Eugenio d'Ors | |
GLOSARIO
INÉDITO |
|
(ABC, 7-V-1927) |
|
"ET LUX…".— En unos funerales, en provincia, esta mañana he rezado para que a una muerta, según cantaban los sacerdotes, "la luz eterna le luciese". |
|
"…Regibus his mos est: ubi regnos mercantur apertos hispiciunt; ne, si fa ci es, ut salpe, decora. Molli fulta pede est, emptorem inducat hiautem Quod pulchrae clunes, breve quod caput, ardua cervix…" |
|
Las piernas, del caballo, y de la mujer, la cintura. El genio de la especie induce a los hombres al amor de los bellos troncos, quebrados por las bellas cinturas… Cada genio, no obstante, tiene su genio enemigo. El enemigo del genio de la especie inventó la belleza del rostro, con el fin da distraer la atención de los mortales de las bellas cinturas. Conviene ahora que los pueblos cuidadosos de su porvenir contrarresten un poco ese maleficio. ¡Gentes del Corán, que aspiraban al más grande de los imperios! ¡Viejos españoles, que tenían —y tienen y tendrán siempre— que combatir con las gentes del Corán! ¡Bien vuestros fueron, y son aún, velo y mantilla! La cara tapada, olvidada. La íntegra invitación del genio de la especie subrayada en otro lugar. En cambio, hoy… A pesar de su edad avanzada, el buen padre no era en todo un pesimista. Por, otra parte, poseía aún suficiente frescura de espíritu para corregirse. Al pronunciar la palabra hoy, la enmendó en seguida: —Hoy, es decir, ayer… El siglo XIX fue un siglo de caras. De las mujeres, los hombres miraron la cara. Descubierta, desnuda, cínica… Las consecuencias, abominables. —Ayer, he corregido, porque es justo advertir que hoy las cosas empiezan a cambiar. El cuerpo parece recobrar su importancia. Las miradas, que el genio de la especie guía, se reparten hoy con más equidad que hace cincuenta años. El porvenir de las razas lo agradecerá. "Mientras tanto, tú, hijo mío —concluyó el anciano—, no dejes de invitar a tu novia a salir contigo una mañana, llevando ella velo y mantilla. Déjala pasar delante; situado tú unos pasos más atrás, contémplala sin precipitación". CENTENARIOS.— Centenario del romanticismo, muy bien. Pero que el homenaje a la crinolina no sirva para hacer pasar una recaída en el mac-ferlán. |
|
Diseño y mantenimiento de la página: Pía d'Ors | |
Última actualización:
5 de junio de 2008
|