Eugenio d'Ors
CRÓNICA DE LAS IDEAS
CRÓNICA DE LAS IDEAS EN 1945 (1)
 
La confusión del mundo es tan grande, que, si la paz conseguida es, desde el punto de vista humanitario, indudablemente preferible a cualquier guerra prolongada, cabe preguntarse si, en lo ideológico, aquélla ha traído alguna ventaja de claridad. Mientras duró el conflicto, cupo, en cierta medida, considerar a los elementos en pugna como símbolos de dos concepciones antagónicas de la misión del hombre, del valor del Estado, del bien general. Ahora esta posibilidad ha desaparecido. Ni siquiera retrospectivamente nos es dable ya juzgar si el ideal que movió a la acción alemana fue el imperialismo, si el nacionalismo; o si "La Marsellesa" es un canto de patria o propio de los desligados de cualquier patria. Los comunistas andan por ahí practicando el paneslavismo. Y sacerdotes, dando a las tendencias políticas definición harto diferente que la contenida en el vocabulario de nuestro doctor Sardáy Salvany.

Vale más, pues, que, interrumpido el alcance general que anualmente venimos dando a nuestro balance de ideas, lo limitemos por una vez a España, a la cual precisamente ha permitido el Cielo, como principio de una compensación a pasadas desdichas, ciertos lucros en terreno de ciencia y de filosofía, superadores inclusive de la esperanza que años atrás se pudo tener. Lo característico de esa etapa es la exigua parte que la Universidad toma en ello. No en la Facultad de Letras, sino en el Seminario, parece haber nacido entre nosotros algún brote -condicional y crítico siquiera- de la filosofía místico-activista de Blondel. Ni son profesores tampoco quienes mejor han articulado y comentado en sendos volúmenes de gran doctrina el pensamiento de Unamuno, el de Ortega y Gasset o el mío. Del laboratorio, no tampoco de la cátedra, vienen las nuevas concepciones sobre la óptica, de Otero Navascués. De un hospital militar, no de una clínica universitaria, las observaciones que han permitido a Justo Gonzalo llegar a las tesis más audaces sobre Dinámica cerebral. De la Escuela Superior de Guerra, la magistral conferencia de Julio Palacios sobre la energía atómica y sus aplicaciones.

También parece dibujarse, en la producción para los estudios de esta índole, la tendencia a algo parecido a una descentralización. Cierto, libros como de de Julián Marías, de Historia de la Filosofía, o el de Xavier Zubiri, titulado Naturaleza, Historia, Dios, llevan, no sólo el sello de su origen cortesano, sino, además, el de un cierto enrarecimiento de atmósfera en el ámbito confinado de una capilla. No seremos nosotros quien compare, como otros han hecho, aquella citada Historia de la Filosofía, a lo que pudiera resultar una historia del toreo escrita por un banderillero de Domingo Ortega; pero sí advertiremos la influencia de un módulo excesivamente local en las mensuraciones que sirven de base a los juicios explícitos o implícitos que la obra contiene. Las cortesanías de Xavier de Zubiri son de otra índole. ¿Cómo, sin ellas, se le hubiera ocurrido pedir que se hiciera pronto, según los resultados de las ciencias físicas, una filosofía del indeterminismo, cuando esta filosofía está ya hecha desde hace rato y son los físicos, en la coyuntura, los que han ido a la zaga de los filósofos? El volumen sobre Filosofía blondeliana del P. Roig Gironella procede de la Balmesiana de Barcelona. Uno de los méritos que más ha subrayado la crítica en La filosofía de Eugenio d'Ors, de José Luis Aranguren, consiste en haber sido pensado en Avila, lejos de cualquier contacto personal con la fuente consultada y hasta con sus audiencias, y poniendo en juego unas dosis portentosas de adivinación. Otero Navascués es marino. De allá del mar, nos viene también la mejor de las exégesis sobre Unamuno, el Bosquejo de una filosofía, de Ferrater Mora, así como del mismo autor, un Diccionario de Filosofía, que pronto sabremos si ha mejorado el Eisler. El prólogo, doblemente importante, para la filosofía y para la física, con que Miguel Masriera ha hecho preceder su traducción de Eddington, llegó del Instituto de Astrofísica de París a las prensas barcelonesas de Montaner y Simón. Y las disertaciones a propósito del Centenario del Concilio de Trento, que han trascendido ya del usado nivel de lo rutinariamente histórico y traen a lo futuro alguna substancia ideológica, han tenido por teatro Granada, primaveral madrugadora de esta celebración, cuyo curso se abría allí con una lección sobre el estilo de lo tridentino, y culminó en otra, del P. Alberto Bonet, sobre la teología contrarreformista, con examen especial de las teorías protestantes relativas a la justificación.

Se advertirá que, esta vez, nuestra Crónica de las ideas se refiere más bien a la historia externa que a la íntima. Quizá esto es buena señal, pues viene a decir que el contenido de cada una de las manifestaciones referidas es demasiado considerable para que de El cupiese dar cumplida cuenta y se le adjudicara a cada una algo más que una apenas adjetivada o seriada mención. Dentro de estos límites, nuestra conciencia quedará en paz si decimos que, en el mismo día en que se escribe la presente nota, se está celebrando en la Escuela Lulística de Mallorca un cursillo en cuyo programa llaman principalmente la atención, una Explicación filosófica del dogma de la Trinidad, por el P. Basilio de Rubí, según el opúsculo luliano Liber de maiore agentia Dei, y una lección sobre el "Principio de Coincidencia" en Nicolás de Cusa y su raíz luliana, por el P. Miguel Florit; que los estudios sobre la mística española han llorado la pérdida del P. Crisógono de Jesús Sacramentado, tan activamente distinguido cuando el Centenario de San Juan de la Cruz. Y que la contribución personal de mi esfuerzo a las cosechas ideológicas del año ha doblado su cotidiana tarea con la preparación de un libro que es una lástima que haya perdido, por un poco, el derecho a incluirse en la bibliografía del año. Y que ha de llamarse, si Dios quiere, El secreto de la Filosofía.

(1) Recogido en la serie «Estilo y Cifra» de La Vanguardia el 1-I-1946

Diseño y mantenimiento de la página: Pía d'Ors
Última actualización: 10 de octubre de 2005