ROSSO FIORENTINO, Giovanni Battista di Jacopo

Florencia, 1494 – Fontainebleau, 1540

Rosso Fiorentino, que en Italia no hubiera pasado de ser autor secundario, figura con nombre propio en la historia del arte por la oportunidad que tuvo de trabajar en Francia. Se conocen bastantes datos de su vida. Su primera formación fué en Florencia en el estudio de Andrea del Sarto. Luego, desde 1524, trabajó en Roma y entró en contacto con Miguel Ángel, completando sus frescos de la Capilla Cesi, en Santa Maria della Pace : La Creación de Eva y La Caída de Adán. Ese mismo año conoció en Cerveteri a Benvenuto Cellini. Gran parte del trabajo de su etapa romana corresponde con colecciones de dibujos para grabados, donde su afán perfeccionista se empleaba en dar exactitud a los conjuntos y figuras.

Dejó Roma tras el saqueo de la ciudad en 1527. Entre 1527 y 1530 estuvo en Perugia, con el pintor Domenico Alfani le brindó su hospitalidad; en Borgo San Sepolcro pintó una Pietà para San Lorenzo y en 1529, un Cristo en la Gloria; y breves estancias en Florencia y Venecia. Conoció en Arezzo a Giorgio Vasari, y en Venecia. Su formación florentina, y su trabajo como dibujante, hicieron de él un decorador magnífico; y le prepararon para la oportunidad de su vida, cuando fue llamado a la Corte de Fontainebleau en 1530.

A partir trabajó en la corte de Francisco I, en Fontainebleau, donde hubo de trabajar como arquitecto, pintor, estuquista y diseñador de decorados y escenografías. Su obra principal, en colaboración con Primaticcio, la Galería del Palacio, tuvo una influencia desmesurada en Europa, ya que se hicieron grabados de muchos de sus elementos : y esta manera de hacer, curiosa y divertida, resultaba más atractiva fuera de Italia que la grandeza romana de mediados del XVI.

OBRAS PRINCIPALES :

• Galería de Francisco I, Palacio de Fontainebleau (1532 - 1539) : crujía que une la Cour Ovale y la Cour du Cheval Blanc del palacio. Con unas dimensiones de cincuenta y cinco metros de largo y siete de ancho, tiene huecos por ambos lados. Sobre un zócalo de nogal se sucede una serie de paneles pintados al fresco y adornados con marcos de estuco, que constituyen lo principal de la decoración. Utiliza la técnica llevada por Primaticcio a Francia, desde Mantua, donde había trabajado en el Palazzo del Té. El techo artesonado de nogal completa el escenario.