De: [UNAV-GEP] 54 (MARZO 2005) / Noticias del GEP



Estimados colegas,

Felices Pascuas! Como regalo de pascua acabamos de recibir la notificacion del Gobierno de Navarra que renueva la subvencion de 14.907 euros para desarrollar durante el ano 2005 el proyecto de investigacion en marcha sobre "La recepcion del pragmatismo en el mundo hispanico".

Dedicamos integramente este boletin a dar noticia de la instalacion en la web de la primera tesis doctoral sobre Peirce defendida en el mundo hispanico: se trata de la tesis de Wenceslao Castanares presentada en 1985 en la Universidad Autonoma de Madrid. Agradecemos al prof. Castanares el texto de presentacion de aquel trabajo que ha escrito especialmente para nuestra web.

Un cordial saludo,

Izaskun Martinez
webmastergep@unav.es





1. NUEVA TESIS ON-LINE: "El signo: problemas semioticos y filosoficos" (1985)

Acabamos de instalar en la seccion de tesis doctorales de la web de nuestro Grupo la primera tesis que fue defendida en Espana sobre Charles S. Peirce: se trata de la tesis doctoral titulada "El signo: problemas semioticos y filosoficos" que presento hace veinte anos el prof. Wenceslao Castanares en la Universidad Autonoma de Madrid. La tesis esta accesible en la direccion http://www.unav.es/gep/TesisDoctorales/TesisWCastanares.pdf

Para introducir al lector el prof. Castanares ha preparado un texto relativamente amplio en el que da cuenta de su valoracion actual de aquel trabajo, que fue verdaderamente un hito en la bibliografia espanola sobre Peirce. Reproducimos en este boletin un extracto amplio de ese texto titulado "Veinte anos despues: Advertencia al lector", que esta accesible en http://www.unav.es/gep/RevisionCastanares.html

"Hace ya algun tiempo mis amigos del Grupo de Estudios Peirceanos me propusieron poner en la red mi tesis doctoral. En un principio no me parecio una buena idea. Creia tener dos buenas razones para no hacerlo. La primera tiene que ver con el proposito -que sigue en proyecto- de revisar y publicar lo que aun me parece lo mas valioso (aunque solo sea porque no se ha investigado lo suficiente sobre ello), los dos primeros capitulos, que, como podra ver el lector, estan dedicados a hacer un poco de historia. La segunda razon es que en la tesis digo cosas que hoy no diria, pero sobre las que tampoco deseo volver para rectificar o matizar. Esa tarea es demasiado ardua y hay otras cosas mas inmediatas por hacer. Sin embargo Jaime Nubiola -al que tanto debemos los que nos hemos interesado por la obra de C. S. Peirce en el mundo hispanico- no se dio por vencido y me sugirio la posibilidad de escribir un prologo en el que podia hacer una autocritica de mi trabajo. Este argumento y, sobre todo, la deuda intelectual y afectiva que tengo contraida con el terminaron por vencer mi resistencia. Para acabar de justificar mi cambio de opinion he encontrado otro argumento: estan a punto de cumplirse los veinte de anos de su conclusion. Por razones de "politica" universitaria (de las que no quiero acordarme), la tesis no seria defendida hasta el 12 de diciembre, pero lo cierto es que estaba concluida a principios de la primavera de 1985. Heme, pues, aqui presentando al lector un trabajo que fue concebido y realizado en un momento muy diferente del actual.

