Charles Sanders Peirce. Razón e invención del pensamiento pragmatista
Anthropos, nº 212 (2006), pp. 186-203

Bibliografía peirceana hispánica 1891-2000


Fernando Zalamea

 

En este artículo presentamos una breve visión sinóptica –cuantitativa y cualitativa– de la bibliografía peirceana hispánica producida entre 1891 y 2000. Por bibliografía, entendemos un conjunto de textos que han, o bien pasado por la imprenta, o bien han consistido en tesis doctorales (dejando expresamente de lado copias de conferencias, manuscritos que se hayan hecho circular, archivos en red, tesis de master o de licenciatura, etc.). Con el apelativo peirceana, restringimos el ámbito de estudio bibliográfico a aquellos textos enfocados específicamente en Peirce y dejamos de lado, tanto los textos orientados a estudiar un pragmatismo genérico, como los trabajos dedicados específicamente a otros exponentes del pragmatismo (James, Dewey, etc.). Con el apelativo hispánica, restringimos aún más el ámbito de estudio, limitándonos a textos en español producidos por autores españoles e hispanoamericanos (dejando de lado, para efectos de esta primera revisión, los textos en otros idiomas de autores hispánicos sobre Peirce, las traducciones al español de textos de Peirce –véase el artículo de Sara Barrena en esta compilación–, y las traducciones al español de bibliografía secundaria de autores no hispánicos sobre Peirce). Precisados así los términos, la bibliografía peirceana hispánica (BPH) refleja esencialmente lo que el mundo hispánico ha escrito (y hecho público) sobre Peirce: cómo lo ha recibido, resumido, entendido, interpretado, renovado y/o superado, dentro de las peculiares perspectivas que provee el pensar desde España e Hispanoamérica.

El material sobre el que se basa este artículo consiste en el conjunto de textos que ha venido recopilando, de 1990 hasta hoy, el Grupo de Estudios Peirceanos de la Universidad de Navarra. La BPH reunida en el Grupo de Estudios Peirceanos –fruto del tesón acumulativo de Jaime Nubiola, director del Grupo, y de la cuidada labor de ordenación de Sara Barrena– es única en nuestro ámbito: aunque deben faltar, sin duda, unos cuantos textos en español de autores hispánicos sobre Peirce no recopilados aún en el Grupo de Estudios Peirceanos, la BPH allí reunida puede considerarse en este momento, no sólo como perfectamente representativa, sino como muy cercana a ser exhaustiva. El material que nos interesa para esta revisión sinóptica incluye un total de 140 entradas, desglosado en 97 artículos, 25 libros, 10 tesis doctorales y 8 prólogos. En lo que sigue, presentaremos una visión de este conjunto de textos desde dos puntos de vista complementarios. Cuantitativamente, revisaremos la evolución de la BPH (tipos de artículos, de libros, de tesis y de prólogos), tanto en el tiempo (producción por franjas cronológicas) como en el espacio (producción por países). Cualitativamente, revisaremos las temáticas e interpretaciones propuestas –señalando pendularmente tanto avances como vacíos–, y destacaremos los principales, nudos, polaridades y aglutinaciones que han venido dándose en la visión que el mundo hispánico ha ido construyendo sobre la obra peirceana.

1. Cronotopos diversos de la bibliografía peirceana hispánica

La producción hispánica sobre Peirce se articula a lo largo de una extrema diversidad de "cronotopos" (correlaciones de tiempos y lugares: término debido a Bajtin), donde las cosas tienden a suceder dentro de lo multiforme, con más cimas y profundidades, que con tendencias o estabilidades. En términos "geométricos", sin llegar a ser una producción caótica (hoy tan a la moda), se trata de una producción determinada por las singularidades y moldeada a lo largo de escasos tramos lisos: una suerte de superficie quebrada, enlazada alrededor de algunos vórtices donde priman los esfuerzos individuales y donde se echan de menos las fuerzas normalizadoras que proveerían unas escuelas estables en el tiempo. En lo que sigue, utilizaremos las siguientes definiciones para precisar los tipos de referencias que se hacen a Peirce en la BPH. Entenderemos "mención" como una referencia suelta a Peirce dentro de un texto (suerte de marca aislada), "estudio parcial" como un conjunto de referencias a Peirce durante una parte importante del texto, sin que esa parte llegue a cubrir el texto entero (suerte de serie discreta de marcas), y "estudio específico" como un conjunto de referencias sostenidas durante todo el texto, siempre con Peirce en el trasfondo (suerte de entramado continuo de marcas).

