2. 4. The Solid Gold Cadillac, precio de oro:

AN AMerican Legend

Precio, envergadura, material-técnica-trabajo-prefección, expresión (talante, humor, carácter)

En 1953, George S. Kaufman y Howard Teichmann escribieron la comedia The Solid Gold Cadillac, que se transformó en una célebre película dirigida por Richard Quine, en 1956. Al final de la comedia, un narrador prometía al público que la protagonista -una matronal ama de casa causante de un éxito comercial inesperado- sería conducida por su príncipe encantador -el director de la Compañía comercial- a bordo de un Cadillac de oro macizo, como recompensa. La película era más brillante: y la protagonista -la joven y guapa Judy Holliday- recibía realmente un Solid Gold Cadillac.

Es un cuento de hadas: la Cenicienta adaptada al American Way of Life; con un final feliz propio de una comedia. ¿Porque, qué hacer con un Cadillac de oro macizo (aparte de desguazarlo)? No solo la carrocería sería endeble y pesada. Un Solid Gold Cadillac sería una horterada incalificable que desecharía el más parvenu de los nouveaux riches. Tutankamen podía tener un carro de oro, y había vehículos de plata en Roma antigua; pero, en nuesto tiempo, solo entre los vehículos preparados para el "Maharaja market" se veían tales exhibiciones: como el Phantom I de 1927 del Maharaja de Baroda, con detalles chapados en oro "de 24 quilates". Nadie más acudiría a ningún sitio respetable en un coche asi. Tener un Cadillac de oro macizo sería contraproducente para la imagen pública de un personaje, con el agravante de que semejante rareza sería rápidamente conocida por todos.

En realidad, The Solid Gold Cadillac aludía a "Eldorado", el nuevo prototipo de 1952 (fabricado en 1953), con el que la compañía Cadillac celebró sus bodas de oro. El nombre, tomado de viejas leyendas españolas, recordaba el jubileo. Eldorado llevaba selectos detalles interiores, como el monograma del propietario, chapados en oro de 14 quilates.

No era el oro, sino su aspecto lo que relucía; según los anunciantes de Cadillac: "Dramatically styled by Fleetwood to capture the heart of all America..." Y realmente capturó ese corazón desde el primer momento; el 21 de enero de 1953, el President Eisenhower fue conducido sobre el nº2 salido de la fábrica, en el desfile de su Inauguration Day, en lugar de hacerlo sobre la limousine presidencial (fig. 3; vid. The New Cadillac Database a quien debo la imagen de Eisenhower).

Del modelo de 1953 se hicieron 532 ejemplares. Era evidente que poseer un Eldorado no avergonzaba a nadie (ahora se lleva una lista de coches supervivientes). Costaba lo suficiente (por encima de 7750 dólares); y -a diferencia de The Solid Gold Cadillac- su costo se exponía sin ostentación. Y había justificación para el derroche: el coche era probadamente mucho mejor que cualquiera. Según sus anunciantes: "A special sports convertible, built in the finest Cadillac tradition".

En fin, lo que más se valoraba cuando se representó The Solid Gold Cadillac no era que el coche llevara oro (Solid Gold contraproducente), sino que fuera un Cadillac. Y Eldorado se convirtió no en un cuento ni en una comedia, sino en una leyenda americana; de nuevo, según sus anunciantes, era "A car apart... even from other Cadillacs".

Prix d'or

Hay que gastar.

El Rolls Royce popularmente apodado "Silver Ghost" (Wiki), el más caro del mundo; plateado hacía alusión a su color ordinario, aunque ocasionalmente llevaba algunos detalles en plata (en fabricación de 1907 a 1927).

El precio es el mejor indicio de calidad. Se ha demostrado que el hecho de conocer el alto precio de algo ayuda a disfrutarlo más auténticamente.

Pero a veces puede ser el único distintivo: cuando el observador ajeno no es capaz de percibir la calidad. Rolls, Cadillac, Mercedes, Daimler, Voisin, 68 reyes, maharahahs, sultans.

Coches de lujo, la Great Depression, iniciada en 1929, por contraste, las grandes marcas, especializadas en coches de lujo, se vieron obligadas a fabricar sus modelos más atractivos, esperando vencer la tendencia a la baja en las ventas.

