6. 5. Maderno and Santa Susana

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the occasion

La iglesia de Santa Susana fue dotada de una fachada hacia 1603. y constituyó una buena presentación de un joven arquitecto. Maderno recibiría los encargos más importantes de su momento, como la fachada de la Basílica de San Pedro, y el altar de la confesión. Sant'Andrea, la monumental iglesia de los teatinos. o el Palacio Barberini. Actuaría de precursor de Bernini, y de maestro de Borromini, quizás familiar lejano suyo, quien le conservó una gran estima y quiso ser enterrado en su panteón.

La fachada de Santa Susana de Maderno constituye un éxito completo en su composición. Siguiendo la tradición iniciada con la fachada del Gesu, de Giacomo della Porta, se compone de dos cuerpos articulados por medio de órdenes clásicos, coronándose con un poderoso frontón, mientras delicados aletones salvan la diferente anchura de los dos cuerpos. La fachada se teje sobre unos encuadres, la trama de líneas verticales : columnas, pilastras y fajas; y la urdimbre de los entablamentos, impostas y líneas corridas horizontales. Sobre ese encuadre se incorporan los vanos; y se añaden finalmente acentos ornamentales.

the framing : the VERTICAL weft

Las columnas y pilastras no forman una trama anodina, sino que se someten a una gradación : se sitúan abajo las cargas pesadas y sobre ellas los elementos más livianos; el mayor tamaño y relieve corresponde al orden inferior. Maderno decidió utilizar órdenes casi de la misma altura en los dos cuerpos. El orden superior - un poco retranqueado-, se soluciona con un orden compuesto, cuyos fustes son algo más esbeltos, que los del cuerpo inferior. De este modo se evita el feo detalle de los pedestales del orden superior volando exageradamente sobre el inferior. Pero sobre todo se potencia el movimiento ascensional que imbuye Santa Susana.

En Santa Susana las columnas y pilastras no se sitúan en el mismo plano; se disponen en estratos cuyo punto más sobresaliente es el intercolumnio central. Además, los elementos que están en ellos ganan en relieve. En el cuerpo inferior las calles extremas se organizan con pilastras; luego aparecen poderosas columnas semiempotradas; y finalmente enteras. Y la estratificación se comunica al arquitrabe. Cada estrato mantiene su enmarcado con columnas o pilastras del mismo resalte.

Sucede algo semejante en el cuerpo superior. La membratura adquiere densidad, desde la anodina pilastra de los extremos, hasta la firme columna casi exenta del centro.

Merece un comentario la solución de los extremos del frontón del cuerpo superior. Los extremos acaban sobre capiteles de pilastras. En ellos, el entablamento se quiebra para volver a mostrarse en los flancos sobre otros capiteles que cabalgan en los aletones laterales. Este hecho persigue un doble propósito : por una parte, dar solidez y peso a la fachada, evitando el efecto de debilidad que provoca una delgada pilastra en un ángulo. Por otra, recoger el impulso ascensional, muy afortunado, de las rampantes volutas que contribuyen al movimiento general de la fachada . La inesperada balaustrada acentúa la sensación de ligereza y da un último impulso vertical. Los remates, los airosos flameros y la cruz central se explican por sí solos.

the framing : the HORIZONTAL weft

Será bueno detenerse un poco en la urdimbre horizontal. La primera lección que aprendemos en cualquier gran fachada es la existencia de líneas horizontales que enhebran los elementos, líneas en cierto modo vivas que dominan la composición . Entre estas líneas, figuran, por supuesto, los entablamentos. Sus lineamentos subrayan cualquier avance o retranqueo; y cualquier infracción, ruptura o arqueo es significativa.

Los entablamentos, que se acumulan uno sobre otro, suelen disponerse en una sabia sucesión de fuertes y débiles, como los tiempos de una sinfonía. En una fachada de dos cuerpos, a la culminación corresponde frecuentemente el papel de protagonista. Ciertamente a ello corrobora el gran frontón. Esta ley de formación se observa en cualquier fachada, y por extensión, en cualquier objeto moldurado. Santa Susana añade el hermoso efecto que produce la balaustrada final, con sus bonitos flameros.

Además, la introducción de una columna o pilastra en un plano induce líneas secundarias que pueden pasar desapercibidas al profano, pero que no cabe desatender en el diseño . La línea de capiteles, la moldura que marca el inicio del capitel, se desliza por todo el paño, interrumpiéndose sólo en los huecos centrales, aunque en el superior queda aludida por la cornisa del hueco principal.

También la línea de pedestales. La del cuerpo superior está muy destacada, porque recoge la coronaciones de las fachadas adyacentes, y sirve de zócalo al balcón central. Otras líneas son los zócalos y las molduras de las basas : el toro superior y filete de las bases corre por la fachada, salvo el hueco central del cuerpo inferior.

the CONSEquences : fields of power

Líneas horizontales y verticales encuadran zonas diversas de la fachada, en las que, de algún modo, dejan sentir su influencia, induciendo un campo de fuerzas y una dirección dominante : que es vertical en los fustes, horizontal en los capiteles y zócalos : Ese campo condiciona la forma de los huecos y los ornatos. Quería añadir otro esquema, no demasiado feliz, por si ayuda un poco a comprender esta cuestión (Fig. 3), que resulta particularmente importante.