La BPH se eleva, desde sus comienzos, sobre una singularidad peculiar. La recepción de la obra de Peirce en Ventura Reyes Prósper –véase el artículo de Jesús Cobo en esta compilación– nos muestra a un corresponsal directo de Peirce, que intenta divulgar su obra en lógica matemática, con suma emoción, buen saber y genuina prodigalidad [Reyes Prósper 1891a, 1891b, 1892]. El interés técnico por la lógica, el conocimiento de causa y la excepcional correspondencia con Peirce no dejarán sin embargo ninguna traza real en el ámbito de los estudios peirceanos en español, y, de hecho, la figura singular de Reyes Prósper sólo será recuperada, un siglo después, gracias al esfuerzo de algunos académicos interesados en la historia de la recepción de la lógica (Cobo, Vega, Nubiola). Además de los trabajos de divulgación de Reyes Prósper, entre 1891 y 1969 encontramos en la BPH sólo otros 3 artículos que estudian parcialmente a Peirce, 4 artículos donde se le estudia específicamente y 2 libros donde se le menciona. Se trata de una recepción inicial extremadamente pobre –véase el artículo de Luis Vega en esta compilación–, si se la compara por ejemplo con la recepción mucho más amplia de las obras de James o de Dewey, cuya influencia en el ámbito educativo del sur del continente americano fue tan extensa como incisiva. Dentro de esa "primera" recepción de la obra de Peirce, tan errática como modesta, destacan los textos de Ferrater Mora –véase el artículo de Marta Torregrosa en esta compilación–, que pueden considerarse como los trabajos mejor informados y equilibrados sobre Peirce escritos hasta ese momento en español [Ferrater Mora 1944, 1955]. Desde el punto de vista de la distribución geográfica, entre 1891 y 1969 se producen 9 trabajos en España, 1 en Uruguay ([Vaz Ferreira 1909], donde Peirce sólo es brevemente mencionado, pero que constituye un texto admirable para la época, preciso en las citas, independiente y ajustadamente crítico en las observaciones), 1 en Argentina y 1 en Puerto Rico.

En la década 1970—1979 se mantiene el statu quo, con una producción de bajo perfil, desconocedora en general de la importante bibliografía peirceana secundaria que empieza ya a acumularse en inglés (aunque también escasa en italiano, francés o alemán, ésta alcanza una notable calidad, gracias a la incipiente recepción de la obra peirceana en Eco y en Apel). La traducción de algunos textos de Peirce da lugar a 3 prólogos y 1 introducción crítica [Negro 1978], mientras sólo se cuentan además 1 artículo parcial sobre Peirce, 1 artículo específico y 1 libro específico [Tordera 1978]. El trabajo de Tordera constituye el primer libro publicado en español sobre Peirce (aún anterior a las primeras traducciones al español de monografías publicadas previamente en otros idiomas) y constituye, por tanto, un hito en la BPH. Procedente de una tesina de licenciatura (Universidad Central de Barcelona), el trabajo incorpora por vez primera en español una lectura cuidada de los Collected Papers y una lectura básica de la bibliografía secundaria sobre Peirce (en inglés e italiano), y consigue destacarse así por encima de la previa aridez de la BPH. Sin embargo, el hecho de que el primer trabajo serio realizado sobre Peirce en español proceda de un estudiante de licenciatura es más indicativo de la "tradición de la pobreza" de los estudios peirceanos hasta ese entonces, que de la inusual corrección misma del trabajo de Tordera. Aunque sigue repitiendo el mito de las "contradicciones" e "insuficiencias" de Peirce [Tordera 1978, p. 152], el texto provee el primer panorama de conjunto en español del sistema ampliamente ramificado de Peirce. Debe observarse que en la década 1970—1979, el trabajo de Tordera es el único publicado en España sobre Peirce, y que un ligero desplazamiento –que no llegará a estabilizarse– se dirige hacia la Argentina, donde los proemios ([Ruiz—Werner 1970, 1971], [Sercovich 1974], [Negro 1978]) a las primeras compilaciones de traducciones de textos de Peirce se aprovechan para reflexionar sobre su obra. Desafortunadamente, esas primeras ediciones de los textos de Peirce dejan mucho que desear; en realidad, su influencia será casi nula, pues en los tres lustros siguientes la producción argentina sobre Peirce decaerá. La década 1970—1979 no es tampoco nada halagüeña en el resto del ámbito hispánico, contándose sólo 1 artículo específico en Puerto Rico y 1 artículo parcial en México.

La década 1980—1989 constituye, en cambio, la década del despegue para la BPH, consiguiéndose un salto considerable tanto en cantidad como en calidad. Aparecen en ese periodo 30 entradas en la BPH, más que en todo un siglo hasta entonces: 8 artículos con estudios parciales sobre Peirce, 9 artículos con estudios específicos, 4 libros parciales sobre Peirce, 2 específicos, 4 tesis doctorales parciales, 1 prólogo y 2 introducciones críticas. La producción tiende netamente a elaborarse en España (22 entradas), versus México (3), Uruguay (2), Argentina (2) y Venezuela (1). La primera eclosión de artículos dedicados consistentemente a Peirce [Castañares 1986, 1987a, 1987b, 1988a, 1988b, 1989] proviene de otra singularidad en la BPH, ya que resulta ser el producto de una labor claramente individual: la tesis doctoral de Wenceslao Castañares, donde éste se enfrenta a los problemas semióticos y filosóficos del signo, dentro de una perspectiva histórica en la que Peirce adquiere un lugar central [Castañares 1985]. Después de la tesis doctoral de Paz Gago [Paz Gago 1983], cuyo tratamiento de Peirce es más circunstancial, la tesis de Castañares es la primera tesis doctoral hispánica dedicada en profundidad a Peirce, con algunos apartados que no serán superados en la BPH posterior (interpretantes en relación con la ampliación de la significación, integración imprescindible de lógica, semiótica y metafísica en Peirce).

