Cómo dirigir Trabajos de Fin de Grado, Tesis de Máster y Tesis Doctorales

En la actualidad son relativamente abundantes las páginas web y los libros dedicados a instruir a quienes se inician en la vida académica en cómo escribir un trabajo de investigación en sus diferentes niveles. Sin embargo, son escasísimos los recursos disponibles en español para orientar a quienes comienzan a dirigir este tipo de trabajos.



Johannes Vermeer, La encajera, c. 1669-71
[Fuente: Wikipedia]

Para intentar paliar esa carencia los profesores Raquel Sastre (Universidad de Buenos Aires) y Jaime Nubiola (Universidad de Navarra) queremos reunir en esta publicación aquellos recursos que nos parezcan de mayor utilidad.

En primer lugar, incluimos en traducción de Raquel Sastre el excelente Apéndice II "Algunos consejos para directores" (Some Advice for Advisors) que incluye la escritora Joan Bolker como Apéndice II de su libro Writing your Dissertation in Fifteen Minutes a Day. A Guide to Starting, Revising, and Finishing Your Doctoral Dissertation (Holt, New York, 1998, pp. 159-170). En la traducción adaptamos libremente algunos términos académicos norteamericanos por su equivalente en español (advisor = director, advisee = tesista) y usamos el masculino como genérico por ser al menos todavía el más común en el entorno académico hispano. Quienes deseen leer el texto en inglés pueden pinchar aquí.



Índice

1. Algunos consejos para directores

2. El rol del director

3. Retroalimentación y propiedad

4. Conclusión


Algunos consejos para directores

PARA EL ESCRITOR: Este capítulo es para su director de tesis. Algunos amigos, que han dirigido muchas tesis, me sugirieron que incluir este capítulo era una de las cosas más útiles que podría hacer por usted. Invite a su director a leer el resto de este libro, así ambos lo pueden usar como un punto de partida para futuras conversaciones acerca de la mejor forma de trabajar juntos.



El rol del director

 

Ser un director de tesis es algo parecido a ser un padre o una madre, una de las tareas más duras (y a veces la más ingrata). Se requiere el conocimiento de su disciplina, de política, de las personas; paciencia, cumplir con los tiempos, capacidad para recibir gratificaciones tardías y humildad. A usted se le requerirá invertir profundamente —pero no demasiado profundo— en un proyecto que no le pertenece, por el que usted no recibirá ningún crédito.

Hacer este trabajo es una labor de amor, que envuelve lo que Erik Erikson llama "generativity" (generatividad), la capacidad de nutrir a la siguiente generación. Y esto ni siquiera le dará estabilidad en el trabajo (tenure). (De hecho, si usted hace esto para muchas personas, a costa de su propio progreso académico, esto le costará incluso su puesto de trabajo. Mi propio director de tesis fue un caso en este punto).

La parte más importante de este trabajo es su posición. Ser un trapecista es fácil comparado con la delicada tarea que usted tiene que hacer. Lo que usted tiene que hacer bien —usted tendrá muchas oportunidades para negociar esto (y caerse del trapecio)—  es su proximidad a —y su distancia de— el proyecto de su tesista; usted necesita estar lo suficientemente cerca para poder entrar en los detalles, pero lo suficientemente lejos para dejar claro que el proyecto es del estudiante y no suyo.


John Singer Sargent, El maestro y sus alumnos, 1914
[Fuente: Museum of Fine Arts, Boston]

 

El mantra apropiado para acercarse a su tesista es: "Recuerda a quien pertenece esta obra". Si usted mantiene siempre clara la propiedad, muchas otras cosas estarán en su lugar. Por ejemplo, usted tiene una pesada responsabilidad como lector de la tesis, pero ninguna como escritor. Usted puede ayudar o dificultar el proceso, pero no puede hacer que este ocurra. Sus repuestas a la tesis deben siempre ser como las que provienen de una audiencia respetuosa e interesada. Su trabajo es aconsejar, leer, apoyar y tal vez regañar, pero no es su responsabilidad que el trabajo se concluya o no. Eso es una elección de su estudiante.


