2. 2. Decorated mouldings

Las molduras se enriquecen labrando pequeños motivos en ellas. Estos motivos son muy antiguos, fueron extraidos de las tradiciones decorativas textiles y cerámicas, pero en la Grecia clásica, se aprendió a aplicarlos a la arquitectura y el diseño a gran escala con una maestría nueva, en lugares precisos, sin abusar de ellos. Los arquitectos romanos y los renacentistas los utilizaron del mismo modo, y en los mismos lugares. Y por eso, muchos objetos griegos antiguos nos resultan enteramente familiares.

Estos motivos son muy pocos, pero cada uno admite múltiples variaciones. Cada moldura se decora con sus propios motivos, que se ajustan a la sección de esa moldura y subrayan su forma, distinguiéndola de las demás. Y se suele respetar la tradición no sólo para evitar extravagancias, sino porque la fórmula tradicional es extremadamente eficaz.

Esos ornamentos poseen dos características comunes. Antes que nada, son muy pequeños; pues han sido seleccionados para acompañar y reforzar el efecto de la moldura, y no deben poseer ningún protagonismo. Además, están preparados para repetirse en una reiteración interminable; y por tanto el motivo se compone alternando dos (nunca tres) elementos contrastantes (afilado-romo, grueso-delgado).

El resultado es una línea sutil dotada de ritmo, una especie de pequeña vibración, un trémolo, que añade un toque de vida (uno más) a la arquitectura pétrea y a todo el diseño relacionado con ella. El efecto es semejante al acompañamiento de muchas melodías, en las que arpegios más o menos elaborados, se repiten sobre cada nota, siguiendo el tema principal. Es algo característico del diseño clásico.

CUENTAS Y DISCOS (beads and reels)

Los pequeños baquetones son molduras de acompañamiento; y suelen enriquecerse con ristras de cuentas, que suelen denominan contarios. Por darles mayor interés, se alternan con otro motivo contrastante: unos pequeños discos dipuestos trasversalmente. Por costumbre, suelen disponerse una cuenta y dos discos; esa disposición anormal en estas alternancias menudas permite espaciar las cuentas, y produce un ritmo más notorio.

A los contarios suele convenirles ese ritmo sencillo; pero a veces se intenta darles mayor variedad introduciendo unas cuentas alargadas, que se denominan husos; todavía cabe hacerlos más ricos colocando en los extremos cálices de acanto. Rara vez se introducen más elementos.

La lámina que acompaña es del famoso Handbuch der Ornamentik de Franz Sales Meyer de 1890. Un libro pensado para ayudar a los artesanos a diseñar: un gigantesco esfuerzo por compendiar en pocas páginas los ornamentos más usuales. El "Meyer" es un auténtico fósil en la historia de ornamentación, pues se ha mantenido desde 1890, con ediciones ininterrumpidas. Fuera de los cinco primeros renglones de este ejemplo, los demás no son comunes en arquitectura, y se presentan para inspirar labores de ebanistería. El dibujo nº 11, sin embargo, presenta un motivo a recordar, que suele llamarse "besantes" : son monedas (bizantinas) horadadas en el centro y unidas por un cordel; puede aparecer en cajas estrechas verticales, y es común en el período neoclásico.

LAURELES (lauriers), LABOR DE OCHOS (guilloches / interlaces)

Los boceles poseen la misma sección, pero de mayor tamaño, que los baquetones; se emplean preferentemente en bases; y no suelen decorarse: pues, en general, la decoración merma el efecto de colchón que desea sugerir una base.

En la arquitectura griega clásica, muchas bases (especialmente las que corresponden a columnas jónicas) se decoraron con canales horizontales, disposición que resultaría muy rara después.

Cuando se decoran, ordinariamente los boceles suelen representar una corona de laurel, como los dibujos de 1, 2, 5, 6, del Handbuch de Meyer: (fig. 2)

Tampoco es infrecuente labrarlos con el denominado "guilloche" o labor de ochos, como los dibujos 3 y 4; esta labra es compleja de planear, y su efecto es un tanto perturbador. La labor de ochos se aplica en general a fajas o bordes; y puede enredarse en doble o triple línea. Merece la pena recordar que si se abren grandemente circunferencias, sirve también para ordenar superficies, y se aplica con frecuencia en suelos y muros.

Aunque el mobiliario presenta otras ideas, es raro encontrar soluciones distintas que éstas en el diseño arquitectónico.

