan y estimulan unos a otros al comprender un conjunto particular de estudios como ningún extraño podría comprenderlos, [sólo entonces] llamo a su vida ciencia". C. S. Peirce, "The Nature of Science", MS 1334, Adirondack Summer School Lectures, 1905.

La lista de distribución [UNAV-GEP] es un servicio del Grupo de Estudios Peirceanos, Universidad de Navarra, Pamplona, Spain: http://www.unav.es/gep/ Los números anteriores están almacenados en http://www.unav.es/gep/BoletinGEP.html Si desea cancelar la suscripción envie un mensaje webmastergep@unav.es con el texto "Cancelar suscripción".




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