Elevando así el nivel crítico e interpretativo, el año 1985 puede entenderse como año pivote fundamental para la BPH, aunque el año mirabilis de la década es sin duda el 1988, cuando aparecen las primeras traducciones rigurosas de textos peirceanos por parte de Castrillo y Vericat (con introducciones críticas: [Castrillo 1988] y excelente [Vericat 1988]), los ensayos [Herrero 1988] y [Pérez Carreño 1988a] (procedente de su tesis doctoral [Pérez Carreño 1987]), la monografía [Pérez de Tudela 1988], la tesis doctoral [Ortiz de Landázuri 1988], y la consolidación de la serie de artículos de Castañares sobre Peirce y la semiótica. Aunque excesivamente idiosincrático y difícil de seguir, el trabajo [Herrero 1988] puede entenderse como el primer libro importante de ensayo de la BPH que elabora con originalidad algunos textos de Peirce allende sus enseñanzas mismas (alrededor de la abducción y la "lógica concreta" de la creatividad). Por su lado, la monografía [Pérez de Tudela 1988] es la primera que resalta en detalle el papel fundamental de la ciencia dentro del sistema de Peirce y que explicita el lugar central del Peirce científico para los ajustes de su filosofía, mientras que la notable pero escasamente asimilable tesis [Ortiz de Landázuri 1988] (1264 páginas) sirve de extraordinario entorno para situar a Peirce dentro de la complejidad de los debates contemporáneos sobre la crisis de fundamentación, sus diversas soluciones parciales y las posibilidades del conocimiento. La conjunción espacial y temporal de un conjunto de investigadores alrededor de la obra de Peirce asegura así, en España, a finales de la década de los ochenta, un cierto umbral a partir del cual la BPH podrá expandirse en la década siguiente. Sin embargo, la conjunción es casual y algo azarosa, y habrá de esperarse a la creación del Grupo de Estudios Peirceanos, en el primer lustro de la década de los noventa, para empezar a anudar algunos intereses comunes.

Si el núcleo de los aportes mayores de la década 1980—1989 se sitúa en España, la BPH se expande sin embargo simultáneamente en tierras americanas. Son de gran interés [Beuchot 1984], donde se inicia una extensa línea de investigación acerca de las relaciones semióticas y lógicas entre Peirce y la escolástica medieval, que Beuchot extenderá ampliamente en la década siguiente, y [Magariños de Morentín 1983], donde se proveen cuidadosos ejemplos uniformes, dibujos, esquemas y tablas para explicar las clasificaciones peirceanas de los signos. En un nivel menos académico y riguroso que Beuchot o Magariños, los ensayos [Battistella 1983] y [González Ochoa 1986] exploran las relaciones signo—medios—mediaciones, acercándose al enlace de la obra de Peirce con la comunicación visual. [Sercovich 1987] es un texto desigual, con aciertos y deslices, que sirve de prólogo a una traducción de fragmentos de la "obra lógico—semiótica" de Peirce, meritoria en su momento, pero con demasiadas fallas para ser utilizable (véanse las reseñas [Castañares 1987b], [Pérez Carreño 1988b]).

A partir del umbral conseguido a fines de la década de los ochenta, la BPH aumenta su ritmo en los dos lustros siguientes. Entre 1990 y 1995 se producen 8 artículos parciales sobre Peirce, 20 artículos específicos, 5 libros parciales, 2 libros específicos y 3 tesis doctorales parciales –para un total de 38 entradas (8 más que en la década 1980—89)–. A su vez, entre 1996 y 2000, la BPH registra 11 artículos parciales, 29 artículos específicos, 5 libros parciales, 4 libros específicos, 1 introducción crítica y 3 tesis doctorales específicas –para un total de 53 entradas–. Como se observa, la multiplicación es importante (aunque ésta parece flexionarse un poco en el último lustro 2001—2005, que no entra en nuestro estudio), pero, más importante aún, la profesionalización de la producción adquiere ya, en líneas generales, un cierto nivel estándar de rigor. Como resultado de la formación doctoral con la que cuentan todos los principales productores de la BPH en la década larga 1990—2000 –Beuchot (5), Castañares (6), Castillo (3), Castrillo (3), Fontrodona (4), Nubiola (16), Rivas Monroy (4), Zalamea (6), indicando entre paréntesis el número de entradas de cada autor en la década–, los requisitos y las exigencias del hacer académico se hacen sentir sobre la BPH. Si se pierde así algo de ingenuidad y de frescura (los despropósitos políticos de [Ruiz—Werner 1970, 1971], la ácida ironía de fragmentos de [Battistella 1983], o la inventividad libre de [Herrero 1988]), los estudios peirceanos en español ganan en estabilización, coherencia, comunicabilidad y contrastación. Se trata de una suerte de "normalización" de la BPH, que ha sido fundamental para su buen crecimiento, pero que, por supuesto, habrá de ser quebrada en el próximo futuro, con la aparición de nuevos autores que den vuelcos inesperados y "anormales" a las líneas principales de la bibliografía (véase, sobre esto, la siguiente sección de este artículo). Aunque continúe apoyándose sobre los estándares de rigor conseguidos a lo largo de los años 1985—2000, el futuro de la BPH dependerá en buena manera de rupturas imaginativas y de aperturas transdisciplinarias que arrollen lo conseguido hasta ahora.

