Carta de Charles S. Peirce a Carlile P. Patterson
(Nueva York, 26.05.1877)



Esta carta fue escrita por C. S. Peirce a Carlile P. Patterson, superintendente del U. S. Coast Survey, el 26 de mayo de 1877 desde Nueva York, dándole noticia de las investigaciones pendulares desarrolladas en el Stevens Institute de Hoboken.

El original se conserva en
The National Archives, Record Group 23, Assts H-Q 1877, Box 374, (Stack 130, Row 7, Compartment 15, Shelf 4). La reproducción digital ha sido hecha a partir de una fotografía tomada por Karen Needles expresamente para nuestro proyecto. Para la transcripción se ha tenido en cuenta la que preparó Max Fisch, accesible en Indianapolis.
Letter transcription

 


Nueva York, 26 de mayo 1877

 

Estimado Señor,

En respuesta a su carta del día 25, he de decir que necesitaré todo el dinero que ya se me ha autorizado —3.000 dólares desde el 1 de enero al 30 de junio— y que varias facturas serán pospuestas hasta julio. Lamento que no se me autorice para el año siguiente una suma mayor que la que menciona, pero como ya se me informó hace unos meses podré organizarme para hacer con ello lo que pueda. Si la cantidad fuera mayor

 

podría lograr más y mejores resultados, pero como no hay más tengo que hacer el esfuerzo de completar lo mejor posible el trabajo pendular preparatorio con esa suma. Incluso así, creo que el Coast Survey no quedará desacreditado1.

Su observación acerca de dar cuerda a los cronómetros a horas diferentes es muy valiosa2. Le he estado dando cuerda a todos a las 7.30 de la mañana. He dado instrucciones para que ahora se les dé cuerda a dos de ellos a las cinco de la tarde, y no tengo ninguna duda de que esto supondrá una mejora material. Esas dos horas son las únicas en el día en las que

 

puedo estar seguro de que se les dará cuerda exactamente a la misma hora todos los días, lo que es esencial. Pienso sin embargo que eso será suficiente, ya que la estación está tan lejos. Le estoy muy agradecido por la sugerencia.

Sin duda hay una corrección barométrica de un cronómetro, aunque sospecho que no es tan grande como la de un reloj. Haré que lean el barómetro dos veces al día e investigaré después su corrección.

Mi problema, que es el de averiguar la velocidad de un cronómetro sin preocuparse por su corrección, difiere considerablemente

 

del de la gente [que mide] la longitud, que tiene que encontrar su corrección sin preocuparse por la velocidad más allá de lo que sea necesario para hallar la corrección. Ellos quieren conocer la corrección en el momento del intercambio de señales. Observan el tiempo de la manera más cercana posible antes y después y, si hay un error probable en la determinación del tiempo de 1/20 de segundo, hacen la corrección de esa manera hasta casi ese grado de exactitud y, por lo tanto, más de dos cronómetros son en mi opinión un mero desperdicio en un equipo de longitud bajo circunstancias ordinarias. Pero mi caso es bastante

 

diferente. Quiero conocer la velocidad hasta aproximadamente 1/10 de segundo al día o incluso de forma más exacta si es posible. Las observaciones que se hagan con una diferencia de aunque sea una fracción del día no nos servirán, porque las observaciones mismas no pueden ser entonces lo suficientemente exactas. Lo que hago por lo tanto es hacer funcionar cinco cronómetros juntos que son comparados todos los días, y con más frecuencia cuando se oscila el péndulo. Se comparan por medio del cronógrafo, sin perturbarlos. He mandado construir cinco tablas, una para cada cronómetro, con los tiempos de comparación bajo la suposición de que cada uno

 

de los otros funciona uniformemente entre las horas de observación. Entonces, como lo que sucede generalmente es que un cronómetro tiene una velocidad que cambia gradualmente con cambios repentinos ocasionales, se detecta fácilmente el que funciona mal y se usa la media de los otros para obtener mi velocidad durante el tiempo de oscilación. Esto funciona de forma muy satisfactoria y es en mi opinión la única manera adecuada sin un reloj muy superior que permanezca durante largo tiempo en una situación muy favorable y cuyo funcionamiento se estudie cuidadosamente durante un largo periodo.

La próxima semana le enviaré una

 

muestra de las cinco tablas, lo que le dará una mejor idea de su uso de lo que pueda darle yo mediante una descripción.

