Publicado en E. Bustos et al (eds.), Actas del I Congreso de la Sociedad de Lógica, Metodología y Filosofía
de la Ciencia en España
, Madrid, 15-17 diciembre 1993, pp. 452-455.



BERTRAND RUSSELL EN BARCELONA, 1920:
JOAN CREXELLS Y EUGENIO D'ORS COMO SUS INTERLOCUTORES



Jaime Nubiola
Universidad de Navarra
jnubiola@unav.es





Bertrand Russell nunca olvidó el curso que impartió en Barcelona en la primavera de 1920. En la amarga portada de An Inquiry Into Meaning and Truth (1940), tras la sentencia judicial que le separó de la docencia en el City College de Nueva York, incluye expresamente entre sus méritos aquellas conferencias en Barcelona, junto a las que había dado en las Universidades de Uppsala, Copenhague y La Sorbona. También las menciona brevemente en su Autobiografía (Russell 1990, II, 143), pero hasta el momento no se han estudiado ni sus circunstancias ni su alcance. El objetivo de esta comunicación es traer a la luz los datos disponibles al respecto en los Russell Archives (McMaster University, Canadá) y en los legados documentales de Joan Crexells (1896-1926) y Eugenio d'Ors (1881-1954), los dos filósofos catalanes que promovieron la visita de Russell, y avanzar una evaluación sobre su influencia en la filosofía española**.

1. Crexells y Russell

El joven Joan Crexells, profesor asistente del Seminario de Filosofía de Eugenio d'Ors en el Institut d'Estudis Catalans, publicó en abril y mayo de 1919 en Quaderns d'Estudi un lúcido ensayo en catalán de veintisiete páginas, bajo el título "La filosofia de Bertrand Russell", en el que muestra un buen conocimiento del pensamiento del filósofo británico. Se trata de la primera exposición del pensamiento de Russell escrita en España. En ella Crexells llama la atención sobre la presencia de Leibniz en Russell —cuya exposición crítica de la filosofía leibniciana califica como "magistral"— y detecta algunas de las características básicas de lo que con el tiempo vendría a ser la filosofía analítica. Crexells destaca la "actitud científica" con que Russell aborda los problemas filosóficos —que hace posible el ofrecer soluciones precisas a algunos pocos problemas planteados con claridad (Crexells 1919, 179-180)—, y explica con algún detalle su tratamiento de las nociones de espacio, tiempo y número, y las tesis de Russell acerca de las relaciones, los tipos y la significación de la idea de clase. Jardí ha sugerido que este trabajo habría sido redactado por indicación de d'Ors para preparar los futuros asistentes a las conferencias (Jardí 1976, 216), pero una lectura detenida de esas páginas muestra que no se trata de un trabajo de circunstancias. Crexells estaba preparando en esos meses su tesis doctoral "Las verdades absolutas" en la que puede comprobarse su buen conocimiento de la filosofía y los escritos de Bolzano, Meinong, Husserl, del pragmatismo de James y Schiller, y de la lógica matemática de Schroeder y Russell.

Para elaborar aquel ensayo, Crexells contó con el primer volumen de los Principia Mathematica, y con los libros de Russell Our Knowledge of the External World (1914), Mysticism and Logic (1919), e Introduction to Mathematical Philosophy (1919). Además había escrito a Russell pidiéndole un retrato, un esbozo biográfico y algún resumen de su posición filosófica (Carta de 15.3.19). No se conserva la respuesta de Russell, pero sí se conservan la fotografía que envió Russell y aquellos libros con los que Crexells preparó su trabajo, así como los datos biográficos incluidos en las cuatro primeras páginas del ensayo.

En octubre de 1919 Crexells escribe de nuevo a Russell manifestándole su deseo de marchar a Inglaterra a estudiar lógica y matemática bajo su dirección. Explica que acaba de terminar sus estudios universitarios, que siempre ha estado muy interesado en la lógica matemática, que ha leído los estudios de Couturat, algunos estudios de la escuela de Peano, algo de Schroeder, los tres libros de Russell antes indicados, y que desde hace algún tiempo está estudiando los Principia (Carta de 22.10.19). Tampoco se conserva la respuesta de Russell a esta carta, pero sí la instancia que Crexells presentó ante la Junta de Ampliación de Estudios en 1921 pidiendo una pensión para marchar a Cambridge para completar allí sus estudios de lógica matemática con Russell. Como aval de su petición, Crexells adjuntaba —según se lee en la instancia— la carta de contestación de Russell de noviembre de 1919 en la que éste le proponía la asistencia a un curso privado y le enviaba además el programa de otro curso que iba a dar también en Londres.

