II. Ornaments

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

II. Ornaments

1. Introduction
2. Mouldings and channels
3. Large Decorative Vases
4. Paneling and Framework
5. Acanthus
6. Figures and symbols
7. Ornament Prints
8. Color (?)
 

Este capítulo está todavía muy incompleto. He hablado en él de lo que resulta más sencillo: de los motivos convencionales.

En esta introducción me debería limitar a presentarlos. Pero voy a mencionar lo que me parece más importante y espero desarrollar más adelante. He procurado introducir algunas de estas ideas en el capítulo anterior sobre el Sentido de Orden.

Repetiré un poco. El ornamento es un juego: uno se divierte ornamentando huevos de Pascua. Además, se consigue hacer los objetos agradables (como los huevos de Pascua). Para ornamentar huevos de pascua no inventamos nada: hay motivos ornamentales muy atractivos en color y en forma (los círculos, el color rojo): son fórmulas muy eficaces. Por eso resultaba tan conveniente iniciar su estudio con un cuento.

Sources that ennoble

Ya he dicho que ornamento y arquitectura son lo mismo. En los apartados anteriores intentaba profundizar en el hecho de que las cosas que pertenecen a la “cara” están fundamentalmente hechas para ser vistas. Los objetos no sólo deben mantener una apariencia decorosa, decente. Son como los criados de su propietario, y deben aprestarse a recabar la atención de los demás para proclamar el rango y distinción de su amo; y hacerlo con solemnidad y gracia.

Claro está que para dignificar además de hacer las cosas bonitas (como los huevos de Pascua) acudiendo a fórmulas eficaces, hay que hacerlas con las fórmulas que están previstas: que tienen prestigio. Parece claro que ningún huevo de Pascua (salvo los de Karl Gustavovich Fabergé) podría cumplir ese requisito. Estudiamos el ornamento no por que sea un juego sino porque es un modo de dignificar. Algo verdaderamente serio (aunque nunca deje de ser divertido).

Cuando forman parte de la “cara” de un importante propietario, las cosas no solamente se dejan ver; sino que hacen la labor que ahora recomiendan los asesores de imagen: procuran ser vistas, se esfuerzan por atraer la mirada, por ser conspicuas.

Los diseñadores occidentales han creado un sistema de dignificación con fórmulas eficaces y prestigiosas: con sus patterns propios. Han prescindido casi por completo de lo más obvio: del símbolo (la manera más sencilla de dignificar: añadir etiquetas); y han recreado la forma.

Los ornamentos que se utilizan en la arquitectura occidental son los mismos que se emplean en el mobiliario, y en general como adorno de los volúmenes sólidos. Estos motivos son diferentes de los que sirven para adornar tejidos, de los que proviene la idea de patrón o pattern, esquema repetible.

Conspicuous shape

Los patrones de la arquitectura y de los volúmenes en general en Occidente tienen el propósito de realzar los volúmenes (sin contar casi con el color) hacen las formas más llamativas, más definidas, claras o legibles, y más recordables. He descubierto un viejo dibujo viejo donde imagino cómo diseñaría Michelangelo una máquina de escribir: le sacaría el máximo partido: typewriter falsely attributed to Michelangelo. Michelangelo sometería a la forma habitual de una máquina de escribir a tres procesos:

  1. Regularización: compactar y erosionar. Se simplifica el objeto, reduciéndolo a sus volúmenes elementales, rotundos. Se produce una erosión formal o tendencia a la rotundidad: el objeto y sus partes deben parecer “regulares”, decidiendo entre elementos masivos y lineales.
  2. Articulación: encuadrar, encajar, perfilar, culminar. Se delimita el comienzo y final, y las partes en que se divide. En sus efectos más elementales exige límites y charnelas. Y de ahí los descubrimientos básicos: zócalo, friso y cornisa. Con ellos se alcanza el volumen articulado elemental.
  3. Énfasis: realce, acentuación de características. aplicando después a cada zona recursos que acentúan su peculiar movimiento (énfasis: movimiento). También puntuándolo con sus estirados remates finales.

Synesthesia and empathy

El objeto se transfigura, deja de ser una forma geométrica y adquiere connotaciones orgánicas, una apariencia vital: es la empatía, que interesó tanto a algunos estudiosos del ornamento del siglo XIX; que lleva consigo la Affordance, como la definió hace casi medio siglo J. J. Gibson (un famoso psicólogo de la percepción): la sensación de masa y peso, de textura.

Todos los elementos cobran cualidades sinestésicas (interpretables al modo humano): erguir, pender, deslizar; sostener y descansar; doblar o quebrar, curvar, enrollar (la voluta), recortar o siluetear, horadar, excavar o cajear; las cosas cobran aerodinamismo o estaticidad.

