EL FONDO DE LA ACTUALIDAD
La Gaceta de los Negocios
,
23 de agosto de 2003, Fin de Semana/4

 

Aprender a innovar


Jaime Nubiola
jnubiola@unav.es


 

"El mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas alterando sus actitudes". Esta frase, atribuida al filósofo y psicólogo norteamericano William James (1842-1910), encierra una enseñanza muy luminosa tanto para un empresario como para un ciudadano de a pie. Lo que pensamos de nosotros mismos influye decisivamente en nuestras acciones. Nuestra visión del futuro influye muchísimo en el presente, pues lo que llevamos en nuestra imaginación confiere sentido a los detalles cotidianos que llenan nuestras jornadas.

Centenares de veces habré contado a mis estudiantes la historia de los tres albañiles que relata en algún lugar Peter Drucken. Se encuentran los tres obreros haciendo exactamente una misma tarea, pero sus actitudes son totalmente distintas. Al ser interrogados por el filósofo acerca de lo que hacen, el primero responde con aire quejoso: "Ya ve, poniendo un ladrillo encima de otro"; el segundo, que tiene mejor ánimo y pone cara de mucha responsabilidad, contesta al filósofo que le pregunta: "Pues, ¡estoy sacando adelante a mi familia!"; mientras que el tercero interrumpe el aria que canta a pleno pulmón desde lo alto del andamio para explicar: "¡Estamos haciendo una catedral!". La historia es muy gráfica y refleja certeramente cómo una misma tarea puede convertirse en un trabajo del todo distinto en función de las diferentes actitudes de quienes la llevan a cabo.

En los último tiempos está decididamente de moda el hablar de innovación en todos los ámbitos: innovación educativa, innovación empresarial, etc., etc., pero quizá son pocos los que se detienen a pensar en qué significa innovación o en qué consiste realmente innovar. Como me explicaba hace unos días Gerardo Fernández, experto navarro en innovación industrial, innovar es "hacer lo que no haces, o hacer lo que haces pero de otra manera". Me llamó la atención la segunda parte de esta afirmación, que me trajo de inmediato a la memoria aquel dicho de William James sobre nuestra capacidad de cambiar nuestras vidas cambiando nuestras actitudes. Ciertamente, innovar es hacer cosas nuevas, pero la mayor parte de las veces innovar debería ser hacer las cosas de siempre de otra manera, con otra cabeza, con otro proyecto, con otra ilusión, insertadas en unos planes a más largo plazo.

Con esto lo que quiero decir es que la genuina innovación tiene poco que ver con el mero afán de novedades, subproducto típico del consumismo contemporáneo, en el que interesa lo nuevo simplemente porque es nuevo aunque lleve en la parte de abajo su fecha de caducidad. Como ha escrito recientemente Alejandro Llano, resulta preciso hoy en día "pensar lo nuevo". Pensar lo nuevo quiere decir sobre todo pensar, y al pensar las cosas en toda su radicalidad hacerlas en cierto sentido nuevas. Las cosas se hacen nuevas cuando alguien las piensa, cuando alguien se para a pensarlas. Innovamos los procesos cuando los volvemos a pensar, porque al pensarlos cambiamos nuestras actitudes respecto a ellos.

Se trata de aprender a innovar, de aprender a hacer nuevas las cosas y tareas habituales, de la misma manera que cada mañana amanece un nuevo día. Lograr esto no es tarea en modo alguno sencilla. Incluso es más fácil hacer cosas nuevas que hacer las cosas de siempre de maneras nuevas. Hace ya dos mil años Séneca escribía a Lucilio que "aprender las virtudes es desaprender los defectos". Para innovar no hace falta tanto viajar para estar a la última, corriendo de un lado para otro, como querer aprender a hacer las cosas de otra manera, rechazando de plano ese dicho agorero de que "todo cambio es a peor". Y esto sólo se consigue mediante la reflexión, mediante la imaginación y, sobre todo, aprendiendo de los demás que a nuestro lado hacen las cosas mejor que nosotros, o de una manera más gozosa, como aquel albañil que desde lo alto del andamio construía su catedral.

 


Fecha del documento: 9 de junio 2006
Última actualización: 2 de marzo 2008


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