Carta de Charles S. Peirce a Carlile P. Patterson
(Nueva York, 06.09.1877)



Esta es la tercera de las cartas escritas por C. S. Peirce a Carlile P. Patterson, superintendente del U. S. Coast Survey, el 6 de septiembre de 1877 desde Nueva York, para preparar su tercer viaje por Europa. Aunque está firmada por Charles S. Peirce, la letra es de un escribiente.

El original se conserva en
The National Archives, Record Group 23, Assts H-Q 1877, Box 374, (Stack 130, Row 7, Compartment 15, Shelf 4). La reproducción digital ha sido hecha a partir de una fotografía tomada por Karen Needles expresamente para nuestro proyecto.
Letter transcription

 


Nueva York, 6 de septiembre de 1877


 

Sr. C. P. Patterson
Superintendente U. S. Coast Survey
Washington D. C.

Estimado señor,

En respuesta ulterior a su carta del pasado día 291, le presento un breve memorándum del objeto de mi visita a Europa propuesta para este otoño.

El principal objetivo de mi ida es asistir al encuentro de la Asociación Geodésica Internacional en Stuttgart. Esta asociación, como usted sabe, es una unión oficial de las principales y mayores agencias nacionales del mundo. Sus encuentros son de carácter estrictamente práctico y sus procedimientos se parecen a los de un comité. Se leen muy pocos escritos y se elabora previamente un programa de los diversos puntos relativos al trabajo de las grandes agencias respecto a los cuales se supone que se puede obtener una mayor exactitud o economía pormedio de la discusión conjunta. Se trata por turnos de cada uno de esos puntos, y se consideran cuidadosamente con detalle

 

 

con el fin de hacer más efectiva la acción de las diferentes agencias.

En relación con algunos asuntos sobre los que la uniformidad de métodos es particularmente deseable, se pasan resoluciones recomendando el uso de tales métodos. Respecto a otras cuestiones, el resultado de la discusión es simplemente informar a las diferentes agencias y afectar a su actividad separadamente. Aunque nuestro Coast Survey nunca ha entrado oficialmente en esta unión, sí ha tenido representación en varios de estos encuentros y sus representantes han sido cordialmente recibidos; su presencia ha sido muy beneficiosa no solo para el Coast Survey sino también para los intereses generales de la geodesia.

En el otoño de 1875, cuando yo estaba en Europa encargado de establecer comparaciones entre los valores de la fuerza de la gravedad en ese continente y en América a través de experimentos pendulares, tuve el honor de asistir a un encuentro de la unión y de su comité permanente por invitación expresa del Presidente. Se discutieron entonces extensamente los métodos de los experimentos pendulares, una discusión que duró tres días, y la asociación expresó mediante una resolución su sentido de la importancia de las comparaciones de las que me estaba ocupando entonces2


como consecuencia de la acción del Coast Survey; se decidió que las diferentes agencias oscilaran sus péndulos en Berlín para poder compararlos. Algunas de las agencias ya lo han hecho, y se espera que las otras hagan lo mismo en cuanto tengan oportunidad.

El resultado de estas comparaciones ha sido mostrar que existe una gran discrepancia entre los valores derivados de los experimentos con el péndulo reversible, que durante los últimos veinte años ha sido empleado exclusivamente, y el método de Bessel, que se creía que tenía el mayor grado de exactitud.

Todos los intentos de explicar esta discrepancia habían fallado hasta que yo anuncié que se debía simplemente a la flexión del trípode sobre el que descansa el péndulo, una fuente de error de la que está libre el método de Bessel.

Durante mi estancia en Berlín, se mostró un experimento que exhibía este efecto al teniente general Baeyer y a un grupo de sabios reunidos con ese propósito. La explicación propuesta ha sido considerada favorablemente por algunas de las más altas autoridades de Europa, pero las distintas agencias cuyo trabajo parece estar viciado por esta causa son naturalmente reacias a


admitir sin la más rigurosa demostración que su trabajo de muchos años esté sujeto a un error tan grande.

En el último encuentro de la unión en Bruselas mi postura fue discutida de forma bastante extensa, pero no se llegó a ninguna conclusión, ya que no había nadie presente que estuviese preparado para explicar los detalles de mi trabajo. Los representantes de las agencias suiza y austriaca, sin embargo, que son de las más influyentes en esta materia, adujeron experimentos propios que les parecía que mostraban que su trabajo no estaba afectado por ningún error de esa clase, aunque en mi opinión puede mostrarse que los experimentos en cuestión no implican esa conclusión. Y, en efecto, no puede haber duda de que, si esa fuente de error existe realmente, el trabajo de esas agencias no está libre de él.

Como consecuencia de la falta de información respecto a las investigaciones del Coast Survey, se me ha pedido posteriormente que envíe a la unión una explicación completa de lo que he hecho, y como consecuencia redacté una memoria ampliada en francés que usted fue tan amable de reenviar a la unión para su publicación. Esta memoria contiene, Primero, medidas directas de la flexión

 

del trípode del Coast Survey bajo la influencia de una fuerza constante en diferentes estaciones.

Segundo, una confirmación de este resultado a través de una medida del giro consecuente del trípode.

Tercero, medidas de las oscilaciones del trípode causadas por el mismo movimiento del péndulo, que se muestra mediante cálculos que coinciden en cantidad con los valores deducidos de la observación bajo el primer enunciado.

Cuarto, determinaciones de la fuerza de gravedad en Nueva York usando dos soportes diferentes para el péndulo, junto con la demostración de que la diferencia es precisamente la que requiere mi teoría.

