PEIRCE (CHARLES SANDERS)


José Ferrater Mora (1958)





(1839-1914) nac. en Cambridge, Mass., profesó en la Universidad de Harvard (1864-1865; 1869-1870) y en la Johns Hopkins University (1879-1884) y desarrolló escasa actividad literaria, la que, por lo demás, fue casi íntegramente publicada en revistas, principalmente en The Monist y en Popular Science Monthly. Sin embargo, su influencia e importancia han sido mucho mayores de lo que podría hacer suponer la actividad docente, y en los últimos tiempos su figura se ha destacado de manera eminente, no sólo como uno de los fundadores del pragmatismo norteamericano y como pensador que influyó, a través de ello, sobre las figuras más significativas de la filosofía de los EE. UU., sino como pensador que ha atacado de raíz los problemas centrales lógicos y filosóficos. El afán inquisitivo y poco sistemático que, de modo análogo a Dilthey o a G. E. Moore, mostró Ch. S. Peirce era, por lo demás, propicio para ahondar particularmente en ciertos temas. Las influencias por él sufridas fueron claramente confesadas: estudio amplio de la lógica en todas las direcciones, de Kant, de Duns Escoto, estimación por la filosofía clásica alemana como mina de incitaciones filosóficas, y preferencia por los métodos y argumentos de la filosofía inglesa, aceptación de la idea de la evolución, pero no bajo la forma spenceriana. Peirce concibió, en rigor, la filosofía como una disciplina análoga a las demás de la ciencia. Pero a diferencia de la ciencia, la filosofía tiene un objeto universal. Por eso la filosofía es más difícil que ninguna ciencia, pues tiene que prestar atención a la vez a lo observable y a lo especulativo. La filosofía tiene que utilizar por igual el método del análisis y el de la síntesis. Por eso la filosofía de Peirce es, como el propio pensador ha indicado repetidamente, una "filosofía de laboratorio" y no una "filosofía de seminario". En efecto, esta filosofía "usa los métodos más racionales que puede descubrir para encontrar lo poco que puede encontrarse del universo del espíritu y de la materia a partir de las observaciones que cada cual puede hacer en cualquier momento de su vida en vigilia (Collected Papers, 1:126). La filosofía tiene que comenzar con lo que se da. Pero tiene que entender lo dado —o el ser— por medio de normas —o el deber ser— y efectuar a base de ello conclusiones de carácter especulativo. La filosofía tiene tres divisiones: la fenomenología, la ciencia normativa y la metafísica (ibid., 1: 186). La fenomenología es la doctrina de las categorías y tiene supuestos ontológicos. La ciencia normativa, apoyada en la fenomenología y en la matemática, se subdivide a la vez en estética, ética y lógica. La metafísica se divide en metafísica general u ontología, metafísica psíquica o religiosa y metafísica física. Pero a la vez la filosofía no es más que una subdivisión en una más amplia clasificación de las ciencias; es una parte de las ciencias del descubrimiento, que son a la vez una subdivisión de la ciencia teórica.

Las precedentes indicaciones proporcionan sólo un esquema de algunas de las intenciones de Peirce en materia filosófica. Sus concretas realizaciones filosóficas, aunque fragmentarias (salvo en lógica), son demasiado extensas para que puedan describirse esquemáticamente. Mencionamos entre las más importantes las siguientes.

En el campo de la lógica, Peirce combatió el psicologismo, así como todas las ingerencias que desvirtúan el carácter formal de la lógica. Aunque el punto de partida de la lógica es, según Peirce, "el hecho", y aunque la estructura de la lógica es idéntica, a su entender, a la de la ontología, la lógica como ciencia tiene carácter matemático. Entre las principales contribuciones lógicas de Peirce figuran la invención de varios simbolismos y la lógica de las relaciones, de la que puede ser considerado como uno de los fundadores. En el campo de la semiótica se debe a Peirce una compleja teoría de los signos y varias clasificaciones de los mismos. A ello se agrega una teoría del simbolismo que con frecuencia va más allá de la semiótica formal y sirve como base de una antropología filosófica. Semiótica y lógica, por lo demás, están estrechamente relacionadas, por cuanto la lógica es definida también como la teoría de los signos, de la cual la semiótica — llamada por Peirce gramática especulativa— es una parte. En el campo de la ontología, Peirce elaboró su fenomenología como doctrina de las categorías, especialmente de las categorías faneroscópicas y metafísicas a que nos hemos referido en Categoría (v.). La relación entre lógica y ontología es asimismo muy estrecha. En la cosmología formuló una teoría del "tychismo" a que nos referimos en AZAR (v.).

