CARTA A LADY WELBY

Charles S. Peirce (23.12.08)

Traducción castellana de Flávio Silva (2015)

 

 

Cambridge, MA
23 de diciembre de 1908

 

Querida Lady Welby,

La última semana todo mi tiempo y toda mi energía estaban ocupados con lo que los yanquis (esto es, aquellos que vinieron a Massachusetts antes de 1645 –he olvidado la fecha exacta) llaman "tareas" [chores]. Creo que en el inglés estándar la palabra se perdió. Significa las tareas ordinarias de todos los días en una casa, especialmente, en una casa primitiva: cortar la madera, recoger agua y cosas así.

Ahora vuelvo a la expresión de mi abominación de la doctrina de que una proposición cualquiera es infaliblemente verdadera1. A menos que la verdad sea reconocida como pública –como aquello que una persona cualquiera podría estar convencida si desarrollara su inquisición suficientemente, su búsqueda sincera de una creencia fija –, entonces nada nos impediría adoptar una creencia totalmente vana que desacreditaría todo el resto. Cada uno se convertiría en un pequeño profeta; o sea, un pequeño instrumento, una estúpida víctima de su propia estrechez.

Pero, si la Verdad es cosa pública, significa aquello cuya aceptación es la base de la conducta que alcanzarían todos aquellos que desarrollaran sus investigaciones lo suficiente: sí, todo ser racional, a pesar de las dificultades que podrían tener en principio. Porque la Verdad tiene esta naturaleza compulsiva que Pope bien expresó:

"Los años eternos de Dios son suyos [de la Verdad]"2.

Pero, tú me dirás que yo estoy afirmando esta proposición como verdad infalible. No, en absoluto; es una mera definición. No digo que es infaliblemente verdad que hay una creencia cualquiera a la que una persona llegaría si desarrollara sus investigaciones lo suficiente. Solamente digo que esto únicamente es a lo que llamo Verdad. Yo no puedo infaliblemente saber que hay cualquier Verdad3.

Tú dices que hay una cierta "Fe" cuyo objeto es totalmente "cierto". ¿Tendrías la bondad de decirme lo que quieres decir con "cierto"? Significa alguna cosa más de lo que estás obstinadamente resuelto a fijarse en la proposición, ruat caelum? Eso me recuerda una anécdota que me contó un hombre del sur en 1859. "Sabes", dice él, "que el General Washington y el General Jackson eran grandes amigos [el último era un oponente irreconciliable del primero, pero no se volvió una figura de la política nacional hasta después de que Washington se retirara de la vida pública]. Bueno, un día el General Washington le dijo al General Jackson, "¿General, qué altura piensas que tiene aquel caballo mío?". "No lo sé, General", dice el General Jackson, "¿qué altura tiene?". "Bueno", dice el General Washington, "tiene dieciséis pies de altura". "Pies, General Washington”, dice el General Jackson, "¿pies, General Washington? Tú quieres decir manos, General!". "Yo dije pies, General Jackson", dijo el General Washington. "¿Quieres decir que yo dije que mi caballo tiene dieciséis pies de altura?". "Tú ciertamente lo dijiste, General Washington". "Muy bien, entonces, General Jackson, si yo dije pies, si yo dije pies, yo lo mantengo!". ¿Tu "fe sublime" es en algún grado más "sublime" que eso? ¿Cómo?