Dentro de las paradojas "geométricas" que recorren la BPH, es curioso observar cómo la principal red de estabilización de la BPH surge a partir de una experiencia plenamente singular. Una tendencia consigue proyectarse a partir de una iniciativa individual –es decir, en términos geométricos, una "superficie reglada" emerge a partir de un vértice aislado– debido a la figura de Jaime Nubiola, quien destaca nítidamente en la BPH del periodo 1990—2000, tanto por el número de sus contribuciones y su calidad cuidadosamente controlada, como por la construcción comunitaria de una red estable entre estudiosos peirceanos en el ámbito hispánico. Desde la perspectiva de sus trabajos individuales, los esfuerzos de Nubiola se ramifican a lo largo de tres entramados principales: (a) el estudio del viaje de Peirce a España y de todo lo que Peirce publicó, y, sobre todo, anotó en manuscritos, sobre España [Nubiola 1992, 1993, 1994c]; (b) la recepción de la obra de Peirce en el mundo hispánico [Nubiola 1992, 1994c, 1995a, 1997(Cobo), 1997a]; (c) el valor del pensamiento peirceano en la "renovación pragmatista" de la filosofía analítica y de una más amplia y extensa “filosofía de la vida” [Nubiola 1991, 1994a, 1994b, 1995b, 1996b, 1998b, 1999]. Desde la perspectiva de la comunidad, Nubiola impulsa en el periodo 1990—2000 la construcción de números monográficos en español dedicados a Peirce (Anuario Filosófico, Analogía) [Nubiola 1996a, 1998a], crea el concepto de "bibliografía peirceana hispánica" (contemporáneamente con [Castañares 1992b]), y acumula tesoneramente la base material de la BPH en el Grupo de Estudios Peirceanos de la Universidad de Navarra (fundado en 1994).

Varias aportaciones importantes merecen destacarse dentro del lustro largo 1990—1995. El número inicial de la revista Signa consiste en el primer número monográfico de una publicación periódica hispánica dedicado a Peirce [Romera Castillo 1992], e incluye un conjunto de contribuciones de calidad, pioneras incluso en el ámbito internacional, donde la problemática estudiada ("Peirce y la literatura") no había dado lugar hasta el momento a ninguna recopilación sistemática. Como continuación del trabajo [Vicente Gómez 1992] aparecido en el número monográfico de Signa, el artículo [Vicente Gómez 1994] plantea luego un ambicioso programa de "segundo orden" para "leer" integradamente los múltiples niveles de lo literario, aprovechando las categorías peirceanas y sus jerarquías semióticas asociadas. Por su lado, los trabajos de Ramón del Castillo [Castillo 1991, 1992, 1995] alcanzan una excelencia excepcional dentro de la BPH, y consiguen integrar un riguroso conocimiento de los escritos de Peirce (Collected Papers, Writings, New Elements), un preciso manejo de una extensa bibliografía secundaria, y desarrollos teóricos originales alrededor de algunos difíciles temas peirceanos (modalizaciones tardías de la máxima pragmática, teoría de los índices, límites de la interpretación). Otros libros valiosos son la monografía [Restrepo 1993] (con un tratamiento ejemplar de las categorías cenopitagóricas, con muy útiles diagramas y con la más extensa bibliografía sobre Peirce aparecida en la BPH), el ensayo [Castañares 1994b] (con una exposición cristalina de temas delicados en hermenéutica y teoría de la recepción, ligados al "modo abductivo" y al legado peirceano), y el ensayo [Andacht 1993] (con una multiplicidad de ejemplos, perspectivas y recorridos originales para acercarse imaginativa y "asistemáticamente" al sistema peirceano). Son de interés también los artículos de Beuchot sobre Peirce y los lógicos escolásticos [Beuchot 1991, 1993a], así como los esfuerzos por volver a entender –desde un punto de vista histórico y técnico– la herencia de la obra de Peirce en lógica matemática ([Badesa 1990], [Zalamea 1993], [Castrillo 1994]).

Tanto en el lustro largo 1990—1995, como en el 1996—2000, la producción principal en la BPH se sigue distribuyendo a favor de España, en contrapeso con Hispanoamérica. Entre 1990 y 1995, España cuenta con 29 entradas en la BPH, mientras México aporta 5, Colombia 3 y Uruguay 1. Por otro lado, entre 1996 y 2000, España aporta 31 entradas, Colombia 9, Argentina 6, México 4, y Uruguay, Puerto Rico y Guatemala 1 entrada cada uno. México mantiene estable su producción, Argentina vuelve a aparecer en el horizonte, y Colombia expande singularmente su lugar dentro del panorama. A lo largo de todo el periodo 1891—2000, la BPH va acrecentándose con regularidad en las franjas cronológicas escogidas: 140 entradas subdivididas en 12 (1883—1969), 7 (1970—1979), 30 (1980—1989), 38 (1990—1995), 53 (1996—2000). Durante el primer siglo corto de la BPH (1891—1979), un cierto equilibrio geográfico se mantiene entre España (10 entradas) e Hispanoamérica (9 entradas), pero éste se rompe en la década 1980—1989 (España 22 / Hispanoamérica 8) y continúa desequilibrado en el periodo 1990—1995 (29 / 9), aunque tiende de nuevo a balancearse mejor en el lustro 1996—2000 (31 / 22). De hecho, a mediano plazo, después de los excepcionales impulsos singulares debidos a Castañares y Nubiola (de lejos, los mayores propulsores de los estudios peirceanos en español en toda su historia, con 13 y 16 entradas en la BPH respectivamente), es de augurar el restablecimiento de una simetría natural entre España e Hispanoamérica en la recepción –y desarrollo– del pensamiento de Peirce.