Aquella instancia sería denegada y Crexells se orientaría profesionalmente hacia la estadística y el periodismo. Pero tanto su proyecto de tesis doctoral (1919) como sus artículos filosóficos (compilados póstumamente en Crexells 1933 y 1968), permiten calificar a Crexells como el introductor de la incipiente filosofía analítica en nuestro país: en su divulgación de la filosofía de Russell en 1919, en sus comentarios sobre Peano y Frege —todavía vivo entonces— y en su difusión del pensamiento inglés contemporáneo reside —se ha afirmado (Bilbeny 1979, 149)— su mayor contribución a la filosofía.

2. El curso de Russell en Barcelona

La invitación formal para acudir a Barcelona partió de Eugenio d'Ors, Director del Seminario de Filosofía del Institut d'Estudis Catalans, quien se sentía vinculado afectivamente con Russell por el militante pacifismo de ambos durante la I Guerra Mundial y por la forzada separación de los dos de la vida académica y política (Jardí 1976, 210). Russell acudió desde París, acompañado de Dora Black. El curso monográfico consistió en cinco conferencias en francés bajo el título general "Materia y espíritu. El sistema del atomismo lógico", impartidas del 29 de marzo al 3 de abril. Russell expuso a un reducido auditorio —probablemente el número de asistentes no llegaba a la media docena (d'Ors 1950, 99)— los principios del atomismo lógico y su aplicación a la física y a la psicología. Se trataba de una pequeña parte del material publicado en Our Knowledge of the External World (1914) y sobre todo de una presentación de lo que Russell estaba preparando para Analysis of Mind (1921). Russell aspiraba a compatibilizar —siguiendo en buena medida a William James, a John Watson y al "nuevo realismo" americano— la perspectiva materialista de la psicología con la perspectiva antimaterialista de la física relativista entonces muy reciente. Andreu Muntaner publicó en La Veu de Catalunya una reseña diaria de las conferencias que luego serían compiladas en Quaderns d'Estudi (1920, XII/4: 131-138). Russell dio además una conferencia el 4 de abril en el Ateneo Barcelonés sobre la situación política internacional y la cuestión social, y concedió una amplia entrevista de prensa (Artís 1920). De Barcelona marcharía con Dora a Mallorca para pasar en Soller unas cortas vacaciones (Russell 1975, 81-82).

Bilbeny afirma que Crexells asistió a las conferencias de Russell (1979, 98, 187), pero todo hace pensar que se trata de una suposición errónea. El periódico La Publicitat anuncia el 27 de marzo que Crexells ha llegado ya a Berlín como su corresponsal y el 6 de abril publica la primera crónica de Crexells desde aquella ciudad bajo el título "La situación política en Alemania".

3. D'Ors y Russell

Cuando d'Ors recibe a Russell en Barcelona acababa de ser destituido de la Secretaría del Institut d'Estudis Catalans, como consecuencia de su cese obligado tres meses antes en la Dirección de Instrucción Pública de la Mancomunidad. Por ello, d'Ors en su glosa con ocasión de la inauguración del curso de Russell escribirá que ambos eran unos expulsados a los que "los reunió físicamente el azar, pero, moralmente, les había dado destinos paralelos una ley histórica profunda" (1947a, 82). Eugenio d'Ors en el Institut era Profesor de Lógica y Metodología de la Ciencia; había estudiado ambas materias en París entre 1906 y 1908, conocía personalmente a Bergson, Couturat, Padoa, Poincaré, Vailati, y a otros muchos matemáticos y filósofos europeos de su tiempo. Con Giuseppe Peano había copresidido una sesión en el Congreso Internacional de Filosofía en Bolonia (1911). A causa quizá de su formación original pragmatista de cuño peirceano, d'Ors aspiraba a elaborar una síntesis del formalismo matemático y del vitalismo fenomenológico, a pesar de que en las primeras décadas del siglo XX ambas corrientes de pensamiento eran concebidas por sus principales representantes como totalmente opuestas.

