Eugenio d'Ors
Eugenio d’Ors / Eugeni d’Ors (d’ORS, D’ORS, D’Ors, D’ors, de Ors)
El nombre legal de Eugenio d’Ors, su nombre de nacimiento, era “Eugenio Ors Rovira” o, en su versión en catalán, “Eugeni Ors Rovira”. Entre 1899 y 1904, cuando firmó sus escritos con su propio nombre, utilizó siempre esa forma legal de su nombre catalán (con las variantes Eugeni Ors o Eugeni Ors Rovira, o, en forma abreviada, E. Ors). En el curso del año 1905 incorporó a su nombre la “d” con apóstrofo, que posteriormente adoptaría como firma habitual de sus escritos.
En su biografía de Eugenio d’Ors, Enric Jardí escribe a este respecto:


“Per a completar les dades familiars del nostre personatge cal aclarir que la “d” que amb un apòstrof anteposà al seu cognom conferint-li una especial gràcia i eufonia, i que ja per sempre més restà vinculat al nom familiar a l’extrem de transmetre’l als seus fills, va ésser emprat per primera vegada en signat l’article que aparegué al núm. 32 del setmanari El Poble Català, el dia 17 de juny de 1905 amb el títol “Noruega Imperialista”

(Enric Jardí, Eugeni d’Ors: Obra i vida, Obra catalana d’Eugeni d’Ors, volum annex, Quaderns Crema, Barcelona, 1990, pp. 27-28).



“Para completar los datos relativos a la familia de nuestro personaje, debo añadir que la “d” apostrofada que antepuso a su primer apellido, confiriéndole una gracia y eufonía especiales y que quedó unida para siempre al nombre familiar, al extremo de que sus hijos lo han heredado, fue empleado por él, por vez primera, al firmar el artículo que apareció en el número 32 del semanario “El Poble Catalá”, el día 17 de junio de 1905, con el título “Noruega Imperialista”
.

(Enric Jardí, Eugenio d’Ors. Biografías de catalanes, Sociedad de estudios y publicaciones, Aymá S. A. Editora, Barcelona 1967, p. 21).


Siguiendo a Jardí, aunque en versión novelada, Vicente Cacho escribe a este respecto:


“Para mantenerse decorosamente en Madrid, d’Ors hubo de multiplicar sus colaboraciones en la prensa barcelonesa, distribuyendo con ingenio temas y seudónimos; en un nuevo semanario, El Poble Català, nacido a fines de 1904 de una disidencia a la izquierda de la Lliga Regionalista, se hizo con una sección fija, “Reportatge de Xenius”, mientras que los artículos de mayor calado aparecían con su propio apellido, ornado con la d’ apenas tuvo el título de doctor”

(Vicente Cacho Viu, Revisión de Eugenio d'Ors, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, Quaderns Crema, Barcelona, 1997, p. 40)

