I Jornada "Peirce en la Argentina"
10 de septiembre de 2004



LA SEMIÓTICA COMO CIENCIA DE LA TERCERIDAD


Diego Mariano Sanginetto
(rodrisanginetto@hotmail.com)






1. La deducción de las categorías en On a New List of Categories

Peirce escribió en 1898 que hacia 1860 adhería fervientemente a Kant, al menos respecto de la Analítica Trascendental en la Crítica de la Razón Pura. La traducción que manejaba era la de Meiklejohn de 1855, donde contemplaba las tablas de las Funciones del Juicio y de las Categorías como si hubiesen bajado del Sinaí (W :1, xxv). La Lógica Trascendental, que es la parte de la lógica que más desarrolla Kant, se ocupa de los conceptos puros. Dentro de esta lógica, Kant descubre la analítica trascendental, que busca descomponer la facultad intelectiva para hallar en ella los conceptos puros a priori. La analítica es el camino que Kant sigue para llegar a su tabla de conceptos puros (Transscendentale Tafel der Verstandesbegriffe), que despertaba tanto interés en el joven Peirce. No obstante, es importante recordar que la deducción trascendental de Peirce y su sistema triádico de categorías es el fruto de dos tradiciones de pensamiento. Por un lado, la impronta idealista-trascendental, de la mano de Kant y de Hegel. Peirce denominó a los tres estados del pensamiento de Hegel las categorías universales, distinguiéndolas de las categorías particulares de la Enciclopedia. Para Peirce, sus propias categorías se corresponden con las categorías universales de Hegel, junto con las tres categorías implícitas en cada una de las cuatro tríadas de Kant (W 1:xxv). Kant organizó su tabla de conceptos puros en cuatro grupos de tríadas (según la cantidad, la cualidad, la relación, y la modalidad), y reconoció que, en cada tríada, la tercera categoría surge de la combinación de la segunda con la primera. Peirce fue continuador de esta intuición, en su propia tabla de categorías, aún más generales que las de Kant.

Por otro lado, se encuentra la influencia escolástica, de la que Peirce era un gran conocedor (BEUCHOT, 2002:17). Debido a que la lógica de Kant comenzó a despertar dudas en él, en parte señaladas por Benjamín Peirce, Peirce se volcó a otros autores: Locke, Berkely, Hume, Aristóteles y los medievales: San Agustín, Abelardo, Juan de Salisbury, Santo Tomás, Duns Escoto y Guillermo de Ockham. Peirce llama a estos últimos "maestros escolásticos de lógica" (CP 1.560, año 1907). Peirce estudió arduamente durante dos años para encontrar respuestas a las lacunae1 de Kant (CP 4.2, año 1898). Murphey propone la hipótesis de que estos dos años habrían transcurrido entre 1862 y 1863, y los estudios lógicos habrían comenzado hacia 1864. A partir de 1865 comienzan a aparecer las referencias escolásticas en los trabajos de Peirce (MURPHEY,1993:56). Sin duda, el referente escolástico más importante de Peirce fue Duns Escoto, quien ayudó a Peirce a trascender el elemento binario de la lógica kantiana, y a revalorizar la tríada expresada en el silogismo. La importancia de la proposición depende de su función en la inferencia. Además, se puede afirmar que existe una correspondencia entre la definición de signo de la "New List" y la doctrina de la suposición de los términos de los escolásticos (MURPHEY,1993:84).

