NUBIOLA, JAIME: El compromiso esencialista de la lógica modal. Estudio de Quine y Kripke. Colección Filosófica, nº 43. EUNSA, Pamplona, 1984, 350 pp. 14 x 21,5 cms.
Se ha dicho que la denominada filosofía analítica, modalidad actual del empirismo clásico, está en decadencia. Después de algunos años de vigencia, lo que es innegable es que ya no se presenta como la única y auténtica filosofía, aunque algunos de sus seguidores de lengua española aún parecen creerlo. Esta filosofía angloamericana había intentado descubrir la estructura de la realidad a partir del análisis del lenguaje, encerrándose en el nominalismo. Sus soluciones, dadas desde orientaciones múltiples y muy divergentes, se destruían mutuamente al criticarse entre sí sus autores. No es extraño, por tanto, que algunos hayan renunciado a su tradicional postura antimetafísica, e incluso planteen algunos de sus temas.
En esta situación general de la filosofía analítica hay que situar este libro de Jaime Nubiola, profesor de la Universidad de Navarra, y en la actualidad Secretario General de la misma. Porque el intento principal de El compromiso esencialista de la lógica modal es mostrar que una dirección de esta filosofía, la lógica modal, y más concretamente la interpretación semántica de la lógica modal de Saul Kripke, conduce a la recuperación de algunos problemas metafísicos. Para ello ha dividido la investigación en dos partes. En la primera expone clara y ordenadamente todas las objeciones, que el conocido analista norteamericano Quine presenta a la semántica modal, que se sintetizan en la acusación de implicar un "esencialismo". En la segunda parte, se presentan las justificaciones de la teoría semántica modal de Kripke, por considerar que este profesor de la Universidad de Princeton (nacido en 1941) es uno de sus principales creadores. Se examinan sus presupuestos metafísicos, como la noción de esencia, la distinción entre propiedades esenciales y accidentales, la necesidad y la posibilidad en cuanto "modalidades" de la realidad, y la negación de un estricto uso unívoco del lenguaje ordinario, con lo que parece abrir el camino para el reconocimiento del carácter analógico del mismo.
Este incipiente redescubrimiento de nociones metafísicas se ha hecho desde el estudio analítico del lenguaje, porque tal como indica, muy acertadamente, el profesor Nubiola: "Kripke se acerca a tales conclusiones metafísicas al hilo de su búsqueda de una interpretación semática adecuada para la lógica modal. No se trata de una posición metafísica previa, sino que, a partir de la filosofía de la lógica, Kripke llega a los problemas clásicos de la metafísica por medio de la reflexión acerca del lenguaje ordinario y de las intuiciones del sentido común" (p. 27).
El autor valora positiva y esperanzadamente este acercamiento de la filosofía analítica a la metafísica. Cree que "el puente para pasar del análisis del lenguaje a las cosas ha sido encontrado: ahora es preciso recorrerlo" (p. 361). Sin embargo, hay motivos para no ser tan optimistas. Porque si no se abandonan los presupuestos empiristas no es posible traspasar la experiencia sensible, y sin el reconocimiento de la analogía del lenguaje tampoco puede constituirse la metafísica.
Fecha del documento: 28 de junio 2007
Última actualización: 28 de junio 2007