En 1933, el peor año económico, la marca americana más prestigiosa, Duesenberg (1913-1937) (W) presentó en la World Fair de Chicago su SJ Arlington Torpedo. Su precio sobrepasaba los 20.000 $; se le apodó el "Twenty Grands"; y quedó en la imaginería popular norteamericana como el colmo de los colmos. El prototipo se conserva en la Nethercutt Collection (vid. también: The Nethercutt Collection and Museum in Sylmar, California).

Era un verdadera escultura rodante, diseñada por Gordon M. Buehrig (1904-1990) y carrozada por Rollston. Era extraordinariamente largo: medía 390 cm entre ejes (wheelbase: 153,5 in); pero muy bien proporcionado: su estudiado perfil estaba moderado por un suave aerodinamismo. Su acabado enteramente metálico (recordaba al platino) daba una connotación de lujo reforzada con la sugerencia de una máquina extraordinaria.

Con ese precio mítico (que doblaban algunos prototipos europeos de Hispano Suiza) se podían comprar cuarenta Ford Deuce Coupe (385-570$), un modelo muy popular iniciado en 1932.

 

Henry Ford deseaba que llegar al público un automóvil asequible, que sutituyera al viejo Ford A; y este modelo de Ford no era un coche malo, sino por el contrario muy bueno; pero sencillo, menos selecto. Además, la comparación es algo tramposa: pues en la imagen aparece un modelo del año anterior (que costaba algo menos). El Ford de 1933 era 10 cm más largo, y ligeramente aerodinámico.

Una breve mirada capta que, efectivamente, ese Duesenberg equivale a 40 veces ese Ford. El dueño de un Twenty Grands podía presumir de marchar algo más rápido a atender a sus asuntos, algo más cómodo; pero sobre todo de una manera mucho más importante. Esta es una característica de las marcas.

Esto no es para la mayor parte de ustedes. Pero todos ustedes saben lo que cuesta.

Lo importante es que sean netamente exclusivos: que se sepa que no están al alcance de absolutamente todo el mundo.

Marca Eldorado: Cadillac es el nombre de gama alta de la General Motors; en lucha con Lincoln (nombre de la gama alta de la Ford), con la Chrysler,

En 1953, un vulgar Chevrolet Special 1500 costaba 1670 $ (un tercio del salario anual medio); y "The lowest-priced car in the word", el Ford Popular, fabricado en Inglaterra, sólo 360 pounds. Nadie acudiría a una fiesta de gala en un Ford Popular.

Precio: The Economist: una cierta fiabilidad de la tradición.

 

Existe un precio por debajo del cual un coche no es representativo: quizá dos a cuatro veces el salario anual de un cualquiera, lo suficiente para hacerlo inalcanzable y selectivo. Cuando escribí estas palabras por primera vez, abril de 2005, un automóvil representativo subía de 120.000 euros. Se fabrican automóviles japoneses con la misma apariencia; pero cuestan cuatro veces menos y son impresentables. No todos los vehículos japoneneses son baratos. En los últimos años, bastaría recordar Lexus, que se presentan como "New luxury cars" (Luxus official webpage). Establecida en 1989, "the Lexus marque soon became associated with quality, luxury and superior customer satisfaction", según su web (8-2-2008). Pertenece a la Toyota japonesa.

Los asesores de imagen, un empresario debe llevar encima (reloj), Se ha gastado: puede permitirse ingresar Twenty Grands.

marca well-known brands y clase (autor)

En esos años, un Cadillac llegó a ser el icono de lujo por excelencia, aceptado por todo Occidente, gracias al prestigio adquirido por los USA desde la WWII.

Es importante que cualquier viandante identifique algo como exclusivo. Y cualquier ciudadano aprecia inmediatamente el valor de un automóvil por la marca, aunque sólo detecte que se trata de un automóvil de gran lujo. La marca y modelo son indicativo de categoría: indican el valor; los automóviles de grandes marcas cuestan mucho dinero.

pero no puede exhibirse sin más; necesita emplearse correctamente, en elementos de categoría.

También se está alterando esta relación. Conforme el público en general es menos capaz de apreciar inmediatamete la calidad de un diseño.