La monografía On a New List of Categories fue presentada ante la Academia Americana de Artes y Ciencias para su publicación en mayo de 1867. Algunos meses antes, en marzo del mismo año, Peirce escribió: "No puedo olvidar que aquí están los gérmenes de la teoría de las categorías, que es el obsequio que le hago al mundo" (W 1:xxvi). En esta obra C. S. Peirce busca desplegar una lista de categorías o nociones fundamentales. El punto de partida es la proposición como condición de posibilidad de la unificación de la experiencia, y en esto Peirce concuerda con Kant. Sin embargo, en el planteo de Peirce, la importancia de la proposición se encuentra en que "ilustra la relación de signo" (MURPHEY,1993:284). Esta última constituye la relación sintética fundamental. Además, Peirce confiere a la representación el estatuto de categoría en su sistema triádico. Por el método que Peirce denomina abstracciónseparación que resulta de la atención a un elemento y la no-consideración del otro –(CP 1.549, año 1867) se obtiene una gradación de los conceptos fundamentales y una nueva lista de cinco categorías, aún más generales que los doce conceptos puros de Kant. De hecho, Peirce, luego de la New List, redujo la lista de las categorías a tres, dejando de lado el ser y la sustancia por ser éstos términos vacíos. La abstracción permite a Peirce llegar hasta el núcleo del conocimiento, que se encuentra en la comparación. Kant también trata de la comparación cuando se refiere a la formación de los conceptos (MURPHEY,1993:76-77). Sin embargo, en Kant la comparación no implica la relación a un tercero. Esta es la novedad de Peirce: la referencia a un interpretante que funda una relación triádica entre una representación, un relato y un correlato.

La perspectiva categorial de la representación (forma genuina de la tercera categoría: la Terceridad) reafirma el hecho de que la clave de lectura de la semiótica peirceana debe buscarse en las categorías –la representación es la tercera categoría2.

2. La presencia de las categorías en el phaneron

A partir de 1890 Peirce comenzó a desarrollar una teoría para fundamentar las categorías en la experiencia, a través de un método inductivo aplicado a los fenómenos, "con el objeto de justificar la necesidad de utilizar predicados con valores de uno a tres, y junto con esto, darnos los materiales para la construcción de una concepción sólida de la verdad" (HOOKWAY,1992:102). Esta teoría es la fenomenología, luego denominada "faneroscopía" (phaneroscopy), la cual constituye una ciencia pre-lógica que depende sólo de la matemática, entendida esta última como ciencia de todo razonamiento deductivo o necesario. El hecho de que la fenomenología preceda a la lógica en la jerarquía de las ciencias significa que dicha disciplina no considera el concepto de verdad, y que, por lo tanto, no admite una crítica lógica de sus resultados. El objeto de la fenomenología es el fenómeno universal, o phaneron, que es "el todo colectivo de lo que en cualquier modo o en cualquier sentido está presente a la mente, independientemente de que represente una cosa real o no" (CP 1.284, año 1905).

Después de la New List las tres categorías que perduraron en el sistema de Peirce fueron las accidentales: cualidad, relación y representación, que se corresponden con la mónada, la díada y la tríada respectivamente. No obstante, si bien la formalidad numérica encontró un lugar en el sistema posterior de la fenomenología, la materialidad de las categorías cambió sustancialmente. La categoría de la cualidad que se encontraba en la cima del sistema de 1867 como la abstracción pura, se convirtió en la base del sistema posterior. En la década del 90, Peirce buscó poner sobre sus pies el sistema de conceptos puros, y lo hizo descansar sobre la cualidad como "sensación". Del mismo modo, la relación binaria, que era la categoría de la referencia a un correlato, se desarrolló en la fenomenología como la categoría de las "acciones" y "reacciones" entre los objetos. Por último, la representación mediadora pasó a designar lo racional en general en contraposición con las categorías irracionales anteriores, y se convirtió en la idea de "ley", "pensamiento", "aprendizaje", entre otras nociones triádicas (cfr. EP 2:4-5). Los dos primeros elementos que Peirce como fenomenólogo identifica en el fenómeno son la Primeridad y la Secundidad. "La secundidad de algo consiste en la vitalidad de la relación de dependencia, así como la primeridad de algo consistía en la vitalidad de independencia" (ESPÓSITO,1980:163).