Lo que mas recuerdo de los momentos en que concebi el proyecto era la confusion en que parecia estar sumida la semiotica una vez desaparecida la euforia inicial con la que irrumpio en los ambientes intelectuales, especialmente franceses. Esta confusion tenia tambien un importante componente personal (a lo peor era mas subjetivo que objetivo). De ahi que el proposito fundamental de la investigacion fuera tratar de clarificar el panorama tal como yo lo contemplaba a finales de los anos setenta. Esta confusion tenia para mi varias fuentes. Una de ellas era el intento de justificar historicamente la propuesta de "semiologia" que habia formulado Ferdinand de Saussure a principios de siglo. Esta justificacion no pasaba, las mas de las veces, de constatar la coincidencia terminologica entre el "significante" y el "significado" saussureano con el "semainon" y el "semainomenon" estoico. Establecer un vinculo entre el autor frances y los griegos basandose en prueba tan endeble ponia de manifiesto una ignorancia casi total de la (pre)historia de la semiotica. Un segundo motivo de confusion venia de una provocativa propuesta post-estructuralista que se convirtio en una especie de eslogan: la semiotica ya no era una teoria del signo. Esta propuesta venia a ser el resultado de una critica que era tanto mas escandalosa cuanto que habian sido estructuralistas los que habian sostenido que la teoria saussureana del signo constituia uno de los pilares de la linguistica y la semiotica modernas. Desde mi punto de vista la urgente depuracion de las aguas de esas dos fuentes solo podia hacerse desde el filtro de la historia. Confiaba ademas en que el conocimiento de esa historia ayudara a la semiotica a definirse a si misma en el momento de crisis provocada por el inevitable crecimiento que tiene lugar en la adolescencia.

Estos presupuestos justificaban la estructura de mi investigacion. La exposicion de las teorias de Peirce y Saussure (cap. 2) constituian una especie de nucleo central que, hacia atras, nos remitian a una historia "ocultada" y, hacia delante, a un futuro bastante incierto. Tal como aparecian en las lecturas que habia hecho, aisladas del pasado, las teorias de estos "padres fundadores" surgian como por generacion espontanea. Igualmente resultaba poco convincente el recurso a la genialidad de nuestros autores. Demasiada originalidad y demasiada coincidencia. Habia que rastrear las huellas que hicieran posible la reconstruccion de las fuentes historicas. Una vez encontradas esas raices que podian hacer mas comprensibles sus teorias, esperaba llegar a tener algunas claves que me ayudaran a poner orden en el presente y otear los caminos por los que se podria caminar en el futuro. Y con el entusiasmo que caracteriza a los novicios me puse manos a la obra. Pero como alguien mas realista habria supuesto, la empresa era demasiado ardua, y el resultado, siendo benevolente y utilizando un eufemismo, solo cabe considerarlo de "desigual": algunas de las cosas pueden seguir teniendo algun valor y otras mas vale olvidarlas.

Creo que entre las cosas que siguen teniendo valor estan esas calas realizadas en ciertos lugares estrategicos de la historia a la busqueda de las teorias sobre la significacion. Como decia al principio, mi proposito es corregir la exposicion que el lector tiene ahora a su disposicion, y ampliarla para darle mayor consistencia. La revision y sintesis a la que me vi obligado hace unos años me ratifico en esta opinion. Espero que una version mucho mas amplia pueda ver la luz en un plazo razonable de tiempo. Del mismo modo, el analisis de las teorias de Saussure y Peirce quiza mereciera alguna revision y, probablemente, una ampliacion, pero me sigue pareciendo correcto. El conocimiento profundo de estos autores configuro, en no pocos aspectos, mi biografia intelectual. Esto es especialmente evidente en el caso de Peirce: no hay mas que echar una mirada a mis publicaciones de los años ochenta y primeros noventa. Ese temor a comprometerme demasiado con el autor americano que el lector podra apreciar en algunos pasajes de mi tesis, termino desapareciendo y no me produce rubor alguno confesar que soy hoy mas peirceano que cuando defendi este trabajo.

(...)