El lustro 1996—2000 es, con mucho, el periodo más productivo en la BPH (considerada hasta el año 2000). Tres características son particularmente visibles con respecto a las franjas cronológicas anteriores: el considerable aumento de artículos específicos (29 en el lustro exacto 1996—2000, contra 20 en el lustro largo 1990—1995), de libros específicos (4 contra 2) y de tesis doctorales específicas (3 contra 0). El caso de las tesis doctorales es muy indicativo: las 3 tesis doctorales del periodo –[Fontrodona 1996a], [López 1998], [Elizondo 2000]– son las primeras en el mundo hispánico dedicadas específicamente a Peirce, lo que refleja la consolidación de un interés académico por Peirce en sí mismo, independientemente de su más vaga adscripción al pragmatismo (obsérvese que entre 1995 y 2000 no aparecen tesis doctorales parciales sobre Peirce en la BPH). Aunque el nivel de los trabajos es muy desigual ([Fontrodona 1996a] de excelente factura, [Elizondo 2000] aceptable, [López 1998] defectuoso), y en muchos momentos no se alcanza la altura de los mejores capítulos de tesis doctorales parciales previas ([Castañares 1985], [Ortiz de Landázuri 1988], [Badesa 1990], [Castillo 1992]), el aceptar acotar el tema de una tesis doctoral al estudio de fragmentos del pensamiento de Peirce puede considerarse ya como un avance significativo. La conquista de ese terreno especializado para la scolarship peirceana en español no debe volver a perderse, y es de augurar que el número y la calidad de las tesis doctorales específicas sobre Peirce en español vaya en aumento en los próximos años.

Además de las compilaciones de artículos sobre Peirce promovidas por Nubiola ([Nubiola 1996a, 1998a]), otros dos libros específicos sobre Peirce se producen en el Grupo de Estudios Peirceanos en el lustro 1996—2000. Génova y Fontrodona, estudiantes de Nubiola, publican (respectivamente) su tesina de investigación y su tesis de doctorado, dando lugar a los trabajos [Génova 1997] (excelente introducción a la metodología peirceana de la investigación y a la "lógica abductiva") y [Fontrodona 1999] (excelente presentación de conjunto del sistema de Peirce, donde se enfatizan el crecimiento, la comunidad y la creatividad como principios fundamentales para la acción, ligados a estética, ética y lógica). Otros libros parciales sobre Peirce, de muy diversa factura, se publican también en el periodo: [Faerna 1996] (producto cercano de la tesis doctoral [Faerna 1993]) estudia la teoría pragmatista del conocimiento; [Paz Gago 1999] (producto algo más alejado de la tesis doctoral [Paz Gago 1983]) estudia la recepción del poema y la pragmática del texto poético; [Zecchetto 1999] divulga una vez más la semiótica peirceana; [Pulice, Manson, Zelis 2000] glosa las ideas del Signo de los tres y las entronca con una relectura freudiana; [Zalamea 2000a] describe y reconstruye una cierta "tradición universalista" latinoamericana desde el punto de vista de la terceridad peirceana. [Barrena 1996] es la única introducción crítica que surge en el periodo: de un nivel altamente excepcional, puede considerarse la mejor presentación disponible hasta el momento en la BPH sobre la problemática de la creatividad en Peirce.

Por su parte, los artículos específicos dedicados a Peirce en el lustro 1996—2000 son ya legión (29), y, junto con los artículos parciales sobre Peirce (11), cubren los más variados aspectos del pensamiento peirceano. Siguiendo la clasificación peirceana de las ciencias, se encuentran artículos en las más diversas ramas: matemáticas ([Legris 1996], [Soto, Osejo, Caballero 1996], [Zalamea 1997a, 1997b], [González 1999], [Oostra 2000], [Poveda 2000]), faneroscopia ([Zalamea 2000b, 2000c]), historia de la lógica ([Beuchot 1996], [Castrillo 1997, 1998], [Cobo, Nubiola 1997]), semiótica ([Andacht 1996], [Castañares 1996], [Forastieri—Braschi 1996], [Llamas 1996], [Rivas Monroy 1996a, 1996b, 1997], [Caballero 1997], [Castañares 1999]), pragmatismo ([Ortiz de Landázuri 1996], [Polanco 1996], [Nubiola 1997a, 1997b], [De Miguel 1998], [Morales 1999]), abducción y creatividad ([Aliseda 1998], [Beuchot 1998], [Génova 1996], [Nubiola 1996b, 1998b, 1999]), ciencia cognitiva ([Gomila 1996]), dirección de empresas ([Fontrodona 1996b, 1997]), religión ([Carbonell 1996]), psicoanálisis ([Azaretto 1997], [Lutzky 1998]). Sobre la base de una evidente progresión cuantitativa, y en buena medida cualitativa, puede decirse así, en primera instancia, que el conjunto de la producción en las dos últimas décadas augura un futuro prometedor para la BPH. Sin embargo, esta prospección merece ser matizada cuidadosamente, tal como intentaremos hacerlo en la siguiente sección de esta revisión sinóptica.

