Procedente de una ilustre familia, Fulvio Orsini nació en Roma en 1529. A los seis años fue admitido entre los clérigos de San Juan de Letrán, siendo protegido por el canónigo Gentilio Delfini, hombre apasionado por las antigüedades que se encargó personalmente de instruirle en los fundamentos de la arqueología. Tras abrazar el estado eclesiástico, la reputación de Orsini creció de tal manera que el cardenal Ranuccio Farnesio lo nombró su secretario, y se vio solicitado por destacados hombres de letras de Roma. Aparece así como uno de los grandes filólogos y humanistas del siglo XVI, sumamente interesado por la Antigüedad, al punto de emplear su fortuna en reunir una espléndida colección de cuadros, esculturas, antigüedades y monedas que legó al cardenal Odoardo Farnesio. Fue también poseedor de la principal biblioteca particular de Roma del Cinquecento, de la que formaban parte costosos libros y manuscritos que más tarde acabarían en la Biblioteca del Vaticano. Fue también amigo y protector de El Greco durante la estancia del artista en Roma. Falleció en 1600, siendo enterrado en la capilla de Santa María Magdalena que había hecho construir cerca de San Juan de Letrán.
Fulvio Orsini fue autor de numerosos estudios de carácter filológico, histórico y arqueológico, entre los que destaca su obra Familiae Romanae, publicada en 1577, que se inscribe en el marco del interés que despertaron las medallas y la numismática en muchos anticuarios e intelectuales del siglo XVI, sobre todo por su valor simbólico e intrínseco. Para poner orden en un corpus creciente de materiales se generó una literatura especializada, con algunas líneas de estudio preferentes: manuales de coleccionismo, obras que aprovechaban monedas y medallas para reconstruir aspectos de la historia, y tratados que abordaban el contenido simbólico de las piezas. La medalla entraba en contacto con otros modos contemporáneos de representación, en especial con la empresa, con la que pueden establecerse evidentes relaciones. Los tratados medallísticos y numismáticos que tanto proliferaron en este período contenían además completos catálogos de imágenes a disposición de cualquier artista.
La
Familiae Romanae se trata en realidad de un trabajo realizado conjuntamente entre Fulvio Orsini y el célebre humanista español y arzobispo de Tarragona Antonio Agustín, colaboración que se extiende igualmente a otras muchas obras de ambos autores. Y es que a mediados del siglo XVI aparecen en el panorama de los estudios numismáticos estos dos humanistas que concebirán el estudio de las monedas con unos criterios diferentes a como había sido tratado hasta entonces. Con la publicación de sus obras, Orsini y Agustín conseguirán otorgar a la numismática el carácter de una ciencia al servicio de la historia, tal es así que se puede afirmar que la numismática como ciencia moderna nació cuando ambos comenzaron a plantearse el estudio en profundidad de las monedas. Su gran aportación radica en su intento de incardinar la numismática y la epigrafía en un marco mucho más amplio de interpretación de la antigüedad, basado en el estudio de los textos clásicos que adquieren un valor doble como fuentes principales para el conocimiento de la civilización greco-romana y para precisar el alcance de las leyendas y la simbología de los tipos. Por tal motivo, Fulvio Orsini y Antonio Agustín merecen figurar entre los padres de la numismática, al lado de nombres como Eneas Vico y Hubertus Goltzius.
El propio título de la obra ya indica que Antonio Agustín aportó treinta familias al estudio. En realidad se puede afirmar que son dos libritos publicados en un solo volumen: el de Orsini, que es más bien un libro de imágenes, y el de Antonio Agustín, que trata propiamente sobre familias romanas. En su conjunto nos encontramos ante el primer intento serio de abordar la numismática del período republicano en Roma.
Bibliografía:
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•Carbonell i Manils, J., «Fulvio Orsini i Antonio Agustín, precursors de la moderna numismàtica», Annals de l’Institut d’Estudis Gironins, vol. XXXII, 1992-93, pp. 169-186.