De un tiempo a esta parte notamos en la impresión de los libros franceses cierta abundancia de erratas, como en los mismos libros españoles.
Dios quiera que el mal sea interino, ocasionado por la crisis de personal que ha traído la guerra; sin eso, encontraríamos tal vez aquí uno de los motivos de aprensión de barbarie con que nos inquieta la Europa actual.
La Barbarie, como la Enfermedad, tiene sutiles caminos, y se empieza a revelar, a veces, en algunos pequeños signos. El prudente los tomará en cuenta y obrará en consecuencia. —«¿Desde cuándo se siente usted enfermo?», dice el doctor en su primera visita. El enfermo contesta: —«Ya el sábado no me sentía bien, pero no hice caso».
La Civilización no lleva por nombre precisamente Avión o T.S.H., más bien lleva por nombre Encuadernación de buen estilo y Página sin erratas
Sería muy triste, amigos míos franceses, que mañana tuviérais que confesar al médico historiador: «Sí, ya habíamos advertido desde hacia tiempo que el arte del país no iba muy bien, pero no hacíamos mucho caso».