2. Espectro correlativo de la bibliografía peirceana hispánica

En lo que sigue, consideraremos la BPH desde una aproximación relacional donde se entroncan la síntesis y el análisis. Por un lado, describiremos la topografía de los temas específicamente peirceanos abordados en la BPH: gracias a un rango de palabras clave asociadas a cada entrada en la bibliografía y gracias al estudio de las correlaciones de esas palabras clave a lo largo de todo el espectro de la bibliografía, obtendremos interesantes diagramas relacionales (árboles, redes, mapas) donde se resaltan tanto los logros como las deficiencias mayores en la recepción del pensamiento de Peirce. Por otro lado, analizaremos esa topografía peirceana interna (derivada de una lectura de la BPH a los ojos de la clasificación peirceana de las ciencias) y señalaremos algunos de sus nudos, polaridades y vacíos. El listado de las 140 entradas en la BPH ha sido objeto de un estudio pormenorizado, en el que se le ha asignado a cada entrada: (a) una corta descripción detallada del texto; (b) una breve discusión crítica; (c) unas palabras clave peirceanas (siguiendo la clasificación de las ciencias); (d) unas palabras clave adicionales. El resultado constituye una suerte de catálogo razonado de la BPH –de próxima publicación, como parte de la monografía Peirce y el mundo hispánico: "lo que Peirce ha dicho sobre España" (a cargo de J. Nubiola) y "lo que el mundo hispánico ha dicho sobre Peirce" (a cargo de F. Zalamea)–, catálogo del cual aprovechamos aquí algunos de sus principales diagramas correlativos. Debe señalarse, por supuesto, que tanto los datos como los diagramas incluidos a continuación sólo son representativos de una cierta situación; la medición y la diagramación no pueden pretender exactitud, aunque sí aspiran a reflejar una cierta fidelidad, es decir a indicar razonablemente ciertas tendencias globales y/o singularidades locales.

La BPH se aglutina a lo largo de tres polos principales de interés: lógica (66), semiótica (65) y pragmatismo (61) –los numerales entre paréntesis señalan el número de apariciones de palabras clave peirceanas en la BPH: ver figura 1–. Alrededor de esos tres grandes polos, la recepción en español de la obra de Peirce repite así los mismos cánones de la recepción peirceana allende el mundo hispánico: Peirce entendido sobre todo como "padre" genérico del pragmatismo, como fundador moderno de la semiótica y como un "gran" lógico (cuyos aportes precisos sin embargo poco se conocen).


Figura 1
Árbol icónico con distribución y pesos relativos de palabras clave peirceanas en la BPH
(orden según la clasificación peirceana de las ciencias; escala entre pesos y tipo de letra = 8+ln(x-1))


Más allá de estos tres polos "estándar" y poco significativos, es interesante observar que el siguiente tema más estudiado en la BPH refleja ya un cierto cariz específico de la recepción hispánica. El hecho de que el realismo (37) sea una de las apariciones mayores en la BPH exhibe las preocupaciones peculiares de una comunidad como la hispánica, inserta en las diversas "durezas" de su medio ambiente y tal vez más alerta que diversos nominalismos analíticos al entronque del conocimiento con el mundo externo y con la vida. Estudiados a menudo en textos que simultáneamente se preocupan por el realismo, el tema de la metodología de la investigación (35) y el tema de la comunidad (19) son también indicativos de la situación precaria de algunos pensadores interesados en ir construyendo unos umbrales mínimos de comunicación, contrastación, regulación y solidaridad. La faneroscopia (34) aparece muy poco estudiada en sí misma, pero sirve de puente natural, por un lado, al estudio de la clasificación de los signos (17), una de las obsesiones que podríamos considerar no productivas de la BPH, con excesivas repeticiones taxonómicas, pocos objetivos de desarrollo y escasos avances, y, por otro lado, al estudio de la abducción (25), un tema en el que la BPH proporciona, en cambio, considerables perspectivas de interés. Algunos temas que podrían considerarse típicamente peirceanos son estudiados débilmente dentro del conjunto y no con la especificidad suficiente –sinequismo (16), máxima pragmática (17), verdad (16)–, mientras que otros son casi inexistentes –diagramas (7), gráficos existenciales (6), clasificación de las ciencias (7), metafísica (9), cosmología (5), ciencias exactas (6)–.