Conspicuity and Styling

En algún caso la transfiguración orgánica es completa como en las Cariátides. Pero en la mayor parte el juego es más enjundioso: por eso la forma de un capitel inspira una cúpula o se aplica a una chimenea. Recibe un toque de magia.

Se alcanza el mayor grado de conspicuidad: se hacen objetos muy llamativos. En los años 1950 y 1960s algunos diseños y especialmente automóviles adoptaron una moda que se denominó Styling; que consistía en subrayar de un modo hortera todos los componentes. Pues yo diría que toda la tradición fue así: muy Styling. Las fórmulas eran muy pegadizas. Las fórmulas “encajaban” tan bien que creaban manías. Se hacían imprescindibles.

Rythm and drawing

Por eso también más que los motivos individuales, importaba el sentido del ritmo, que se ayuda con la reiteración de curvas insinuantes: la línea ondulante (doble curvatura), la espiral y la voluta. Y por eso también, más que la erudición arqueológica importaba la capacidad de dominar ese movimiento. Y por tanto importaba el dibujo: el dibujo a mano, sentido y sensible, capaz de matices, único modo de diseñar este género de ornamentación. La tradición clásica está directamente ligada al dibujo a mano libre: ágil y expresivo, y tanto en la época clásica como en el renacimiento ha nacido, crecido y menguado junto con esa habilidad gráfica especial.

 

1. Introduction

  1. typewriter attributed (falsely) to Miquelangelo
 
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Las molduras son lo más elemental de diseño clásico. Obedecen a una necesidad muy fuerte de articular y acentuar de manera especial los objetos y edificios. Aunque hoy no se diseña -apenas- arquitectura con columnas o frontones; pero las molduras tradicionales, acuñadas antes de nuestra era, sobreviven todavía en los muebles y cuadros de nuestras decoraciones interiores.

En épocas anteriores eran indispensables; todos los objetos estaban moldurados. Y una de las habilidades básicas del cualquier diseñador a cualquier escala era la habilidad para modular: para diseñar las molduras, y para modelar con molduras los objetos: darles con ese sencillo procedimiento la adecuada expresividad.

Las molduras tienen unas pocas formas determinadas (que se ajustan a voluntad). Las molduras pueden enriquecerse. Y se enriquecen con pequeñas variantes de los mismos motivos. La tradición ha seleccionado algunos que se repiten incesantemente: son los adornos propios. Habitualmente se componen de dos motivos alternos, contrastantes, de fuerte relieve, y aptos para ser repetidos indeterminadamente. Son los pequeños motivos que llamamos cuentas, discos y husos, Ovas y dardos, hojas lésbicas, grecas y labor de ochos.

Tan importante como las molduras y asimilables a ellas son las acanaladuras: las hendiduras que se labran en distintas superficies para acentuar su movimiento. Habitualmente son verticales. Son un verdadero hallazgo formal y un complemento eficacísimo de las molduras horizontales.

La capacidad de moldurar se aprecia en los grandes diseñadores. Los genios de la arquitectura han sido también geniales en estos detalles. Son geniales no principalmente porque empleen formas extrañas; es decir, porque sean raros, sino porque emplean las mismas formas de una manera más sutil; y en el fondo más adecuada: son más sensibles y saben sacar mayor partido de sus fórmulas. Entre los grandes diseñadores de molduras están los grandes nombres de la arquitectura.

Las molduras quedaron fijadas tal y como hoy las conocemos durante lo que llamamos helenismo (siglos 4th BC-Ist BC). Los arquitectos romanos las difundieron por Europa del sur; se repitieron incesantemente; y las principales variaciones se daban en el modo de agruparlas, y en su carga decorativa. Los diseñadores renacentistas aprendieron de los restos sobrevividos por azar de esa antigüedad romana; pero a fuerza de repetirlas, las ajustaron: las estandarizaron, y las difundieron por láminas, y con ello también crearon un nuevo nivel de sensibilidad, que los diseñadores antiguos no habían podido alcanzar.

En él podían destacar figuras como Rafaello o Baldassare Peruzzi, con una finura maginstral. Pero sobre todos ellos sobresale Michelangelo. En este punto es único; era capaz de una sutileza que sus contemporáneos rara vez apreciaban; que rara vez recordaban; y que no podía transmitirse. La obra de Michelangelo en este nivel quedó condenada a ser desconocida hasta que la fotografía ha permitido transmitir adecuadamente sus sutilezas.