Arte Contemporáneo, el fantasma del Traje del Emperador:

Los grandes autores: son los que dan calidad a las obras, y no al revés. Ieoh Ming Pei, Deutsches Historisches Museum. uno de los mejores arquitectos en vida, famoso por su "pirámide" del Louvre, realmente célebres (fig. 4)

It’s small and yet has to achieve an enormous influence," Pei told Die Zeit.

Los diseños de coches no suelen determinar sus autores.

Pero sí sus compradores. El caso más insigne es el de "Proveedores de la Real Casa". Vestirse o amueblar la casa con telas y objetos de proveedores reales daba prestigio; e Imitarles garantizaba un acierto. Por un lado, el contacto habitual con los objetos exquisitos generalmente depuraba el gusto de esas personas eximias (a veces no se dedicaban a otra cosa), y sus elecciones eran un precedente: a veces por su patronazgo imponían sus gustos sobre las modas.

Comunistas artículos reservados. Los Valentino, reyes y emperadores: Voisin.

Muchos otros reyes emperadores.

El Hispano Suiza Alfonso XIII: difícilmente una franquicia. Cadillac Eisenhower.

En el caso inglés, a los "Purveyors to the Court", "to the Royal Family" se les permite usar insignias bien reguladas (Royal Warrants of Appointment), y hay que suponer que resulta finalmente ventajoso para las personas reales.

Son los Testimonial: búsqueda de personajes; cantidades astronómicas. Es habitual que las actrices sirvieran de reclamo (Car Gable, Rodolfo Valentino, Mercedes; Cadillac Rose); y es frecuente que diversos componentes de la farándula, astros de la pantalla grande y pequeña, a los que se han añadido deportistas, avalen un producto comercial.

Índice de impacto de personalidades: Davie-Brown Index. Beautiful People. pero ahora se concede que detectan cualidades que se escapan a los vulgares. Se han sumado personas que en una propaganda directa:

En 1993 el ex-presidente Gorbachev anunció Pizza Hut, recaudando dinero para la Gorbachev Fondation, fundada en 1992. A mediados de 2007, en otro anuncio de Louis Vuitton, Gorbachev lleva una bolsa "Speedy 30" de 425 euros. Se nos advierte que Vuitton ayuda a Green Cross International, fundada también por Gorbachev en 1992.

Recientemente, Pei, que difícilmente encaja en la "Beautiful People", ha recomendado la cadena de hoteles Mandarin Oriental "He is a fan" (fig. 4: adaptado; véase Fans of Mandarin Oriental; ahora se ha añadido el director de orquesta Zubin Mehta). Su sensibilidad orientará a posibles huéspedes. Además de que "Each fan has chosen a charity to which Mandarin Oriental is delighted to have made a donation of USD 10,000".

No es hipocresía. Estas personas públicas hacen una charity mucho mayor cuando orientan a un ejército de despistados, que ahora saben que merece cualquier esfuerzo poseer una Speedy 30 (Gorbachev podría llevar bolsos mucho más costosos).

Manifestación de un proceso muy importante. Por un lado: la necesidad de símbolos de Status. En una sociedad abierta y plural, es determinante el Personal Income. Aunque se admitan excepciones, una persona vale lo que gana. Y por tanto, debe esforzarse en mostrar su grado de riqueza de que dispone, es el indicio más palmario de status.

No tiene ningún componente ideológico: simplemente A-class, B-class, C-class, etc., no saben, no contestan, inclasificables, Non-class at all.

El precio es indicativo válido. La manera más sencilla de medir a la gente es por lo que gana al año, después de viene la edad, sexo, lugar de origen, educación; hay fuerte porcentaje de abstención, inclasificables, que no saben, no contestan (don’t know or no answer). Mayores en edad, dignidad y gobierno, que venían dadas, mientras que en en una sociedad igualitaria, la medida es mucho más justa: más todavía si se completa con una tasa de impuestos equilibrada.

En un mercado libre, el precio es una indicación definitiva: aunque se admitan excepciones, una cosa vale lo que cuesta. Y por tanto, una persona que gana debe poseer las cosas que valen.

Convienen acudir a ellas. El precio se disfruta.

las viejas ciudades europeas, de los mercaderes, hoy se alinean invariablemente Dior, Cartier, Vuitton.