Si los registros anteriores tienen en cuenta algunas apariciones temáticas predicativas en los textos de la BPH, debe observarse sin embargo que, desde un punto de vista plenamente peirceano, resulta más interesante considerar el conjunto de correlaciones (diádicas) de palabras clave peirceanas, gracias al estudio de los diversos textos de la BPH donde los temas en cuestión se estudian conjuntamente. El registro detallado de esas correlaciones es demasiado extenso para ser incluido aquí (se obtiene una matriz diagonal 32 x 32), pero un diagrama condensado del conjunto se muestra en la figura 2. Los enlaces de las temáticas son bastante representativos de las orientaciones que se obtienen en la BPH. Por ejemplo, en correlación con la lógica, se consideran primordialmente la abducción (14), la faneroscopia (22), la metodología de la investigación (20), el pragmatismo (22), el realismo (15) y la semiótica (30) –los numerales entre paréntesis, en itálicas, señalan el número de textos de la BPH donde los temas en cuestión se estudian conjuntamente–. El hecho de que el estudio de la lógica en Peirce esté tan ligado a temas filosóficos y semióticos (y tan poco a temas técnicos: lógica de relativos (8) o gráficos existenciales (6)) es un buen indicador, por ejemplo, del enfoque a menudo excesivamente generalista de la BPH. Aunque es bien sabido que entender a Peirce requiere un esfuerzo ingente del lector, en la BPH se ha confundido a menudo ese esfuerzo individual de lectura, meritorio y necesario, con la pertinencia de hacer público ese esfuerzo mediante un texto impreso. Resultado de ello ha sido una innecesaria repetición de "presentaciones introductorias", contra las que debe ahora elevarse el futuro de la BPH: aportando, ojalá, "duros" estudios de caso, extensos y profundos, dentro de las más detalladas ramificaciones del árbol peirceano de las ciencias.



Figura 2
Red con principales nudos y circuitos en la BPH


En este sentido, algunos de los textos más valiosos de la BPH pueden verse, en retrospectiva, como cuidadosos estudios de caso de temáticas precisas y acotadas dentro de la dilucidación de la herencia peirceana: por citar sólo algunos ejemplos, las modalizaciones tardías de la máxima pragmática ([Castillo 1991]), el musement creativo ([Barrena 1996]), la abducción formal ([Aliseda 1998]) o los gráficos existenciales ([Poveda 2000]). Sin embargo, más allá de los aportes específicos de cada caso, la BPH crece gracias a la progresiva estabilización de un clima de seriedad y rigor argumentativo, cuya adecuada densidad es ya visible en la figura 2, pero que se evidencia aún más en la figura siguiente:

 



Figura 3
Mapa con principales polaridades y aglutinaciones
(perspectiva relacional, no predicativa: las elipses diagraman
los enlaces temáticos de la matriz de correlaciones de palabras clave peirceanas)


Las intersecciones temáticas resaltadas en la figura 3 muestran el adecuado nivel de integración de algunas problemáticas peirceanas dentro de la BPH. En el enlace central de pragmatismo, lógica, faneroscopia y semiótica, se sitúan los temas más estudiados: clasificación de los signos, interpretantes, metodología de la investigación, abducción, realismo, comunidad. Por otro lado, en los bordes de la figura 3, se descubren algunas de las singularidades de la BPH. Tal vez la peculiaridad más notoria sea la clara ausencia de trabajos alrededor de las ciencias exactas (entendidas como parte de las "ciencias especiales" en la clasificación de las ciencias: física, química, ciencias de la mente, etc.) desde una perspectiva peirceana, reflejo del escaso, por no decir nulo, conocimiento que la comunidad científica hispánica tiene de la obra de Peirce ([Riba 1995] es una excepción valiosa). De hecho, el que Peirce haya sido sobre todo recuperado en el mundo hispánico por una vertiente humanista (filosofía, semiótica, literatura) impide recuperar plenamente un pensamiento que se encontró profundamente marcado por una ardua práctica de las ciencias exactas, y que inevitablemente se desdibuja al observarlo sólo desde las ciencias humanas. Otras peculiaridades en el mapa de la figura 3 son la ausencia de lo que podríamos llamar faneroscopia "pura" (estudio teórico de las categorías cenopitagóricas, más allá de sus aplicaciones en jerarquizaciones lógicas o semióticas), y la desarticulación de las ciencias normativas, donde el entronque peirceano final entre estética, ética y lógica no sólo no se explora con cuidado, sino que se evade, ya sea por los especialistas en lógica, ya sea por los estudiosos de la estética, en arte o literatura (de nuevo, hay excepciones valiosas: [Fontrodona 1996a, 1999]).

Un intento de calibración del conjunto de la BPH podría subdividirse en varios subapartados: aportes originales, aportes dentro del mundo hispánico, exposiciones valiosas, glosas neutras, desbalances interpretativos, despropósitos. Aunque son claramente los menos, los despropósitos y los desbalances existen (incluimos un 7% de la producción en estos dos apartados; por supuesto, estos porcentajes son subjetivos, pero, creemos, adecuadamente indicativos, es decir subjetivamente controlados). Entre exposiciones y glosas se puede distribuir una parte importante de la producción (34%). Los aportes dentro del mundo hispánico conforman la mayoría (42%), entendiendo con esto una sucesión de avances en la comprensión de Peirce dentro del ámbito restringido de lo que se va escribiendo sobre Peirce en español: un valor ciertamente contextual, pero importante desde el punto de vista de una comunidad de investigadores que progresivamente se va fortaleciendo. Por otro lado, puede considerarse que algunos de los textos incluyen también aportes originales (17%) dentro del ámbito internacional. Las temáticas peirceanas donde se introducen esos nuevos aportes –en sus momentos históricos respectivos– incluyen las relaciones entre pragmatismo y vitalismo (Vaz Ferreira), la arquitectónica pragmática (Ferrater Mora), la semiótica peirceana en perspectivas histórica y hermenéutica (Castañares, Beuchot, Forastieri—Braschi), los límites de la racionalidad (Castillo), las relaciones de Peirce con España (Nubiola), los interpretantes y la literatura (Vicente Gómez), las relaciones entre creatividad y religión (Barrena), la acción administrativa (Fontrodona), la lógica matemática (Zalamea, Oostra), la abducción (Herrero, Aliseda) y los gráficos existenciales (Poveda).