Algo semejante sucedió con Borromini. Sin embargo en el diseño de Borromini hay una proporción mayor de exotismo: maneras fuertemente contrastantes, y más fácilmente reproducibles en láminas grabadas en madera o en cobre. Aunque Borromini no fue el primero que diseñó algunos rasgos peculiares, en sus obras práctico una manera más libre, más atenta al conjunto; y a esas obras, muchas veces denigradas (pero copiadas), se debe la difusión de unas molduras mucho más plásticas que invadieron los diseños europeos durante el siglo 17th y 18th.

 

2. Mouldings and channels

2. 1. Classic mouldings
2. 2. Decorated mouldings
3. 3. Channels and flutes
3. 4. Borromini at work
 
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Para nuestro propósito, los vasos tienen una doble importancia. Antes que nada enseñan cómo articular un volúmen; de hecho, es posible considerar a las columnas clásicas como un género especial de vasos.

En segundo lugar, los vasos han servido como acompañamiento de la arquitectura, como uno de sus mejores ornamentos, que era indispensable en los remates.

Antes que nada, los vasos griegos fueron un banco de prueba de las molduras arquitectónicas, de la antigua arquitectura moldurada, pues las molduras son un rasgo típicamente griego, que ha heredado toda la arquitectura occidental.

Por su parte, los vasos ornamentales romanos posteriores enseñan con mucha claridad la lógica del enriquecimiento de los objetos en volumen -distintos de los tejidos-, que se disponen en torno a un eje vertical. El grado de riqueza alcanzado puede ser muy grande, gracias precisamente a que el volúmen ha sido fuertemente articulado, y en cada zona se aplican los resursos más efectivos para enfatizarla.

Muchas de las fórmulas concretas que se aplican a los vasos, como las molduras horizontales y las acanaladuras, se aplican también -del mismo modo- a la arquitectura. Y en ambas tareas se precisa aplicarlas con un sentido del movimiento. En los vasos, más pequeños y de formas más libres, es más patente la intuición para desplazar figuradamente las masas, con un eficaz moldeado. Y una vez lograda la maestría en estos objetos, cabe aplicarla a mayor escala; pues aunque los recursos no son exactamente los mismos, es la misma sensibilidad la que preside el proceso de composición

 

3. Large Decorative Vases

3. 1. Curves and volumes
3. 2. Greek vases
3. 3. Roman vases
 
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Los paneles y casetones son la primera organización plana que puede diseñarse con molduras, tanto como decoración de muros (paneles) o techos (casetones).

la idea de componer casetones es antigua, y deriva obviamente de las decoraciones en madera. Pero el partido que se sacó a este recurso en Grecia Clásica es verdaderamente magnífico: con un moldeado seguro y expresivo y la adición de los adornos labrados que hemos estudiado antes, los casetones se convirtieron en un acabado verdaderamente suntuoso que se aplica no sólo a techos planos sino a cualquier superficie abovedada.

Los cajeados y cajas son un acompañamiento habitual de la arquitectura, por ejemplo en los pedestales de las columnas. Pero el mismo expediente se puede aplicar a otras zonas; y en realidad se puede componer superficies solo con cajas. La experiencia lograda en este género de composiciones ha servido para enriquecer marcos de puertas y ventanas o cartelas de todo género.

Los escritos tradicionales sobre arquitectura clásica priman de tal manera a los órdenes clásicos que hacen olvidar que en realidad las guarniciones de puertas y ventanas son diseños más frecuentes, y más libres, que dan ocasión a un verdadero despliegue de imaginación: los ejemplos brillantes son numerosísimos; aunque muchas veces no queden reflejados en los tratadistas en arquitectura ni en las láminas ornamentales. A esos marcos se añaden a veces algunas columnas. Los mejores arquitectos del clasicismo muestran los mejores ejemplos de este género; y a veces, como en el caso de Michelangelo, hay que considerarlos entre lo más interesante de su obra.

Las cartelas son pequeños marcos concebidos originalmente para colocar inscripciones; y pueden constituir muy bien el centro o polo de una composición. Se trata fundamentalmente de un marco, pero por ser de una escala menor que los grandes bastidores de molduras o de órdenes clásicos permiten mayor soltura y se le puede el énfasis que se quiera.

La circunstancia fue grandemente aprovechada por distintos autores que crearon estilos de cartelas singulares. Como la cartela encontraba aplicación en el mobiliario o en la ornamentación tipográfica desde la difusión de la imprenta se imprimieron cantidades ingentes de modelos. En plena competición, se crearon las transformaciones más fantasiosas, incluso deliberadamente frívolas. Estas novedades se contagiaron en alguna medida al diseño arquitectónico. Son especialmente persistentes y omnipresentes los diseños con Strapwork desde mediados del siglo XVI y más todavía los de Rocaille del siglo XVIII.

