El libro antiguo ofrece una interesante fuente de información sobre los utensilios de dibujo y de construcción; las disciplinas que se servían de ellos, en sus tratados, manuales, y lecciones, brindan en ocasiones sugerente información gráfica o explicaciones vinculadas a otras ciencias - como la geometría y las matemáticas- que ilustran el desarrollo de su texto con los utensilios o instrumentos citados; todo ello permite documentar su introducción, evolución, persistencia o desuso. Existe también otra literatura que versa específicamente sobre los instrumentos y su fabricación, descripción y modo de empleo.
En torno a la tratadística de Arquitectura, esta exposición incluye una selección de grabados y láminas que representan algunos de los instrumentos exhibidos.
El más antiguo de los tratados conservado sobre la práctica de la Arquitectura y la Construcción, De architectura que Vitruvio escribió en torno al año 27 a. C fue reexaminado durante el Renacimiento debido al renovado interés por la arquitectura grecorromana. Inspirado en los principios de Vitruvio, Leon Battista Alberti reinterpretó y elaboró su propia teoría en su De re aedificatoria (1452) publicada en 1485. Ambas obras inspiraron la tratadística renacentista posterior: Serlio, Vignola, Palladio y Scamozzi, que junto con las sucesivas ediciones del tratado de Vitruvio, por mencionar algunos de los que se muestran en esta exposición, incorporaron imágenes que apoyarían la interpretación del editor o traductor del texto original, o incluyeron diversidad de imágenes relacionadas con la naturaleza de cada libro.
Como ejemplo se puede citar a Cesare Cesariano que tradujo e ilustró el tratado de Vitruvio en 1521, y que destinó un espacio para la imagen de dos compases de puntas secas, uno recto y otro curvo: circinus rectus y circinus valgus junto a su recomendación sobre el uso del compás y de la regla para el dibujo.
Aunque resulta más común encontrar en este tipo de literatura, los instrumentos y demás utensilios propios de la Arquitectura y la construcción como adorno de los frontispicios de los libros y como símbolos de las figuras alegóricas de las disciplinas relacionadas con su estudio.
Los libros de Iconología normaban las representaciones alegóricas de las ciencias como la Geometría y las Matemáticas, que con algunas variaciones solían representarse por figuras femeninas que portaban los instrumentos con los que se auxiliaba su estudio, por ejemplo el compás de puntas secas y la escuadra.
Sugerentes ejemplos de este tipo se presentan en una variedad de tratados de diferentes épocas que combinan las alegorías con escenarios de la propia arquitectura de sus frontispicios o de paisajes arquitectónicos:
En otras ocasiones, los instrumentos aparecen en el retrato de los propios arquitectos o autores de la obra como símbolo de su oficio o profesión desempeñándose como un objeto iconográfico, como es el caso de Jacopo Barozzi de Vignola, retratado con un compás de puntas secas y representado de esta manera en varias ediciones:
Para completar la mejor explicación gráfica del tema expuesto, las láminas podían incluir los dibujos y trazados geométricos, o planificaciones y construcciones, junto con alguno de los instrumentos apropiados para su ejecución o desempeño. La edición del tratado de Vignola citada más arriba, incorpora un compás de puntas secas, imprescindible para dimensionar, en la explicación sobre la construcción de los distintos órdenes clásicos, véase por ejemplo la Lámina 23 que ilustra el orden corintio o la Lámina 30 de la columna salomónica.
También se puede citar la traducción de Patricio Caxesi del mismo tratado, que incluye una lámina que acompaña el comentario sobre la construcción de una perspectiva, donde figura un personaje portando un compás de puntas secas para dimensionar y proporcionar.
El tratado del padre Pozzo incluye una lámina que muestra una mesa de dibujo sobre la que se disponen tiralíneas, compases de puntas secas y reglas T, entre otros utensilios necesarios para elaborar escenográficas perspectivas arquitectónicas para pintores y arquitectos.