Las líneas mayores de desarrollo dentro de los estudios peirceanos en español deben aún adquirir mayor solidez y, sobre todo, un mayor momentum comunitario, que las inscriba dentro de escuelas de investigación, y que no las haga depender de ciertas emergencias (o ausencias) individuales. Los avances de los años 1885—2000 fueron importantes (y ha habido otros desarrollos valiosos hasta el 2005), pero éstos deben aún consolidarse de una manera que se pudiera considerar, si no definitiva, al menos estable a mediano plazo, con planes de acción y perspectivas a veinte años vistas. En buena medida, esto dependerá del entusiasmo y del coraje de los recientes doctores y actuales doctorandos "peirceanos", con "duros" y profundos estudios de caso que permitan expandir y afianzar los lazos de la comunidad peirceana hispánica.

Indice de autores
(los numerales remiten a los años del listado bibliográfico incluido a continuación;
en negrita se distinguen libros y tesis doctorales)


Abad, Francisco, 1992 Lugo, Elena, 1970
Alberini, Coriolano, 1910 Lutzky, Julio, 1998
Aliseda, Atocha, 1998 Magariños de Morentín, Juan, 1983
Andacht, Fernando, 1993, 1996 Marías, Julián, 1958
Argañaraz, N.N., 1987 (Tani) Montoya, José, 1992
Azaretto, Clara, 1997 Morales, Fernando, 1999
Badesa, Calixto, 1990 Moulines, Carlos Ulises, 1981
Barrena, Sara, 1996 Negro, Dalmacio, 1978
Basave, Agustín, 1972 Nubiola, Jaime, 1991, 1992, 1993, 1994a, 1994b, 1994c, 1995a, 1995b, 1996a, 1996b, 1997 (Cobo), 1997a, 1997b, 1998a, 1998b, 1999
Battistella, Ernesto, 1983 Oostra, Arnold, 2000
Bello, Gabriel, 1989 Ortiz de Landázuri, Carlos, 1988, 1996
Beuchot, Mauricio, 1984, 1985, 1991, 1993a, 1993b, 1996, 1998 Osejo, Edgar, 1996 (Soto)
Caballero, Rafael, 1996 Paz Gago, José María, 1983, 1999
Caballero, Tomás, 1997 Pérez Carreño, Francisca, 1987, 1988a, 1988b
Canoa Galiana, Joaquina, 1992 Pérez de Tudela, Jorge, 1988, 1992
Carbonell, Claudia, 1996 Polanco, Moris, 1996
Castañares, Wenceslao, 1985, 1986, 1987a, 1987b, 1988a, 1988b, 1989, 1992a, 1992b, 1994a, 1994b, 1996, 1999 Poveda, Yuri, 2000
Castillo, Ramón del, 1991, 1992, 1995 Pulice, Gabriel (et. al.), 2000
Castrillo, Pilar, 1988, 1994, 1997, 1998 Ramos, Pedro, 1991
Cobo, Jesús, 1997 Restrepo, Mariluz, 1990, 1993
De Miguel, Jorge, 1998 Reyes Prósper, Ventura, 1891a, 1891b, 1892
Delacre, Georges, 1969 Riba, Carles, 1995
Domínguez Caparrós, José, 1992 Rivas Monroy, Ma. Uxía, 1994, 1996a, 1996b, 1997
Elizondo, Jesús, 2000 Romera Castillo, José (et.al.), 1992
Faerna, Ángel Manuel, 1993, 1996 Ruiz—Werner, Juan Antonio, 1970, 1971
Ferrater Mora, José, 1944, 1955 Santos, Ceferino, 1959
Fontrodona, Joan, 1996a, 1996b, 1997, 1999 Sercovich, Armando, 1974, 1987
Forastieri—Braschi, Eduardo, 1996 Soto, Fernando, 1996 (Soto)
García Bacca, Juan David, 1933 Tani, Rubén, 1984, 1987
García Noriega, Benito, 1985 Tordera, Antonio, 1978
Garrido Gallardo, Miguel Ángel, 1992 Vásquez, Francisco, 1981
Génova, Gonzalo, 1996, 1997 Vaz Ferreira, Carlos, 1909
Gomila, Antoni, 1989, 1996 Vericat, José, 1988
González, Santiago, 1999 Vicente Gómez, Francisco, 1992, 1994
González Ochoa, César, 1986 Vilches, Lorenzo, 1986
Herrera, Alejandro, 1991 Zalamea, Fernando, 1993, 1997a, 1997b, 2000a, 2000b, 2000c
Herrero, Ángel, 1988 Zeccheto, Victorino (et.al.), 1999
Legris, Javier, 1996  
López Melián, Josefa, 1998  
Llamas, Carmen, 1996  


TEXTOS EN ESPAÑOL DE AUTORES ESPAÑOLES E HISPANOAMERICANOS SOBRE PEIRCE
Recopilación: Grupo de Estudios Peirceanos, Universidad de Navarra
Orden cronológico


 



Fecha de la página: 19 de noviembre 2007
Última actualización: 19 de noviembre 2007

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