Ahora te voy a decir el significado que yo, por mi parte, le daría a la palabra fe. La palabra del Nuevo Testamento es Πίστις, lo que significa, en su sentido más propio, confianza, esto es, la creencia en alguna cosa sin tener ningún tipo de conocimiento o familiaridad con el objeto de la creencia, pero una "creencia implícita", como dicen los católicos, esto es, la creencia derivada de la creencia de que un testigo que da fe de algo no lo haría si no fuera el caso. Por ende, los últimos escritores de griego clásico, como Platón e Isócrates, y los primeros autores del griego común, como Aristóteles, usan [ese término] para designar una creencia mediada, cualquier creencia bien fundada u otra creencia. Esto es, estos autores aplican Πίστις para una creencia segura. Ellos también lo aplican para la seguridad de cualquier creencia. Pero la palabra inglesa "fe" no podría ser utilizada así sin una gran violencia a su sentido, que sería enteramente injustificado de todos modos. Creo que lo que la palabra debe expresar, y lo que puede posiblemente estar limitada a expresar sin perder mucho sentido, es que la creencia que el propio creyente no reconoce, o entonces (puesto que esto no podría ser propiamente llamado creencia) a la que él está preparado para adaptar su conducta, sin reconocer que está adaptando su conducta. Por ejemplo, si yo no sé cuál es el significado de lo que Liddell & Scott dicen que es el significado de Πίστις, pero yo estoy convencido de que lo que dicen como su significado realmente lo es, entonces yo tengo fe de que así es. Una persona que dice "Oh, yo no puedo creer que esta vida es la única que tenemos; porque si lo creyera, sería tan miserable que me mataría inmediatamente”, yo digo que él o ella tiene una Fe de que las cosas no son tan intolerablemente malas para ningún individuo o al menos no lo son para él o ella. Todo verdadero hombre de ciencia, esto es, todo hombre que pertenece a un grupo social cuyos miembros sacrifican los motivos ordinarios de su vida en pro de su deseo de conformar sus creencias a juicios verificados de la percepción, junto con un razonamiento sólido, y que por ende cree que el universo está gobernado por la razón, o en otras palabras por Dios –pero no reconoce explícitamente que cree en Dios– tiene Fe en Dios, de acuerdo con mi uso de la palabra Fe. Por ejemplo, yo conocí a un hombre científico que dedicó sus últimos años a la lectura teológica con la esperanza de llegar a una creencia en Dios, pero que nunca pudo mínimamente llegar a la conciencia de tener la mínima creencia de este tipo, sin embargo, apasionadamente persiguió este exacto camino erróneo de alcanzar el deseo supremo de su corazón. Este hombre, en mi opinión, era un ejemplo resplandeciente de Fe en Dios. Porque creer en el razonamiento de un fenómeno es creer que son gobernados por la razón, o sea, por Dios. Esto para mí es una creencia elevada e íntegra. Frecuentemente se está en una situación en la que se está obligado a suponer, esto es, a actuar bajo una proposición que se debe reconocer como extremamente dudosa. Sin embargo, para conducirse uno mismo con una consistencia vigorosa, se deben descartar las dudas sobre el asunto en consideración. Existe una gran diferencia entre esto y cualquier otra sustentación de la proposición como determinada. Mantener una proposición como determinada es como echarle en cara a uno la vanidad del conocimiento perfecto. No deja ningún espacio para la Fe. No es absolutamente seguro que dos veces dos sea cuatro. Es humanamente cierto que ninguna concepción de Dios puede estar libre de todo error. Una vez realicé un estudio cuidadoso de los tres gruesos volúmenes del Dr. Schaff4 The Creeds of Christendom. No he encontrado ninguno que hablara una sola palabra sobre el principio del amor, a pesar de que éste sea aparentemente el elemento principal de la fe cristiana. Para encontrar, si yo pudiera, la razón para esta extraña omisión, realicé un estudio de las circunstancias que determinaron la formulación de cada Symbolum, y determiné que, a la excepción posible de lo que erróneamente llamamos "el credo de los Apóstoles", respecto de cuyo origen no tenemos información definida, pero no es una excepción con respecto a la información en cuestión, y por cierto no respira el espíritu de los primeros documentos como la Διδαχή5, cada uno emergió del odium theologicum y del deseo de excomulgar una cierta persona, con el deseo evidente de que fuera execrado. La teología emerge del descontento con la Fe religiosa –lo que implica una falta de dicha Fe, y con un deseo de sustituirla por una anatomía y fisiología científicas de Dios, que, correctamente consideradas, son blasfemas y antirreligiosas. Está también en pleno desacuerdo con el espíritu del hijo de María.         

