3. 1. Curves and volumes

VASeS and architecture

Desde mediados del siglo XIX al estudiar sistemáticamente el diseño de la Grecia Antigua llamó la atención la relación que parecía haber entre la molduración arquitectónica y los resaltes horizontales, -collarinos, bases, labios- que aparecían en las vasijas. En las escuelas de arquitectura de hace medio siglo se consideraba imprescindible aprender al menos las formas y nombres de los vasos griegos.

Hay desde luego un sentido de la proporción y de la armonía de las curvas que resulta también muy necesario al trazar la arquitectura en su conjunto y muchos detalles singulares. Los vasos necesitan un sentido de la forma muy semejante a los edificios clásicos : el dominio de las proporciones de cada cuerpo, la importancia de la molduración, la incidencia del adorno, e incluso la imaginación cómo se usan elementos habituales en la arquitectura.

El diseño de vasos ha sido un buen entrenamiento para arquitectos. Y no es de extrañar que tratados como el de Serlio y otros posteriores recogieran diseños de vasos (fig 1). Como anécdota, recuerdo que se conservan dibujos de varios arquitectos con variantes de estas ilustraciones de Serlio : en concreto, unos dibujos de Pellegrino Tibaldi, y más todavía unos croquis de Juvarra, tratando de averiguar el secreto de sus proporciones.

ancient greece

Desde el siglo VI antes de nuestra era, las cerámicas de las metrópolis griegas eran un producto preciado en todo el litoral mediterráneo : y después alcanzaron mayor fama; se han encontrado vasijas griegas como ajuar de tumbas celtas, muy lejos de su lugar de origen. Eran de barro cocido como las de cualquier otro lugar; pero resultaban tan exquisitas que se vendían como producto de lujo; y no se empleaban como vajilla ordinaria.

En el siglo V, los talleres atenienses moldearon objetos bellísimos, justamente famosos por su técnica depurada de cocción y esmalte; y sobre todo por su forma maravillosa, su delicada decoración con figuras y ornamentos, y la perfecta adecuación de la decoración en superficie al volumen. No todos los centros productores eran capaces del mismo refinamiento. Y se encuentran ejemplos arcaicos o muy provincianos. Hay que recordar que la mayor parte de las vasijas antiguas se completaban con una tapa, que se ha perdido en muchos casos; y la tapa cambia bastante su aspecto.

La cerámica es muy frágil; pero los fragmentos son casi indestructibles. La mayor parte de las vasijas se han encontrado rotas, y se han recompuesto. Las formas de las vasijas de barro se recomiendan por sí mismas, pero además reflejan otra artesanía de la que apenas quedan muestras : la orfebrería : se fundían y labraban vasos en materiales nobles. Las vajillas de oro y plata han desaparecido fundidas reiteradamente. Las pocas muestras que sobreviven, como la Crátera de Deverni, justifican que se considere las etapas clásicas griegas (y helenísticas) entre los periodos más brillantes del arte universal.

ancient rome

La evolución de las formas de las vasijas de adorno o ceremonia fue muy importante en el helenismo; se buscaba mayor suntuosidad. Para conseguir formas extremadamente ricas se precisaba articular mucho más el volumen : hacerlo más preciso, acudiendo a profundas concavidades y convexidades, divididas por enérgicas molduras. En los estratos que así surgían se podía extender una decoración superficial de pronunciado relieve, y de dibujo espeso. En el diseño de los vasos se emplearon los ornamentos de la arquitectura monumental. Los diseñadores romanos copiaron y enriquecieron estos diseños.

Las casas y los jardines de los próceres se adornaron con enormes vasos ejecutados en hermosas piedras : mármol blanco (procedente de las canteras imperiales en las islas del Egeo), alabastros y pórfidos, de formas atrevidas y de una riqueza decorativa abrumadora. Hasta mediados de siglo II de nuestra era se encuentran ejemplares asombrosos : los grandes vasos ornamentales romanos exhiben las formas más suntuosas que se han creado en Occidente.

Interesa la silueta general, el modo cómo se han preparado las bases, el tratamiento del vientre y de lo que suele ser un friso; los hombros (de las urnas y de las ánforas) y la culminación. Es muy fácil percibir cómo se han articulado los vasos : han actuado repetidamente los efectos cornisa y friso. Incluso en la base, donde a veces al gollete que une las molduras bajas con la copa tiene su propio capitel-friso.

Tienen un papel primordial las molduras horizontales con sus adornos, muy repetidos por lo general, y el uso imaginativo de las acanaladuras o estriados.