OVAS Y DARDOS (egg and dart moulding)

Los óvolos, o molduras convexas de un cuarto de círculo, más o menos, se decoran con ovas y dardos. En este motivo se alterna una ova -es decir, un huevo- más o menos redonda con algo afilado, que frecuentemente es un dardo (una verdadera flecha), una hoja picuda o algo parecido. Con frecuencia las ovas aparecen recogidas en una especie de canastillo o nido que permite espaciarlas más.

El conjunto de ovas y dardos suele llamarse ovario en castellano . Para un profano, este motivo resulta muy extraño, y ha sido expulsado de la panorámica decorativa actual. Por cierto que aunque esta combinación podría recordar humorísticamente el aparato genital masculino, la alusión es completamente ajena a la tradición.

En la historia del diseño occidental las ovas y dardos han sido un ornamento muy utilizado: el óvolo es una moldura sencilla y muy frecuente en todo género de paneles, y se enriquece casi únicamente con ovas y dardos. Las ovas y dardos aparecen indefectiblemente en casetones; casi siempre en los entablamentos (bajo la cornisa), casi siempre enriqueciendo el equino del capitel jónico, y algunas veces en el equino del capitel dórico.

Aunque estos motivos son muy bonitos cuando se labran en su mayor pureza, desde la Antigüedad Clásica, las ovas y dardos admiten enriquecerse con pequeños acantos (fig. 4). Durante la Edad Media, fueron un motivo más entre muchos otros (fig. 5), hasta que el gusto por motivos más naturalistas (góticos) los desplazaron casi completamente. Desde el siglo XV, por influencia italiana, se difundieron llegando a ser lo más habitual (fig. 6 y 7).

Además, las ovas y dardos se emparentan con las acanaladuras; y por esa razón a veces se conjugan con ellas: en las columnas, cuando el diseño de acanaladuras se enriquece con funículos, es frecuente que sus extremos ese transfiguren en ovas y dardos; y lo mismo sucede en los labios de los vasos ornamentales si llevan acanaladuras (fig. 8). Los pétalos de flor de loto que decoran a veces molduras en India y China también se emparentan directamente con este motivo.

HOJAS LÉSBICAS (leaf-and-dart / leaf-and-tongue / water leaf and tongue moulding)

Los talones o cimas reversas suelen decorarse con hojas lésbicas. Esta expresión no es frecuente en español (la mayor parte de los arquitectos no sabrían a qué se refiere): más raramente se denomina hoja de agua. La denominación "lésbica" significa que supuestamente procede de la isla griega de Lesbos (es sinónimo de lesbiana), y se aplicó en realidad a la moldura, pues el talón también se llama cimacio lésbico ; y aparece en Vitruvius (IV, 6, 2), por lo que esta denominación se difundió a través de algunos autores anticuarios ingleses (Lesbian cyma: en el siglo XVIII). Curiosamente cabe la posibilidad que Vitruvius se referiera al motivo, más que a la forma de la moldura (vid. la edición de Pierre Gros, Vitruvio, Architettura, Einaudi, 1997, IV, 6, 2, nota 202). Es sintomático que en lengua francesa el motivo esté perfectamente identificado: Rais de coeur (fig. 9).

De todos modos, este motivo está menos determinado que otros.

greek frets

Greek frets (sp Grecas). Las grecas sirven para ornamentar fajas planas. En los órdenes arquitectónicos, no son demasiado habituales. Solo algunas veces aparecen en los papos de las cornisas (el fondo del vuelo o parte inferior de la cornisa dejada a la vista)

Algunos autores como Palladio, y especialmente Sanmicheli, las utilizaron mucho en sus fachadas de palacios. Daban un toque de antigüedad (fig. 10 and fig. 11.

Aparecen recurrentemente en objetos griegos, especialmente en las cerámicas pintadas. Naturalmente, eso no significa que fuera un ornamento exclusivo (las cerámicas son baratas, resistentes y no son reciclables: quedan más fragmentos de vasijas que de cualquier otro género de objetos); en realidad el motivo procede claramente de lo textil (refleja muy bien la trama y urdimbre).

A veces hacen lo que se denomina contracambio: el dibujo se recorta sobre un fondo, dejando el mismo diseño invertido o simétrico.

Dentículos (dentils)

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

II. Ornaments

2. Mouldings and channels

2. 1. Classic mouldings
2. 2. Decorated mouldings
3. 3. Channels and flutes
3. 4. Borromini at work

  1. Serlio III
 
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