Tu súplica para que yo no utilice tal frase como "adorno atractivo", y creo que debes sentirte así acerca de la frase "Dios estrictamente hipotético", parece demostrar que fallé considerablemente en expresar mi propio sentido del valor del Argumento Olvidado, en el sentido de que no conduce del todo a una teología, sino solo a lo que yo considero como pura Fe religiosa, que ya habrá echado raíces profundas antes de que el sujeto piense tratarse de una creencia6. Escribirlo así es como tener que explicar un chiste.

Cuanto a la palabra "juego" [play], el primer libro de filosofía que leí (excepto Whately’s Logic7, que devoré cuando tenía 12 o 13 años) fue las Aesthetische Briefe de Schiller, en el que habla mucho del Spiel-Trieb; y me causó tan fuerte impresión que empapó plenamente mi noción de "juego" hasta hoy.

Jamás he visto el libro de Ostwald.

Un error cómico de ortografía ocurre en tu texto. La palabra es "corolario" [corolarial], y lo extraño es que realmente existía el verbo medieval rolare, que originó el francés rouler –y últimamente (supongo) nuestro "roll"–, aunque Hatzfeld y Darmstetter están tan poco informados de este hecho que ponen un asterisco a la forma mucho más común *rotulare (yo pongo aquí su erróneo asterisco). Por ende, "corolario" puede significar implicado en el teorema. Yo me atrevo a decir que estás informada del verdadero origen de corolario. De todos modos, tal vez te guste leerlo una vez más.

Los "Elements" de Euclides (que algunos llaman erróneamente de "Elements of Geometry"), aunque contienen 414 teoremas y 51 problemas, 132 definiciones (con 9 axiomas, 5 postulados y 2 comentarios) tienen sólo 23 o 24 πόζισματα, que traducimos como "corolarios". Sus diferentes editores insertaron una gran cantidad de otros corolarios, que son solamente consecuencias de las proposiciones que Euclides veía como tan obvias como para declarar algo sobre ellas. Los editores, sin embargo, las vieron como descubrimientos gloriosos; requirieron unas incorporaciones para marcarlas en los márgenes, y eligieron para este símbolo una pequeña corona de victoria, o una corola. En las ediciones del gran Scriptum Oxoniense de Duns Scotus, las incorporaciones al texto son acompañadas por el símbolo en el margen, lo que es más modesto. Yo personalmente estoy constantemente fallando en la ortografía; pese a que creo que un defensor de la ortografía modificada es una persona que demuestra una falta de sentido común.

A propósito, cuando hablaba de creencias, pude haber mencionado (se me ocurre ahora con respecto a mi fidelidad a la ortografía tardía de las palabras del siglo dieciocho –excepto cuando son muy crípticas – que yo corté el nudo gordiano al escribir –ize en casi todos los casos) que yo pronuncio el credo en la iglesia con todos los demás. Al hacerlo tengo el deseo, como creo que es el caso de la mayoría –espero que sí–, de alejar, de corazón, cualquier cosa que me pueda separar de mis compañeros cristianos. Porque el fundamento mismo de mi crítica a los credos es que cada uno de ellos ha sido originalmente concebido para producir dicha separación, contrariamente a las nociones del que ha dicho "El que no está contra mí, conmigo está". A propósito, estoy leyendo con mucha atención el libro de W. B. Smith titulado Der vorchristliche Jesus8, que tengo pocas dudas de que sea un libro sólido en general; y creo que el cristianismo probablemente ha sido un desarrollo más elevado del Budismo, modificado por la creencia judía en un dios vivo.