Para llenar zonas se emplean figuras o escenas, aunque con frecuencia se utilizan también los zarcillos de acanto o vegetales similares.

RENAissance

En el renacimiento los vasos fueron un motivo frecuente de ornamentación, y se publicaron muchos modelos fantasiosos. Sin embargo no faltaba el sentido arquitectónico. Son especialmente bonitos los compactos vasos italianos del siglo XV, con una delicada decoración de zarcillos.

french classicism (LOUIS XIV- LOUIS XVI)

En fechas posteriores, las grandes cráteras de jardín manifiestaron un gusto más sereno, y por consiguiente sus fomas se hicieron más convencionales : se contagiaron de la rigidez del diseño arquitectónico. Estos vasos fueron (y son) un complemento excelente de la arquitectura, sea como remates de la cornisas, particularmente de los ángulos, como adorno de los nichos, o bien como piezas independientes, esculturas ornamentales para enriquecer de jardín, como los ejemplos que se presentan aquí (fig 12-15).

Conviene analizar cómo se modelan las bases, y se dispone el adorno de las paredes del vaso. El vaso (a falta de tapa) presenta claramente dos partes : la base con su gollete (el estrechamiento intermedio), y la copa. Las dos partes están articuladas al comenzar y al terminar con algún acento especial. Las bases necesitan un zócalo cuadrado, después una moldura en forma de corona circular (un toro), el gollete, con un perfil cóncavo especial, y alguna terminación muchas veces en forma de toro. La copa se divide a su vez en dos, el cáliz y las paredes del vaso; la pared termina en un labio sobresaliente, y entre ambas divisiones aparece alguna moldura sobresaliente. Una disposición similar a la que tienen los elementos arquitectónicos.

Las formas de los vasos monumentales en mármol influyen en los objetos más pequeños, pero en estos se permiten muchas más libertades.

ROCOCo (LOUIS XV)

Se llama rococó a una moda de diseño interior que alcanzó una enorme difusión en los dos cuartos centrales del siglo XVIII, y supone la introducción de molduras autónomas, sin cuerpo, que pretenden insuflar un movimiento más pronunciado, ágil y gracioso. Como se comprueba también en los vasos, resulta un tanto contradictorio, en objetos de gran escala, y desde luego en edificios. En todo caso, el diseño de vasos pierde interés para el aprendizaje arquitectónico.

NEOCLassicism

Por contraste con la moda anterior, los vasos que se diseñaron a fines del XVIII, se hicieron a propósito de apariencia pesada, ornamento grueso y contenido y aristas duras que parecerían apropiadas para monumentos de mayor escala y para grandes edificios.

A comienzos del XIX estaba difundida la moda grecorromana, se hicieron multidud de imitaciones, que a veces se moldeaban incluso en porcelana. A lo largo del siglo XIX se diseñaron centenares de miles de vasos para vajilla, ornamento interior y remate de muebles y edificios. Los cursos de ornamento incluían orientaciones sobre cómo diseñar vasos. Y cualquier arquitecto decimonónico se enfrentó con el dilema de diseñar muchos distintos. Un edificio como la Ópera de París contiene cientos de vasos, en su mayor mayor parte (y quizá en su totalidad) originales y muchos de ellos de mano de su arquitecto, Charles Garnier. En general, como en otros detalles, los arquitectos se ayudaban de láminas, que se editaron por millares, con vasos antiguos y nuevos. Los vasos se prodigaron tanto que a inicios del siglo XX parecieron un ornamento reiterativo y banal.

finialS : blazing vases and pinnacles

Desde la antigüedad clásica, para decorar los jardines se colocaban vasos aislados, ricamente ornamentados. Pero en arquitectura los vasos se han utilizado sobre todo como remates arquitectónicos; o mejor, son los únicos remates arquitectónicos comunes, pues muchos edificios necesitan algún tipo de coronación : y en los edificios monumentales se encuentra una enorme variedad de soluciones. A veces aparecen simulando un candelabro antiguo, con su llama. La necesidad imperiosa de colocar este género de remates no procede del mundo clásico : se desarrolló en toda Europa durante el medioevo, y los diseñadores renacentistas acudieron a estas formas antiguas para sustituir la amplia gama de pináculos que ofrecía la arquitectura medieval (fig 21). En alguna ocasión una urna ayuda a disimular una chimenea.

FIGUReS

RAGUENET, A. Matériaux et documents d'architecture classés par ordre alphabétique, Ducher & Cie., Paris : Librairie Générale de l'Architecture, 1872.

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

II. Ornaments

3. Large Decorative Vases

3. 1. Curves and volumes
3. 2. Greek vases
3. 3. Roman vases
 
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