Por decirlo de algún modo, las calles formadas por columnas y entablamentos tienen sus propias ideas sobre cómo debe ser los huecos que deben colocarse en ellas. Y un diseñador sensible es capaz de percibir sus insinuaciones. Una composición afortunada para paños laterales tal vez resulte débil en el central; o si se diseñó para el cuerpo inferior parecerá pesada en el superior. Precisamente dejamos aquí el entramado de la fachada para dedicar algunas palabras al segundo sistema : los huecos y sus guarniciones.

filling : the empty spaces

Los huecos se ordenan hacia el centro por su entidad y relieve. Son huecos congruentes con el entramado de la fachada : se acomodan a los campos de fuerza establecidos en los paños donde reposan. Sus frontones se alternan escarzano-triangular-escarzano, tanto en sentido vertical como en horizontal, provoca una variedad muy efectiva. Un examen más detenido permitiría descubrir con qué cuidado se han dispuestos esas alternancias : esos frontones, en rigor, no son simplemente triangulares ni simplemente escarzanos.

Los huecos son potenciados por sus guarniciones, que son otros encuadres . En Santa Susana son muy elaboradas. Casi todas ellas tienen algo que ver con Miguel Angel, pero en el momento en que las emplea Maderno son fórmulas de estilo, que maneja con gran expresividad. Con un poco de atención se advierte que el hueco tiene un poder de atracción especial, las guarniciones que lo rodean parecen sujetarse en un punto fijo.

Se trata del mismo efecto que observamos en un cuadro ordinario : para nuestra percepción no es el marco quien sostiene al cuadro, sino el cuadro el que queda fijo clavado en el muro, corriendo a su alrededor el marco. Captando la idea, no resulta difícil apreciar el complejo y ambiguo diseño de las guarniciones de esta fachada : un puro virtuosismo arquitectónico, que ha necesitado muchas horas de dibujo tentativo.

Los nichos superiores cuelgan gentilmente alrededor de sus figuras, pesando sus frontones sobre ancones que se desenvuelven luego en finas molduras que penden en su parte inferior, donde un querubín las recoge dejando rodar unos gruesos festones. Las inferiores parecen ligeramente más fuertes y apoyan sobre una cornisa, sostenida por dos bloques de triglifos y un delicado delantal moldurado, animado por dos guirnaldas. Todo compone un gracioso, delicado e imaginativo juego con una ficticia gravedad. Las cartelas de las calles extremas son igualmente delicadas. Finalmente, se abren mezaninas, tragaluces yacentes, en lo que llamábamos zona de pedestales del cuerpo inferior; y cajas apaisadas en la zona de zócalos del cuerpo superior, con el detalle buscado de ser rehundidas las centrales y ligeramente relevadas las extremas.

the decorative emphasize

La acentuación ornamental respeta y matiza las tensiones de cada campo, introduciendo puntos de énfasis : capiteles, coronaciones de diverso tipo dan el toque preciso de concentración, exigiendo una mayor atención. Situando guirnaldas -una suave cadencia- en las zonas de capiteles de las calles extremas; y cartelas oblongas en las laterales, solución de compromiso entre la horizontalidad que debe dominar esa zona y el eje de composición vertical que crean los huecos. En los tímpanos superpuestos del intercolumnio central se suceden motivos especialmente atractivos culminando con el gran escudo de coronación en el frontón, que se inclina solemne y graciosamente hacia adelante.

Entre las muchas cosas que se omiten en esta descripción estaría el capítulo importante de la molduración, la perfiladura, que acentúa o suaviza los distintos elementos del orden. Pero esta cuestión se muestra reacia a un comentario pormenorizado. El que precede es suficiente para mostrar la existencia de innumerables recursos de la tradición que, unidos con una cierta lógica –un embrión de sistema-, transforman un plano anodino en una magnífica imagen corporativa : la “cara” que ha de presentar una iglesia al asomarse a la calle.

OTher masterpieces

Carlo Maderno intervino también en San Andrea Della Valle, la iglesia de los Teatinos, una fachada muy grande y bien dispuesta al fondo de una calle. Fue terminada por Carlo Rainaldi.

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

IV. Great Churches

6. Church Façades

6. 1. L. B. Alberti's façades
6. 2. A difficult design
6. 3. Palladio and San Giorgio
6. 4. Della Porta and Il Gesú
6. 5. Maderno and Santa Susana
6. 6. Roman façades
6. 7. European façades
6. 8. Front and bell towers
  1. Santa Susana
  2. Santa Susana
  3. Santa Susana
  4. Santa Susana
  5. Santa Susana
  6. S. Andrea della Valle
 
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