I.- Los aforismos, dije otrora, son las golondrinas de la dialéctica. Hoy aprendo que pueden ser también sus gaviotas invernales.

II.- Tiempo sin flores no saca colores.

III.- Claro que la gente lo dice al revés. Y, sin embargo, Holanda…
Parece como si únicamente trabajándoselo a fuerza de tulipas, lograse Holanda un rayo de sol.
La verdad es que en estas cosas nunca llega a saberse dónde está la causa, dónde el efecto.

VIII.- Paciencia, paciencia. Así como así, tampoco os iba a gustar un año sin Navidad y con dos San Juanes.
(Prohibida la reproducción en el hemisferio austral).

IX.- A muchos asombra el bolcheviquismo de lady Mengana o del duque de Tal. Poco agudos los asombrados. Supieran, de serlo, que nada predispone a la subversión como en el privilegio aviciarse. Y que siempre será un poco roja la sangre azul.

XI.- Necio, el Ford de las llaves de serie. Imprudente, el imaginero de los santos de molde. Sólo con lo único guárdanse tesoros o se hacen milagros.

XIV.- Cada cual nace de una edad, que luego conserva toda la vida. A éste, ya de niño, cuando se jugaba a teatros, no le dieron sino papeles de barba. Estotro padece, durante medio siglo, de una adolescencia incurable.

XV.- Esta es la aforística del Invierno, de la Vejez y del Desengaño. Ya sacaremos otra un buen día. La falla de La Rochefoucauld es el sentido de la relatividad de las estaciones.