El valor asignado a la Primeridad es el de uno. La "mónada" está asociada con aquello que es esencialmente "indeterminado", "ilimitado" y "libre" (CP 1.302, año 1894). Su idea no incluye la idea de un otro, puesto que la alteridad es considerada un límite, y, por lo tanto, algo segundo con un valor de dos. La nueva caracterización de la Primeridad como no conceptual, indeterminada y múltiple es propia de la fenomenología, y casi no encuentra puntos de contacto con la idea de algo uno en la New List. La cualidad en el paper de 1867 aparece como el concepto abstracto, lo más mediato (abstracto) en el orden de los accidentes, la unidad de la multiplicidad del sentido bajo el concepto. Es decir que desde el aspecto material, ambas aproximaciones a la Primeridad serían contrarias. La concepción más temprana de un primero respondía al interés de Peirce por probar que las cualidades no eran intuidas, no eran sensaciones, sino predicados captados hipotéticamente. Hacia 1885, el interés de Peirce se revierte y es el aspecto sensorial el que se convierte en el ariete de la reflexión (MURPHEY,1993:306). Por otro lado, el aspecto formal de la cuestión sí presenta puntos de conexión entre los dos períodos señalados, cuando se atiende a la noción de primero como término no relativo a otro, como pura mónada. Por último cabe señalar, con respecto a la Primeridad, que no es esta la unidad (Einheit) kantiana, sino más bien la "multiplicidad del sentido" (CP 1.302, año 1894), pues la unidad en el sistema de Kant es esencialmente una forma de la Terceridad, según las categorías peirceanas. La unidad en Kant (quizás se debería hablar de unión "Vereinigung" más que de unidad) es fundamentalmente una síntesis: la referencia a algo tercero.

La Secundidad, por otro lado, constituye esencialmente la relación a otro, la noción de alteridad. La Secundidad es la categoría de la actualidad. "La actualidad es la parte más entrometida (obtrusive) de la experiencia, y las cosas existentes pueden ser identificadas por la terca resistencia de unas respecto de otras y respecto de nuestra voluntad" (PARKER,1998:113). Según Peirce, lo existente es algo actual, como decía Aristóteles, cuando pensaba en lo real como acción (energeia) (CP 1.325, sin fechar). Sin embargo, Peirce no piensa en la acción como siguiendo una ley interna a cada cosa o una ley general que rija los objetos. La noción formal de secundidad no permite una ley pues esta sería algo tercero (CP 1.328, año 1894) respecto de la acción y reacción3. La experiencia de la "resistencia", "compulsión", "interrupción" que implica la Secundidad dio a Peirce la clave para entender la existencia individual como reacción de unos objetos contra otros. Peirce denomina a esta experiencia fundamental e irracional "estidad" (thisness). Hacia 1890 Peirce comienza a utilizar el término "haecceity" como sinónimo de lo que hasta aquí había llamado estidad. Peirce había estudiado a Escoto desde 1860, y conocía bien su teoría de la individuación. Según Murphey, los paralelos entre ambas teorías son tan obvios que difícilmente podrían llegar a ser accidentales. Lo que Peirce buscaba era un principio de individuación independiente del orden de la cualidad: un principio positivo no-cualitativo de individuación (MURPHEY,1993:310).

3. La Terceridad y los fenómenos semiósicos

En esta última sección resaltaré la unidad del sistema categorial peirceano que se despliega en dos planos de la experiencia y hablaré de la semiótica como ciencia de la Terceridad.

Los fenómenos "puramente experienciales" (Primeridad y Secundidad), que junto con la Terceridad, fueron descubiertos por la lógica, como valores formales (uno, dos y tres), constituyen el sistema categorial peirceano. Por un lado, este sistema posee dos aspectos, el formal, expresado por los valores asignados a cada categoría, y el material, develado por la fenomenología, como ciencia de la descripción de los fenómenos. Por otro lado, el sistema de categorías se despliega en dos planos de la experiencia: el plano "puramente experiencial", donde los fenómenos constituyen alguno de los modos de la conciencia irracional, y el plano de las relaciones, no ya diádicas, sino triádicas. En el marco de las relaciones que se despliegan en tríadas, la fenomenología presenta las nociones de "pensamiento", "proceso", "regla", "aprendizaje". Todas estas ideas constituyen una elevación por sobre la experiencia ciega. La tercera categoría se manifiesta como la profundidad y la perspectiva respecto del sentimiento irracional y la dinámica ciega. Por otro lado, desde el aspecto formal de la unión entre un primero y un segundo, las ternas aparecen en el fenómeno como fundamentales e irreductibles: "entiendo por tercero el medio o conexión entre el absoluto primero y último. El principio es primero, el fin segundo, el medio tercero" (CP 1.337, año 1875).