 

4. Paneling and Framework

4. 1. Panels and coffers
4. 2. Architectural Frames
4. 3. Cartouches
4. 4. The Rocaille
4. 5. Interior panels
 
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La hoja de acanto es el principal ornamento del clasicismo. Tiene un fuerte atractivo visual, es capaz de mostrar una gran variedad, y se adapta a cualquier formato.

Además puede transfigurarse en muchos esquemas semejantes: experimentando rtodo género de metamorfosis vegetal o animal. La palmeta posee el mismo esquema básico. Ambos motivos son muy aptos para ornamentar superficies.

Más aplicación si cabe han tenido las transformaciones y transfiguraciones que permite el zarcillo de acanto. El zarcillo con la ayuda de junturas zoomórficas y ojos dionisíacos da lugar las animaciones: monstruos, medias figuras, máscaras y prótomes.

Resulta muy fácil recurrir a esquemas vegetalizados, son muy frecuentes, y por lo común no se les asocia un significado específico : las rosetas, la corona de laurel, las guirnaldas, los festones.

 

5. Acanthus

5. 1. Acanthus and Anthemions
5. 2. "Candelieri" and Grottesque
5. 3. Vegetal metamorphosis
 
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Las figuras, verosímiles o fantásticas, y particularmente la figura humana, atraen la mirada antes que cualquier forma: las insinuaciones zoomórficas o antropomórficas son muy conspicuas, su presencia se advierte inmediatamente. Por eso los motivos que se basan en ellas son muy eficaces en una composición ornamental. Con frecuencia, su poder de atracción actúa de modo contraproducente : resulta difícil que no adquieran algún tipo de significado; por eso las representaciones plenamente realistas son raras : como la cariátides, o el Orden Persa.

Trofeos y emblemas. Desde la antigüedad clásica se han empleado representaciones de pilas de armas, arrebatadas a los vencidos : los trofeos; de hecho, a veces, junto a esos montones aparecen unos cautivos convenientemente reducidos y atados. Estas representaciones reproducen composiciones auténticas que se preparaban para los desfiles triunfales de los militares romanos; y algunas de las más famosas están o estuvieron en arcos triunfales; y sirvieron como sinónimo de victoria. La idea de trofeo ha sido trasladada a otras combinaciones de símbolos no guerreros.

 

6. Figures and symbols

6. 1. Atlantes and caryatids
6. 2. Medallions and maskes
6. 3. Trophies and attributes
6. 4. 19th century emblemes
 
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Antes de que se imprimieran libros con tipos móviles, que se "inventara" la imprenta, ya se imprimían láminas para servir de modelo en ornamentación. Y desde entonces se han multiplicado. Como sucedió con los tratados de arquitectura, las láminas ornamentales son habitualmente monócromas hasta el siglo XIX.

De ahí la preeminencia absoluta de la forma sobre el color : el hábito de ignorar el color en la arquitectura monumental, que se impuso desde el siglo XVI.

Estas láminas proceden de diferentes épocas, desde finales del XV a finales del XVIII, y de Francia, Italia, Alemania y Países Bajos. Las publicó todas a la vez, con un estudio sobre sus autores : Désiré GUILMARD (1810-) Les maitres ornemanistes : dessinateurs, peintres, architectes, sculpteurs et graveurs : écoles française, italienne, allemande et des Pays-Bas (flamande & hollandaise)...; publication enrichie de 180 planches.... et précédée d'une introduction par le Baron Davillier, Paris : Plon, 1880-1881.

 

7. Ornament Prints

7. 1. Early Renaissance
7. 2. Fontainebleau and Strapwork Style
7. 3. Louis XIV Style
7. 4. Louis XV Style
7. 5. Louis XVI Style
 
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El color no forma parte de la arquitectura clásica. Algunos edificios del clacisismo griego llevaban detalles pintados, pero la arquitectura clásica posterior se ha decolorado: ni los arquitectos del Imperio Romano, ni los arquitectos renacentistas que se inspiraron en ellos usaron el color de manera significativa en exteriores, incluyéndolo en la composición propiamente arquitectónica.

En cambio, fue un indispensable acompañamiento de la arquitectura medieval. Por ello mismo, y como reacción, la arquitectura posterior acudió en menor medida al color. En el siglo XIX hubo intentos de introducir una mayor presencia, pero con escaso éxito.

Sin embargo el color es importante en las decoraciones interiores, y en los objetos de menor escala.

 

8. Color (?)

8. 1. Medieval colour
8. 2. Medieval mural decoration
8. 3. Colourless Classicism
8. 4. Colourful Classic interiors
 
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