Books and Links

Hoy cualquier alumno tiene a su alcance medios magníficos para aprender: El principal problema es que son demasiados. En los últimos años Internet ha transformado este capítulo ofreciendo oportunidades insospechadas. Pero no se puede olvidar lo tradicional: los libros. Nuestra civilización occidental es una cultura de papel.

Un universitario debe leer. También un estudiante de arquitectura. Todavía son imprescindibles los libros. Y sobre todo son muy aconsejables. Aumentarás las rugosidades de tu cerebro con páginas de papel.

Leer no es una obligación onerosa, sino un placer, que quizá no has descubierto del todo; y más en un tema como éste. Tienes la fortuna de verte obligado a estudiar historia de la arquitectura (pero no leas solo sobre historia de la arquitectura). Relájate y ponte cómodo: la lectura individual, en una actitud cómoda, en un entorno tranquilo, es el procedimiento adecuado para adquirir los conocimientos básicos.

Conviene ser prácticos. Debes descansar; procúrate una buena cama. Si procuras que la cama tenga una buena cabecera, solo queda conseguir un buen libro de cabecera (bed book). Si siempre tienes a mano un buen libro, leerás muchos libros buenos. La fórmula no es mía: "Lee con mucha frecuencia, y aprende todo lo que puedas. Que el sueño te pille con el libro en la mano, y, cuando cabecees, que tu cabeza caiga sobre el libro excelso." Hieronymus (San Jerónimo: 349-c. 419), Epistola XXII, 17, ad Eustochium. Hieronymus leía con la débil luz de un candil de aceite, peligroso, maloliente y caro (entonces se decía que un sabio olía a aceite, y no a vino).

Además debes meter en tu cabeza un esquema histórico, cronológico. Hay que componer un bastidor, en el que a lo largo de tu vida, colgarás cosas, como en un perchero o en una estantería: y lo aumentarás por un lado y otro, según te parezca. Estos bastidores no se compran hechos. Es bricolaje intelectual: lo has de construir tú, en tu cabeza, con los datos que te intereses, y las secuencias históricas que te gusten; es tu orden personal, que a otros no servirá. Para componer ese bastidor hay que clavar en tu cabeza algunos clavos gordos: algunas fechas, algunos nombres, algunos lugares.

Esto siempre duele un poco. El estudiante debe estudiar un manual por su cuenta. Aconsejamos uno muy bueno; y deberás memorizar una especie de resumen de ese manual. En el manual encontrarás una bibliografía actualizada, que el autor -que cobra por ello- tiene la obligación de componer; y - labor ardua- de mantener al día.

Además, un estudiante debería animarse a iniciar una pequeña biblioteca. Esta página demuestra la importancia que han tenido las publicaciones sobre arquitectura a lo largo de la historia: son imprescindibles en la labor de un arquitecto.

Gastar en libros es un modo excelente de emplear el dinero. Para ello, hay que saber comprar libros. Hoy es muy fácil.

Además, un universitario debe saber informarse, hallar datos suplementarios sobre lo que desee. La Web ofrece una oportunidad maravillosa. Pero es volátil: aumenta y cambia constantemente: un tablón de anuncios universal.

Todas las páginas de este sitio web llevan una banda inferior con los sitios que creo más interesantes (y que yo empleo). Figuran allí las instituciones que con más medios y mayor empeño ofrecen facilidades a un público interesado en Historia de la Arquitectura. Es indispensable agradecerlo. Te menciono algunas, ordenadas según sus recursos educativos para este propósito.

1. Las fundaciones privadas norteamericanas, especialmente la Paul Getty Trust.
   La Getty se fundó con el impulso del millonario norteamericano J. Paul Getty, primero como Paul Getty Museum en 1954, despues como centro de investigación. Ha hecho y hace una admirable labor educativa.
2. Los grandes museos norteamericanos, entre los que destaca el Metropolitan Museum de New York.
3. Las instituciones profesionales inglesas, especialmente el RIBA (Royal British Architects).
4. Los museos londinenses, especialmente el Victoria and Albert Museum, y (para otras épocas) el British Museum.
5. El Ministère de Culture de France, a través de sus bases de datos (Architecture & Patrimoine), sus Bibliothèques (especialmente Gallica) y sus Musées (especialmente Louvre).
6. La Santa Sede. El Estado Vaticano contiene algunos de los mejores ejemplos de la arquitectura universal. Y sus Musei conservan mucho de lo más genuino de la Antigüedad Romana y del Renacimiento europeo.