Para concluir, me referiré a la semiótica como ciencia de las tríadas genuinas: formas de la Terceridad. Peirce insiste en el carácter esencialmente triádico de la relación de signo, a la que llama genuina forma de la Terceridad (CP 1.480, año 1896). En su obra "La Lógica de las Matemáticas; un Intento de Desarrollar mis Categorías desde dentro", Peirce se ocupa de las distintas tríadas genuinas; y dice que existen leyes referidas a la cualidad (primera categoría) y a los hechos (Secundidad), que son llamadas tríadas genuinas. Sin embargo, reserva la expresión "completamente genuinas" (thoroughly genuine) para las tríadas que son representaciones. Hookway también señala el carácter de tríada por excelencia de la relación de signo: Peirce afirma que "en su forma genuina, la Terceridad es la relación triádica que existe entre un signo, su objeto, y el pensamiento interpretante, él mismo un signo, considerado como constitutivo del modo de ser signo. Un signo media entre el signo interpretante y su objeto" (HOOKWAY,1992:121). La ciencia que tiene por objeto los fenómenos semiósicos o semiosis (sign action) es la semiótica. Esta es la ciencia de la Terceridad, o de la forma más genuina de la Terceridad, pues la semiosis constituye la relación ternaria fundamental: "una acción, o influencia, que es, o implica, una cooperación de tres sujetos, tales como un signo, su objeto, y su interpretante; esta influencia tri-relativa no puede de ningún modo resolverse en acciones entre pares" (EP 2:411). La relación de signo constituye el núcleo temático de la tercera categoría. Como escribe Max Fisch, "existen otras acciones triádicas irreductibles; por ejemplo el regalar (A regala B a C); pero es difícil pensar en alguna en la que la semeiosis no sea un elemento esencial; de hecho, el elemento esencial" (FISCH,1986:359).

4. Conclusión

La perspectiva categorial de la semiótica peirceana permite contemplar su ciencia de la semiosis desde un ángulo más fiel a las intenciones del autor. La gestación de la semiótica como categoría en el paper de 1867 y el desarrollo de los fenómenos triádicos en el seno de la fenomenología permiten conocer una semiótica evolutiva como el sistema de Peirce donde existe un enriquecimiento constante a la luz de los nuevos caminos explorados por él. Todo conduce a reconocer la semiótica peirceana como un proyecto filosófico que nace de una tradición lógico-metafísica bien marcada y que se desarrolla en el mismo plano filosófico alimentada por su sistema de categorías que viene a desplegar las posibilidades implícitas en ella (HOOKWAY,1992:120).



Notas

1. Este era el nombre que Benjamín Peirce daba a las aporías de la lógica formal kantiana (CP 1.560,1907).

2. Peirce-L Re: On What Motivated Peirce to Study Signs (en línea): Joseph Ransdell. "Peirce Discussion Forum" pierce-l@lyris.acs.ttu.edu en el servidor (9 de feb. 2002).

3. La consideración de lo segundo, lo actual o existente, no debe confundirse con lo real en el sentido de "lo real exterior al sujeto"; de esto último se ocupa la metafísica. Por un lado, la fenomenología describe al fenómeno: una dimensión más amplia que la de lo real, pues también incluye lo ficticio. Por otro lado, la metafísica utiliza nociones triádicas para explicar la realidad. La metafísica es un discurso lógico-demostrativo, mientras que la fenomenología es una disciplina esencialmente mostrativa.



Bibliografía

Ediciones de la obra de Peirce

Obras sobre Peirce



Fecha del documento: 5 de mayo 2005
Ultima actualización: 3 de septiembre 2009

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