Por tanto, los símbolos de Status han dejado de ser símbolos: son, sencillamente el Status. El status obtenido equivale exactamente a la capacidad de adquirir sus símbolos: residir en las residencias (y hoteles) apropiadas en el lugar apropiado, vestirse apropiadamente, rodearse de objetos apropiados, y pertenecer a los círculos y sociedades apropiados. Hay que mostrar el dinero con el solo requisito de evidenciar que se está familiarizado con él, y se gasta con gusto. La virtud de la discrección: nada semejante a Solid Gold Cadillac.

Cuanto más barata y accesible es la imagen, la forma de los nuevos símbolos de status es menos importante.

Por tanto un diseño cada vez más sofisticado. Cada vez más inasequible al profano.

 

Un chiste famoso cuenta que un mal sastre obliga a su cliente a forzar la postura para acomodarse a una espalda mal cortada, a un brazo más largo que otro. Y los viandantes que lo ven, dicen: !que malformado está, y que buen sastre tiene! Así operan las marcas. En un mundo cambiante, en que resulta difícil percibir en cada momento lo apropiado. Cubren nuestras debilidades, nuestra falta de sensibilidad, nuestra inexperiencia, nuestro desconcierto, con belleza. Nos transfiguran: nos dan estilo y clase. Y la marca se convierte en una ayuda inestimable.

La inseguridad necesita orientación. Gente con poco dinero; gente con mucho que necesita orientación: cuya interpretación sólo es posible por quienes frecuentan los círculos apropiados, o intentan aproximarse con revistas especializadas. Gentlemen de Class Editori (versión en español: Gentleman). I

Hay muchas organizaciones que prestan su ayuda para gastar. Esto permite a personas que tienen muchísimo dinero pero pocas ideas gastarlo con eficacia. Forbes informa periódicamente de "The most Expensive". Institute of Luxury.

 

En cierto modo, la marca le elige a uno. Es el cliente quien debe ajustar sus medidas al traje; quien debe mostrarse capaz de llevar una marca exclusiva. Se comienza por Burberry y Lacoste (50.000-100.000 $). Hasta que se puede decir: es un Armani, de los pies a la cabeza (75.000 $-150.000 $, Personal Income); o bien a fuerza de Prada, Robert Talbott y Brioni se consigue "to be one of a kind", como insiste un anuncio de Brioni. Más todavía con traje D'Avenza y zapatos Testoni. Y no digamos, con opciones más sencillas -sin anuncios en revistas de 4 euros- como trajes de Kiton y sobre todo zapatos de Perry Ercolino (top del calzado occidental), que cuestan tres o cuatro veces los anteriores. Pero es necesario valer.

Desde marzo de 2006, Patek Philippe hace campaña publicitaria con bellas fotografías de Peter Lindbergh: un joven padre mira a un simpático chaval: "You never actually own a Patek Philippe. You look merely after it fot the next generation", para los modelos 5296G, 5712/1A, 5146J y 5960P. El ejemplo que he elegido (contraportada de Intelligent Life, nº 2, 2007), está valorado en más de 10.000 euros (fig. 5). No bastaría una "charity" de Mandarin Oriental para adquirirlo. Sería asequible para un joven padre europeo que se esforzara en ello (como intenta convencer el anuncio: "comienza tú esa tradición"). Existen modelos de Patek, igualmente sencillos y ya inalcanzables, por encima de los 60.000 euros; y hay marcas con una relación sencillez/precio mejor, como Audemars Piguet, que consigue bellezas absolutamente discretas por encima de los 200.000 euros (esconden maravillas de complejidad: "Grand Complication").

Percibir la calidad de lo discreto requiere mucha discriminación. Hay relojes joya mucho más caros, pero no discretos; y serían inapropiados en la vida normal. Hay réplicas por 130 euros, que se parecen bastante (fig. 6). Mi ejemplo, por desgracia, se ofrece en dorado (!). Ordinariamente, solo detectará la impostura quien esté familiarizado con Patek. y si alguien de ese interesante público detecta que en lugar de 10.000 euros su interlocutor luce en la muñeca cien veces menos, quedará señalado.

