Eugenio d'Ors | |
DOCTRINA
DE LA BIEN PLANTADA
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Las
pestañas de Teresa dan sobre sus ojos una sombra dulce, como, en
los mapas, la red tranquila de los meridianos y paralelos.(2) |
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¡Calla tanto, y tan bien!(3) | |
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Bien Plantada, Bien Plantada, porque eres bien plantada, bien frutada serás.(4) | |
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¡Qué
cosa, un molino de viento! A solas, en la tarea y en la fiesta. Su cabeza
es loca; pero, en sus entrañas, el oculto sencillo mecanismo no
para en su generosidad. Es la máquina que trabaja y juega. Es la
máquina que trabaja jugando.(5)
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¿Y
un barco de vela? Mirad cómo se presenta, de graciosa y esencial,
la utilitaria disposición de un barco de vela. Nada en él
que sea inútil. Pero nada en él que no sea elegante. Ahora
hay tres que navegan juntos. Como el alma de un poema camina en el deslizarse
de sus versos bien medidos, el alma de la Bien Plantada camina en el avanzar
de los barcos de vela.(6) |
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Porque las mujeres son los palpitantes canales por donde llega a lo futuro la sangre ancestral y su gracia infinita.(7) | |
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—De un mendigo amenazador: —No debe de ser de aquí.(8) | |
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Para el árbol, las ramas también son raíces, raíces superiores.(9) | |
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Esto
que llamáis naturaleza y hasta donde vuestra debilidad os hace
descender a cada paso, no es más que la ceniza que dejan las ideas
cuando suben, atrevidísimas, al cielo, y su residuo y escombro.
¿Has visto alguna vez cuando los niños, por fiesta, se dan
a encender aquellos ágiles artificios que se llaman cohetes; cómo,
mientras escala los aires la dorada estela, cae al suelo algo ya chamuscado
e inútil, un ligero desperdicio? Pues, de tal ceniza está
formada natura, que cayó de las ideas. Loco quien abandona en ella
serenidad y del que deja que el polvo de las apariencias llegue a enturbiar
el espejo puro del propio espíritu, hecho para reflejar glorias
y azules y el curso musical de las cuatro lunas y los meteoros maravillosos.(10) |
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Como tú me has poseído, Xenius, jamás hombre en la tierra me poseerá.(11) | |
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Pronto
se hará la luz y volverán a reconocer los hombres que, más
que en toda la bárbara ciencia que habéis aprendido, hay
sabiduría y verdad en una sonrisa de Sócrates o en una metáfora
volante y cantante de Platón el divino. El gusto irá haciendo
la moderación cada día más amada; y así decaerá
el culto impuro del Becerro y los hombres serán menos tiránicamente
movidos por el apetito de ganancia. Le darán su precio al exquisito
ocio y al sagrado juego y a las formas acabadas y a la ironía.
Entonces, ha de verse la nobleza de tu fina Raza resplandecer con toda
su claridad.(12) |
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Mientras
tanto, que cada cual desvele lo que hay de angélico en él;
esto es, el ritmo puro y la suprema unidad de la vida.(13) |
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Hay
en una nación una sola Bien Plantada, pero hay millones de trabajadores,
silenciosos y esforzados. Adorar la viva imagen de una mujer arquetípica
es cosa de un verano único; pero hay que remar cada día.
Las inspiraciones significan momentos divinos; pero la continuidad representa
igualmente una inspiración, que santifica una serie larga de momentos…
Deja, pues, Nando, mi pescador, que al saltar a tierra te dé las
gracias por la lección recibida y que volverás a darme más
de una vez: la lección de la callada energía, del trabajo
cotidiano y humilde.(14) |
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(1)
Fragmentos de La Bien Plantada (1911). |
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Última actualización:
8 de mayo de 2006 |