Eugenio d'Ors
CORRESPONDENCIAS

CARTA A JUAN PUJOL

(director de La Nación (Madrid), 27-XII-1917) (1)

Barcelona, 27 Diciembre 1917.

Señor don Juan Pujol.— Madrid
Mi querido amigo: Le ruego me perdone mi tardanza en contestar a su última carta. Ya sabe usted que mi consulta sobre la cuestión de amplitud de criterio y de compatibilidad era doble.
He encontrado, de su parte, una amplitud y un respeto que le agradezco.
De la otra parte no he encontrado lo mismo. Pesada la cuestión me inclino a caer del lado de la liberalidad, en la cual hay seguramente mejor garantía de independencia.
El encargo queda, pues, aceptado, con la única reserva de mis posibilidades de tiempo. Creo que el detalle de los términos de aquél a usted cumple fijarlo.
Muy honrado siempre por sus atenciones, le estrecha la mano su afectísimo amigo.— Eugenio d’Ors.


(1) Publicada con el título “Nuestros colaboradores. Eugenio d’Ors y ‘La Nación’” en La Nación el 31-XII-1917, p. 2, precedida del siguiente texto: “A la lista de ilustres colaboradores que dentro de breves días —tan pronto como nos sea posible introducir en nuestro diario las reformas materiales que hemos anunciado— comenzarán a honrar las columnas de LA NACIÓN, hemos de añadir el nombre de uno de los más esclarecidos publicistas españoles, pensador agudo, en quien la originalidad y la profundidad están servidas por una prosa clara, docta y elegante: el nombre del insigne escritor catalán Eugenio d’Ors.
Sería ofender la cultura de los lectores tratar de descubrirles la personalidad del admirable estilista que con el seudónimo de ‘Xenius’ tanto ha hecho por la depuración del periodismo cotidiano en la hermosa región catalana. Séanos permitido, simplemente, testimoniar nuestra satisfacción por su concurso, mediante el que no sólo tendrá LA NACIÓN páginas admirables, sino la certidumbre de que el pensamiento de Cataluña hallará en sus columnas fiel y elocuentísima expresión en cada momento.
Al aceptar la colaboración que le habíamos ofrecido, Eugenio d’Ors nos escribe la siguiente carta de que nos queremos privar al público, porque honra a quien nos la dirige, y es a la vez testimonio irrecusable del criterio liberal con que estamos procediendo en la solicitud de las opiniones ajenas”.

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Última actualización: 23 de julio de 2010