Dado que soy un pragmaticista convencido en Semiótica, natural y necesariamente nada me parece más estúpido que el racionalismo; y el disparate en la política no puede avanzar más que el liberalismo inglés. La gente debería ser esclavizada; sin embargo, los dueños de esclavos deberían practicar las virtudes que solamente mantienen su dominio. Inglaterra descubrirá muy tarde que minó los fundamentos de la cultura. La lengua más perfecta que jamás ha sido hablada ha sido el griego clásico; y es obvio que la gente no la hubiera podido hablar si no tuviera a su disposición una cantidad de esclavos inteligentes. En cuanto a nosotros, americanos, que teníamos, en principio, mucho sentido político, siempre tuvimos la disposición para apoyar la aristocracia tal como la tuvimos; y constantemente experimentamos y sentimos con entusiasmo los efectos ruinosos del sufragio universal y del gobierno débilmente ejercido. Aquí están las organizaciones del trabajo [labor-organizations], en cuyas manos les entregamos el gobierno, clamando hoy por el "derecho" de perseguir y matar a la gente como les apetece. Les estamos haciendo la clase dominante e Inglaterra hará lo mismo. Será una revolución sana, porque cuando la clase más baja insista en esclavizar a la clase más alta, como están insistiendo, y eso es exactamente su intención, y la clase más alta esté destituida de toda humanidad como lo está, claramente esta será una revolución por la gracia de Dios; y solo espero que cuando tengan el poder en sus manos, no sean lo suficientemente débiles como para dejarlos huir de sus manos. Por supuesto, eso significará volver un poco a los años oscuros, y trabajando por una nueva civilización, esta vez con alguna esperanza de que la clase dominante use el sentido común para mantener su gobierno. Los racionalistas pensaban que sus sentencias significaban la satisfacción de ciertos sentimientos. Estaban bajo la desilusión hedonista. Ellos descubrirán que implica una revolución del tipo más degradante.

Los editores de la Britannica demostraron seria determinación en mantener la eminencia de su Encyclopaedia al elegir redactores que te pidieron que les enviaras un compendio de la ciencia exacta del "significs"9.

En un artículo del 14 de mayo de 1867 (Proc. Am. Acad. Arts & Sci. [Boston] VII 295), definí la lógica como la doctrina de las condiciones formales de la verdad de los símbolos; esto es, de la referencia de los símbolos a sus objetos10. Después, cuando reconocí que la ciencia consiste en la investigación [inquiry], no en "doctrina" (siendo la historia de las palabras, no su etimología, la clave para sus significados, especialmente para una palabra tan saturada con la idea de progreso como es el caso de la ciencia), y cuando yo por lo tanto reconocí que, para que las líneas de demarcación entre las ciencias fueran reales, en vista del rápido crecimiento de las ciencias y la imposibilidad de permitir futuros hallazgos, estas líneas de demarcación pueden tan sólo representar las separaciones entre diferentes grupos de hombres que dedican sus vidas al progreso de distintos estudios, vi que durante mucho tiempo aquellos que se dedicaron al descubrimiento de la verdad sobre la referencia general de los símbolos a sus objetos, estarían obligados a investigar también la referencia de los símbolos a sus interpretantes, además de otras características de los símbolos, y no de símbolos solamente sino de todos los tipos de signos. Así que, en el momento presente, el hombre que investiga la referencia de los símbolos a sus objetos estará impelido a hacer estudios originales en todas las ramas de la teoría general de los signos; por ende deberé nombrar el libro de lógica que estoy escribiendo como Lógica considerada como Semiótica, si no fuera por el hecho de que preveo que toda la gente va a pensar que es una traducción para Logik, als Semeiotik dargestellt, lo que no sería compatible con mi desacuerdo con la lógica germánica11.

