Metodología de la investigación
Prof. Jaime Nubiola
Universidad de Navarra

Sesión 2ª:
Escribir y escribir bien

 

 

1. Escribir

"Si quieres ser escritor —decía papá—, tienes que vivir, primero, mucho tiempo con los muertos. Y, después, guardar silencio muchos años. O siempre. Ya verás". José Jiménez Lozano, La boda de Ángela, Seix Barral, Barcelona, 1993, p. 72.

"Gástese la primera estancia del bello vivir en hablar con los muertos [los libros]; nacemos para saber, y los libros con fidelidad nos hacen personas". Baltasar Gracián, Oráculo manual, número 229. Citado por Emilio Hidalgo-Serna, El pensamiento ingenioso en Baltasar Gracián, Anthropos, Barcelona, 1993, p. 121.

"Hombres que desprecian el detalle en su deseo de abarcarlo todo, sin ver, o sin querer ver, que —como decía Cajal— 'no hay cuestiones pequeñas; las que lo parecen son cuestiones grandes no comprendidas'". José Mª Albareda, Vida de la inteligencia, Magisterio Español, Madrid, 1971, p. 112.



2. Escribir bien

"El único deber de un escritor es escribir bien. Siempre he alentado en mis escritos una preocupación moral, lo que no quiere decir que añada valor a lo que escribes. Al escritor se le juzga por lo que escribe, no por aspectos morales. Yo sí, yo he tratado siempre de influir un poco en la sociedad en la que vivo a través de la escritura, pero no he debido de conseguir gran cosa, a tenor de lo que está ocurriendo. Hay quien dice que el escritor no puede influir para nada en su época, yo no lo creo así: los escritores de la Enciclopedia originaron la Revolución Francesa, de manera que yo no creo que un escritor solo pueda tener fuerza, pero sí la puede tener un grupo de intelectuales". Miguel Delibes, Entrevista de Blanca Berasátegui, ABC Cultural, 3 diciembre 1993, p. 18.

"Escribir bien es difícil. Por escribir bien entiendo decir con la máxima simplicidad las cosas esenciales. No siempre se consigue. Dar relieve a cada palabra; las más anodinas pueden brillar cegadoras si las colocamos en el lugar adecuado. Cuando me sale una frase con un giro diferente, tengo una pequeña sensación de victoria. Toda la gracia de escribir radica en acertar con el medio de expresión, el estilo. Hay escritores que lo encuentran en seguida, otros tardan mucho, otros no lo encuentran nunca". Mercé Rodoreda, Prólogo a Espejo roto, Seix Barral, Barcelona, 1981, p. 10. (Trad. cast. de Pere Gimferrer).

"En arte [también en el de escribir y muy especialmente en el de hacer una tesis]— como en muchas otras cosas—, lo que no suma resta". Ricardo Senabre, ABC Literario, 26 noviembre 1993.

"La mitad de la buena filosofía es buena gramática (...): la buena escritura filosófica es escritura gramatical. Quien escribe una serie de frases gramaticalmente correctas sobre un tema filosófico probablemente tiene una idea coherente de lo que está diciendo. (...) En contra de la opinión en boga entre muchos estudiantes, un lenguaje vago y verboso denota confusión, no sutileza o habilidad (...) Como el lenguaje es expresión del pensamiento, un lenguaje claro es expresión de un claro pensamiento. La manera de escribir ha de facilitar la comprensión de la filosofía. El estilo ha de favorecer la claridad". Aloysius P. Martinich, Philosophical Writing, Prentice Hall, Englewood Cliffs, NJ, 1989, pp. xiii-xiv.

Joaquín Lorda, 1 de mayo de 1992

"En ocasiones sucederá que yo no he entendido lo que trataba de exponer: o que, entendiéndolo, no he sabido hacerlo. Pero en otras ocasiones parece que eres tú quien no comprende qué escribe, o no lo sabes hacer comprensible. Y nunca debes escribir nada que no entiendas tú. No hay milagros en esto.

