Eugenio d'Ors
AFORISMOS
PRIMEROS LEMAS
 
I
Rehacer, contra Voltaire, el «Diccionario filosófico portátil», de Voltaire. (1903)
II
Exorcizar el Tiempo (no condenándole, como Platón, a muerte; sino a cadena perpetua). Exorcizar el Infinito (captando su fluir en figuras, como el agua en el vaso). Exorcizar lo Subsconciente (dándole su parte: así dueña ordenada otorga, en los desvanes, su cóngrua al desorden).
III
Elevar la Anécdota a Categoría.
IV
Gacetillas de eternidades (Sobre las palpitaciones de los tiempos)
V
Las Leyes son Normas, pero también son Armas.
VI
¿No se diría que ha empezado a resonar, en la conciencia de los mejores, la Marsellesa de la Autoridad? (1906)
VII
Nacionalismo y Liberalismo se corresponden. Su lema común: «Cada uno en su casa y Dios (o, mejor dicho, el Diablo, es decir, la guerra), en la de todos.
Imperialismo, en cambio, se conjuga a política de autoridad. De la suerte de otros, tú eres responsable. Ni tu deber ni tu derecho se terminan en las fronteras de tu Estado, en el contorno de tu individualidad.
VIII
La forma decide. El exterior decide. La actitud decide.
Cualquier gabán, tratado como impermeable, se vuelve impermeable.
IX
Religión, rito y moral de la Obra-Bien-Hecha.
X
Se ha dicho todo, contra los rebaños de carneros.
Pero, ¡mirad que las desbandadas de carneros!
XI (1)
¿Los ojos, espejo del alma? ¡No, al revés, el alma espejo de los ojos! ¡Hasta donde puede, la pobrecilla!
XII
¡Cuán substanciosas las palabras, en parangón con lo enteco de las ideas! (1906)
P. D.— Donde hace unos años pude «ideas», hoy corrijo y pongo «conceptos». He aprendido bastante, en el intervalo, sobre la substancia de las ideas. Sé hoy lo ricas en ella que son. Sé que las ideas son las mismas palabras.
XIII
«Imitar la Ilíada no es imitar a Homero», decía Wordsworth. El artista arbitrario, antes que imitar a la naturaleza (así, con minúscula), prefiere imitar a Dios.
XIV (2)
La mujer que se parece en la cara a la que os ha amado, puede llegar a amaros también.
XV
Arte singular, este arte arbitrario. Con toda una estética y toda una metafísica por dentro. Arte igualmente lejano del lírico, impresionista, «interjeccional», le llamo yo —que ha alcanzado su cabal expresión poética en la teoría de la «palabra viva», de nuestro Juan Maragall—, como del arte imitativo que, en su fatalista humildad, se resigna a la reproducción de la naturaleza.
XVI

La Mitología me parece, no como se ha dicho «una enfermedad del lenguaje», sino, contrariamente, la plena salud del lenguaje, su vernal florecer en la vida. En rigor, cualquier verbo poético es ya mitológico. No lo notamos, porque la costumbre nos ha secado la emoción veneradora, ante este religioso fenómeno del lenguaje; pero desde el instante en que, por ejemplo, decimos «el porvenir», ya hemos sustituído una abstracción por un dios.

XVII (3)
Clasicismo. Sólo hay originalidad verdadera cuando se está dentro de una tradición.
Todo lo que no es tradición es plagio. (1911)
XVIII (4)
El Genio y el Gusto. El Gusto es el Genio socializado.
XIX

No crearemos un estilo —que es como decir una civilización—, hasta que, según ha ocurrido siempre en las grandes épocas del arte, puedan ser atribuídas a cada uno de nosotros —al menos por los no muy expertos— obras apócrifas.

XX
Restaurar el intelectualismo, enalteciendo nuevamente a la Ciencia, sin dejar de reconocer que no comprende toda la vida. Pero, sí, lo mejor de la vida.
XXI
¿Vivir, primero; después, filosofar?
No estoy de acuerdo. Aquí no conozco el antes ni el después.
Filósofo llamo a Publio, porque VIVE en conciencia de la eternidad del momento…
XXII
Desde mi infancia he gustado especialmente de tres diversiones: dibujar, nadar y hacer cuadros sinópticos.
Si bien se mira, se trata en todo ello de lo mismo: de imponer figura a lo amorfo
XXIII

El mito de la Evolución, para los perezosos. El mito de la Revolución, para los noveleros. Para nosotros, la Santa Intervención. (1907)
P. D.— Ahora, a lo que llamaba «Intervención» antes, designo más concretamente con el nombre de «Misión». (1931).

XXIV

Haz el bien, como quien canta según medida, cuando anda solitario a través de un bosque.

XXV

Mis límites son mi riqueza


(1) publicado originalmente en catalán, en La Veu de Catalunya, el 31-X-1911 («Aforística de Xenius» I)
(2)
publicado originalmente en catalán, en La Veu de Catalunya, el 31-X-1911 («Aforística de Xenius» XI)
(3)
publicado originalmente en catalán, en La Veu de Catalunya, el 31-X-1911 («Aforística de Xenius» XIV)
(4) publicado originalmente en catalán, en La Veu de Catalunya, el 15-XII-1910, como parte de la glosa «El Geni i el Gust»

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Última actualización: 28 de julio de 2008