Charles S. Peirce

Frederic Harold Young (1961)

Se reproduce aquí la sección II del capítulo II "El pragmatismo: sus orígenes, desarrollo y teorías", del libro de F. H Young, La filosofía contemporánea en los Estados Unidos de América del Norte 1900-1950, pp. 47-51, traducido por Florentino M. Torner y publicado en Cuadernos Americanos nº 56, México, 1961. Se trata de un libro que reproduce el curso que impartió en la UNAM Frederic Young del 1 al 5 de agosto de 1960.

Con permiso del lector, deseo ahora presentar a Peirce como otro gran pragmatista refiriendo una experiencia personal. En 1945 mi esposa y yo hicimos una excursión que nos llevó hasta Milford, Pennsylvania, donde pasó Peirce los últimos veintisiete años de su vida. Nos detuvimos para averiguar si alguna persona que aún viviese en Milford había conocido a Peirce mientras residió allí. Encontramos a una mujer culta que lo había conocido, con el resultado de que fui invitado por la Sociedad Histórica del Distrito de Pike a pronunciar un discurso conmemorativo en honor del gran pensador. Mi trabajo se tituló Charles Sanders Peirce: America's greatest logician and most original philosopher (Carlos Sanders Peirce: El lógico más grande y el filósofo más original de los Estados Unidos). Empleo aquí parte del contenido de aquel discurso, en especial los encomios de los tributos críticos que para la ocasión me enviaron filósofos tan importantes como Whitehead, Dewey y Northrop. El discurso, a su vez, me llevó a fundar, en 1946, la Sociedad Peirce. En sus catorce años de vida, dicha sociedad ha donado colecciones de obras de Peirce, tituladas Collected Papers (Trabajos reunidos), a las universidades interesadas de todos los continentes; pero, sobre todo, a ella se debió la publicación por la Harvard University Press de un volumen de estudios cooperativos sobre Peirce escritos por veinticuatro profesores de la Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos. El volumen, Studies in the philosophy of Charles S. Peirce (Estudios sobre la filosofía de Carlos S. Peirce), fue coeditado por el profesor Wiener y por mí, y aportamos a él sendos trabajos. Entre tanto, la sociedad ha crecido desde los primeros veinticinco socios hasta más de ciento en casi diez naciones diferentes.

Exteriormente la vida de Peirce no fue dramática ni pintoresca. Mas, para quienes comparten la opinión de que el más apasionante de los dramas es en definitiva la vida interior de un hombre, la relación de Peirce con las ideas es de los más absorbente. Nació en Cambridge, Massachusetts, en 1839. Fue hijo del matemático norteamericano más destacado de su tiempo, profesor de Matemáticas en Harvard. A la edad de trece años, Peirce ya estudiaba lógica. Después de haberse graduado en Harvard, se hizo socio del Club Metafísico, de Cambridge, al que pertenecían su querido amigo William James y el gran jurista Oliver Wendell Holmes. Allí empezó Peirce a exponer su pragmatismo.

Según todos los informes, poseía Peirce un genio temperamentalmente excéntrico. Nunca pudo trabajar encerrado en el aparato del departamento de filosofía de una Universidad; y aunque quiso dedicarse al profesorado, no enseñó más que ocho años en total, cinco en Johns Hopkins, donde Dewey y Thorstein Veblen figuraron entre sus alumnos, y tres como profesor especial de filosofía de la ciencia en Harvard.

En 1887, a la edad de cuarenta y ocho años, se retiró a Milford, Pennsylvania, donde escribió, en los veintisiete años restantes de su vida, gran número de trabajos. En 1909 tenía Peirce setenta años, padecía un cáncer incipiente y hacía constante uso de la morfina para mitigar los dolores. No obstante, siguió escribiendo trabajos de indagadora originalidad, algunas veces, según me dijo un vecino suyo, durante toda la noche. Murió en 1914, en la oscuridad y la pobreza.

A pesar de la densa nube de desconocimiento público que se cernió sobre él, gozó Peirce de un poquito de verdadera satisfacción al confesar James, Royce y Dewey, cada uno por su parte y con generosa sinceridad, que fue la inteligencia más culta, poderosa y original de los Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX. Cada uno de ellos tomó de Peirce algunos conceptos fundamentales, y después siguieron adelante hasta formular sus propios sistemas de ideas. Pero hasta después de su muerte no empezó a extenderse su influencia, hasta hoy, que se le reconoce como un filósofo de filósofos en todos los continentes. Peirce no clasificó nunca sus trabajos ni redujo su pensamiento a unidad arquitectónica. Los editaron los profesores Hartshorne y Weiss, y en 1935 aparecieron en seis volúmenes cuyos títulos son los siguientes: Principles of Philosophy, Elements of Logic, Exact Logic, The Simplest Mathematics, Pragmatism and Pragmaticism y Scientific Metaphisics (Principios de filosofía, Elementos de lógica, Lógica exacta, Las matemáticas más sencillas, Pragmatismo y pragmaticismo y Metafísica científica).