(...) Yo sí te diré que debes mejorar tu estilo. Cualquier persona que vive de sus ideas ha de cuidarlas: expresarlas con la mayor perfección, con propiedad y belleza. Uno de los secretos del estilo consiste en corregir. Debes tratar tus escritos con dureza; adelantarte al lector, tachar mucho; no perdonarte una mala frase; evitar la tentación de la idea redonda, pero marginal e inoportuna; intentar mantener el hilo conductor, y desembarazarlo de todos los aderezos inútiles. Procurar ser ameno, sin concesiones; y breve, sin ser esquemático: es mejor no escribir que hacerlo mal". Jaime Nubiola, El Taller de la filosofía, Eunsa, Pamplona, 1999, p. 131.

"Writing in the right style is setting the carriage straight on the rails". Ludwig Wittgenstein, Culture and Value, Blackwell, Oxford, 1980, p. 39.

"The ability to write clearly is a skill, not an art, and it is learned by practice". N. W. Goodman y M. B. Edwards, Medical Writing. A Prescription for Clarity, Nueva York, Cambridge University Press, 1991.

Karl Popper gustaba de enfatizar la responsabilidad del intelectual, de quien tiene el privilegio y la oportunidad de estudiar, de "presentar a sus congéneres (o 'a la sociedad') los resultados de su estudio de lo más simple, clara y modestamente que pueda. Lo peor que pueden hacer los intelectuales —su pecado capital— es intentar establecerse como grandes profetas respecto a sus congéneres e impresionarles con filosofías desconcertantes. Quien no sepa hablar de forma sencilla y con claridad no debería decir nada y seguir trabajando hasta que sea capaz de hacerlo." En busca de un mundo mejor, 114.

"Considero deber de todo intelectual ser consciente de la posición privilegiada en que se encuentra. El intelectual tiene el deber de escribir de la forma más simple y clara que pueda, y de la forma más civilizada; y no olvidar nunca ni los grandes problemas que azotan a la humanidad y exigen un pensamiento nuevo y osado pero paciente, o la modestia socrática del hombre que sabe lo poco que sabe. Frente a los filósofos minuciosos y sus minúsculos problemas, creo que la principal tarea de la filosofía es especular críticamente sobre el universo y sobre nuestro lugar en él, incluidas nuestras facultades de conocer y nuestra capacidad de hacer el bien y el mal". Karl Popper, En busca de un mundo mejor, Paidós, Barcelona, 1994, p. 239.



3. Escribir párrafos y capítulos

"Enseñaba a los alumnos que el secreto de todo el arte de expresarse consistía en decir la misma cosa tres veces. Se la anuncia, se la desarrolla y, por fin, se la resume de un trazo. Después se pasa a otra idea. Y antaño mis alumnos habían hecho de mis preceptos una canción: se dice que se va a decir, se dice, y se dice que se ha dicho". Jean Guitton, El trabajo intelectual, Rialp, Madrid, 1999, p. 74.

"Igual que una casa se compone de piedras, una disertación se compone de párrafos. Un párrafo es el espacio comprendido entre dos puntos y aparte. Un párrafo debe tener entre 15 y 20 líneas. ¿Dónde se encuentra la 'clave' del párrafo, es decir, la parte directriz y motriz? Al final. El final del párrafo es también su objetivo y hay que poner la frase que resume su idea al final (...). La introducción del párrafo debe depender de su conclusión. La frase introductoria anuncia lo que viene después". Jean Guitton, El trabajo intelectual, Rialp, Madrid, 1999, p. 77.

"[Cuando escribía La guerra del Nilo, aprendiendo de Maculay y de Gibbon], comencé a darme cuenta de que la escritura, especialmente la narrativa, no eran solo cuestión de frases, sino también de párrafos. De hecho, pensé que el párrafo es tan importante como la frase (...). Del mismo modo que la frase contiene una idea completa en sí misma, cada párrafo debe abarcar un episodio bien diferenciado y, al igual que las frases, deben continuar unos tras otros en armoniosa secuencia, encajar entre sí como los enganches autómaticos de los vagones del ferrocarril. También comencé a darle importancia a la división en capítulos. Cada capítulo debe tener entidad propia y, en lo posible, la misma importancia y parecida extensión". Winston Churchill, Mi juventud, Almed, Granada, 2010, pp. 189-190.






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Ultima actualización: 24 de mayo 2016