La buena marca señala clase. Las prestaciones importan poco. Por menos de 130 euros se adquiere un sincero Casio Wave Ceptor, que se ajusta por satélite entre 4 y 6 veces al día (detecta horarios de verano y años bisiestos); incluso hay modelos discretos; carecen de clase. Un Patek Philippe y un Audemars Piguet gozan de menos autonomía, no se relacionan con un vulgar satélite; pero son muy hermosos; y son selectos: todo el mundo que interesa los reconoce de lejos. Por eso los periodistas perciben -de lejos- que el presidente de Rusia, Putin, viste un Patek de 60.000 euros o que Margareth Thacher lleva un inestimable Audemars Piguet lady Royal Oak.

Ninguno de los dos necesita símbolos de status. Y menos, el presidente Busch, que puede permitirse el lujo de llevar un Timex Indiglo de 50 euros (famoso por haberlo perdido en un viaje a Albania: 11 June 2007). En cambio, el senador Obama, aspirante a la presidencia en 2008, viste un muy viejo Tag Heuer (si fuera nuevo: unos 1700 euros).

Y un desconocido que desee ser valorado en los primeros cinco minutos (exactos, medidos con un Casio), debe llevar un Patek; aunque le cueste varias generaciones conseguirlo. Quien posee un Patek Phillipe "es" clase Patek Philippe, llena la medida Patek Philippe; no hace falta otra cualidad para demostrarlo. Por tanto, deseamos para todos que la siguiente generación sea, al menos, Patek.

an unbeatable example

"Si usted es alguien, entonces usted conduce un Dion Bouton". Ilustres personalidades olvidadas poseyeron automóviles Dion Bouton, una marca desaparecida.

El coche ha sido y es un elemento esencial en la constitución de la presentación personal: la fachada social de cada uno. Es más, estoy convencido de que en cierto modo, el automóvil ha heredado parte de la porción que correspondía a la arquitectura. El automóvil no es sólo otro escalón, sino que es el siguiente escalón, que posee una relación es trechísima con el diseño arquitectónico; y llega a sustituirla.

La historia del las maneras para dignificar los edificios, ennoblecerlos. La historia de las maneras para dignificar el automóvil.

Conviene recordar que el coche nació como una simple exhibición de lujo. No se relaciona con el transporte: los grandes pesos se llevaban por agua. Cabía transportar sobre ruedas pesos medios (menos de una tonelada), pero hasta la revolución industrial, los carros eran primitivos y pesados, escaseaba el pavimento apropiado, y pocos caminos eran "carreteras", apropiadas para ruedas.

Las personas pesan muy poco: los caballeros iban a caballo y las damas en litera o en silla de manos. La costumbre de usar coche apareció a comienzos del siglo XVI; y se afianzó entre personas de alcurnia durante el XVII, hasta que pareció tan inexcusable como llevar el número adecuado de caballos de raza, de criados bien ataviados, de accesorios como candelabros y linternas, etc. ; también aparecieronen el siglo XVII coches de alquiler y finalmente diligencias. Con ello el coche señorial debía ser todavía más distintivo. El conde Duque tres coches y ochenta criados.

En las sociedades cortesanas, se trataba de ir como un Señor, y los coches abundaban. Los extranjeros se asombraban del número de coches de Madrid; "la ciudad del mundo más llena de carrozas en proporción a su tamaño" (Marqués del Villar, García Mercadal, vol. II, 880), lo mismo que México (Tomás Gage, Memorias, 1648). El Diablo Cojuelo (1641), la mejor novela del Siglo de Oro español, asegura de un matrimonio "tan amigos de coche" que vivía "encochado" (jugando con las palabras coche y concha), pues habían vendido todo para comprar uno y vivían en él. Quienes eran algo y deseaban mostrarlo salían cada día. El célebre capítulo VIII describe la Calle Mayor de Madrid "cuando comenzaron a pasar coches, carrozas, y literas, y sillas, y caballeros a caballo, y tanta diversidad de hermosuras y de galas", "con tanto lucimiento de lacayos y paje"; al acabar cada tarde "El Prado boqueaba coches". Las autoridades procuraron atajar los dispendios con leyes suntuarias.

Joao VMuseu Nacional dos Coches: carroza de Joao VMuseo de Carruajes: carroza de la coronaFernando VII

Le Pautre (1682 LE PAUTRE, Jean. Nouveaux Dessings (sic) pour orner et embelir (sic) les Carosses et Chaires roullantes inventés et gravés par Le Pautre), Passarini. En cierto modo, se fijan los tipos fundamentales. más interesante; el siglo XIX gran época, carreteras, pavimentación (y asfaltado) de ciudades.