La posición de Peirce en la tradición filosófica de Europa y de los Estados Unidos es impresionante y, en ciertos respectos, única. Fue el primer gran filósofo técnico en el pleno sentido de la palabra, que produjeron los Estados Unidos. Liberó en su país a la filosofía de su subordinación a la teología protestante. El hecho sorprendente es que, cuando apareció, fuese ya semejante titán. Como me escribió en profesor Lovejoy, de la Universidad Johns Hopkins: "Peirce me parece que fue la mentalidad más original, y quizá la más elocuente, entre los filósofos norteamericanos del siglo XIX..."

Regaron las raíces de su pensamiento el estudio profundo de Duns Escoto, el mayor lógico escolástico del siglo XIII, y el conocimiento de la filosofía alemana crítica y romántica, en especial de Kant y Hegel. De la Crítica de la razón pura de Kant dijo en cierta ocasión que podía repetirla de memoria casi palabra por palabra. La tercera influencia que actuó sobre él fue la de los lógicos ingleses Boole, De Morgan y Venn. Y la cuarta fue el empirismo inglés, que fructificó en su filosofía de la investigación científica. Peirce no se limitó simplemente a conocer esas cuatro fuentes filosóficas con erudición inmensa; las combinó y les añadió la fuerza fertilizadora de su penetrante y original intelecto.

Aunque fue James quien inició el pragmatismo como movimiento, fue Peirce quien inventó la palabra en su famoso artículo de 1878 titulado "How to Make Our Ideas Clear" ("Cómo hacer claras nuestras ideas"). En él expuso su célebre "máxima pragmática", que dice: "Piensa qué efectos que puede concebirse que tengan consecuencias prácticas concebimos que pueda tener el objeto de nuestro concepto. Después, nuestro concepto de esos efectos es todo nuestro concepto del objeto". Al rebatir las críticas que se hicieron de esa máxima, dijo que se refería a conceptos y no a cosas ni a la conducta, y que debía emplearse como un principio de teoría epistemológica más bien que como una proposición metafísica. Siempre lógico y filósofo del método científico ante todo, Peirce tenía fe en su máxima sólo como regla del pensamiento, y no como guía para la decisión y la acción en la vida cotidiana de las gentes. Fue siempre severamente intelectualista en su teoría y en el uso de la máxima. Y cuando James empezó a aplicar el pragmatismo a la religión y la ética, Peirce cambió su propia palabra de pragmatismo por la de "pragmaticismo", añadiendo con un toque de ironía que esta palabra probablemente era lo suficientemente fea para que nadie se la apropiase.

Una breve reseña de los logros obtenidos por Peirce en lógica tendría que comprender su modificación del álgebra de Boole, la creación de una base para la lógica de las relaciones que se emplea para presentar los supuestos lógicos implícitos en las matemáticas, la invención de la importantísima cópula de inclusión para la lógica de las clases, el descubrimiento de la relación entre la lógica de las clases y las proposiciones, así como brillantes aportaciones a la teoría de la inducción, de la probabilidad y de la metodología científica. Quizás otra manera de comprobar la amplitud de su pensamiento sea la simple enumeración de las principales secciones del libro de estudios cooperativos sobre Peirce escritos por veinticuatro profesores, al que ya nos hemos referido más arriba. En ese volumen hay seis trabajos sobre "Pragmaticism: Peirce's Theory of Meaning" ("Pragmaticismo: Teoría del sentido de Peirce"), siete sobre "Common Sense, Science and Logic" ("Sentido común, ciencia y lógica"), siete sobre "Phenomenology, Metaphysics, and Philosophy of Religion" ("Fenomenología, Metafísica y Filosofía de la religión"), y cuatro sobre temas "biográficos e históricos".

Terminaré esta parte sobre Peirce con una referencia a los tributos que le rindieron importantes filósofos norteamericanos en los cincuenta años últimos. Tales tributos me fueron remitidos en cartas, especialmente con ocasión del discurso conmemorativo que leí en Milford en 1945.

Del profesor Hartshorne, de la Universidad de Chicago:

La filosofía más ambiciosa y completa de nuestro tiempo, la de Whitehead, fue más plenamente prevista por Peirce, probablemente, que por nadie de su tiempo, a no ser, quizás, que William James sea una excepción... Peirce, por lo que yo puedo saber, combinó más conocimientos de ciencias exactas y de historia de las ideas con un genio filosófico más inventivo que cualquiera otro hombre de su época... Fue la primera vez, desde Leibniz, que se dio semejante fenómeno: un matemático que era también un lógico, un físico, un químico y un metafísico.

Del profesor Northrop, de la Universidad de Yale:

Charles S. Peirce figura con Willard Gibbs como una de las mentalidades teóricas sistemáticas y creadoras más grandes que este país haya producido nunca... Cuando uno lo compara con mentalidad anteriores en la historia del pensamiento occidental, piensa en Aristóteles y Leibniz.

De John Dewey:

C. S. Peirce se adelantó intelectualmente a su tiempo en más de una generación. La psicología y la filosofía apenas si ahora le van alcanzando lentamente

Finalmente, de Alfredo North Whitehead:

Peirce fue un hombre muy grande... La esencia de su pensamiento fue la originalidad en todas las materias que enseñó. Por esta razón, no puede aplicársele ninguna de las etiquetas convencionales. Concebía todos los temas a su propia y original manera.

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Fecha del documento: 4 de marzo 2008
Ultima actualización: 28 de marzo 2008

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