Me parece que ya le escribí que pretendo montar, no mi cronógrafo, sino mi peculiar relé pendular sobre un soporte de ladrillo. Finalmente me decidí por un plan distinto. He vuelto a montar el péndulo sobre un soporte totalmente diferente. Lo he montado ahora en la cámara de vacío de Ginebra3, aunque no pretendo exactamente oscilar en el vacío. Esta descansa sobre dos grandes barras de hierro que se extienden desde un gran pilar de ladrillo hasta una pared de piedra

 

 

 

y me están haciendo ahora un peculiar arreglo metálico para que el relé pendular quede sujeto de forma segura. Mientras tanto, estoy ocupado con las comparaciones de la longitud del péndulo, que todavía no han sido satisfactorias en Hoboken. La razón es la radiación de calor. Para evitarla he ordenado hacer tres colchones para rellenar con espadaña4, que creo que es la mejor sustancia conocida para este propósito. Estos rodearán completamente el soporte pendular con aberturas para la luz. Usaré libremente luz artificial concentrada mediante lentes, pero con los rayos de calor cortados mediante una solución

 

de alumbre en recipientes de cristal hechos con láminas de cristal pegadas con una mezcla de colofonia y cera de abeja.

Estoy logrando un buen trabajo en las medidas de la desviación [jitter measurements]. He encontrado una línea Van der Willigen 16= Kirchhoff 1207.3 = Ångström 561.80 cuya refracción es casi exactamente de 45º, de modo que con un cambio de la posición del círculo, leyendo dos microscopios, se completa todo el círculo y se eliminan los errores de gradación.

Los errores de gradación de la importante línea C, que fue propuesta primero por Maxwell, según me informa el Sr. Rutherfurd a este respecto, pueden

 

eliminarse mediante 14 cambios de la posición del círculo. Si uso esto llevará mucho trabajo.

Me ha surgido una duda respecto a una de las correcciones habituales de estas medidas, y me están construyendo un pequeño aparato que resolverá la cuestión. No diré más ahora sobre esto, excepto que, si resultara que no existe la corrección, tendría un importante efecto sobre la teoría de la luz; pero puede ser que esté persiguiendo un fantasma.

El Sr. Rutherfurd no entiende que la ayuda que ha de proporcionarme vaya más allá de las medidas de la difracción, pero quizá logre interesarle en construir el

 

 

metro. Para hacerlo debo trazar un plan totalmente diferente, y tengo una vaga idea de uno que quizás sea capaz de desarrollar.

Me he enterado esta mañana de que mi hermana ha perdido a su hijito de tres años, Rogers, por difteria y su hija también la tiene. Ella misma se está recuperando de una grave enfermedad.

Muy sincera y respetuosamente suyo

C. S. Peirce

P. S. He sabido por Pickering que una ventana rota en el edificio para el péndulo en el observatorio de Cambridge era una fuente de peligro

 

 


de incendio para el observatorio, y que quería que desapareciera ese edificio. Yo lo reconocí de inmediato y al mismo tiempo he escrito a Eliot diciendo que había recibido esta carta y que el edificio desaparecería si así se deseaba, pero que me gustaría entender los deseos del college sobre esta cuestión. La particular razón mencionada podría solucionarse mediante contraventanas de madera correctamente aseguradas, y sería deseable que llegara a reocuparse la estación, y por lo tanto me gustaría saber si la razón aducida era la única objeción para la continuidad de la estación pendular o si se desea que desaparezca.



Sr. C. P. Patterson
Superintendente U. S. Coast Survey
Washington D. C.

 




Notas

1. En el Report del United States Coast Survey correspondiente al primer semestre el año 1877 se incluye la siguiente descripción del trabajo desarrollado por Charles S. Peirce en los experimentos con el péndulo en Nueva York durante esa temporada:




2. Llama siempre la atención lo bien que acoge Charles S. Peirce las sugerencias sobre su trabajo que le hacen otros científicos competentes, en este caso, Carlile P. Patterson.

3. En septiembre de 1875, Charles S. Peirce había encargado una cámara de vacío para el péndulo reversible y un soporte a Théodore Turrettini, director de la Société Genevoise d'instruments de Physique, tal como describía en su carta del 23 de septiembre de 1875 a Patterson y en las posteriores del 8 de diciembre de 1875 y del 13 de enero de 1876.

4. Según el Diccionario de la Real Academia la espadaña es "Planta herbácea, de la familia de las tifáceas, de metro y medio a dos metros de altura, con las hojas en forma casi de espada, el tallo largo, a manera de junco, con una mazorca cilíndrica al extremo, que después de seca suelta una especie de pelusa o vello blanco, ligero y muy pegajoso". Otro nombre de esta planta más común en España es el de "enea".


Traducción de Sara Barrena (2017)
Una de las ventajas de los textos en formato electrónico respecto de los textos impresos es que pueden corregirse con gran facilidad mediante la colaboración activa de los lectores que adviertan erratas, errores o simplemente mejores traducciones. En este sentido agradeceríamos que se enviaran todas las sugerencias y correcciones a sbarrena@unav.es
Proyecto de investigación "La correspondencia del tercer viaje europeo de Charles S. Peirce (septiembre-noviembre 1877)"

Fecha del documento: 1 de febrero 2017
Última actualización: 11 de agosto 2017

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