Don Francisco, don Francisco,
Francisco Martín Moreno,
En la historia que contáis,
¡Qué de capítulos buenos!
Otros, a juicio de muchos,
Parecen un poco lentos,
Que falta de novedades
Desazona a novelero.
No a mí, a quien place en las cosas
El sosegado progreso,
Y, al que dicen dinamismo,
Repugno, y al atropello,
Quédese el gusto del susto
Para aturdidos mancebos;
Para clientes de cine
El de los golpes de efecto;
Y el preguntar: «¿Y qué más?»,
Para los niños pequeños,
A quienes madre o niñera,
Entretienen con un cuento.
Pero no es un cuento, no,
Ese gran relato vuestro
Monótono, como siempre
La historia a punto de eterno.
Una sobriedad austera
Vuelve ese relato intenso,
El desenlace previsto
Da interés al argumento.
«He aquí detalles exactos»
Dijo Beyle ante San Pedro:
La exactitud sin detalles
Aun se dirá de más precio ...
Tanto, que llegado el día
Por que rogamos al cielo,
De los lectores sin cuenta
Que hoy os beben el aliento,
Príncipe de narradores,
Francisco Martín Moreno,
Al dar al relato, fin,
Merecéis un monumento.