De: [UNAV-GEP] 350 (ABRIL 2020) / Noticias del GEP


Estimados colegas,

Dedicamos este boletín íntegramente a dar noticia de un informe que el prof. Fernando Zalamea, colaborador del Grupo de Estudios Peirceanos, ha preparado a petición del Ministerio de Ciencia de Colombia sobre la terrible pandemia que estamos sufriendo actualmente.

Enviamos nuestros mejores deseos a todos con un fuerte abrazo,

Jaime Nubiola, Sara Barrena, Izaskun Martínez 


1. APROXIMACIÓN PEIRCEANA A LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS

A finales del mes de marzo el Ministerio de Ciencia de Colombia solicitó del profesor Fernando Zalamea (Universidad Nacional de Colombia) su parecer sobre la pandemia. Reproducimos aquí el breve, pero sustancioso, informe que redactó el profesor Zalamea y muestra de manera práctica cómo el pensamiento de Charles S. Peirce ayuda a pensar situaciones tan dramáticas como la presente. He aquí el informe.

Breve texto sobre la pandemia desde una perspectiva triádica peirceana.

Fernando Zalamea

Universidad Nacional de Colombia

En la arquitectónica del saber según Charles Sanders Peirce (USA, 1839-1914), tres categorías universales gobiernan los fenómenos: primeridad (lo que es en tanto tal, predicado monádico), segundidad (lo que es en tanto se correlaciona con otro, relación binaria) y terceridad (lo que es en tanto sirve de mediación en una polaridad, relación ternaria). Un caso particular de estas categorías se refiere a la sintaxis (lenguaje), la semántica (modelos) y la pragmática (transferencias).

En el caso actual de la pandemia que vive el mundo (abril 2020), sobresalen algunos aspectos centrales desde un punto de vista filosófico, metodológico y matemático. Ante todo, resalta (A) la universalidad del fenómeno: rompe con cualquier tipo de distinción nacional y con cualquier tipo de estratificación social. A todos afecta y todos la sufren. Por supuesto, los más vulnerables (económica o físicamente) la sufrirán más, pero la pandemia cubre un espectro social muy amplio. Es plenamente tercera en el sentido de Peirce y media entre todos los seres humanos.

Esto conlleva unas directrices éticas básicas, que ojalá sirvan en el futuro para construir sociedades más equilibradas, allende el capitalismo salvaje (primeridad exacerbada) que ha venido destruyendo el mundo en las últimas décadas. No es ningún azar que los populistas tipo Trump, Bolsonaro o Johnson hayan querido reducir la importancia del fenómeno.

La primera directriz es la importancia de luchar contra el egoísmo: la terceridad y la universalidad conllevan un darse a los demás, un pensar allende singularidades aisladas (primeridad). Es fascinante observar cómo el "yo", un "en-sí" de muchas maneras repugnante, desaparece a favor del "en-múltiple", de las redes de apoyo entre los individuos.

La segunda directriz, correlacionada estrechamente con la primera, es la importancia de ser solidarios: cuidarnos a nosotros mismos es cuidar de los demás, y viceversa (de ahí el valor de los confinamientos). Dentro de esa línea solidaria, es hermoso ver cómo, en tiempos de dolor y de crisis, las comunidades se ayudan entre sí para superar duras condiciones de subsistencia.

Luego, sobresale (B) la integralidad sintética del fenómeno. Allende la arbitrariedad de las informaciones y los abusos del lenguaje (caso paradigmático, USA), la única solución posible parece ser una actuación colectiva correlativa (pragmática), donde todas las partes, desde los individuos hasta las instituciones, trabajen mancomunadamente hacia un fin bien definido. Acá se observa la importancia de actuaciones coherentes a nivel de mandatorios locales, como el Gobernador Cuomo en New York, o como la alcadesa López en Bogotá. En esos casos, las directrices están bien estructuradas (terceridad, a favor de todos), aunque muchos individuos indisciplinados (primeridad) rompan el patrón trazado. Los centenares de miles de muertos que se avecinan en USA serán el trágico ejemplo de una actuación profundamente insolidaria. Al opuesto, el cuidado colectivo conseguido en Taiwan debería ser tomado como modelo a seguir.

Como se ve, un uso elemental de las categorías peirceanas nos lleva a pensar en el bien común, muy por encima del bien individual. Es una cuestión de supervivencia. Ojalá las tragedias que produzca la pandemia sirvan a las nuevas generaciones para orientar mejor el futuro, un porvenir que debe pasar ante todo por el aprecio múltiple de los demás, para solo llegar luego al bienestar de los individuos. 

Hasta aquí el informe del profesor Fernando Zalamea (fernandozalamea@gmail.com) que tan luminoso resulta. Va para él nuestro más cálido agradecimiento.

 




"No llamo ciencia a los estudios solitarios de un hombre aislado. Sólo cuando un grupo de hombres, más o menos en intercomunicación, se ayudan y estimulan unos a otros al comprender un conjunto particular de estudios como ningún extraño podría comprenderlos, [sólo entonces] llamo a su vida ciencia". C. S. Peirce, "The Nature of Science", MS 1334, Adirondack Summer School Lectures, 1905.

La lista de distribución [UNAV-GEP] es un servicio del Grupo de Estudios Peirceanos, Universidad de Navarra, Pamplona, Spain: http://www.unav.es/gep/ Los números anteriores están almacenados en http://www.unav.es/gep/BoletinGEP.html Si desea cancelar la suscripción envie un mensaje webmastergep@unav.es con el texto "Cancelar suscripción".




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