Caballo Verde. Suplemento Cultural
nº 75, 12 de noviembre del 2007, pp. 1-2

Nubiola. Visita ilustre que ayuda a pensar

por Luis Monti

El filósofo español Jaime Nubiola, uno de los columnistas más prestigiosos que Caballo Verde acerca cada mes a los lectores, visitó nuevamente Tucumán, con motivo del reciente Congreso Nacional de Filosofía.

Nos ha visitado hace apenas unas semanas el filósofo español Jaime Nubiola, profesor de la Universidad de Navarra, y profesor invitado al programa doctoral de filosofía de la Universidad Nacional de Tucumán, permanente colaborador de Caballo Verde, a través de sus columnas que invitan a reflexionar sobre temas de rigurosa actualidad.

Jaime Nubiola (Barcelona, 1953) es profesor de Filosofía en la Universidad de Navarra, España, donde ha desempeñado los cargos académicos de Secretario General y Vicerrector de Relaciones Internacionales. Ha sido visiting scholar en las universidad de Harvard, Glasgow y Stanford. Dirigió más de veinte tesis doctorales y es autor de los libros El compromiso esencialista de la lógica modal; La renovación pragmatista de la filosofía analítica; El taller de la filosofía; Peirce y el mundo hispánico; Pensar en libertad, así como de numerosos artículos sobre filosofía del lenguaje e historia de la filosofía analítica, metodología filosófica, filosofía americana y pragmatismo. Es director de la revista Anuario Filosófico y colaborador sobre temas de actualidad en La Gaceta de los Negocios (Madrid) y en EL SIGLO de Tucumán. Desde 1994, el profesor Nubiola ha promovido en Navarra un Grupo de Estudios Peirceanos (http://www.unav.es/gep/) para impulsar la traducción y el estudio de la obra del filósofo y científico norteamericano Charles S. Peirce (1839-1914). En la actualidad es Vicepresidente de la Charles S. Peirce Society y en el año 2008 será el presidente mundial de esta asociación.

 



El pragmatismo de Peirce

Su visita a San Miguel de Tucumán coincidió con la celebración del reciente XIV Congreso Nacional de Filosofía organizado por la Asociación Filosófica de la República Argentina (AFRA) con la participación de más de trescientos expositores, entre ellos prestigiosos filósofos argentinos e invitados extranjeros. En ese marco se celebró el 10 de septiembre el 168º aniversario del nacimiento de Peirce con una mesa panel en su homenaje titulada "Actualidad del pragmatismo de C. S. Peirce". El panel se abrió con la exposición de Catalina Hynes (Univ. Nac. de Tucumán) quien habló de "La verdad del pragmatismo", a su juicio la noción peor entendida del pragmatismo. Luego habló Hedy Boero (Univ. del Norte Santo Tomás de Aquino) acerca de "C. S. Peirce y Tomás de Aquino: parecidos de familia". Su análisis se centró especialmente en la noción de causa final presente decisivamente en el pensamiento de ambos filósofos. Finalmente, Jaime Nubiola cerró el panel con una exposición sobre "Peirce en Hispanoamérica" en la que detalló la historia de la recepción de Peirce en el mundo hispánico. Además, dio cuenta de los resultados alcanzados en este campo por el Grupo de Estudios Peirceanos gracias a la cooperación de expertos investigadores de Argentina, Brasil, Colombia, España y muchos otros países de habla hispana que han puesto al alcance del público el tesoro formidable de los textos de Peirce y de mucha bibliografía secundaria.

Jaime Nubiola visitó Tucumán por primera vez en septiembre de 1998 para dictar un curso doctoral en la UNT sobre Metodología de la investigación, sobre cómo hacer una tesis doctoral, que tuvo un gran éxito. Desde entonces ha vuelto periódicamente a nuestra ciudad para dictar diversos cursos. Aprovechamos su visita a nuestra redacción para tomarle unas fotos y hacerle algunas preguntas muy concretas, pues sus respuestas pueden ser muy útiles a nuestros lectores jóvenes.

-¿Cómo prepara un currículum?