El pensamiento de Peirce ha dado origen en los últimos años a múltiples interpretaciones. Unas se refieren a aspectos particulares de su filosofía. Por ejemplo, se ha discutido mucho si la filosofía de Peirce es (como el propio filósofo indicó en repetidas ocasiones, especialmente al referirse a la influencia recibida de Juan Duns Escoto) de carácter realsta o bien si puede dársele un sesgo nominalista. También se ha discutido si lo más característico y valioso de Peirce es su trabajo lógico o bien su investigación ontológica. Otras interpretaciones se refieren al conjunto de su filosofía. Entre ellas destacan dos. Según una (defendida en parte por los editores de Peirce [P. Weiss y Ch. Hartshorne] y especialmente por J. Feibleman), el pensamiento de Peirce es de naturaleza sistemática. Aunque Peirce haya practicado toda su vida la filosofía como análisis en forma parecida al método de producción cientifica, y aunque la manera como presentó sus ideas no se sistemática, sus ideas mismas, según esta interpretación, son sistemáticas, cunado menos si nos atenemos a sus "principios conductores". Según otra interpretación (defendida especialmente por Thomas Goudge), el pensamiento de Peirce no es sistemático: sus contradicciones e inconsistencias deben ser aceptadas tal cual se presenten sin pretender reducirlas a un sistema. De acuerdo con Goudge, tales inconsistencias se deben a la existencia de dos distintas fuentes en el pensamiento de Peirce: el naturalismo y el trascendentalismo. Cada una de ellas da origen a una serie distinta de premisas y, por tanto, a una serie distinta de resultados.

Edición de obras de P.: Collected Papers of Charles Sanders Peirce, 9 vols.: Vols. I-VI, ed. Charles Hartshorne y Paul Weiss: I (Principles of Philosophy), 1931; II (Elements of Logic), 1932; III (Exact Logic), 1933; IV (The Simplest Mathematics), 1933; V (Pragmatism and Pragmaticism), 1934; VI (Scientific Metaphysics), 1935. Vols. VII-VIII, ed. Arthur W. Burks: VII (Reviews, Correspondence and Bibliography), 1958. Reimp. de vols. I-VI en 3 vols., 1960.

Ed. de correspondencia de Peirce a Lady V. Welby, 1953, ed. I. C. Lieb.

Bibliografía de Peirce por A. W. Burks en vol. VIII, de Selected Papers cit. supra, págs. 249-330. Esta bibliografía es completada por Max H. Fisch: A Bibliography of Writings about C. S. P., 1961 [mimeog.]. — Richard S. Robin prepara un catálogo descriptivo de manuscritos de Peirce que se hallan en Harvard y otros lugares.

Entre las selecciones de escritos de P. mencionamos: M. R. Cohen, ed., Chance, Love, and Logic, 1923. — J. Buchler, ed., Philosophy of P., 1940. — Ph. P. Wiener, ed., Values in a Universe of Chance, 1950.

Véas J. Feibleman, An Introduction to Peirce's Philosophy Interpreted as a System, 1946, nueva ed., 1960.— Th. Goudge, The Thought of C. S. P., 1950.— J. von Kempski, C. S. P. und der Pragmatismus, 1952.— M. Thompson, The Pragmatic Philosophy of C. S. P., 1953.— Ph. P. Wiener y F. H. Young, eds., Studies in Philosophy of C. S. P., 1953. — A. A. Mullin, Philosophical Comments on The Philosophies of C. S. P. and L. Wittgenstein, 1961.— Murray G. Murphey, The Development of Peirce's Philosophy, 1961. — Nynfa Bosco, La filosofía pragmática de C. S. P., 1962 [Studi e Ricerche di Storia della Filosofia, 27]. — Hjalmar Wennerberg, The Pragmatism of C. S. P. An Analytical Study, 1962 [Library of Theoria, 9].— John F. Boler, C. S. P. and Scholastic Realism: A Stury of the Relation of P. to John Duns Scotus, 1963.


Fin de: "Peirce (Charles Sanders)", J. Ferrater Mora (c.1958). Fuente textual en J. Ferrater Mora, Diccionario de filosofía, Buenos Aires, Sudamericana, 4ª edición, 1958, pp. 1036-1037


Fecha del documento: 2 de mayo 2006
Ultima actualización: 27 de febrero 2011

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