"Significs" parece, por su nombre, ser aquella parte de la Semiótica que investiga la relación entre signos y sus interpretantes (lo que, con respecto a los símbolos, yo propuse llamar en 1867 Retórica Universal), pues estoy seguro de que reconoces que ninguna utilización del lenguaje está mejor establecida entre los estudiantes de semiótica que aquella distinción a la que el elegante escritor y preciso pensador John de Salisbury en el siglo XII se refiere como "quod fere in omnium ore celebre est, aliud scilicet esse quod appellativa significant, et aliud esse quod nominant. Nominantur singularia, sed universalia significantur" (Metalogicus. Libro II. Cap. XX. Edición de 1620, p. 111). Pero, suponiendo que este fuera el significado que tú le hubieras dado, creo que difícilmente sería posible, en el estado presente de cosas, avanzar mucho en una verdadera investigación científica en "Significs" sin dedicar una larga parte del trabajo a investigar otras cuestiones de semiótica.

Es claramente indispensable empezar con un preciso y amplio análisis de la naturaleza de un Signo12. Yo defino un Signo como cualquier cosa que está determinada por otra cosa, su Objeto, y así determina un efecto sobre una persona; tal efecto lo llamo su Interpretante, y este último está, por lo tanto, mediadamente determinado por el primero. Mi inserción del término "sobre una persona" es una concesión a Cerbero, porque estoy intentando desesperadamente que se entienda mi concepción más amplia. Reconozco tres Universos, que se distinguen por tres Modalidades del Ser13.

Uno de estos Universos abarca todo lo que tiene su Ser solamente en sí mismo, excepto que todo lo que está en este Universo tiene que estar presente ante una conciencia, o ser capaz de estar así presente en la totalidad de su Ser. Se sigue que no es necesario que un miembro de este universo esté sujeto a ninguna ley, ni siquiera al principio de contradicción. Denomino a los objetos de este Universo Ideas, o Posibles, aunque esta última designación no implica la capacidad de actualización. Por el contrario, como regla general, si no universal, una Idea es incapaz de actualización perfecta debido a su esencial vaguedad, si no por alguna otra razón, pues aquello que no está sujeto al principio de contradicción es esencialmente vago14. Las figuras geométricas, por ejemplo, pertenecen a este Universo. Ahora bien, dado que toda figura tal implica líneas que sólo puede suponerse que existen como límites donde tres cuerpos se juntan, o que son el lugar común a tres cuerpos, y dado que el límite de un sólido o un líquido es meramente el lugar en el que sus fuerzas de cohesión no son ni muy grandes ni muy pequeñas, lo que es esencialmente vago, está claro que la idea es esencialmente vaga o indefinida. Además, supongamos que los tres cuerpos que se juntan en una línea son madera, agua, o agua, o aire; y ni madera y agua, ni madera y aire, ni agua y aire pueden ocupar juntos ningún lugar. Claramente, entonces, en la idea de un lugar donde madera, agua y aire se juntaran se violaría, si fuese aplicable, el principio de contradicción. Antinomias similares afectan a todas las Ideas. Sólo podemos razonar sobre ellas en aspectos a los que las antinomias no afectan, y a menudo suponiendo arbitrariamente lo que con un examen más detenido se considera como absurdo. Hasta un grado equivalente la doctrina de Hegel es verdadera, aunque frecuentemente se equivoca al aplicar el principio.

Otro Universo es el de, primero, los Objetos cuyo Ser consiste en sus reacciones Brutas y, segundo, los Hechos (reacciones, acontecimientos, cualidades, etc.) concernientes a esos Objetos, que consisten todos ellos en última instancia en sus reacciones. A los Objetos los llamo Cosas, o, menos ambiguamente, Existentes, y a los hechos acerca de ellos los llamo Hechos. Todo miembro de este Universo o bien es un Solo Objeto, sometido tanto al Principio de Contradicción como al del Tercio Excluso, o bien puede expresarse por una proposición que tiene tal sujeto singular.