Los confines de la semiotica son hoy mucho mas extensos de lo que eran hace veinte anos. Esta extension se debe tanto a la ampliacion del conocimiento de cuestiones que ya entonces suscitaban su interes como de la preocupacion que otras disciplinas han ido mostrando por los procesos de semiosis. Pero como el lector puede conjeturar a partir de lo que digo al comienzo del apartado 4.3, el panorama era ya bastante complejo y los especialistas en semiotica tenian bastantes problemas para definirlo. Lo que se dice, pues, en ese capitulo debe entenderse desde la perspectiva de que quien lo dice es un doctorando con formacion filosofica, dirigido por un catedratico de logica y filosofia del lenguaje en una facultad de Filosofia. No se pretendia ser exhaustivo en la cuestion de la definicion de un campo describiendo las relaciones que mantenia con los que le rodeaban; se trataba unicamente de clarificar las relaciones entre semiotica y filosofia. No obstante, lo que se dice es indicativo de la definicion de mi posicion en una cuestion disputada. El mismo planteamiento del problema indica ya una clara influencia peirceana frente a otras orientaciones semioticas (como la que defendian Greimas y sus muchos seguidores) que pretendian desvincularse de cualquier discusion filosofica. Creo que el tiempo ha demostrado que tal pretension era ilusoria. De todos modos, una revision de lo que digo deberia matizar, por ejemplo, las relaciones entre semiotica y logica. No deberia darse la impresion de que la unica forma de entender la semiotica es como "la otra cara de la logica". La forma en que se ha desarrollado la semiotica y la preocupacion por los fenomenos semiosicos desde muy diversas disciplinas es la mejor prueba de que no debe ser asi. Hoy explotaria mas la cuestion, apenas planteada, del sujeto y la semiosis. El planteamiento peirceano es muy sugerente pero deberia desarrollarse. De todos modos es este un problema que requiere un tratamiento mas extenso del que en ese contexto podria darsele.

(...)

No aparece en ningun lugar de la tesis algo que entonces no era muy corriente y hoy se me antoja ineludible: mi agradecimiento a las personas que me ayudaron de forma decisiva a que llegara a buen fin. Dado que la tesis fue un trabajo que tuve que realizar paralelamente al desempeño de mi labor docente, bastante de mi tiempo tuve que sustraerlo del que tenia que dedicar a mi familia. No seria la ultima vez. A mi esposa y companera de este y tantos otros viajes, Carmen Carramolino, tengo que agradecerle, ademas, su ayuda en la escritura de un texto en una epoca en la que aun no se habian generalizado la tecnologia informatica y los procesadores de texto. Al director de la tesis, el profesor Jose Hierro Sanchez-Pescador tengo que agradecerle su dedicacion en un momento dramatico de su vida, tan dificil que estuvo al borde de la muerte. He contraido con el una deuda impagable. Que conociera al profesor Hierro se lo debo al profesor Emilio Lledo, que fue quien me oriento en los primeros momentos, hasta que sus obligaciones academicas hicieron dificil el seguimiento de la tesis. El profesor Lledo conoceria el resultado final ya que estuvo en el tribunal que la juzgo. Estuvieron tambien en ese tribunal otros ilustres profesores: Ignacio Bosque, Juan Jose Acero, Eduardo Bustos y Jaime Sarabia. Todos ellos me hicieron indicaciones muy valiosas. Que la tesis pudiera ser defendida se debio tambien a los buenos oficios del profesor Jose Luis Pinillos. El que me interesara por los problemas que se abordan en la tesis se debe en parte a otro eminente profesor, Luis Cencillo, al que disfrute durante los cursos de doctorado y que fue tambien el director de mi memoria de licenciatura. A todos ellos mi mas sincero agradecimiento".



"No llamo ciencia a los estudios solitarios de un hombre aislado. Solo cuando un grupo de hombres, mas o menos en intercomunicacion, se ayudan y se estimulan unos a otros al comprender un conjunto particular de estudios como ningun extrano podria comprenderlos, [solo entonces] llamo a su vida ciencia". C. S. Peirce, "The Nature of Science", MS 1334, Adirondack Summer School Lectures, 1905.

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