Entre los primeros documentos que ha de escribir quien inicia su vida profesional se encuentra el curriculum vitae, "currículo" en castellano oficial, para solicitar una beca o ayuda, un puesto de trabajo, o simplemente para presentarse ante otras personas. Un curriculum vitae define un estilo o un proyecto de vida, del que cada una o cada uno ha de sentirse responsable línea a línea, de los renglones que dan cuenta de su pasado, la formación recibida y los estudios realizados, como sobre todo de las líneas que año a año con nuestro trabajo podemos añadir.

Así como un artista procura que le tomen fotos desde el ángulo que más le favorece, un curriculum vitae bien hecho lleva —sin detrimento de la verdad— a destacar los rasgos qeu más favorecen nuestra candidatura ante ese posible empleador, esa ayuda o beca. Nuestro curriculum vitae, en primer lugar, tiene que gustarnos a nosotros en su conjunto y en su detalle, hemos de estar orgullosos de lo que hemos hecho. Tiene que informar de quiénes somos y a qué nos dedicamos profesionalmente en la fecha del curriculum, esto es, quién nos paga. Convendrá destacar la experiencia profesional, el trabajo —retribuido o no— que nos ha llevado tanto tiempo, más que los cursos a los que hemos asistido y los méritos de quienes los han dado. Habrá que evitar la verbosidad y las largas explicaciones y destacar en especial las publicaciones. Convendrá tener el curriculum vitae instalado en la red, para hacer más fácil que otras personas entren en contacto con nosotros a través del correo electrónico o tengan acceso a las publicaciones nuestras que hayamos querido conectar en forma electrónica a nuestra página personal.

-¿Qué condiciones debe requerir una tesis doctoral?

Para quienes se inician en la vida académica la redacción de la tesis doctoral es el primer empeño de envergadura, al menos en cuanto a extensión, que tiene que afrontar. La obtención del grado de doctor es el requisito necesario para dedicarse profesionalmente a la docencia universitaria. Una tesis no es meramente un evento administrativo para lograr una promoción profesional, ni es tampoco un evento exclusivamente científico, de pura investigación. Escribir una tesis tiene, sobre todo, una finalidad de aprendizaje. El primer fruto de una tesis es lo que su autor o autora crece, aprende, al escribirla, al mantener un discurso coherente y bien argumentado a lo largo de trescientas o cuatrocientas páginas. Como reza el dicho "Quien hace un cesto hace ciento". Quien es capaz de escribir una tesis doctoral acredita con ello su habilidad investigadora y su capacidad de comunicar a otros lo descubierto siguiendo las pautas de quienes le hen precedido y de quienes trabajan en este mismo campo de investigación. Una tesis debe aportar algo original y novedoso, pero su primer mérito ha de radicar en la tarea rigurosa de acopio de lo que otros han dicho sobre la cuestión afrontada, en el examen detenido de sus aciertos y limitaciones. Sólo después de hecha esa tarea imprescindible, puede y debe el autor de la tesis aportar algo nuevo.

Lo realmente decisivo para una tesis es tener una buena pregunta, y después dedicar el tiempo necesario para adquirir el oficio y el método que permitan iluminar el problema que queremos abordar y permitan ofrecer finalmente una respuesta argumentada y convincente. Para llegar a formular esa pregunta es importante la elección de la persona que dirija nuestra investigación, pero sobre todo es indispensable que la pregunta tenga un enraizamiento efectivo en la biografía personal.


-¿Qué elementos la constituyen y cómo desarrollarla, sus condicionales fundamentales?

Lo importante es no dejarse intimidar por la perspectiva de escribir cuatrocientas páginas y seguir el consejo de Descartes para resolver los problemas: desmenuzarlos en parte y proceder en consecuencia. Una vez definida el área de investigación, el director de tesis y el problema que queremos afrontar hay que elegir un buen título provisional, si hace falta con un subtítulo que especifique el punto de vista o el autor sobre el que verda principalmente el trabajo, y enseguida ponerse a trocear la tesis en partes, esto es, a pergeñar el índice de la tesis.