El tercer Universo consiste en el co-ser de todo lo que en su Naturaleza es necesitante, es decir, es un Hábito, una ley o algo que puede expresarse en una proposición universal. Los continua, especialmente, son de esta naturaleza. Llamo Necesitantes a los objetos de este universo. Incluye todo lo que podemos saber mediante el razonamiento lógicamente válido. Señalo que la pregunta que haces en la primera página de tu carta respecto  a si una cierta proposición es "minuciosamente probada" y si apoya la prueba, o si es "lógicamente probada", parece indicar que corres algún peligro de unirte a ese ejército de "excéntricos" que insiste en llamar "lógica" a una clase de razonamiento que conduce a conclusiones falsas a partir de premisas verdaderas, con lo que se ponen más allá de los límites de la cordura. Así son, por ejemplo, aquellas personas que mantienen que el razonamiento de "Aquiles" [y la tortuga] es "lógico", aunque no pueden enunciarlo en ningún silogismo u otra forma reconocida por razonadores cuerdos15. Conocía a un caballero que era lo suficientemente inteligente como para ser un muy buen jugador de ajedrez, pero que insistía en que era "lógico" razonar de la siguiente manera:

O llueve o no llueve,
Ahora llueve;
.:. No llueve

Esto equivale perfectamente a decir que [la] despreciable trampa de Aquiles es "lógica". La verdad es que una inferencia es "lógica" si y solo si es gobernada por un hábito que a largo plazo conducirá a la verdad. Confío en que darás tu asentimiento a esto, por lo que espero que no sea tu intención aprobar nociones de lógica que estén en conflicto con esto. Es parte de nuestra obligación desaprobar fuertemente principios inmorales, y la lógica no es sino una aplicación de la moralidad, ¿no?16.

Un Signo puede, en sí mismo, tener un Modo de Ser "posible"; por ejemplo, un hexágono inscrito en o circunscrito alrededor de una cónica. Si el hexágono es inscrito, es un Signo en el sentido de que la colinealidad de las intersecciones de los lados opuestos muestra que la curva es cónica; pero si es circunscrito, la copuntualidad de sus tres diámetros (que unen a vértices opuestos) [muestra que la curva es cónica]. Su Modo de Ser puede ser la Actualidad, como es el caso de cualquier barómetro; o Necesitante, como es el caso de la palabra "el" o cualquier otra del diccionario. Para un Signo "posible" no tengo mejor designación que Tono, aunque estoy considerando cambiarla por "Marca"17. ¿Puedes sugerir un nombre realmente bueno? A un signo Actual lo llamo Instancia [Token]18; a un Signo Necesitante lo llamo Tipo19.

Es habitual y apropiado distinguir entre dos Objetos de un Signo, el Mediato que está fuera del Signo y el Inmediato que está dentro. Su Interpretante es todo aquello que el signo transmite: la familiaridad con su Objeto tiene que obtenerse a través de la experiencia colateral. El Objeto Mediato es el Objeto fuera del Signo; lo llamo el Objeto Dinamoide. El Signo tiene que indicarlo mediante una pista, y esta pista, o su sustancia, es el Objeto Inmediato. Puede decirse que cada uno de estos dos Objetos es susceptible de cualquiera de las tres Modalidades, aunque en el caso del Objeto Inmediato eso no es del todo literalmente verdadero. Por consiguiente, el Objeto Dinamoide puede ser un Posible –cuando denomino al Signo un Abstractivo, tal como la palabra Belleza–; y no será menos un Abstractivo si hablo de "lo bello", ya que es la referencia última y no la forma gramatical la que hace que el signo sea un Abstractivo. Cuando el Objeto Dinamoide es un Acontecimiento (cosa Existente o hecho Actual del pasado o del futuro), denomino al Signo un Concretivo; cualquier barómetro es un ejemplo, así como una narración escrita de cualquier serie de acontecimientos. Para un Signo cuyo Objeto Dinamoide es un Necesitante no tengo en este momento ninguna designación mejor que Colectivo, que no es tan mal nombre como parece hasta que uno estudia el asunto; pero para una persona como yo que piensa en un sistema de símbolos bastante diferente al de las palabras, ¡resulta muy difícil y a menudo extraño traducir los propios pensamientos en palabras! Si el Objeto Inmediato es un Posible, es decir, si el Objeto Dinamoide es indicado (siempre de manera más o menos vaga) mediante sus Cualidades20, etc., llamo al Signo Descriptivo; si el [Objeto] Inmediato es un Acontecimiento, llamo al signo Copulante, pues en ese caso el Objeto tiene que ser identificado por el Intérprete de tal manera que el Signo represente una necesidad. Ciertamente, mi nombre es un expediente temporal.

