Eugenio d'Ors
TEXTOS FILOSÓFICOS
UNAMUNO (1)
Rector que no regía ni se regía, pero que administraba y se administraba.
Pensador de una filosofía elaborada constantemente sobre el pormenor léxico; de un misticismo, vuelto a cada instante político; de un patriotismo, cuya cósmica amplitud pudo estrecharse hasta un casticismo folklórico.
Hijo de un fin de siglo decadente, pero nutrido de raciales reciedumbres.
Luchador contra «esto y aquello», como buceador de «la paz en la guerra».
Generoso como el Quijote de Cervantes y artero como el Seductor de Kierkegaard.
Antiintelectualista del sentimiento trágico y figurín de intelectuales de Ateneo.
A lo único que quizá su temperamento no inclinó a don Miguel de Unamuno, fue a la Academia.
Aquí, donde todo guarda esencias de diálogo, hasta un discurso, ¿cómo cupiera aquel monólogo, en que para él se convertía todo, hasta —horrible experiencia de soledad— la misma oración?

(1) Procedencia todavía no localizada; recogido en El Valle de Josafat (ed. 1998, pp. 154-155).

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Última actualización: 1 de agosto de 2008