Diseñar un proyecto de investigación doctoral no es tarea sencilla. Hace falta la intervención decisiva del director para eliminar capítulos, podar avenidas secundarias, de forma que el trabajo esté bien centrado en torno a un tema y tenga al mismo tiempo todos los elementos relevantes y, si es posible, sólo los elementos relevantes, y estos trabados de un modo coherente y persuasivo.

-Algún otro concepto de su especialidad auntando a los estudiantes.

Lo más importante es que desde el primer momento se lancen a escribir, esto es, se empeñen en aprender a escribir y a escribir bien. La desarticulación entre pensamiento y vida ha sido quizá la cuestión más dolorosa que atraviesa desgarradoramente la cultura contemporánea y las biografías singulares de las personas, en particular la gente joven. La recuperación de la unidad no es una tarea simple, pero elegir la escritura como clave desde la que comenzar a esbozar una respuesta supone conferir una clara prioridad a la dimensión comunicativa de la vida.

Desde hace siglos la vida intelectual ha sido caracterizada como aquel tipo de vida en el que toda la actividad de la persona está conducida por el amor sapientiae renacentista, por la búsqueda de la verdad. Lo que más nos atrae a los seres humanos es aprender: "Todos los hombres por naturaleza anhelan saber", escribía Aristóteles en el arranque de su Metafísica. Como el aprender es actuación de la íntima espontaneidad y al mismo tiempo apertura a la realidad exterior y a los demás, la vida de quienes tienen esa aspiración a progresar en la comprensión de sí y de la realidad, resulta de ordinario mucho más gozosa y rica. No hay crecimiento intelectual sin reflexión, y en la vida de muchas personas no hay reflexión si no se tropieza con fracasos, conflictos inesperados o contradicciones personales. La experiencia universal muestra que quien desea aprender está dispuesto a cambiar, aunque el cambio a veces pueda resultar muy costoso.

El aprendiz progresa cuando centra su atención en tres zonas distintas de su actividad: espontaneidad, reflexión y corazón. Están las tres íntimamente conectadas entre sí. Quizás esto se advierte mejor en su formulación verbal activa: decir lo que pensamos (espontaneidad), pensar lo que vivimos (reflexión), vivir lo que decimos (corazón). Esas tres áreas pueden ser entendidas como tres ejes o coordenadas del crecimiento personal. Podrían denominarse también asertividad, que es el trabajo sobre uno mismo para ganar en protagonismo del propio vivir: es independencia afirmativa, confianza en las propias fuerzas, conocimiento de la potencia del propio esfuerzo; creatividad, que es el esfuerzo por reflexionar, por escribir, por fomentar la imaginación, por cultivar la "espontaneidad ilustrada": lleva a convertir el propio vivir en obra de arte; y corazón, que es la ilusión apasionada por forjar relaciones comunicativas con los demás, para acompañarles, para ayudarles y sobre todo paa aprender de ellos: el corazón es la capacidad de establecer relaciones afectivas con quienes nos rodean, relaciones que tiren de ellos —¡y de nosotros!— para arriba.

-¿Cómo ve al mundo que se viene y el compromiso que deben asumir los jóvenes padres para con sus hijos dado que sabemos bien que en nuestros países la educación está muy devaluada por numerosas circunstancias, no sólo económicas?

La pregunta es muy amplia y resulta de enorme importancia para el desarrollo del Noroeste Argentino y de Latinoamérica toda. Mi respuesta a los padres sería alentarles a que den siempre a sus hijos un ejemplo vivo de trabajo serio y esforzado; que les enseñen, de una forma que entre por los ojos, a vivir una vida sobria, sin concesiones al consumismo. Ya está bien de lamentos estériles sobre la crisis económica y social. En la puerta de mi despacho tengo una frase de Peirce que dice: "La vida de la ciencia está en el deseo de aprender". Si los jóvenes trabajan esforzadamente, esto es, estudian en serio, cambiarán la faz de este querido país.

 



Fecha del documento: 20 de mayo 2008
Ultima actualización: 22 de mayo 2008

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