La precisión y detalle de los datos aportados por Jardí a propósito de esa incorporación de la “d” a su apellido parecen conferirle gran rigor y fiabilidad. Pero en realidad las cosas no sucedieron así. Sus afirmaciones responden a impresiones personales, no investigadas ni verificadas y, en realidad, falsas. Ni Eugenio d’Ors transmitió (al menos, no en sentido legal) a sus hijos la “d” que él incorporó a su apellido, ni fue en esa fecha del 17-VI-1905 cuando la utilizó por primera vez. Tampoco son exactas las afirmaciones de Cacho, que vincula la multiplicación de pseudónimos a la estancia doctoral de Eugenio d’Ors en Madrid, o que liga la adopción de la “d” a la obtención del grado de doctor. Eugenio d’Ors no llegó a obtener nunca el grado de doctor en Derecho, al que Cacho se refiere, y no obtendría el grado de doctor en Filosofía hasta el año 1913. Por otra parte, ya en 1902, en la revista Auba, había multiplicado sus firmas (E. Ors, Octavi de Romeu, O. de Romeu, O. de R.); y en El Poble Catalá, donde Eugeni Ors figura desde el número 1 en la lista de “Redactores y Col.laboradors”, multiplica sus pseudónimos en la misma medida en que multiplica sus colaboraciones (Eugeni Ors, Octavi de Romeu, Xenius concurren en los mismos números de El Poble Catalá).
Con los datos hasta el momento disponibles, cabe afirmar que Eugenio d’Ors incorporó por primera vez la “d” a su apellido al firmar sus colaboraciones en castellano en La República de las Letras. En su primera colaboración en esa revista, “Gracias”, La República de las Letras, 13-V-1905, p. 2, utilizó todavía la firma que había utilizado habitualmente hasta entonces en sus escritos catalanes, “Eugenio ORS”, pero a partir de su segunda colaboración, “Una necrología”, La República de las Letras, 3-VI-1905, p. 7, adoptó ya la firma “Eugenio d’ORS”, con la “d” minúscula, pese al uso de capitales para el resto de su apellido (dos semanas antes de su aparición en El Poble Catalá, acompañando al nombre catalán “Eugeni” y en la forma “D’ORS”, con “D” mayúscula). La misma forma “d’Ors” aparecerá al mes siguiente: “La señal de Jesús”, La República de las Letras, 8-VII-1905, p. 3, pero, en el mes de agosto, aparecerá ya la “D” mayúscula acompañando a su nombre castellano “Eugenio”: “La tribu más septentrional del mundo”, La República de las Letras, 9-VIII-1905, p. 5, firmado “Eugenio D’ORS”.
Pero, probablemente, aunque resulte difícil acreditarlo con apoyo documental, el origen de la incorporación de la “d” a su apellido no deba buscarse en la publicación de sus artículos, sino en la de su primer libro en castellano, “La muerte de Isidro Nonell”, que vio la luz en el verano de 1905 (reseñada ya en El Poble Catalá el 22-VII-1905). La edición de este libro, sumamente cuidada en todos sus detalles materiales, y que empezó a prepararse a fines del año 1904, fue probablemente la ocasión que llevó a Eugenio d’Ors a plantearse el problema de la eufonía de su nombre castellano, es decir, el problema del encuentro de la “o” final de su nombre “Eugenio” con la “O” inicial de su apellido “Ors”, que le llevó a incorporar la “d” a su nombre. En esa edición, el uso generalizado de capitales convirtió la “d” en “D”: EUGENIO D’ORS, La muerte de Isidro Nonell, Ediciones de “El Banquete”, Madrid, 1905, dando así origen al conflicto “d”/”D” que le acompañaría el resto de su vida.
La incorporación de la “d” a su apellido, así pues, parece estar ligada a sus primeras publicaciones en medios castellanos, y al deseo de evitar la sinalefa de la “o” final de su nombre con la “o” inicial de su apellido, aunque, probablemente como consecuencia del éxito editorial de su primer libro castellano, la incorporó de inmediato también a la firma de sus colaboraciones en lengua catalana (aunque durante algún tiempo hizo uso paralelo de ambas formas, “Eugeni Ors” y “Eugeni d’Ors”). Desde las primeras reseñas de “La muerte de Isidro Nonell”, firmadas, en El Poble Catalá, el 22-VII-1905, p. 3, por Juan D’Avynió, en la que se usa ya la forma “D’Ors”; en Nuestro Tiempo, el 10-XI-1905, por José Francés, en la que aparece la forma “D’ors”; o en Joventut, el 14-IX-1905, p, 594, por R. Miquel y Planas, o en La Lectura, en el número de enero de 1906, por Bernardo G. de Candamo, en las que alternan las formas “Ors” y “d’Ors”, se anunciaban, sin embargo, los problemas con que habría de tropezar en el futuro la ortografía de su nuevo nombre.

ver entrevista Manías de los escritores. Las de Eugenio d'Ors

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Última actualización: 6 de mayo de 2011