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Germen del periodismo europeo

Esta exposición permite realizar un viaje desde el siglo XVI hasta mediados del XIX, momento en que ya el género de las relaciones de sucesos languidece y se ve superado en tierras españolas por la consolidación de la prensa periódica. Este triunfo, entre múltiples factores, se debió a que la libertad de imprenta fue ganando adeptos desde las primeras décadas del convulso siglo XIX. Así, desde las Cortes de Cádiz o el Trienio Liberal fueron apareciendo numerosos periódicos que fueron arrinconando a las relaciones, restringiéndolas casi a la narración popular de hechos curiosos y divertidos, pero ya no eran el medio idóneo para relatar las novedades. Y ya desde la Constitución de 1869 aquella fractura se acrecentó aún más, ya que la prensa creció de manera exponencial en la España decimonónica. En este contexto, el periódico triunfaba y la relación de sucesos le cedía el espacio informativo que había copado desde la invención de la imprenta.

Tal vez sea aventurado fijar una única causa como el detonante del declinar de las relaciones de sucesos, pues probablemente a la libertad de imprenta haya que sumarle otros factores que fueron desencadenándose desde finales del siglo XVIII. Así, en primer lugar, debemos tener en cuenta que las gacetas y los periódicos que ya existían habÍan supuesto un ataque al pretendido monopolio que anhelaban los impresores hispanos. A esto se uniría una mayor competencia editorial que influiría directamente en los gustos del público lector, es decir, alteró de forma paulatina las preferencias de los consumidores de información. Por otro lado, aunque íntimamente ligado a lo anterior, tendríamos que advertir los notables cambios que se comenzaron a experimentar en la capacidad productiva de las prensas gracias a los avances técnicos y materiales, lo que trajo consigo un abaratamiento de los textos consumidos. Todos estos factores ayudan a comprender mejor los motivos reales del lento languidecimiento de las relaciones de sucesos.