Es evidente que un Posible no puede determinar nada salvo a un Posible, e igualmente un Necesitante sólo puede estar determinado por un Necesitante. Por tanto, se sigue a partir de la Definición de Signo que, dado que el Objeto Dinamoide determina al Objeto Inmediato,

Que determina al Signo mismo,

Que determina al Interpretante Destinado,

Que determina al Interpretante Efectivo,

Que determina al Interpretante Explícito,

Las seis tricotomías brindan sólo 28 clases de signos, en lugar de determinar 729 clases21, como lo harían si fuesen independientes; y si, como enérgicamente opino (por no decir que casi demuestro), hay otras cuatro tricotomías de signos del mismo orden de importancia, llegarán sólo a 66 clases, en lugar de 59.049. Sin duda las cuatro tricotomías adicionales son, primero,

Íconos (o Simulacra, el ὁμοιώμητα de Aristóteles22) –Índices –Símbolos

Y luego tres que se refieren a los Interpretantes. Estoy bastante seguro de que una de éstas se divide en:

Sugerentes [Suggestives] –Imperativos –Indicativos

Donde los Imperativos incluyen a los Interrogativos. De las otras dos, pienso que una tiene que dividirse en Signos que aseguren a sus Interpretantes mediante

Instinto –Experiencia –Forma

Supongo que la otra es lo que en mi exposición en The Monist de los Gráficos Existenciales denominé

Semas –Femas –Delomas23.

 Usted, con su duradero estudio de "Significs", contiene ciertamente enseñanzas importantes para mí sobre los tres Interpretantes, cuyos estudios se han diluido a través de todo el asunto de la semiótica; y lo que yo he logrado aprender sobre sobre significs ha sido principalmente la Crítica de Argumentos, sobre la cual su pregunta en su última carta me hace pensar que no está en su mejor momento. Pero sonreí cuando mencionó mi "interés amable" en tu trabajo, como si fuera una divergencia –yo diría una desviación, de mi línea ordinaria de atención. Sepa que, desde el día en el que yo, a la edad de 12 o 13 años, cogí, en el cuarto de mi hermano mayor, la copia de la Lógica de Whately, y le pregunté [a mi hermano] qué es Lógica, y al obtener una respuesta simple, me lancé al suelo y me sumí en el libro, nunca ha estado en mi poder estudiar nada –matemáticas, ética, metafísica, gravitación, termodinámica, óptica, química, anatomía comparada, astronomía, psicología, fonética, economía, la historia de la ciencia, whist24, hombres y mujeres, vino, metrología, excepto como un estudio de semiótica; y cuan raramente fui capaz de sentir un interés del todo solidario con los estudios de otros hombres científicos (cuan más raramente percibí algún interés en entender mis propios estudios), no necesito decírselo, aunque yo sea de una naturaleza afortunadamente solidaria, afortunadamente para mi desarrollo científico, aunque sea en circunstancias adversas.

Me gustaría que estudiara mis Grafos Existenciales; en mi opinión ellos muestran maravillosamente la verdadera naturaleza y método del análisis lógico; -o sea, de la definición; aunque no es fácil explicar cómo lo hacen, hasta que haya escrito la exposición de este arte.