Russell y d'Ors coincidían ampliamente en la defensa de una estrecha conexión entre filosofía y ciencia, pero diferían en aquella cuestión más básica. "Ha pasado por nuestra escena científica, proyectando ideas como chispazos y removiendo las aguas mansas de una pretenciosa incultura. Si no convenció a todos, tampoco quiso proponérselo", se escribirá de Russell en una crónica de la época (Estudio, 1920, VIII, 183). La afinidad entre ambos filósofos se refleja bien en el rótulo de "intelectualismo" que asigna d'Ors a Russell (d'Ors 1947a, 460) y que con el adjetivo añadido de "post-pragmático" había asignado también a su propia posición filosófica (d'Ors 1921, 32), pero la distancia que media entre ambos es grande. Eugenio d'Ors rechazaba el "extremo racionalismo" de Russell que establecía una "separación teórica entre el mundo real (...) y el mundo de lo posible, sometido a la pura legalidad de la razón". Esa separación movía a Russell a combatir duramente la generalización de la teoría de la evolución desarrollada por la ciencia de su tiempo. Por el contrario d'Ors estimaba que el evolucionismo era una visión de la vida, que "juzga a Russell y le incluye" (d'Ors 1947a, 85).

Frente a la lógica matemática, d'Ors defiende una fórmula biológica de la lógica capaz de expresar la vitalidad de la inteligencia. La "Logística" que d'Ors ataca no es la lógica matemática —que valora como "un organismo científico constituido"—, sino la pretensión filosófica —derivada de los progresos en lógica matemática— "de constituir un orden del saber, tan lejano al empírico que su fuente consistiera por modo exclusivo en la deducción: un saber analítico y formalístico, al cual permaneciese ajeno cualquier consideración de objetividad" (d'Ors 1947b, 366). Este orden del saber expulsaría la intuición del ámbito científico. Si Eugenio d'Ors tuviera que escoger entre Russell y Poincaré, entre logicismo e intuicionismo, no dudaría en sacrificar su amistad por el filósofo británico (d'Ors 1947a 406; 1947b, 366-368) por mor de una filosofía abierta al vivir.

Eugenio d'Ors aludirá en varias ocasiones (1947a, 582, 1059; 1950, 100) a una carta que Dora Black le escribió desde China al año siguiente de su visita. Se conserva además la carta de d'Ors, de 1 de agosto de 1924, con la que envió a Russell un ejemplar del libro del Vizconde de Güell Espacio, relación y posición (Ensayo sobre los fundamentos de la Geometría) pidiéndole su parecer. Russell anotará al pie de la carta que fue d'Ors quien se había encargado de las conferencias de 1920 en Barcelona. No hay datos de otras relaciones personales entre ambos pensadores, pero así como Russell no olvidó aquellas conferencias en Barcelona, tanto el filósofo británico como la cuestión acerca del alcance de la logística estarán siempre presentes a lo largo de toda la producción orsiana.

4. Conclusión

La lenta y difícil recepción de la lógica matemática en la filosofía española se refleja bien en el escaso eco y en la muy limitada influencia de este curso de Russell en 1920 en Barcelona. El interés inicial de Joan Crexells hacia Russell y la lógica matemática se malograría por su reorientación hacia el periodismo y la estadística y por su temprana muerte en 1926. La actitud refractaria de Eugenio d'Ors hacia la logística hundía sus raíces en su formación pragmatista y vitalista. No obstante, el que los dos cabezas de serie —en feliz expresión de Bilbeny (1979, 86)— que se sucedieron en la vanguardia del pensamiento filosófico en Cataluña en el primer cuarto del siglo, tuvieran interés efectivo por Bertrand Russell muestra el carácter erróneamente simplista de la imagen con la que a veces se presenta el desarrollo de la filosofía del siglo XX en España.

El temprano ensayo de Joan Crexells sobre Russell de 1919 sigue siendo en la actualidad una aceptable presentación de la filosofía russelliana. Sin embargo, a pesar de las traducciones al castellano y al catalán de artículos y libros de Bertrand Russell (Rodríguez Consuegra 1987) y de las publicaciones de García Bacca en los años treinta, su efectiva influencia en la filosofía española parece muy limitada. La lenta apertura de ésta a la lógica matemática, a la "logística" como entonces solía ser llamada, reclama un estudio a fondo a partir de los datos exhaustivos compilados por Muñoz Delgado (1980, 1982), que proporcione una mejor comprensión de los diversos factores imbricados en aquel proceso.



Referencias bibliográficas




Notas

* Debo especial gratitud a Kenneth Blackwell, que me facilitó copia de las cartas conservadas en los Russell Archives; a Eugenia Crexells, que guarda la biblioteca y documentación de su padre; y a Angel d'Ors, buen conocedor del pensamiento y de los textos de su abuelo Eugenio.



Última actualización: 27 de agosto 2009

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