Eugenio d'Ors
presentación | vida | obra | pseudónimos | retratos y caricaturas | galeria fotográfica |dibujos |entrevistas| enlaces    
SERIES DE PRENSA DEL GLOSARIO
volver
GLOSARI en El SoL (1919)
 
La intelectualidad catalana. "Glosarios de "Xenius", El Sol, Madrid (publicación de la version castellana de las Gloses de la vaga)    20-IV-1919—28-IV-1919.
Versión castellana de las Gloses de la vaga, que, por haberse suspendido la edición de La Veu de Catalunya en razón de la huelga, en su versión original catalana fueron distribuídas en forma de folleto multicopiado.
 
2ª Serie (27 a 31-III, glosas V a VIII: El carretero de Sarriá / La sensibilidad de Ernesto Martínez Ferrando / El tunel de la Mancha / Espejo de saudosos) (23-IV-1919, p. 1)
V. El carretero de Sarriá (27 de marzo) (El Sol, 23-IV-1919, p. 1)
En el barrio de Sarriá hay un hombre que ha resuelto el problema sindicalista. Es un carretero atlético, que tiene, como cualquier hijo de vecino, su insignia y su «carnet»; pero que, despreciando virilmente el autorizado fusil, se contenta con una vara de fresno. Y «éste —me dicen con una significativa sonrisa sus admiradores— no entrega a quien prende»
El carretero de Sarriá ha terminado con los conflictos del trabajo de Sarriá. Me diréis que Sarriá es muy estrecho, y que resolver la cuestión social en Sarriá es no resolver nada. Yo os responderé entonces que tenéis razón y añadiré que, en definitiva, tan estrecho es, bajo este respecto, Sarriá como Barcelona, como Cataluña, como España.
VI. La sensibilidad de Ernesto Martínez Ferrando (28 de marzo) (El Sol, 23-IV-1919, p. 1)
El inconveniente de Mauricio Maeterlinck (uno de los inconvenientes) es que, llegado a la concepción y ejercicio de lo trágico cotidiano, no parece alcanzar del todo al que podríamos llamar trágico difuso. Incluso cuando prescinde de las famosas siete princesas y de los oportunos siete sótanos, y de las siete puertas, y de las siete lámparas, y de otros materiales, procedentes de los almacenes «Morris & Sons, sucesores de Tennyson», los elementos decisivos de la emoción son todavía en Maeterlinck muy concretos y determinados: calló el surtidor, chirrió la puerta, entra en el cuarto el rayo de luna.
Para pasar de lo trágico cotidiano a lo trágico difuso, conviene alguien que sea precisamente menos artista y más sensible. Así, un nuevo autor catalán, cuyo nombre conven­drá retener, Ernesto M. Ferrando. En Les llinyanies suggestives i altres prosses se contienen algunas de las páginas de más vibratil sensibilidad de nuestra literatura.
Conocemos melancolías que tienen por fuente el sentido del ver; la que nos sobrecogía a una puesta de sol, por ejemplo: llamémoslas superficiales melancolías. Otras nacen del oído: la de la lejana música, la de la canción nostálgica. ¡Cuidado con las melancolías que vienen del olfato! Esas, por más sutiles, pueden ser las más agudas. Rastro de perfume volador llegará tal vez a envenenaros toda la vida… — La sensibilidad de Ernesto Martínez Ferrando parece emparentada con este último orden más que con los otros dos.
VII. El tunel de la Mancha (29 de marzo) (El Sol, 23-IV-1919, p. 1)
Hay una exacta definición de los ingleses. Ésta: Cada inglés es una isla, en la gran isla de Inglaterra.
Un túnel se proyecta hoy contra la pura insularidad de Inglaterra. ¡Muy bien! Magnífico esfuerzo de fraternidad.
Pero, contra la insularidad de cada inglés, ¿qué tunel?
VIII. Espejo de saudosos (31 de marzo) (El Sol, 23-IV-1919, p. 1)
Me entristecería que el saudosismo llegase a envejecer en Portugal, como cualquier moda literaria, sin revelarnos todas las posibilidades filosóficas que contiene.
Si yo fuese un saudoso portugués —decíale un día al queridísimo Teixeira de Pascoaes—, he aquí como me atrincheraría: Hay una visión del mundo como Voluntad: es el concepto asiático y también el norteamericano, y acaso el de Inglaterra y de España. Hay otra visión distinta, en que el mundo se produce esencialmente como Imagen, como Representación: es la propiamente europea, y, sobre todo, mediterránea… Pero, al lado de estas maneras de concebir el mundo, reclamamos para una tercera, plaza y honor: la que le proyecta como Memoria, mejor, como Mneme: esto sería lo propio de Atlántida, el gran imperio submarino, de que este Portugal nuestro no es otra cosas que una exquisita provincia superviviente.
Así situaría mi Weltanschauung, de ser yo portugués saudoso; y una vez situada así, reclamaría para ella botín riquísimo. A ti, Voluntad, sentenciaría, pertenezca la ética y la cuestión del bien. A tí, Representación, la ciencia y el negocio de la racionalidad. Queden para la Memoria los tesoros de la poesía; quédele el señorío de la canción — que no es música pura, querer puro, ni tampoco puro Arte, pura imagen.
Dicho esto, grávida la voz por nostalgias oscuras de Atlántida, me volvería de cara a las ondas y me pondría a cantar. Pero, como yo habría definido —sacrificando así el diezmo debido a la Inteligencia—, podría entonces cantar con la conciencia bien tranquila.

Diseño y mantenimiento de la página: Pía d'Ors
Última actualización: 24 de marzo de 2009