Estoy ahora trabajando desesperadamente para terminar antes de morir un libro sobre Lógica que pueda atraer a unas buenas mentes a las que pueda hacer algún bien significativo, y pueda después oír aquellas maravillosas palabras que serán mucho mejores que cualquier otro Paraíso del que haya oído hablar25. A menos que haya trabajo para hacer –trabajo útil–, yo no puedo concebir otra vida tan deseable. ¡Le deseo a usted con todo mi corazón y mi alma un próspero año! No olvide su promesa implícita sobre la prueba del artículo de Britannica. Mi querida esposa constante, aunque lentamente, se desorienta [loses ground]; y su predisposición para no cuidarse es muy angustiante.

Muy atentamente,

C. S. Peirce

 

 


Notas

1. Sobre el falibilismo de Peirce, véase CP 1.141-175.

2. "The eternal years of God are her's" [Nota del T.].

3. Véase CP 5.549-604.

4. Philip Schaff (1819-1893), teólogo y profesor; autor de The Creeds of Christendom, Harper & Brothers, Nueva York, 1877.

5. La Didache, una de las primeras obras de la literatura cristiana, también conocida como La enseñanza de los doce apóstoles [Nota del T.].

6. Véase CP 6.452-493.

7. Richard Whately, Elements of Logic, B. Fellow, Londres, 1831.

8. William Benjamin Smith, Der vorchristliche Jesus, E. Diedrich, Jena, 1906.

9. Para el artículo de Lady Welby titulado "Significs", publicado en la décima y undécima ediciones de la Encyclopedia Britannica I, véase el Apéndice C del libro Semiotics and Significs: The Correspondence between Charles S. Peirce and Victoria Lady Welby, Illinois, 2001.

10. C. S. Peirce, "On a New List of Categories", publicado en Proceedings of the American Academy of Arts and Sciences, vol 7, mayo de 1867, pp. 287-298. Reimpreso en CP 1.545-559.

11. El libro nunca fue terminado.

12. La parte que viene a continuación hasta la clasificación de los grafos existenciales en Semas–Femas–Delomas, está traducida en Obra filosófica reunida. Tomo II (1893-1913) [Nota del T.].

13. Véase la afirmación de Peirce sobre las categorías cenopitagóricas en la carta fechada en 12 de octubre de 1904, en Semiotics and Significs: The Correspondence between Charles S. Peirce and Victoria Lady Welby, Illinois, 2001.

14. Véase CP 5.450.

15. Véase la nota de Peirce sobre la paradoja en CP 6.177.

16. Véase CP 1.616-648.

17. El término usual de Peirce para este tipo de sigo es "qualisigno".

18. El término usual de Peirce es "sinsigno".

19. El término usual de Peirce es "legisigno".

20. Esta palabra se lee "Quatities" en el manuscrito.

21. Véase el Apéndice B del libro Semiotics and Significs: The Correspondence between Charles S. Peirce and Victoria Lady Welby, Illinois, 2001.

22. "(...) cogido de Platón, que, creo, lo cogió de la escuela Matemática de lógica, porque primero aparece en el Fedro que marca el principio de la influencia decisiva de esta escuela sobre Platón. Lutoslawski [Wincently Lutoslawski, The Origin and Growth of Plato’s Logic, Longman, Green, & Co., Londres, 1897] está en lo correcto al decir que el Fedro es más tardío que la República pero su fecha de 379 a. C. es cerca de 8 años anterior” [comentario marginal hecho por Peirce].

23. Véase el Apéndice B de Semiotics and Significs: The Correspondence between Charles S. Peirce and Victoria Lady Welby, Illinois, 2001.

24. Juego de cartas [Nota del T.].

25. Aquellas maravillosas palabras: Muy bien, siervo bueno y fiel: has sido fiel en lo poco: entra en el gozo de tu Señor.



Fin de: "Carta a Lady Welby" (23.12.08). Fuente textual: Hardwick, C., Semiotics and Significs: The Correspondence between Charles S. Peirce and Victoria Lady Welby, Elsah, IL: The Press of Arisbe Associates, pp. 73-86.


Traducción de Flávio Silva (2015)
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Fecha del documento: 3 de diciembre 2015
Última actualización: 7 de diciembre 2015

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