La conducción personal.

 

Escala y tamaÑo

Traje de gala más grande. La escala: Compartido por el automóvil y la arquitectura. la Complejidad técnica: perfección.

La expresión española, un poco anticuada, de poner a alguien "en berlina" significaba exponerle ridículamente ante el público. La berlina, un coche de cuatro ruedas, ampliamente acristalado, era un excelente modo de ostentación. En estos casos, la ostentación se produce por el mismo hecho de aparecer más alto y visible, por el dispendio que supone una carroza, un carruaje de gala, y por el diseño.

La falacia fisiognómica.

Los tiros largos.

La verdadera expresividad se da solo en un contexto más firme. Y de todos modos no afecta al carácter ni a la moral; sino al porte.

El vehículo es un ejemplo único para la historia del diseño. Como la arquitectura, los vehículos están siempre en la calle, expuestos a la mirada de todos. Aventajan a los edificios en un punto importante : los vehículos se trasladan, van con uno mismo o, mejor, nos llevan.

Desde luego, lo mismo se aplica a los automóviles. Es cierto que deben atender más condicionantes. En su corta historia el diseño de automóviles arrastra inercias de la tradición que, ignorantes como yo, no calibramos hasta qué punto son exigencias técnicas. La anchura del coche se relaciona con la amplitud de las carreteras, más o menos homologadas en diversos países; son bastante constantes el diámetro y grosor de las cuatro ruedas. Hay que liberar unos volúmenes mínimos para contener el motor y las demás piezas.

En segundo lugar están los imperativos de la eficacia : estabilidad y velocidad : un buen coche debe ser muy seguro y muy rápido; mucho más que un coche ordinario.

En tercer lugar, está la comodidad : hay que atender capacidad, ergonomía y visibilidad. En los coches de lujo se espera una mayor comodidad que en los vehículos ordinarios.

Pero todo ello se da por descontado. Sucede que la "tecnología" es similar en los modelos de las distintas gamas : las marcas se cuidan de ofrecer prestaciones parecidas por precios parecidos.

 

Hay modelos únicos (al estilo de los antiguos Maharajas de la India), pero resultan tan llamativos, que su imagen es contraproducente. En general, se utilizan coches fabricados en (pequeña) serie. Y, a diferencia de la ropa, el nombre del diseñador no se conoce (salvo especialistas), sólo destaca -y es signo de importancia- la marca.

En un coche importa muchísimo una buena apariencia externa. Pero hay que entender la lección más importante de este apartado: el diseño es una cuestión de actitudes y de expresiones, más que de formas concretas. Y en las actitudes y expresiones, medidas en sus contextos, encontramos una razonable continuidad entre todas las épocas y entre todas las civilizaciones.

Coches reales Blanco muy raro, para el Shah.

Collection Schlumpf, Cité de l'Automobile, Mulhouse, Alsace, France

1930 - $30,000 parade car featuring gold, silk, Siberian wolfhound fur and a jewel-encrusted Royal Crest (Wiki)

la expresiÓn adecuada: El Decorum

El lujo es difícil. No es fácil gastar de verdad en algo que merezca la pena, un par de generaciones.

Bruno Munari: El lujo no es diseño. Es un error de partida. Es el lujo lo único que ha sido diseñado, precisamente para que salga de las cosas ordinarias . El nombre del diseñador le da lujo: un objeto diseñado por Bruno Munari, por ejemplo. Los coches no suelen declarar su diseñador.

He compuesto un pequeño homenaje por su 50th anniversary, sobre la ilustración del folleto original.

Eldorado supuso un cambio de diseño al conceder mayor importancia a la parte trasera del coche, que, conforme adquiría rasgos aerodinámicos, evocaba la larga cola de un traje de bodas con larga cola, o la estela dejada por un barco.

El amable acaramelado de Eldorado ha desaparecido.

La expresión: se puede diseñar un coche con anuncios de perfumes.

 

Masculino.

 

Sensual y vigoroso. Maybach 62s. Mide 6,20 m de largo.

Los Mejores Automóviles del Mundo, Especial Automovil, 2008 (anuncios de relojes exclusivos), No pretende ningún género de literario ni de superviviencia postmorten, sino que es una revista de batalla, que lucha con profesionalidad por estar a la última.