Lawrence Alma-Tadema,
El año en primavera, todo anda bien en el mundo, 1902
[Fuente: Reprodart]

A veces usted puede elegir a su tesista, pero es más frecuente que el estudiante se le aproxime y le pida dirigir su tesis. Si usted no piensa que puede llegar a gustarle y respetar a la persona que se lo pide, no la tome como tesista. Años atrás una potencial directora mía me advirtió que ella tenía un pobre historial dirigiendo mujeres; busqué en otra parte y siempre me he sentido agradecida a ella por su advertencia. Si usted sabe que no es un buen maestro para determinado tipo de estudiantes —que usted tiene problemas, por ejemplo, con los que son muy parecidos a usted o con aquellos que no son compulsivos en su trabajo, o con aquellos que son menos o más independientes de lo que usted se siente confortable— o si usted advierte que no puede ayudar mucho en determinados temas de tesis, por lo menos sea honesto en esa cuestión desde el principio. En el mejor de los casos, podría ser capaz de sugerirle algún otro que podría ser una mejor opción para el estudiante.

Entonces usted tiene un tesista con el que se siente bien compatible, usted ha descubierto que no se trata de su tesis y se ha jurado no ser inducido involuntariamente a escribirla ¿Cuál es su rol ahora? Usted tiene varios roles posibles. El más importante es el de acompañar en un proceso que recordará que fue para usted mismo bastante solitario; ser firme, empático y una presencia reafirmante, alentadora y optimista, y disponible para atender peticiones razonables. Usted es también un entrenador (coach), amable pero firme, negociando plazos razonables, empujando y tirando del estudiante hacia ellos. Usted ayudará al estudiante a definir el tema de la tesis, sugerir los mejores caminos a seguir o ignorar, hablar con su estudiante sobre lo que constituye una tesis aceptable, y tal vez proporcionar al estudiante ejemplos de tesis factibles. (Muchos escritores que comienzan su tesis, nunca miraron los trabajos de otros en su campo; tener algunas pocas a mano para sugerirlas como ejemplo —no los más brillantes que usted haya recibido jamás— ayudará a sus tesistas a imaginarse su propia tesis.)

Usted deberá estar disponible para consultas en los momentos más difíciles, escuchando atentamente, señalando al tesista lo que él misma dijo que podía ayudarle. ("Tú me dijiste la semana pasada que habías pensado que esta parte del capítulo 2 no pertenecía al lugar en el que estaba. ¿No piensas que esto podría proporcionarte el puente que estás buscando aquí?"). Usted estará dispuesto a discutir los grandes y los pequeños detalles del proceso de escritura. (“¿Cuánta revisión realmente quieres que hagamos en esta primera fase? Tal vez tú deberías guardar esto para cuando tengas más claro qué secciones vas a mantener y cuáles vas a descartar”. O “Piensa la forma que tú has usado la voz pasiva y las comas"). Y en el momento apropiado usted será un primer lector y así un crítico útil. Esto comienza a sonar como la descripción de un trabajo imposible. De algún modo lo es, y usted puede estar seguro de que ninguna de sus buenas obras quedará impune.



Retroalimentación y propiedad

Aquí hay unos pocos métodos y algunos principios generales para pensar sobre cómo ofrecer retroalimentación a los escritos de sus estudiantes. A veces, es de gran ayuda recordar cómo era cuando usted estaba escribiendo su propia tesis —cómo se sentía, qué salió mal, qué salió bien— teniendo en cuenta, por supuesto, que diferentes personas tienen diferentes estilos para aprender, para investigar y para escribir. Puede resultar más simple trabajar con estudiantes que trabajan de modo similar a usted, pero usted estará menos inclinado a confundir con usted a aquellos que son diferentes o a pensar que siempre sabe cómo se sienten. Su campo de estudios probablemente ha cambiado desde que usted escribió su tesis, y los estilos de escritura académica y las relaciones estudiante-profesor también lo han hecho. En Writing without Teachers ("Escribiendo sin profesores"), Peter Elbow describe algunas formas de afrontar la retroalimentación que seguramente ayudarán tanto a usted como a su tesista.

