Se reproducen en la columna de la izquierda las cinco páginas del MS 1395 que era un borrador del obituario de Hermann Helmholtz que Charles Peirce publicaría en The Nation (59, 13 de septiembre de 1894, 191-193 [CN 2.69-73]). Como hay variantes entre el manuscrito y el texto definitivamente impreso en la revista, se incluye en la página de la transcripción el texto efectivamente publicado y en la columna de la derecha una traducción de ese texto y no la del borrador manuscrito.
Además de este "Habilitationsvortrag", se esperaba
una "Habilitationsschrift" del nuevo profesor. En esta última
expuso su teoría de la mezcla de colores. En el fondo, era la doctrina
del Dr. Thomas Young; lo único nuevo era la meticulosa comparación
con la observación y su aplicación para explicar los efectos
de la mezcla de pigmentos y cosas por el estilo. En 1854 asistió
al encuentro de la Asociación Británica en Hull y allí
leyó una versión más detallada de su teoría
de los colores, la que sin ninguna duda indujo a Maxwell a continuar este
estudio, quien pronto lo hizo incluso más lúcido y magnífico
que Helmholtz. En 1855 se convirtió en profesor de fisiología
en Bonn. En 1856 comenzó la publicación de su gran tratado
sobre óptica fisiológica, que no se completó hasta
diez años después. El 22 de mayo del mismo año, anunció
a la Academia de Berlín su descubrimiento de los tonos combinatorios,
que son sonidos musicales resultantes de las interferencias de las vibraciones
que originan a otros dos sonidos. |
En 1858 se convirtió en profesor en Heidelberg, en ese momento
el mayor objetivo de la ambición de un profesor alemán.
El mismo año asombró al mundo de las matemáticas
con su gran memoria sobre los remolinos, o vórtices, un tema de
fundamental importancia en la hidrodinámica. Fue una idea excelente
y fructífera la que allí propuso y desarrolló maravillosamente.
Ha dado muchos frutos, pero su cosecha completa aún espera ser
recogida. Ningún matemático discutiría que aquel
fue un trabajo que se ubicó segundo en importancia sólo
comparable con el ensayo sobre la conservación de la fuerza, que
causó un cataclismo. Durante los dos años siguientes, las
investigaciones acústicas de Helmholtz fueron muy prolíficas,
y al mismo tiempo publicó artículos sorprendentes sobre
la ceguera al color y los contrastes de los colores. El 12 de abril de
1860, leyó ante la Academia de Viena una conferencia que contenía
mediciones de la viscosidad de los fluidos realizadas por su alumno, Von
Pietrowski, junto a una discusión matemática escrita por
él mismo. Aunque el tema no era muy nuevo, ya que el trabajo magistral
de Stoke databa de 1851, las investigaciones de Maxwell aún no
habían comenzado y esta memoria constituyó otra contribución
importante a la hidrodinámica y a la concepción general
del asunto. Muy pronto el mismo Helmholtz comenzó a aplicar estas
ideas en la acústica. |
Después, lo encontramos comprometido con el difícil problema
del horóptero y los movimientos del ojo. Uno de los siguientes
temas de los que se ocupó fue la nota musical que emite un músculo
fuertemente contraído. En 1862 apareció su gran trabajo
sobre las sensaciones del sonido y la teoría de la música
y con esto completó el trabajo más importante de su vida.
Desde ese momento, produjo de hecho lo suficiente para hacer a otro hombre
famoso; es poco sólo en comparación con sus primeros logros.
Escribió, por ejemplo, artículos sobre los hechos que subyacen
a la geometría, que habían sido anticipados sustancialmente
en el gran trabajo de Riemann, del que Helmholtz no parecía estar
al tanto. Producir de forma independiente aquello que fue el mayor laurel
de uno de los matemáticos más originales de todos los tiempos
fue una gran hazaña, pero era innecesario. También hubo
una serie de memorias en las que Helmholtz debatía sobre todos
los principales sistemas de fórmulas que diferentes físicos
habían propuesto como leyes de la electrodinámica. Brindó
la primera explicación matemática de la formación
de las olas comunes sobre el agua –explicación que no sólo
nos permite entender por qué ciertas formas de ondas que podrían
existir no se producen en la naturaleza, sino que además arroja
mucha luz sobre otras cuestiones. En 1871, fue nombrado profesor de física,
ya no de fisiología, en la Universidad de Berlín. Veinte
años más tarde fue elegido presidente y director del Physikalisch-Technische
Reichsanstalt, una fundación regulada por el Departamento Imperial
del Interior, cuyo fin era fomentar de forma experimental la investigación
natural exacta y las técnicas de precisión. |
De la pluma de Helmholtz nunca se deslizó ni la más mínima
alusión a problemas de orden moral o religioso. Aunque en sus páginas
no aparece ninguna referencia a Hegel o al Hegelianismo, Helmholtz más
que ninguna otra persona digna de mención provocó la decadencia
de este tipo de especulación en Alemania e introdujo la actual
admiración por el estilo inglés de filosofar al que el suyo
se parecía tanto. El temple de este hombre era admirable. Nunca
se permitió involucrarse en esos reclamos de prioridad en los que
con seguridad se delata la vanidad de los científicos, sino que
varias veces publicó artículos para demostrar que sus propios
resultados no eran tan nuevos como él y la comunidad científica
habían creído. Hizo mucho por hacer conocidos los trabajos
de otros físicos, entre ellos los americanos Rowland y Rood (todavía
está muy fresco el recuerdo de su visita a este país el
año pasado). Varias veces se vio envuelto en controversias con
imponentes antagonistas: Clausius, Bertrand, y quizás podríamos
considerar del mismo modo a Land. En todos los casos, se comportó
de una manera que indicaba un deseo imperioso de encontrar la verdad y
publicarla, y cada vez que se intentaba tratarlo como una celebridad,
él lo evitaba o lo rechazaba como si eso fuera una infección
pestilente. El mundo le debe mucho a la claridad intelectual e integridad
del Dr. Hermann Helmholtz. |
Una de las ventajas de los textos en formato electrónico respecto de los textos impresos es que pueden corregirse con gran facilidad mediante la colaboración activa de los lectores que adviertan erratas, errores o simplemente mejores traducciones. En este sentido agradeceríamos que se enviaran todas las sugerencias y correcciones a sbarrena@unav.es
Proyecto de investigación "La correspondencia europea de C. S. Peirce: creatividad y cooperación científica (Universidad de Navarra 2007-09)
Fecha del documento: 3 de diciembre 2008
Última actualización: 2 de marzo 2009