Todas las marcas procuran que sus automóviles tengan las "prestaciones" que corresponde a su precio. Pero incluso en deportivos: para intentar ser más de calle, para llegar a públicos más amplios.

Son coches que "rezuman elegancia, clase y deportividad" (p.98), "todo habla de deportividad elevada a la gama alta, de elegancia y de exclusividad" (p. 58), cada modelo es, en su serie, el "más poderoso, exclusivo, escaso y caro jamás fabricado" (p. 34); y todos ellos aspiran a ser "uno de los coches más rápidos y exclusivos que se pueden comprar" (p. 88).

"musculoso" (p. 66),

Cualquiera de ellos "destila personalidad por todos sus poros" (p. 70), y según la moda pretende atraer por "su aspecto inquietante y peligroso" (p. 58). Sin embargo, "No hace falta ser agresivo para ser respetado, ni rudo para ser efectivo, ni salvaje para ser impresionante, ni estrafalario para ser llamativo. Basta ser potente, equilibrado y elegante para ser un deportivo espectacular... como..." (p. 8).

Las colonias para hombres, y la ropa. Un anuncio de un collar de plata norteamericano, que en un contexto español al menos reultaría un poco estrafalario: Cualidades varoniles: fuerza y elasticidad.

"Rugged, strong and resilient..., the same qualities prized in silver are the ones that make for "sterling" character in a man. Projecting a image of strengh and loyalty..."

Bugatti Veyron: no necesita propaganda. Nadie lo va a comprar por casualidad.

Volkswagen espera fabricar trescientos modelos. El vehículo pesa algo menos de dos toneladas; y su precio casi equivale a su peso en oro de 18 Kilates (un 10-20% menos). Desde luego, no su carrocería no es de oro: es de fibrocarbono, un milagro de la tecnología, y pesa 80kg.

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NOTAS

Baig, Murad Ali, Rolls-Royce and the Indian Princes, 2002.

Bonsall, Thomas E., Eldorado. A Classic Source Book, 1984.

Buehrig, Gordon M.; Jackson, William S., Rolling Sculpture: A Designer and His Work, Haessner Publishing, Inc., Newfoundland, NJ, 1975.

Bill, Jon M., Duesenberg Racecars & Passenger Cars, Auburn Cord Duesenberg Museum, 2005.

 

Belk, Russell W., "Material Values in the Comics: A Content Analysis of Comic Books Featuring Themes of Wealth", The Journal of Consumer Research, Vol. 14, No. 1, Jun., 1987, pp. 26-42.

Lo produjo Politoys con el nº 559. Fue copiado en Singapur por Mandarin. En 2002, Disney Italia ha producido un modelo mucho más moderado.

Margolius, Ivan, Automobiles by Architects,

Aristófanes, Las nubes,

Cicerón, Ad Atticum, XII, 32, 3.

Faulkner, William, Sartoris, Barcelona : Seix Barral, 1993, 141.

 

Maquetas.

para evitar problemas de copyright, en los automóviles he empleado maquetas de precisón y escala suficientes.

Cadillac Eldorado, 1953, E 1:16, Danbury Mint

Rolls Royce Sylver Ghost, 1907, E 1:43, Franklin Mint

Duesenberg, Torpedo 1933, E 1:24, Franklin Mint

Ford Deuce Coupe, 1932, E 1:24, Franklin Mint

Auto di Paperon di Paperoni, Politoys, nº 559, 1969.

Bugatti Royale, 1930, E 1: 18 (en realidad 1:20) Solido

Mercedes 500K, 1936, E 1:18, Maisto

Mercedes 700 Pulmann, 1938, E 1:18, Signature Models

Duesenberg J, 1934, E 1:18, Signature Models

Lincoln 1932, E 1:18, Motor City Classics

Cadillac Eldorado Biarritz, 1959, E 1:24, Franklin Mint

 
Joaquin Lorda. CLASSICAL ARCHITECTURE

I. Sense of Order

2. Fairy Tales

2. 1. Meditations of a Hobby Horse
2. 2. Cinderella, the Puss, the Belle
2. 3. The Pharaoh and the President
2. 4. The Solid Gold Cadillac
2. 5. The Classic (Car) Era
  1. Patek Philippe Home
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