Aun cuando usted no sea ni un familiar de su tesista ni su terapeuta, hay buenas probabilidades de que en algún punto a lo largo del proceso de la tesis, usted será el indeseado receptor de lo que los psicólogos llaman "transferencia negativa". Es decir, usted será visto por el estudiante como un enorme lobo malo o una bruja malvada, y será el objeto de su, a veces, potente enojo. El mejor consejo que le puedo ofrecer para tal ocasión es recordar que se trata de un estadio del desarrollo de un escritor. No entre ahí con él, a no ser que realmente no le queden opciones (por ejemplo, él está hablando mal de usted por toda la ciudad). Trabaje muy duro y no lo tome como cosa personal, porque probablemente esto no tiene nada que ver con usted y tiene todo que ver con su rol y con la historia personal del tesista. Si usted puede permanecer imperturbable, es muy probable que su estudiante se calme.


Diego Velázquez, La fábula de Aracne (Las hilanderas), c. 1657
[Fuente: Wikipedia]

Hay momentos, por supuesto, en los que un tesista está justificadamente enojado con usted: usted le ha fallado en comunicarle un plazo de vencimiento importante, o no le ha avisado de que usted estará fuera del país en un momento crucial de su proyecto, o usted le ha dado consejos que no solo no fueron útiles sino que fueron desmoralizantes. En esos momentos usted debe escuchar, aceptar la culpa y pedir disculpas. Es sorprendente escuchar lo que los estudiantes imaginan cuando sus directores no están disponibles, no les responden a los mensajes o se toman períodos de tiempo extraordinariamente largos para comentar sus escritos.  Las respuestas más comunes por parte de los estudiantes son del tipo: "Ella probablemente piensa que soy estúpido" u "Odia mi trabajo" o "Puedo sentir su desagrado cuando ella atiende el teléfono y percibe que soy yo". Puede ser difícil entender esas respuestas cuando provienen de personas brillantes que hacen un buen trabajo. Los escritores de tesis tienden a incorporar los pecados de los directores como propios, como en esta declaración solo ligeramente caricaturizada: "Probablemente no me ha llamado en estos dos meses desde que yo le envié mi último capítulo porque empezó a leerlo y se disgustó tanto que no pudo continuar y no quiere decirme lo horrible que es mi trabajo". El principio fundamental al tratar los plazos con los estudiantes en medio de su proceso de tesis es asumir la paranoia.


Georges de La Tour, La educación de la Virgen, c. 1650
[Fuente: Wikipedia]

La mejor tesis que su tesista puede escribir provendrá de su sentimiento de que él es el dueño de su propio trabajo. La propiedad (ownership) es una fuerza central en el proceso de aprender a escribir. El tipo de escritura que uno hace cuando crea su tesis es una importante posesión personal, pero una que es fácil de perder o de que se la lleven. Si un escritor de tesis tiende a sentirse humillado o estúpido, incluso si el desaire no es intencional, será fácil para él sentir como si él no fuera en adelante el dueño de sus propias palabras. Para que su tesista pueda experimentar esto, pueda probar y cambiar su escritura, deberá permanecer atado al texto. Digo esto a pesar del hecho de que durante muchos años creí que el siguiente paso importante, para mí propia escritura y para la de mis estudiantes era "mantener distancia del texto", esto es, negar su propiedad. Me he dado cuenta de que esa distancia es un mito que minimiza u oculta la relación entre los escritores y su escritura. No es difícil observar nuestra propia escritura a la distancia, pero es duro traerla de nuevo al centro de atención, para tomar posesión de ella una vez más y comprometerse con ella con energía.

¿Cómo alentar el sentimiento de propiedad en su tesista? Lo más importante es saber y creer que la escritura pertenece al estudiante, y actuar bajo este supuesto. ¿Cómo pueden sus actos corroborar esta creencia? Usted debe escuchar atentamente lo que le dicen. Debe asumir que su estudiante está comprometido con lo que dice. Debe preguntarle lo que intentaba o quería decir en un pasaje que encontró oscuro, y no intentar adivinar. Debería ser cuidadoso con sus evaluaciones y juicios de valor. No debería escribir por todos lados de su texto, sino ser propiamente respetuoso con él. Y —esto es absolutamente esencial— usted no debe escribir en el borrador de la tesis nada de lo que usted no se sintiera a gusto de decir a la cara.

Dado todo esto ¿cómo debemos manejar la retroalimentación y nuestro rol de directores?

