5. 3. Vegetal metamorphosis
ROSETte
La roseta es un conjunto de hojas centralizado, una flor estilizada. Aparece con frecuencia en el ojo de los zarcillos de acanto. Pero la roseta aislada es un motivo magnífico para decorar el fondo de los casetones en techos. Puede dársele toda la riqueza que se quiera, como muestran muchos restos de la Roma antigua.
Los diseños de roseta descienden de esquemas geométricos a los que se dota de apariencia vegetal, y son muy antiguos. Los arquitectos de la Grecia clásica habían utilizado un motivo centralizado bastante más pobre : los uraniscos.
LAUREL crowns
Como sucede con cualquier motivo circular, la corona resulta muy conspicua. Recuerda las diversas coronas vegetales que se colocaban de hecho sobre la cabeza los antiguos griegos y romanos : las más corrientes son de laurel, que aluden a una victoria, pero también se pueden encontrar de otros muchos ingredientes, de olivo (la paz), de roble (la fuerza), o incluso composiciones con frutos.
Hasta época reciente, una corona no sugiere necesariamente algo fúnebre, sino un triunfo. Por eso las tumbas de los héroes podrían adornarse con coronas naturales o artificales.
Es muy frecuente que la corona se acompañe de cintas, que se denominan filacterias, que se anudan en el punto inferior, y con frecuencia se envuelven alrededor de la corona, a veces cruzándose. Las filacterias inferiores permiten introducir una sugerencia de movimiento horizontal, que puede ser muy hermosa : las cintas se acaban en dos puntas con dos bolitas, que se llaman lemniscos.
Las coronas pueden acompañar un medallón, o una incripción. Las del renacimiento temprano se denominan también láureas.
FESTOoNS
A veces se denomina festón a una guirnalda de cualquier género : pero otras veces, y quizá sea más claro, se reserva el término festón sólo para las guirnaldas verticales. El festón sería entonces una guirnalda vertical, colgada de un solo punto.
Garlands
La guirnalda es un motivo de acompañamiento, una ondulación, una cadencia. Puede decorar frisos. Y es muy fácil darle un tono solemne o ligero. Los restos romanos mostraban una sorprendente variedad. Podían constituirse por simples hojas, o añadirse frutos; hacerse continuas o en bouquets.
Como las coronas de laurel, las guirnaldas pueden llevar cintas en sus extremos (filacterias : recuerdan las que se colocaban en la cabeza para determinadas ceremonias); habitualmente acaban en una doble punta rematada por unas típicas bolitas (lemniscos).
En manos de grandes diseñadores, colocada en el lugar apropiado y con la carga necesaria, su movimiento cobra una especial fuerza. Miguel Ángel las utilizó con mucha frecuencia, dándoles especial protagonismo, para aprovechar su insinuación de movimiento. Como sucede en otros motivos, lo que predomina es el efecto, el ritmo que aporta, y el conjunto de flores y frutos puede substituirse por formas afines, como paños o drapeados.
