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A Pamplona me voy, madre,
Madre, me voy a Pamplona,
Que ya me pesan los mimos,
La lechecita y las drogas.
Bueno tu cuido me fué
Y el comer la sopa boba
A mi volver, hecho migas
De desmigar gente roja.
Pero, ya hay hambre(2) otra vez
Y hoy abre mi gana loba
Bostezos de palmo y cuarta,
Entre la nuez y la boina.
¿Oyes cómo el autobús
De la Roncalesa ronca?
No ronca, sin(3) que mis tripas
Con ronquidos le(4) respondan.
Mañana, de mañanita,
Saltaré a su plataforma,
Y, dale, dale, a ciudad,
Con billete de ida sola.
Calle de Comedias, calle,
Acierta(5) quien tal te nombra.
Unos allí son boteros
Y, otros, se ponen las botas.
En la calle, hay un mesón,
Y, en el mesón, las Pocholas,
Que dan un plato de magras,
Por nueve pares de gordas.
Nueve hermanas dicen ser;
Y, a mí, con dos no me sobra:
Una, para la comida,
Y, para la cena, otra;
Con tal de que una tercera
En la cocina se esconda,
Por dar al guiso ese gusto,
Que te pasea(6) la boca.
Magras pediré y chorizo;
Tras de morapio, Rioja;
Y, tras del postre, café;
Y, tras del café, langosta.
Si lo dejo, será que
Habrá sonado la hora
De ir por aquella fabada
Que cuecen en Covadonga. |
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