  • No se meta en un esquema de guerra con su tesista, con usted "atacando" y él "defendiendo" su tesis. No lo deje descolgado dándole la oportunidad de negar sus propios sentimientos negativos sobre su trabajo. Su trabajo es ser una buena compañía y el mejor abogado en ese proyecto; está en la misma esquina que su escritor (pero más sano).
  • No se deje seducir para convertirse en un sádico, cuando el estudiante dice, después de entregarle su primer borrador, "Quiero que usted me diga todo lo que usted ve en él, incluidos todos los errores". Realmente muy pocos estudiantes quieren tanta retroalimentación, a pesar de que muchos piensan o dicen que la quieren.

  • Esta es la primera gran obra del estudiante, y parte de su trabajo es aprender cómo solicitar y utilizar la retroalimentación, así como aprender a juzgar su propio trabajo. No piense que usted tiene que hacer todo el trabajo para él. Dele ambos: retroalimentación y espacio.


Edvard Munch, El grito, 1893
[Fuente: Wikiwand]



Lawrence Alma-Tadema, Comparaciones, 1892
[Fuente: Wikiart]
  • Deje bien claro cómo y cuándo el estudiante puede encontrarlo: diga  a sus tesistas su horario para consultas, en qué lugares, en qué días y en cuáles no está disponible. Usted no está de guardia veinticuatro horas al día, usted no debe ser molestado durante el descanso del fin de semana, y usted no tiene que hacer llamadas desde su casa (a pesar de que he conocido magníficos directores de tesis que lo hacen). Pero usted tiene que responder a las llamadas dentro de unos pocos días, así como avisar sobre su indisponibilidad (en enero, por ejemplo, usted puede decir a sus estudiantes, "Si no terminaste en otoño, tienes que saber que estaré de año sabático en Turquía el próximo semestre y leeré las cosas que me envías, pero la correspondencia es muy lenta y las líneas de teléfono son terribles". O "El plazo final de entrega para la graduación en junio es el 1 de abril". Yo me iré por unas semanas en mitad de marzo, por tanto cuenta con esto en tu agenda de trabajo". Usted debe consultar  regularmente los mensajes de teléfono y de correo electrónico, o dar a su tesista otra forma más fiable para contactarle.


Debe utilizar sus contactos profesionales para presentar su tesista a sus colegas en cualquier lugar donde pueda ser útil. Tendrá que escribir cartas de referencia en el momento oportuno, de modo que no pierdan una posición porque su dossier no esté completo. Deberá decir honestamente si usted piensa que no puede escribir una potente carta de recomendación, de modo que pueda buscar apoyos en otro lugar.


Conclusión


En resumen, ser un director de tesis es como ser algo así como guía comprometido: padre, entrenador, terapeuta o maestro. Uno tiene que aguantar la duración del proceso, ser una presencia confiable, cuyos propias necesidades de cuidado sean atendidas en otro sitio, y soportar una cierta cantidad de patadas en las espinillas. Tengo un embarazoso recuerdo de una conversación con mi directora en la primavera en que estaba terminando mi tesis. Ella justo me había dicho, en el segundo o tercer borrador de mi proyecto completo, que necesitaba más trabajo y yo me quedé afuera con ella en la Appian Way en Cambridge, gritando: "¿Tú no estarás nunca satisfecha?". Es muy complicado ser al mismo tiempo la nodriza y quien insiste en que hay estándares para alcanzar, algo que, por supuesto, los buenos padres hacen también. Es esencial recordar cuánto poder tiene usted en la vida de sus estudiantes, no abusar de él y pensar arduamente sobre la mejor manera de usarlo para el bien del estudiante. Cuando el trabajo de director de tesis va bien, este puede ser inmensamente gratificante; el orgullo que se siente cuando sus "niños" se gradúen le recordará no solo que su trabajo duro valió la pena, sino también cuán privilegiado usted ha sido al estar al frente de su crecimiento y aprendizaje.

 



Giorgio Vasari, Penélope al telar con sus tejedoras, c.1562
[Fuente: e-venise]

* Traducción de Raquel Sastre del Apéndice II "Algunos consejos para directores" (Some Advice for Advisors) de la escritora Joan Bolker en su libro Writing your Dissertation in Fifteen Minutes a Day. A Guide to Starting, Revising, and Finishing Your Doctoral Dissertation (Holt, New York, 1998, pp. 159-170).

*Agradecemos a la bibliotecaria Jacin Luna su ayuda para la selección de las ilustraciones de esta página.


Fecha de la página: 31 de julio 2018
Última actualización: 1 de octubre 2018