La obra de Domenico Fontana registra uno de los muchos trabajos de arquitectura e ingeniería que el arquitecto realizó para el Papa Sixto V: el traslado del obelisco que había sido llevado a Roma en el año 37 o 38 hacia el espacio enfrente de la basílica de San Pedro. El logro técnico fue inmortalizado en cada una de las etapas, captando en una secuencia de vistas panorámicas los momentos de construcción de la enorme máquina para tal fin, un castello, una especie de andamio y grúa, que Fontana diseñó para desmontar, mover y re erigir el obelisco de 25.3 metros de altura.
Se trató de una delicada operación coordinada que requirió una planificación y cálculo extraordinarios. El libro comienza, imitando a Vignola en su frontispicio, con el retrato del autor de la proeza sosteniendo un obelisco apoyado sobre una mesa en la que se disponen un compás, una escuadra y, lo que parece, un simplificado tiralíneas. Instrumentos y útiles de arquitectura y de construcción adornan ambos lados en ristra, utensilios que se utilizarían para el diseño y los cálculos de los pesos, de la estructura, de los desplazamientos, entre otras mediciones y cómputos en todas sus distintas operaciones.
El primer tratado técnico que se ocupa específicamente de los instrumentos de dibujo y de matemáticas fue escrito por François Jacques Besson. Su obra Theatrum instrumentorum (1569) fue publicada por primera vez en latín en Orléans y después reeditada en francés bajo el título de Théâtre des instruments mathématiques et mécaniques (1579) en Lyon. La traducción española Teatro de los instrumentos y figuras matematicas y mecanicas fue publicada en 1602.
Varios otros tratados técnicos, posteriores a la obra de Besson, aparecerían en Francia, Italia, Alemania e Inglaterra, desde el último cuarto del siglo XVI y a lo largo del siglo XVII, constituyendo un testimonio de los avances tecnológicos en la fabricación de los instrumentos, así como de los progresos en las distintas disciplinas del saber durante ese período. Aunque de naturaleza muy distinta a la técnica, podemos encontrar un repertorio grande de instrumentos empleados en el siglo XVII en el tratado de Architectvra recta y obliqva (1678) de Juan Caramuel que presenta extraordinarias láminas con representaciones de numerosos instrumentos, en las que se reconocen el compás de proporción, el compás de espesores y distintos compases de punta seca, el compás de reducción, el compás de vara, paralelas o escuadras, punzones, entre muchos otros utensilios.
Durante el siglo XVIII, se editan obras que explican con gran precisión la fabricación y el uso de algunos instrumentos señalados. En esta exposición se presenta como ejemplo el libro de Giovanni Pagnini que describe y explica la construcción del compás de proporción.
También a partir del siglo XVIII y prolongándose en el XIX, los manuales y tratados abordaron los temas sobre distintas disciplinas desde una perspectiva principalmente práctica con el propósito de que algunos profesionales, o artesanos de otros oficios, pudieran instruirse en temas considerando, por ejemplo, la geometría, las matemáticas o el dibujo. Se pueden citar distintos manuales que incluían necesariamente Información gráfica para enseñar el dibujo técnico, como la obra de Delagardette que muestra una escuadra móvil en su Lámina XVII; y una mesa, regla, escuadra, cartabón y cristal para calcar en su Lámina XV; el Ensayo sobre la ciencia y las artes del dibujo de José de Odriozola; o los Cursos o lecciones de Isaac de Villanueva que muestran en sus ejercicios de Geometría, un transportador, regla, y escuadras (lámina 1) y un elipsógrafo y una plantilla de curvas (lámina 2).
Nouvelles règles pour la pratique du dessin et du lavis de l'architecture civile et militaire par C.M. Delagardette, 1803
Curso de dibujo industrial, ó Lecciones dadas en la enseñanza de la delineacion aplicada á las artes y á las máquinas en el Conservatorio de Artes de Madrid por Isaac Villanueva..., 1842