Este texto, correspondiente al MS 721, fue redactado por Peirce en 1867. En él afirma que la lógica comienza con el análisis de ciertas palabras, de las que la primera es la cópula “es”. Después se ocupa de las concepciones de uno, dos y tres. También se encuentra en W2: 103-4
La Lógica debe empezar analizando los significados de ciertas palabras, que abordaremos en el orden debido.
La primera es la palabra "es", como cuando decimos, Julio Cesar está muerto, un grifo es un animal fabuloso, un triángulo de cuatro lados es un absurdo, la altura es la distancia desde el suelo, nada es aquello que no existe. Esos ejemplos alcanzan para mostrar que aplicamos esta palabra a cualquier cosa a la que le damos un nombre, tanto si existe realmente como si no, o tanto si la consideramos existente como si no.
La palabra "es" es llamada por los lógicos la cópula porque une sujeto y predicado. Aquello que es, en el sentido de la copula, fue llamado ens (plural: entia) por los escolares, y el correspondiente nombre abstracto usado era entitas. En este, como en muchos otros casos, hemos adoptado en inglés el nombre abstracto en un sentido concreto, y podemos consecuentemente hablar de entidades. Al mismo tiempo hemos olvidado el significado general mismo asignado a la palabra en la edad media, como denotando cualquier cosa que pueda ser nombrada, y la empleamos para lo que entonces habría sido llamado ens reale. Así, a menudo escuchamos a los escolares injuriados debido a que consideraron a las abstracciones "entidades", pero en su sentido del término se admite sin disputa que una abstracción es un ens. Es cierto que frecuentemente usan la palabra ens simplemente cuando quieren decir ens reale, pero sólo en los casos en que no puede haber duda acerca de su significado; y era universal considerar entia como abarcando no sólo entia realia sino también entia rationis. Propongo restaurar el término ens o entidad a su significado original de cualquier cosa que pueda ser nombrada o sobre la que se pueda hablar. Me esforzaré también, tanto como sea posible, en reservar la palabra ser y otras derivadas de es, para expresar esta misma concepción; pero esas palabras deben ser en algún sentido ambiguas.
Puede ser observado que entidad es un nombre tan extremadamente general que no tiene un negativo que se le oponga. Podemos hablar de una no entidad, pero entonces, en tanto le hemos dado un nombre, es también una entidad.
En contraste con este ser general que es conferido por nuestro mero pensamiento de un objeto, está el ser de las cosas reales que es en extremo independiente de lo que pensamos.
Designaremos a esto, y a sus cognados2, "realidad"; y emplearemos "invención"3 y "ficción" para denotar aquello que es no-existente, sin tener la intención de implicar que la concepción ha sido una invención deliberada.
Es importante observar que la diferencia esencial entre una realidad y una no-realidad, es que la primera tiene una existencia enteramente independiente de lo que tú, o yo, o cualquier número de hombres puedan pensar sobre ello. Lo que sueño, por ejemplo, existe sólo en la medida en que mi imaginación soñadora lo crea. Pero el hecho de que yo haya tenido tal sueño permanece cierto, tanto si alguna vez reflexiono sobre el asunto como si no. El sueño, por lo tanto, en tanto fenómeno mental, es una realidad; pero la cosa soñada es una ficción. Si alguna vez hubo realmente un hombre tal como Rómulo, él habría existido lo mismo si la historia nunca lo hubiese mencionado; pero si él no es una realidad existe sólo en las fábulas que han sido contadas sobre la fundación de Roma.
Cuando Gray dice,
Muchas veces una gema del más puro resplandor sereno
Las oscuras insondables cavernas del océano lucen;
Muchas veces una flor nace para enrojecer sin ser vista
y desperdicia su dulzura en el aire desierto4;
él expresa con precisión la característica esencial de
la realidad. Pero cuando decimos que lo real es aquello que es independiente
de cómo tú o yo, o cualquier número de hombres piensen
sobre ello, queda aún por analizar la concepción de ser independiente.
Antes de hacer ese análisis debemos considerar las concepciones de
uno, dos y tres.
Hemos visto que un ens es algo a lo que puede aplicarse la cópula
es. Pero es es una palabra cuyo significado no es completo
en sí mismo. No significa nada decir que algo es (en el sentido
de la cópula) a menos que diga qué es; porque la única
función de la cópula es unir sujeto y predicado. Por lo tanto,
cualquier cosa que es, es de algún modo. Propongo expresar este modo
de entidad por el término cualidad. Una cualidad,
por lo tanto, en el mismísimo sentido general en que lo usaré,
denota cualquier cosa que pueda ser expresada por todo lo que viene después
de es en una aserción completa. Todo ens, entonces,
tiene alguna cualidad, puesto que decir que es un ens es decir que
puede hacerse sujeto de una aserción y que esa aserción debe
tener algún predicado. No hay concepción tan vaga que no pueda
afirmarse nada de su objeto, puesto que la primera condición del
pensamiento es que debe pensarse alguna cualidad en el pensamiento.
1. Texto relevante para la interpretación del artículo de 1867, "De una Nueva Lista de Categorías" [Nota del T.]
2. Cognados: (1) Afines; (2) Consanguíneos [Nota del T.]
3. Figment: Algo que se imagina como siendo real, pero que no existe (feign: fingir, inventar, pretender). Figment (invención), del latín figmentum, del verbo fingere (modelar, inventar). Sinónimo fictum [Nota del T.]
4. Thomas Gray, Elegy Written in a Country Churchyard (1751):
Full many a gem of purest ray serene
the dark unfathomed caves of ocean bear;
Full many a flower is born to blush unseen
and waste its sweetness on the desert air;
Fin de "Capítulo I: Uno, dos y tres" (1867). Fuente textual en MS 721 y W2: 103-4
Fecha del documento: 15 de enero 2008
Ultima actualización: 31 de agosto 2009