Este escrito será leído en el próximo encuentro de la unión y sin duda provocará discusión. Hay personas de peso a ambos lados de la cuestión.

Pero, como una proposición científica no puede ser considerada como resuelta o determinada mientras personas competentes duden de ella, es muy deseable que esa discusión sea completamente inteligente y llegue al fondo de la cuestión, lo que sería mucho más probable en caso de que

 

yo estuviera presente para defender mis opiniones sobre la materia.

Desde que se envió ese escrito, he obtenido nuevas confirmaciones de la verdad de mi teoría. La fuerza de la gravedad en Berlín fue determinada por Bessel mediante métodos no sujetos a este error, y desde entonces ha sido determinada por varios observadores modernos, yo entre ellos, mediante los métodos modernos en cuestión. Todos los resultados modernos están aproximadamente de acuerdo, habiéndose obtenido con instrumentos casi similares.

El resultado de Bessel difiere de estos en no menos de dos décimas partes de un milímetro, una cantidad que está mucho más allá de los límites admisibles de error. Encuentro ahora que, aplicando la corrección debida, según yo, a la flexibilidad del soporte, el resultado corregido concuerda de forma precisa con el de Bessel hasta el quinto decimal. Este importante hecho debería, por todos los medios, ser comunicado a la unión, incluso aunque no tuviéramos ningún representante en el encuentro.

La discusión que va a tener lugar sobre esta cuestión en Stuttgart será de la máxima importancia para la economía de las operaciones pendulares en el Coast Survey.

 

En caso de que pueda mostrarse que estoy equivocado, lo que no temo mucho, se seguirá que pueden usarse sin ningún recelo métodos que tienen la ventaja de ser baratos y convenientes, pero que deben ser rechazados si mi postura se confirma.

Por otra parte, si mi postura recibe (como espero confiadamente que será el caso si estoy presente) la sanción unánime de los sabios reunidos en Stuttgart, surgirá inmediatamente la cuestión de qué tipo de soporte pendular debería usarse para combinar exactitud y economía. Esta es una cuestión en la que es de máxima importancia para nosotros beneficiarnos de las ideas y la experiencia de los caballeros que tomarán parte en la discusión, y si no estamos representados allí se seguirá de forma casi inevitable que nuestros instrumentos para el futuro serán inferiores a aquellos reformados que su ingenio ideará.

Pues sería presuntuoso en mayor grado para cualquier persona en una emergencia tal suponer que sus ideas individuales tendrían el mismo valor que aquellas que surgieran de un comité mundial conjunto.

 

Por lo tanto, me parece que es de una importancia práctica inusual que el Coast Survey esté representado en este encuentro particular. Mi memoria para ser leída allí ya ha pasado por sus manos. Le enviaré lo antes que pueda otra copia de ella.

Los beneficios que se derivarán del encuentro de Stuttgart surgen principalmente de la discusión oral que tendrá lugar allí sobre cuestiones acerca de las cuales ningún miembro está todavía decidido en el inicio, de modo que sus ideas no pueden darse en forma de memorias escritas.

Hay otro objetivo que podría cumplirse con una visita a Alemania en este momento y que, en mi opinión, justificaría por sí mismo que se me enviara allí. He completado ahora la comparación de la fuerza de la gravedad en estaciones europeas y americanas, pero esas comparaciones dependen de la invariabilidad de la longitud de la barra estándar de un metro que se ha usado a lo largo de las investigaciones.

Al comienzo de los experimentos ese metro fue comparado con el metro normalizado en Berlín, y resulta esencial para la perfección de mi

 

 

trabajo que sea recomparado al final de los experimentos para mostrar que no ha sufrido ninguna alteración de la longitud, bien por choques durante el transporte o bien por los cambios moleculares a los que las barras están continuamente sujetas y que se sabe que vician las medidas que se hacen con ellas. Debe hacerse tal comparación antes de considerar el trabajo completo, y cada año que se retrase incrementa el riesgo de cambios en su longitud, lo que arrojaría una incertidumbre sobre operaciones en las que de otro modo se tendría la más alta confianza.

Por tanto, propondría, en caso de que se declarara recomendable para mí asistir al encuentro de Stuttgart, quedarme a la vuelta en Berlín durante dos o tres semanas para hacer esas comparaciones necesarias3.

Muy respetuosamente suyo,

C. S. Peirce

Asist.

 


Notas

1. No se conserva esta carta de Carlile P. Patterson a Charles S. Peirce, pero sí tenemos tres cartas de respuesta en este día 6 de septiembre.

2. Pueden leerse las actas de las sesiones en las que tomó parte Charles S. Peirce en París en 1875. En particular, en la quinta sesión del día 25 se discutieron las determinaciones de la gravedad con el péndulo y la comisión aprobó la resolución en su sesión quinta que aquí menciona Peirce.

3. De hecho, Patterson autorizará esa estancia en Berlín a su regreso de Stuttgart. Charles S. Peirce estará en aquella ciudad en las primeras semanas de octubre para comparar su metro estándar con el péndulo estándar prusiano.


Traducción de Sara Barrena (2017)
Una de las ventajas de los textos en formato electrónico respecto de los textos impresos es que pueden corregirse con gran facilidad mediante la colaboración activa de los lectores que adviertan erratas, errores o simplemente mejores traducciones. En este sentido agradeceríamos que se enviaran todas las sugerencias y correcciones a sbarrena@unav.es
Proyecto de investigación "La correspondencia del tercer viaje europeo de Charles S. Peirce (septiembre-noviembre 1877)"

Fecha del documento: 10 de octubre 2017
Última actualización: 4 de octubre 2021

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